Los Prefijos

Los Prefijos. Se conoce como prefijos a un tipo de partícula morfológica que, al unirse con una palabra (o raíz léxica), añade o altera su significado, aportándole una carga propia de sentido. Al igual que los sufijos y los infijos, los prefijos son un tipo de afijo, o sea, de partícula que interviene en la formación de palabras y vocablos.

El procedimiento de añadir prefijos a una palabra, conocido como prefijación, es relativamente común entre los idiomas del mundo. Permite la creación de nuevos términos (neologismos) o de sentidos divergentes de manera rápida y expedita. El prefijo siempre precede a la raíz léxica.

En el caso del español, los prefijos consisten en vocablos provenientes en su mayoría del latín y el griego. Al añadirse a una palabra jamás cambian su acentuación, ni producen alejamientos muy radicales del sentido original de la palabra, sino variaciones del mismo.

Así, por ejemplo, teniendo la palabra “fijo”, podemos obtener “pre-fijo” añadiendo esta partícula, lo cual simplemente indica que la cosa fija debe ir antes; pero si añadimos “su-fijo”, indicamos que la partícula fija debe ir después. En ningún caso alteramos el significado léxico (el que sale en el diccionario) de la palabra “fijo”, simplemente lo contextualizamos.

En términos muy generales, los prefijos se pueden clasificar según el efecto que ocasionan en la palabra a la cual se adhieren:

  • Prefijos derivativos. Aquellos que alteran el significado léxico de una palabra, o sea, la convierten en otra palabra con otro significado.
  • Prefijos flexivos. Aquellos que, al unirse a una palabra, cambian su categoría gramatical, es decir, convierten un tipo de palabra en otro: sustantivos en verbos, etc.

Pero en el caso de la lengua española todos los prefijos son siempre de tipo derivativo. En otros idiomas existe la posibilidad de prefijos flexivos, aunque son siempre los menos frecuentes.

Tipos de prefijos en español

Los prefijos del español se clasifican según el tipo de significado propio que contengan y que añaden a la palabra, de la siguiente manera:

  • Prefijos negativos. Niegan o contradicen el significado de la raíz léxica.
  • Prefijos locativos. Señalan una ubicación o localización dentro del sentido original de la palabra.
  • Prefijos temporales. Denotan una relación de tiempo o causa-efecto respecto del sentido original de la palabra.
  • Prefijos de cantidad y tamaño. Señalan un número o una proporción dentro del sentido original de la palabra.
  • Prefijos de intensidad. Determinan una relación de potencia o intensidad de aquello que la palabra esté significando.
  • Prefijos sustantivos. Determinan otro tipo de condiciones del ser, de la cosa misma, de lo que la palabra significa.

En la lista a continuación veremos ejemplos de cada uno de estos prefijos.

Lista de prefijos

A continuación, presentamos una lista de los principales prefijos del español, cuya grafía es siempre fija y única, ya que, como explicamos, constituyen herencias de lenguas muertas previas a la existencia del español. Téngase en cuenta que no deben escribirse los prefijos con guion: lo haremos en la lista sólo para resaltarlo.

PrefijoSignificadoEjemplos
anti-Negación (en contra de)anti-biótico, anti-higiénico
a-Negación (falto de)a-moral, a-sintomático
contra-Negación (en contra de)contra-ataque, contra-cepción
in-Negación (falto de)in-maculada, in-visibles
ex-Negación (falto de)ex-presidente, ex-temporáneo
post-Temporal (posterior a)post-operatorio, post-parto
pre-Temporal (anterior a)pre-quirúrgico, pre-historia
ante-Temporal (previo a)ante-diluviano, ante-meridiam (A.M.)
ante-Locativo (antes de)ante-ojos, ante-brazo
entre-Locativo (en medio de)entre-pierna, entre-telones
sub-Locativo (debajo de)sub-terráneo, sub-marino
infra-Locativo (debajo de)infra-rojo, infra-dotado
trans-Locativo (más allá de)tran-sexual, trans-portador
tele-Locativo (a distancia de)tele-comunicaciones, tele-visión
sobre-Locativo (encima de)sobre-saliente, sobre-todo
vice-Locativo (en lugar de)vice-ministro, vice-presidente
ultra-Locación (al final de)ultra-violeta, ultra-tumba
proto-Locación (el primero de)proto-tipo, proto-plasma
extra-Locación (por fuera de)extra-terrestre, extra-muros
hiper-De intensidad (mucho)hiper-activo, hiper-bárico
super-De intensidad (superior)super-hombre, super-sónico
re-De intensidad (de nuevo)re-vivir, re-escribir
bi-De cantidad (dos)bi-polar, bi-tonal
multi-De cantidad (muchos)multi-factorial, multi-disciplinario
mono-De cantidad (uno)mono-neuronal, mono-corde
poli-De cantidad (varios)poli-morfo, poli-técnico
semi-De tamaño (a medias)semi-dios, semi-círculo
maxi-De tamaño (máximo)maxi-proceso, maxi-precio
zoo-Sustantivo (animal)zoo-filia, zoo-lógico
fito-Sustantivo (plantas)fito-plancton, fito-grafía
foto-Sustantivo (luz)foto-fobia, foto-grafía
biblio-Sustantivo (libro)biblio-grafía, biblio-filia
crono-Sustantivo (tiempo)crono-lógico, crono-metro
aero-Sustantivo (aire)aero-plano, aero-puerto

Prefijos y Sufijos

Los sufijos y los prefijos son los principales tipos de afijos que existen. Como ya vimos, se diferencian el uno del otro en el lugar que ocupan respecto de la raíz léxica: los prefijos delante y los sufijos detrás.

Por otro lado, los prefijos poseen una mayor carga léxica, o sea, mayor cuota de significado propio, mientras que los sufijos carecen de ella y sólo poseen sentido gramatical, o sea, adquieren sentido dentro del contexto de la lengua. Por ejemplo, el sufijo “-ción”, por sí solo, no significa nada, solamente le confiere rango de sustantivo a la raíz con la que se una.

¿Qué son los sufijos?

En lengua española, los sufijos son un tipo de partículas morfológicas o morfemas que sirven para componer una palabra, agregándose a la raíz (o tema) de la misma, para añadirle, determinar o completar sus sentidos o significados. Es decir, son partículas que añadimos al final de una palabra para completar o modificar su sentido o significado.

Los sufijos forman parte de los llamados afijos: partículas que operan al añadirse dentro de la secuencia de una palabra, ya sea por delante (prefijos), en el medio (infijos) o al final (sufijos). Cada uno de ellos tiene particularidades y reglas de uso, y a menudo orígenes etimológicos muy distintos.

En el caso puntual de los sufijos, se trata de partículas que generalmente carecen de un significado propio por fuera de la gramática de la lengua, y por eso rara vez pueden constituir palabras por sí mismos. En cambio, al unirse a una raíz léxica (dotada, ella sí, de un significado referencial propio), los sufijos modifican dicho sentido o añaden un sentido gramatical.

Por ejemplo: la palabra maldición está formada por la raíz maldi– (preveniente del latín maledictum, “decir maldades”, “desear mal”), en donde está el contenido léxico y semántico de la palabra. A esa raíz le hace falta el sufijo -ción para poder convertirse en un sustantivo que denota acción y existir regularmente dentro de la lengua.

Un sufijo puede alterar incluso la categoría gramatical de una palabra, cambiando sustantivos en adjetivos o a éstos en verbos. Son herramientas sumamente versátiles.

La sufijación es un proceso lingüístico muy extendido entre las lenguas humanas (80% de ellas los utilizan en alguna medida), especialmente en el proceso de formación de nuevas palabras, en el que a una raíz se le pueden adherir distintas terminaciones para obtener así nuevos resultados.

Tipos de sufijos

Los sufijos en español pueden clasificarse de distinto modo, atendiendo a su origen histórico, a su idioma original (en caso de ser préstamos), entre otros. Pero es el más importante el modo que distingue entre sus funciones al conectarse con la raíz de la palabra. Así, tenemos los siguientes casos:

  • Sufijos apreciativos. Se trata de aquellos sufijos que, al unirse al lexema o raíz, construyen una palabra con tintes calificativos, o sea, que expresa el modo en que la persona comprende, valora u observa el referente del cual habla. Este tipo de sufijos convierten raíces en apreciaciones (de allí su nombre), y pueden ser, a su vez, de distinto tipo:
    • Sufijos aumentativos. Como su nombre lo indica, estos sufijos permiten aumentar o maximizar el significado de la raíz léxica de la palabra, ya sea para indicar que el tamaño de un objeto es grande, o que el sentido de algo es más intenso o fuerte, o cualquier otra connotación que tenga, en nuestra cultura, algo de gran tamaño. Por ejemplo: de “casa”, podemos obtener “cas-ota” añadiendo un sufijo que indica que es una casa de gran tamaño, o de mucho lujo y muy ostentosa.
    • Sufijos diminutivos. Al contrario del caso anterior, este tipo de sufijos sirven para disminuir o atenuar el significado de la raíz léxica, ya sea porque el referente es pequeño en tamaño, en importancia, o en algunos casos porque lo tenemos en estima. Por ejemplo: de “favor”, podemos obtener “favor-cito” añadiendo un sufijo que indica que el favor es pequeño, que no debería incomodar mucho al otro”.
    • Sufijos peyorativos. En este caso, los sufijos sirven para fijar la postura personal y subjetiva de la persona respecto al referente, especialmente cuando se trata de una valoración negativa del mismo. Por ejemplo, de “mujer” podemos obtener “mujer-zuela” para indicar que pensamos mal de ella, o que es una mujer de la mala vida.
  • Sufijos flexivos. Los sufijos flexivos, a diferencia de los anteriores, no reflejan las valoraciones del referente que una persona tiene, sino que cumplen un rol enteramente gramatical. Esto significa que su rol tiene sentido dentro de la lengua misma, de modo tal de hacerla describir lo mejor posible el objeto o la realidad aludida por el lenguaje. Así, tenemos los siguientes tipos de flexivos:
    • Sufijos flexivos de género. Los flexivos de género son aquellos que modifican la terminación de una palabra para indicar a qué género (masculino o femenino) se refiere la misma. Generalmente son -a y -o, dependiendo de si el referente es femenino o masculino, respectivamente, aunque a veces puede emplearse también el -e. Por ejemplo: maestr-o para el masculino, maestr-a para el femenino.
    • Sufijos flexivos de número. Semejante al caso anterior, el de los flexivos de número tiene como fin indicar si el referente es singular o plural (para esto se emplea el sufijo -s). Así, usando el mismo ejemplo del caso anterior, tendremos: maestro (singular) o maestro-s (plural). Como se verá, los flexivos de género y número pueden y suelen acompañarse.
    • Sufijos flexivos verbales. Trataremos como una categoría aparte los flexivos que tienen que ver con los verbos, y que sirven para adecuarlos a la acción que buscan describir. Y aunque los veamos por separado, todos se dan normalmente a la vez:
      • Flexivos de persona verbal. Aquellos que se adhieren al verbo para adecuarlo a una conjugación específica, es decir, para indicar qué persona realiza la acción, de acuerdo a las reglas establecidas para las personas verbales dentro de la lengua. Por ejemplo: del verbo “enseñar” podemos obtener “enseñ-o” (yo), “enseñ-as” (tú), “enseñ-a” (Ud./ él/ ella), “enseñ-amos” (nosotros), “enseñ-an” (ellos).
      • Flexivos modo, tiempo y aspecto. Como indica su nombre, coordinan la forma en que se expresan el modo verbal, el tiempo verbal y el aspecto verbal, permitiendo que la acción del verbo se adapte a las condiciones en que ocurre. Por ejemplo: del verbo “enseñar”, tenemos “enseñ-a” (presente), “enseñ-ará” (futuro), “enseñ-aba” (pretérito imperfecto), “enseñ-aría” (condicional), “enseñ-a” (imperativo), “enseñ-e” (subjuntivo), etc.
      • Flexivos verbales impersonales. Por último, están las formas verbales incompletas o impersonales, es decir, que no se conjugan, y por eso las listamos aparte de las demás. Son el infinitivo (-ar, -er, -ir), el gerundio (-ando, -endo) y el participio (-ado, -ido). Por ejemplo: el verbo “enseñ-ar” (infinitivo), “enseñ-ando” (gerundo) o “enseñ-ado” (participio).
  • Sufijos derivativos. Estos sufijos son algunos de los más importantes, pues permiten cambiar la categoría gramatical de la raíz, componiendo así nuevos usos y nuevas formas lingüísticas. A este proceso se le conoce como derivación, y se da mediante cuatro tipos distintos de sufijos, de acuerdo al tipo de categoría gramatical de destino:
    • Derivativos adjetivantes o adjetival. Aquellos que permiten construir adjetivos a partir de otros lexemas. El participio, listado antes, se halla entre este tipo de sufijos también, así como todos los sufijos de los gentilicios. Por ejemplo: del verbo “fatigar”, tenemos “fatig-ado”, y del sustantivo “farsa”, tenemos “fars-esco”, así como del sustantivo “México” tenemos “mexic-ano”.
    • Derivativos adverbializantes o adverbial. Aquellos que permiten construir adverbios a partir de otros lexemas. Por ejemplo: del adjetivo “descarado”, tenemos “descarad-a-mente”, y del sustantivo “perro”, tenemos “perr-una-mente”. Nótese que en estos casos suele haber un flexivo u otro tipo de sufijo haciendo el rol de infijo, o sea, de sufijo intermedio.
    • Derivativos nominalizantes o nominal. Aquellos que permiten construir sustantivos a partir de otros lexemas. Por ejemplo: del verbo “postergar”, tenemos “posterga-ción”.
    • Derivativos verbalizantes o verbal. Aquellos que permiten construir verbos a partir de otros lexemas. Por ejemplo: del sustantivo “perro”, proviene el verbo “perr-ear”, y del adjetivo “tonto”, viene “tont-ear”.

Lista de sufijos

Los sufijos son muy numerosos y diversos en el español, así como sus usos locales pueden ser muy distintos dependiendo de la geografía. Pero esta es una lista de los sufijos más usados:

SufijoTipoEjemplo
-ito, -itaapreciativo, diminutivocarr-ito, tac-ita
-ico, -icaapreciativo, diminutivobon-ico, gallet-ica
-illo, -illaapreciativo, diminutivochiqu-illo, mentir-illa
-ín, -ínaapreciativo, diminutivomalandr-ín, pequeñ-ína
-ote, -otaapreciativo, aumentativoperr-ote, lengu-ota
-ón, -onaapreciativo, aumentativoavisp-ón, cas-ona
-azo, -azaapreciativo, aumentativomoren-azo, mujer-aza
-ísimo, -ísimaapreciativo, aumentativotrist-ísimo, bell-ísima
-zuelo, -zuelaapreciativo, despectivoladron-zuelo, pla-zuela
-ucho, -uchaapreciativo, despectivotelefon-ucho, carr-ucha
-oideapreciativo, despectivosentimental-oide
-astro, -astraapreciativo, despectivopolitic-astro, madr-astra
-a, -o, -e, -as, -os, -esflexivos de género y de númeroniñ-a, adult-o, president-e, loc-os, puert-as, juec-es
-o, -as, -a, -an, -amos, -aisflexivo de persona verbaltrabaj-o, trabaj-as, trabaj-a, trabaj-an, trabaj-ais, etc.
-ar, -er, ir, -ado, -ido, -ando, -endoflexivo verbal impersonalbaj-ar, com-er, mor-ir, destap-ado, camin-ando, etc.
-ciónderivativo, sustantivanteposterga-ción, frustra-ción
-dadderivativo, sustantivantemal-dad, temeri-dad
-ezderivativo, sustantivanteestupid-ez, sordid-ez
-torioderivativo, sustantivantereforma-torio, sana-torio
-dero, -deraderivativo, sustantivantemori-dero, embarca-dero
-ero, -eraderivativo, adjetivantemarin-ero, cumpleañ-era
-ano, -anaderivativo, adjetivantefrancisc-ano, colombi-ana
-antederivativo, adjetivantetoler-ante, irrit-ante
-alderivativo, adjetivantepolici-al, origin-al
-oso, -osaderivativo, adjetivantesabr-oso, auspici-osa
-ador, -adoraderivativo, adjetivanteport-ador, don-adora
-mentederivativo, adverbialsutil-mente, comercial-mente
-earderivativo, verbalningun-ear, volt-ear
-ar, -er, -irderivativo, verbalcant-ar, cog-er, dorm-ir

Sufijos y prefijos

Los sufijos y los prefijos son los principales tipos de afijos que existen. Se diferencian el uno del otro en el lugar que ocupan respecto de la raíz léxica: los prefijos se ubican antes de la raíz léxica y los sufijos después de la misma.

Además, los prefijos poseen una mayor carga léxica, o sea, mayor cuota de significado propio, y por eso en muchos casos pueden usarse como palabras en sí mismas, como “ex” (algo que ya no se es) o “pre” (antes de). Los sufijos carecen de esa carga de significado y solamente poseen sentido gramatical, o sea, adquieren sentido dentro del contexto de la lengua.

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