Las Eras Geológicas

Las eras geológicas. – Al considerar la historia de la Tierra en su conjunto conviene hacer una primera distinción entre dos grandes etapas:

  • La época cosmogónica
  • La época geológica

La primera época abarca el tiempo en que el planeta era sólo una masa de materia incandescente. Durante este dilatado periodo se originaron y ordenaron los grandes componentes o envolturas interiores terrestres, mientras que los materiales fundidos de su interior lanzaban a la superficie grandes volúmenes de vapores y gases, como lo hace actualmente los volcanes.

Por otra parte, a partir de las lavas volcánicas se fueron formando las primeras rocas que, a lo largo de millones de años, volverían fundirse y a transformarse, originando la corteza primitiva, sobre el cual comenzaron a actuar la orogénesis, la erosión y la sedimentación.

En simultaneidad con las eras sedimentarias surgió la vida, iniciándose entonces la continuidad evolución y transformación biológica y geográfico que marca el comienzo de los tiempos geológicos, que abarcan desde la diferenciación de la corteza terrestre actual.

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El estudio de la composición y distribución de las capas de la corteza terrestre aporta una valiosa información sobre el proceso evolutivo de la misma.

Aunque existen diversas opiniones acerca de la división de los tiempos geológicos, la corriente más extendida suele considerarse cinco grandes eras:

  1. La Arqueozoica.
  2. La Primaria o paleozoica.
  3. La Secundaria o mesozoica.
  4. La Terciaria o cenozoica
  5. La Cuaternaria
  6. Neozoica o antropozoica.

Cada una de estas eras se subdividen a su vez en periodos, estos en épocas, y así sucesivamente.

La era Arqueozoica.

Esta era, que algunos prefieren denominar agnostozoica se divide en dos periodos:

  1. El arcaico
  2. El precámbrico

Comprende desde el final de los tiempos cosmogónicos hasta el comienzo del periodo cámbrico, al iniciarse la era primaria hace unos 500-600 millones de años.

Los espesos sedimentos que se formaron durante esta era sufrieron las deformaciones y transformaciones derivadas delos sucesivos movimientos orogénicos, razón por la cual sus características actuales difieren significativamente de las originales.

Los vientos, las lluvias y los restantes fenómenos de la geodinámica externa actuaron sobre las masas continentales primitivas, ejerciendo una acción erosiva, de denudación y transporte. Ello dio origen a la formación de depósitos detríticos en las áreas continentales y en los litorales marítimos.

Durante esta época predominaron los materiales poco seleccionados, como las pizarras, las arcosas o las grauvacas; por el contrario, las rocas orgánicas y las evaporiticas eran poco frecuentes. Los distintos materiales suelen haberse transformado en rocas metamórficas, como gneises y granitos de anatexia. Son muy escasas las rocas que han conservado sus características originales.

Estos materiales constituyeron los zócalos sobre los cuales se depositarían las siguientes formaciones geológicas. En la actualidad, estas formaciones, que en muchos casos se originaron a partir de las rocas creadas durante esa era, se encuentran en los nacimientos de las cordilleras antiguas, así como en los escudos y cratones, por ejemplo, de Canadá, Siberia, Australia o África.

Hoy día se conocen tres grandes áreas de terrenos formados durante esta época, que constituyen otros tantos núcleos continentales pertenecientes al hemisferio septentrional. El escudo canadiense comprende, además del territorio de ese país, las tierras agrupadas en torno a la bahía de Hudson; el escudo báltico abarca gran parte de la península escandinava, Finlandia y una parte de Rusia, todos ellos territorios que circundan el actual mar Báltico, y el escudo siberiano constituyen el sustrato de esa gran estepa.

Aparte de las grandes regiones mencionadas aparecen rocas que datan de esta era en la meseta brasileña, en Uruguay y en el fondo del gran cañón del Colorado, en estados Unidos.

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El escudo báltico, que comprende gran parte de la península escandinava, Finlandia y una zona de Rusia, comenzó a formarse durante el precámbrico, periodo que va desde el periodo arcaico hasta el paleozoico o era primaria (aproximadamente unos 4.000 millones de años)

Aunque algunos especialistas han subdividido esta era en diversos periodos, una división clásica establece la existencia de dos fundamentales: el arcaico y el precámbrico o algonquino, que están separados por la orogenia huroniana o carélica

El primero se caracteriza por presentar los materiales más metamorfizados, como los granitos o los esquistos. Sin embargo, a pesar de la intensidad de dicho metamorfismo, en algunas rocas es posible reconocer su origen sedimentario. Por ejemplo, los cantos rodados de ciertos conglomerados gneisificados de Finlandia indican que se formaron por la acción de las aguas, ya sean éstas marina o fluviales.

Al estar menos metamorfizados los materiales que las componen, las rocas que pertenecen al segundo periodo, por ejemplo, los conglomerados y las cuarcitas, suelen estar mejor conservadas. Entre ellas predominan, además de las pizarras cristalinas, las calizas cristalinas, las cuarcitas y las pizarras arcillosas-silíceas, todas de origen sedimentario.

Una clasificación más reciente de la era Arqueozoica la subdivide en cuatro periodos numéricamente designados, en cada una de las cuales se subdividieron diferentes fases orogénicas. Las de los tres primeros constituyen las llamadas grandes orogenias antiguas, entre las que se encuentran las fases:

  • Saámidas
  • Suecofénidas
  • Carélidas

Se supone que durante esta era el clima fue frio y húmedo. El gran número de rocas de origen glaciar demuestra que se produjeron glaciaciones similares a las que tendrían lugar muchos millones de años más tarde, durante la era cuaternaria. Sin embargo, al finalizar el periodo algonquino, el clima se hizo más cálido y seco.

Los escases de restos fósiles pueden deberse a la existencia de escasos seres vivos durante este periodo; a las elementales estructuras de éstos, lo que habría dificultado la fosilización y la consiguiente conservación}

 de sus restos, o a la acción del metamorfismo, que los habría hecho desaparecer. En cualquier caso, es posible que la vida surgiera al principio de esta era, probablemente a través de formas muy sencillas, cuyos restos más antiguos aún no se han podido reconocer.

Sin embargo, se ha encontrado pizarras con grafito, lo que demuestra su origen orgánico, pertenecientes a esta época.

El primer fósil del que se tiene conocimiento es Corycium enigmaticum, probablemente un alga del Báltico, a lo que se atribuye una antigüedad cercana a los 1.200 millones de años

En el precámbrico se produjeron nuevos y más restos fósiles. Así, las areniscas cercanas al lago Onega, en Rusia, contienen gruesas capas de antracita, un antiquísimo combustible de origen vegetal. En el cañón del Colorado (Estados Unidos) se han encontrado restos fósiles de moluscos y en el estado de Montana, también en este país, se han hallado restos de crustáceos primitivos.

En otras localidades se han encontrado restos de gusanos y medusas, además de radiolarios y otros protozoos silicios. Aparte de los restos de cianofíceas, o algas azules que forman a veces auténticos arrecifes, es notable la ausencia de organismos con esqueletos calcáreos.

Los grupos más complejos del periodo cámbrico, de la era primaria, como artrópodos, Branquiópodos o moluscos, favorecidos posiblemente por la renovación de la atmósfera y del contenido de oxígeno en los océanos causada por la aparición de los vegetales, parecen avalar la existencia de estos animales en el precámbrico, aunque sus restos hayan desaparecido.

La era primaria o paleozoica

Esta era ha recibido el nombre de era de los animales antiguos y abarca desde el final de la era arcaica hasta el inicio de la secundaria (entre 500-600 y 120-200 millones de años de antigüedad). Puede dividirse en seis periodos:

  • Cámbrico
  • Ordovícico
  • Silúrico
  • Devónico
  • Carbonífero
  • Pérmico

Durante esta era los continentes se agrupaban en tres grandes masas. El continente noratlántico, que incluía Europa y Norteamérica, estaba separado del continente chino-siberiano por el mar de los Urales; ambos supercontinentes estaban situados en el hemisferio norte. En el hemisferio austral se encontraba el continente denominado Gondwana que comprendía Australia, India, África, Sudamérica y la Antártida. Entre los dos primeros y Gondwana se extendía el mar de Téthys, cuyos únicos remanentes en la actualidad parecen ser el golfo de México y el mar Mediterráneo, ya que el océano Atlántico aún no existía.

Entre los mares antes citados, el de los Urales y el de Téthys, se depositaban los materiales procedentes de las montañas precámbricas. Estos sinclinales se plegaron durante la orogenia cledoniana, de los periodos silúrico y devónico, que también afecto a Escocia, Europa central, Escandinavia, Groenlandia y Norteamérica.

Durante el carbonífero y el pérmico, y a partir de las montañas anteriores, continuo la sedimentación geosinclinal, que culminó con los plegamientos hercinianos. Estos plegamientos afectaron al norte de Europa, Asia central, Australia, Norteamérica y África del sur. En el primer continente se formaron entre otros, los Vosgos y la Selva Negra; en Asia, los Urales, y en Norteamérica, los Apalaches.

Las intensas actividades magmáticas y metamórficas dieron lugar a la formación de grandes masas de gneises y granitos. Sin embargo, entre los sedimentos de la era primaria suelen predominar las pizarras y las cuarcitas, además de las areniscas y las calizas. El espesor de los sedimentos rocosos pertenecientes a esta era ronda los 45 km.

Durante la era primaria, los seres vivos alcanzaron un gran desarrollo, sobre todo en el ámbito de la vida marina, y en el paleozoico superior fueron ganando territorios continentales. Los principales representantes de la fauna de esta era son los invertebrados, aunque en el periodo silúrico superior ya habían aparecido los anfibios, entre otros grupos. Más adelante, hacia el final de la era, lo hicieron los primeros reptiles.

  • Periodo cámbrico. – Con una duración aproximada de 70 millones de años, el cámbrico se subdivide en tres etapas, que se denominan, respectivamente: georgiense, acadiense y posdamiense. Durante este periodo, de clima húmedo y templado, se formaron sobre todo las pizarras, las cuarcitas y las calizas. Los fósiles más importantes fueron los trilobites. Los arqueociátidos, seres semejantes a las esponjas, formaron auténticos arrecifes por todo el planeta. En cuanto a la flora, estaba compuesta por bacterias y cianofíceas, o algas azules.
  • Periodo ordovícico. – Con una duración similar a la anterior, se subdivide en;
  • Inferior (tremadocense)
  • Arenig,
  • Llarvinense
  • Llandolloense
  • Asghillense.

En este periodo se produjeron algunas de las fases iniciales de la orogenia caledoniana, así como una gran actividad volcánica submarina. El mineral más característico de esta etapa es la cuarcita armoricana, roca en la que suelen encontrarse numerosas pistas de bilobites. Los fósiles más importantes son los graptolites, los trilobites y algunos organismos con esqueleto calcáreo, como es el caso de ciertos celentéreos. Además, aparecieron diferentes tipos de algas.

  • Periodo silúrico. – Con una duración de alrededor de 30 a 35 millones de años, se subdivide en cuatro etapas denominadas:
  • Valentiense
  • Wenlockense
  • Ludlowense
  • Pridoliense

Al final de este periodo, cuyo clima fue haciéndose progresivamente más cálido, se desarrolló la fase más importante de orogenia caledoniana, que recibe el nombre de fase ardénica. Las rocas más características son las pizarras, que contienen resto de graptolites.

Los arrecifes calcáreos formado por tubulados y corales experimentaron una gran expansión, mientras que los primeros vertebrados, cuyos principales representarse fueron los peces acorazados, también hicieron su aparición. Las regiones continentales empezaron a ser colonizados por peces, gigantostráceos, miriápodos y arácnidos. Entre los vegetales, las pteridofitas ocupan las aguas dulces.

  • Periodo devónico. – Este periodo tuvo una duración aproximada de 50 millones de años, y ha sido subdividida en tres etapas:
    • Inferior.
      • Gedinnense
      • Niegeniense
      • Emsiense
    • Medio
      • Couviniense
      • Givetiense
    • Superior
      • Frasniense
      • Fameniense

Durante esta época tuvo lugar una gran actividad del magma, así como las últimas fases de la orogenia caledoniana, produciéndose grandes glaciaciones en el hemisferio Austral al inicio del periodo. La forma rocosa más específica es la denominada arenisca roja antigua, de carácter continental, en tanto que el clima fue casi desértico. Se han hallado abundantes restos de gigantostráceos y peces acorazados durante este periodo.

Por otra parte, también son característicos de la fauna marina los goniatitis, que eran moluscos cefalópodos, los Branquiópodos y los coralarios, forman estos últimos grandes arrecifes. Al final del periodo, los peces crosopterigios dieron paso a los laberintodontos que fueron los primeros anfibios de los que se tienen noticias. También entonces surgieron los primeros insectos, que carecían de alas. La flora, por su parte, vio aparecer los primeros hongos, que alcanzarían su pleno desarrollo durante el siguiente periodo.

  • Periodo carbonífero. – Este periodo se prolongó durante 65 millones de años y su nombre proviene de los grandes depósitos de hulla que se formaron el mismo y cuyo origen se debe a la gran acumulación de restos de plantas vasculares, por ejemplo, los helechos y los licopodios. Las divisiones típicas de este periodo son:
    • Carbonífero inferior
      • Tournainsense
      • Vísense
    • Carbonífero superior
      • Namuriense
      • Westfaense
      • Esteniense

Aunque pueden variar, según se trata de facies marinas o continentales. En cualquier caso, los sedimentos están muy extendidos.

A principios de esta etapa tuvieron lugar las principales faces de la orogenia herciniana. Entre los sedimentos marinos predominan las pizarras, las calizas y también las areniscas.

En las regiones continentales, el clima subtropical favoreció la formación de grandes bosques en las zonas pantanosas. Entre las plantas destacan, además de los equisetales, los ya mencionados helechos y licopodios. Muchas de estas plantas, de gruesos troncos, alcanzaban los 35 m., de altura. Las gimnospermas empezaron su desarrollo a través de las pteridospermas, plantas semejantes a los helechos. Pero dotados de semillas. En este periodo aparecieron también las primeras coníferas.

En cuanto a la fauna marina, estuvo dominada por los goniatitis y los braquiópodos, además de los fusilinidos, grandes protozoos foraminíferos que median en ocasiones hasta 10 cm. Los bosques estaban poblados por unos enormes insectos, semejantes a las actuales libélulas, que llegaban a medir más de 1 m. los primeros reptiles se originaron en el carbonífero superior a partir de los anfibios estagocefalos.

  • Periodo pérmico. – Periodo al que se le atribuye una duración de 50-55 millones de años y que se divide en dos etapas:
    • El pérmico inferior
      • Sckmarinse
      • Artikaense
      • Kungurense
    • El pérmico superior
      • Kazanense
      • Tartariense

Durante este periodo, que marca el paso de la era primaria a la secundaria, tuvieron lugar las últimas fases de la orogenia herciniana y también una significativa actividad volcánica. Al final del periodo se produjo una importante regresión del mar, como consecuencia de la cual han quedado abundantes sedimentos continentales, como las areniscas rojas y los depósitos de rocas salinas.

En cuanto al clima, este se hizo casi desértico, lo que probablemente fue la causa de que desaparecieran muchos grupos de plantas y animales.

Por otra parte, en el continente de Gondwana continuaron produciéndose las glaciaciones que se habían iniciado en el periodo carbonífero.

También durante este periodo se inició el desarrollo de los carboníferas, mientras que las pteridofitas perdieron su preponderancia. La fauna estuvo marcada por la desaparición de los trilobites y los tetracoralarios, mientras que los braquiopos, los goniatiles y los anfibios perdieron parte de su superioridad. Los reptiles por su parte, comenzaron un crecimiento que les aria preponderante durante la era secundaria.

La era secundaria o mesozoica

La era secundaria tuvo una duración cercana a los 160 millones de años y recibe también la denominación de era mesozoica. En ella aparecieron los animales intermedios. Se divide en tres periodos diferentes:

  • El triásico
  • El jurásico
  • El cretácico

Durante la era secundaria tuvo lugar la fragmentación del continente Gondwana, que dio lugar a la formación del océano Atlántico Sur. Así mismo, durante el periodo jurásico se produjo una gran transgresión de las aguas marinas que convirtió al continente europeo en una serie de islas.

Durante este periodo cretácico tuvo lugar también una gran actividad volcánica en Brasil y la India. En los geosinclinales postercínicos, se produjo una gran sedimentación que alcanzó los 30 km de profundidad. La litología propia de esta era es sobre todo de tipo calcárea, compuesta por calizas y dolomías, junto a las cuales aparecen sales, areniscas y arcillas.

En esta etapa se produjo una significativa renovación de las formas vivas. Así, las gimnospermas tuvieron su apogeo en el mesolítico y aparecieron las angiospermas en el cretácico superior. Entre los vertebrados predominaron los moluscos lamelibranquios y cefalópodos, por ejemplo, los Ammonites y belemnitas. Los hexacoralarios relevantaron a los tetracoralarios en la elaboración de arrecifes, y destacaron los equinodermos, como es el caso de los erizos de mar. Aparecieron peces cartilaginosos y óseos, que empezaban a parecerse a la de los grupos actuales, mientras que los anuros, por ejemplo, los sapos y las ranas, tomaron el lugar de los primitivos anfibios.

Sin embargo, no hay duda de que la nota más característica fue el enorme desarrollo que experimentaron los reptiles, muy abundantes en los mares y que llegaron a colonizar los territorios continentales. Su adaptación alcanzó a todos los medios: los hubo acuáticos, terrestres y voladores, y podían ser herbívoros o alimentarse de carne. El grupo más destacado fue el constituido por los dinosaurios, con grandes variaciones en cuanto a formas y tamaño.

Los mamíferos, cuyo origen era anterior, evolucionaron a partir del periodo triásico, mientras que las aves, que procedían de la evolución de determinados reptiles, se originaron durante el jurásico.

  • Periodo triásico. – Este periodo se prolongó durante alrededor de 35 millones de años, durante los cuales no existió una gran actividad orogénica, aunque se produjeron erupciones basálticas significativas. El clima fue semiárido, aumentando la humedad hacia el fin del periodo. Su denominación se deriva de la subdivisión realizada por parte de los especialistas en tres etapas:
    • La inferior
    • La media
    • La superior

Los yacimientos del triásico están claramente divididos en continentales y marinos. Entre los primeros, la litología especifica está formada por arenisca roja y conglomerados, calizas conchíferas arcillas, sales y yesos. Los yacimientos marinos, por su parte, son calizos y dolomíticos. Destacando la formación de arrecifes.

Los fósiles más característicos son los Ammonites, los crinoides y los braquiópodos. Al mismo tiempo que se producía la aparición de los primeros mamíferos, los reptiles iniciaron su evolución, generándose grupos que perdurarían durante toda la era.

  • Periodo jurásico. – este periodo, cuya duración ronda los 50 millones de años, se ha subdividido en tres etapas:
    • Jurásico inferior
    • Jurásico medio
    • Jurásico superior

Su denominación proviene de una cadena montañosa situada en centroeuropeo, los montes Jura. Las formaciones minerales dominantes durante el jurásico son las calizas y las margas, que van aclarándose a medida que ascienden en los estratos.

Durante esta etapa se produjeron plegamientos en todo el continente americano, las aguas marinas llegaron a su máxima transgresión y se produjeron importantes erupciones en las zonas submarinas. El clima fue cálido y humeante, lo que estimuló la formación de arrecifes. Los cefalópodos belemnitidos son característicos de este periodo.

Los animales que alcanzaron mayor extensión durante el jurásico fueron los brotosaurios y los diplodocus, enormes herbívoros que habitaban en las zonas pantanosas. Los estegosaurios, también cuadrúpedos, aunque de mayor tamaño, presentaban grandes placas que formaban hileras dorsales. Los ictiosauros, con una forma parecida a los actuales delfines y a los plesiosauros dotados de un largo cuello y de cuatro aletas, Vivian en los mares.

Entre los reptiles voladores, cuyas alas eran semejantes a las de los murciélagos modernos, se encontraban los géneros Rhamphorhynchus y Pterodáctilos. Las primeras aves, pertenecientes al género Archaopterix, aparecieron durante el jurásico superior, aunque todavía mostraban algunas características reptilianas, como los dientes, la presencia de garras en las alas y una cola larga y vertebrada.

Los primeros mamíferos placentarios eran insectívoros y aparecieron al finalizar este periodo, casi ya en el cretácico.

Periodo cretácico. – Se denomina así debido a la gran cantidad de creta presente en sus estratos. La creta es una caliza blanca que se forma a partir de los caparazones de los foraminíferos, muy abundantes en este periodo. Su duración se cifra en 70 millones de años y se dividen en dos etapas:

  • El Cretácico inferior, con una litología sobre todo detrítica.
  • El cretácico superior, cuya litología es básicamente caliza.

Durante el cretácico se sucedieron importantes regresiones y transgresiones de las aguas marinas, de las cuales la que tuvo lugar en el cretácico superior fue la mayor desde el paleozoico. Los movimientos orográficos fueron importantes en América y repercutieron también en Europa. El clima no tubo uniformidad y fue haciéndose cada vez más cálido y árido.

En lo que se refiere a la flora, se produjo la aparición de los angiospermas, antes las dicotiledóneas y después las monocotiledóneas. Entre los animales fósiles sigue ola presencia típica de los Ammonites, junto a las cuales se encuentran las rudistas, que se unían para dar forma a los arrecifes. Los peces teleósteos iniciaron su desarrollo, así como los mamíferos placentarios, al tiempo que aparecieron los anfibios urodelos y, al final del periodo, las aves ya sin dientes.

Este periodo marco el declive de los reptiles. Entre los más característicos se encuentran Iguanodon, un herbívoro bípedo; trachodon, que presentaba un pico de pato, y triceratops, un cuadrúpedo dotado de tres cuernos. Tyrannosaurus era un carnívoro bípedo al igual que Ceratosaurus. Entre los voladores, el animal más grande que jamás haya existido fue Pteranodon, que a veces llegaba a medir 8 m.

La desaparición de todos estos animales se produjo súbitamente al final del periodo cretácico por causas que aún no están del todo aclaradas, aunque existen numerosas teorías al respecto. En esta época se extinguieron también los Ammonites y las belemnitas.

La era terciaria o cenozoica

Se cree que se prolongó durante casi 70 millones de años y se ha subdividido tradicionalmente en dos etapas:

  • El paleógeno que comprende a su vez los periodos:
  • Eoceno inferior
  • Eoceno medio
  • Eoceno superior
  • El oligoceno
  • Oligoceno inferior
  • Oligoceno superior
  • El neógeno con los periodos mioceno
  • Inferior
  • Medio
  • Superior
  • Plioceno
  • Inferior
  • Superior
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La desaparición de los Ammonites y de los dinosaurios, así como la aparición de los nummulites, marcan el paso del secundario al terciario. Estos últimos animales eran unos foraminíferos circulares de enorme tamaño y típicos del paleógeno.

Durante esta era tuvieron lugar las fases más importantes de la denominada orogenia alpina:

  • La pirenaica
  • La sávica
  • La rodánica

Merced a estos plegamientos se originaron en Europa la cordillera Penibética y los perineos las cordilleras costeras de Cataluña, los Cárpatos y también los Alpes, por citar algunas formaciones montañosas. En Asia surgieron entre otras, las montañas. En Asia surgieron, entre otras las montañas de Asia menor, la cordillera del Himalaya y las montañas de Asia central y del Pacífico. En África se elevó, por ejemplo, la cordillera del atlas.

Los citados plegamientos dieron lugar a erupciones volcánicas de enorme importancia.

A principios de esta era tuvo lugar una importancia transgresión de las aguas marinas, que se transformó en regresión durante el neógeno. Los depósitos continentales fueron abundantes y dilatados a lo largo de todo el terciario, y la forma de los continentes fue haciéndose similar a la contemporánea.

La consolidación de los sedimentos de esta época suele ser escasa. Entre los depósitos marinos abundan las margas, las areniscas y las calizas. Entre los depósitos marinas abundan las margas, las areniscas y las calizas, mientras que en los conglomerados. También se encuentran depósitos de margas y esiferas y salinas, así como de lignitos. El espesor total de los materiales que pertenecen a esta era se cifra en el alrededor de 22 km.

En lo referente al clima, la temperatura descendió durante la era terciaria, lo que desemboco en las glaciaciones de la siguiente.

Entre los principales animales marinos figuran los moluscos, los nummulites, los micro foraminíferos y los erizos de mar. En cuanto a la fauna continental, en esta era se produjo el gran desarrollo de los mamíferos. Entre las series bien estudiadas pueden citarse los équidos y los marsupiales, aunque estos últimos se limitaron al continente australiano. La flora estuvo dominada por angiospermas, aunque también las coníferas fueron significativas

  • Paleógeno. –  su duración estimada se sitúa en una cifra próxima a los 40 millones de años, con dos periodos, el eoceno y el oligoceno, si bien algunos estudiosos incluyen al periodo paleoceno al principio del primero. El oligoceno fue un periodo transgresivo, durante el cual la erosión que actuaba sobre las cordilleras recién formadas acabó por determinar la constitución de grandes masas de conglomerados. Entre los fósiles marinos característicos de este periodo cabe citar las alveolinas y los nummulites, que dieron lugar a grandes depósitos de caliza. Entre los mamíferos destacaron Paleotherium, Eohippus, orihippus y Mesohippus, todos ellos precursores de los équidos.
  • Neógeno. – Su duración aproximada fue de 30 millones de años. Durante este tiempo, los mares experimentaron un importante retroceso, de ahí que predominen los sedimentos de tipo continental. Este periodo se subdivide en:
  • Mioceno
  • Plioceno

Durante el mioceno superior, el continente europeo lo ocupaban grandes cuencas lacustres endorreicas. Estas fueron rellenándose, hasta que las calizas travertinicas formaron, entre otras, los actuales páramos castellanos. Además, existió una intensa actividad volcánica.

Entre los fósiles más llamativos de esta época se encuentran los mastodontes y los dinosaurios, además de los rinoceróntidos y los ya mencionados équidos. Así, Hiparión era como un pequeño caballo, y en plioceno aparecieron los principales ejemplares del genero Equus, primero en América y después en Europa y Asia. Los ejemplares, de Machairodus, o tigre diente de sable, también fueron característicos de este periodo, así como diferentes especies de primates.

También son característicos los caracoles lacustres y, como ya se ha indicado, los nummulites, que aparecieron al principio del mioceno y desaparecieron durante el periodo micénico. Permanecieron, sin embargo, los microforaminiferos, como los globoferinas, y los moluscos lamelibranquios.

La era cuaternaria o neozoica

Esta era recibe otras denominaciones, como era de los animales nuevos y antropozoica, ya que durante la misma se produjo la aparición de los seres humanos. Aunque algunos custodios la consideran como remate de la era terciaria, dio comienzo hace alrededor de 2 millones de años y llega hasta nuestra época. Sus periodos son el pleistoceno (inferior y superior), que constituye la época actual.

Las principales características de esta era son las glaciaciones que fueron grandes invasiones de hielo, de carácter más o menos periódico, que se extendieron desde los casquetes polares y las altas montañas hasta cubrir gran parte de Norteamérica, Europa y las regiones septentrionales de Asia los cuatro periodos glaciares reciben distintas denominaciones en función de los lugares donde se desarrollaron.

En Europa se denomina Gunz, Mindel, Riss y Wurm, cuyos equivalentes norteamericanos son Nebraska, Kansas, Illinois y Wisconsin. De duraciones diferentes, la glaciación Mindel fue la más importante, prolongándose unos140.000 años.

Durante los periodos interglaciares, los hielos se retiraban y el clima se hacía más suave y seco. Paralelamente a los avances y retrocesos de los hielos se produjeron regresiones y transgresiones de las aguas marinas. Las primeras eran consecuencia del menor volumen del agua del mar, que ira a constituir la nieve y las enormes masas de hielo.

Por la misma causa, al fundirse éstas durante las épocas interglaciares, las aguas volvían a su cauce habitual, provocando la subida de los mares.

En las zonas afectadas por los glaciares pueden encontrarse extensos depósitos de morrenas y terrazas fluviales, así como terrazas marinas y playas levantadas en las costas,

En las zonas tropicales, los efectos se dejaron sentir en forma de un aumento de las precipitaciones, que determinaron intensos periodos, pluviales, denominados pluviaciones.

Aunque no se sabe exactamente cuál fue el factor que desencadenó las glaciaciones, se han elaborado diferentes teorías que intentan explicar las causas de los enormes cambios climáticos que sufrió la Tierra durante este periodo. En cualquier caso, lo que sí parece claro es que en última instancia se debieron a las modificaciones en la incidencia de las radiaciones solares sobre la superficie del planeta.

Durante esta era, los movimientos de la corteza terrestre fueron fundamentalmente espirogénicos, con hundimientos y levantamientos. Estos movimientos se vieron favorecidos por las acumulaciones y posteriores funciones de las grandes masas de hielo.

La flora y la fauna se vieron obligadas a adaptarse a alternativas climáticas. En los periodos glaciares predominaban las praderas, siendo muy característica la denominada flora del Dryas, compuesta por abedules enanos y sauces polares.

Por parte de los animales de los lugares cálidos se retiraban ante el avance de los hielos, quedando en su lugar los de clima frio, como el mamut (Elephas primigenius), el rinoceronte lanudo (Rangífero Tarandus), el siervo gigante (cervus megacero) el oso de las cavernas (ursus espeleus) o los bisontes. En Sudamérica se desarrollaron los megaterios y los gliptodontes, mientras que en Madagascar y Nueva Zelanda lo que hacían las aves gigantes como el moa. Durante los periodos interglaciares vivieron en Europa hipopótamos, rinocerontes, jirafas, elefantes y otros animales que en la actualidad forman parte de la fauna africana.

No obstante, el suceso más importante de la era cuaternaria fue la aparición del hombre, que es probable que surgiera en zonas del este y el sur de África. Así durante el Villafranquiense de África del sur, al límite del plioceno, vivieron los Australopitecos, unos homínidos de talla pequeña. Al mismo tiempo evolucionaba el Homo hábiles, también de origen africano, al que se puede considerar como el ser humano más antiguo.

Otros homínidos fueron los pitecántropos de Java y los sinántropos de Pekín ambos pertenecientes a la especie Homo erecttus. El Homo sapiens, que vivió durante las glaciaciones Riss y Wurm, dio lugar a dos ramas: el hombre de Neanderthal y el hombre de Cro-Magnon. De este último proceden todas las razas y culturas humanas que pueblan la Tierra.

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