Glaciar

Glaciar. Un glaciar es una gran masa de hielo comprimida, que se forma durante el transcurso de miles de años como consecuencia de la nieve que permanece en un mismo lugar hasta que se transforma en hielo. Los glaciares son los objetos más grandes de la Tierra, y créelo, se mueven. Pueden fluir muy lentamente como ríos y pasar entre las montañas creando grietas y variadas formaciones de roca así como lagos.

Se considera que los glaciares son vestigios de la última Edad de Hielo, cuando las bajas temperaturas obligaron al hielo a dirigirse hacia las latitudes más bajas, donde ahora el clima es cálido y no parece haber indicios de hielo permanente. En la actualidad se pueden encontrar glaciares en las cadenas montañosas de todos los continentes, con excepción de Australia y algunas islas oceánicas, y entre las latitudes 35° norte y 35° sur sólo pueden verse glaciares en las Montañas Rocosas, en la cordillera de los Andes, en el Himalaya, en Nueva Guinea, México, el este de África y en el monte Zard Kuh (Irán).

Constituyen aproximadamente el 10 por ciento de la superficie total terrestre. Y si de porcentajes hablamos, el 99 por ciento de los glaciares está de hecho contenido en las capas de hielo polares de ambos hemisferios, especialmente en la Antártida y en Groenlandia.

Los glaciares son los objetos más grandes de la Tierra y constituyen aproximadamente el 10 por ciento de la superficie total terrestre.

Normalmente, los glaciares aparecen en las zonas de alta montaña y en las regiones polares. Los glaciares de alta montaña reciben el nombre de glaciares alpinos y los de los polos se conocen como inlandsis o casquetes glaciares.

Durante las estaciones cálidas, algunos liberan agua de deshielo debido a su derretimiento y crean cuerpos de agua importantes para la fauna y la flora, sin dejar de lado su utilidad para los seres humanos. Son la mayor reserva de agua dulce del planeta, conteniendo hasta tres cuartas partes de ésta.

Glaciar Gorner, Suiza.

Formación de los glaciares

El inicio de un glaciar consiste en la permanencia de la nieve en una misma área durante todo el año. En la atmósfera, las moléculas de vapor de agua se adhieren a pequeñas partículas de polvo formando así estructuras de cristal. Entonces otras moléculas de vapor de agua se adhieren a los cristales y se forman los característicos copos de nieve de formas asombrosas.

Los copos caen en alguna montaña. Con el paso del tiempo, las nevadas posteriores cubren los primeros copos de nieve y comienza a acumularse la nieve suficiente para convertirse en pesadas estructuras de hielo. Año tras año las nuevas capas comprimen las capas anteriores; esta compresión ocasiona que la nieve se cristalice de nuevo pues el aire entre los cristales se encoge.

Los cristales se hacen más y más grandes, por lo que la nieve se compacta y aumenta su densidad. En algún punto sucumbe a la presión del peso del hielo y comienza a deslizarse hacia abajo, formando una especie de río que serpentea a través de un valle.

Entradas Relacionadas