Glaciación. Es la formación de grandes extensiones de hielo que cubren la mayor parte de los continentes y los océanos durante ciertos períodos geológicos, también constituye una etapa climática que atraviesa la Tierra periódicamente, en la que la temperatura media del planeta desciende notablemente y los hielos polares se extienden hacia latitudes más ecuatoriales: el urogallo habitó la región de los bosques asturianos durante la última glaciación.
Formación de grandes extensiones de hielo que cubren la mayor parte de los continentes y los océanos durante ciertos periodos geológicos.
Glaciación Causas
Cualquier teoría científica que pretenda explicar las causas de las glaciaciones debe encarar dos cuestiones fundamentales. ¿Qué causa el comienzo de las condiciones glaciares? y ¿qué causó la alternancia de etapas glaciales e interglaciares que han sido documentadas para el Pleistoceno? Las causas de las edades glaciales todavía son un tema controvertido. Hay consenso en que varios factores son importantes: la composición de la atmósfera; los cambios en el órbita de la Tierra alrededor del Sol (llamados ciclos de Milankovitch; y posiblemente la órbita del Sol alrededor del centro de la galaxia); la dinámica de las placas tectónicas y su efecto sobre la situación relativa y la cantidad de corteza oceánica y terrestre a la superficie de la Tierra; variaciones en la actividad solar; la dinámica orbital del sistema Tierra-Luna; y el impacto de meteoritos de grandes dimensiones o las erupciones volcánicas.
Algunos de estos factores tienen una relación de causa-efecto. Por ejemplo, los cambios en la composición de la atmósfera de la Tierra (especialmente la concentración de gases de efecto invernadero) pueden alterar el clima, mientras que el cambio climático puede cambiar la composición de la atmósfera.
William Ruddiman, Maureen Raymo y otras han sugerido que las mesetas del Tíbet y Colorado son inmensos sumideros de CO2, con una capacidad de eliminar suficiente dióxido de carbono de la atmósfera como por ser un factor significativo de la tendencia de enfriamiento de los últimos cuarenta millones de años. También argumentan que aproximadamente la mitad de su elevación (y el crecimiento de su capacidad de eliminar CO2) tuvo lugar a lo largo de los últimos diez millones de años.
Glaciación Ciclos
La existencia de períodos glaciales (glaciaciones) fue sugerida por primera vez en 1837 por el biólogo suizo-norteamericano Louis Agassiz. Obtuvo datos geológicos que indicaban que las glaciaciones de los Alpes se habían expandido en el pasado a las tierras bajas que los circundaban. Esto lo llevó a sugerir que, en un tiempo geológico no muy lejano, el clima habría sido mucho más frío que el actual.
Glaciación Ciclos de Milankovitch
Entre las décadas de 1920 y 1930, el astrónomo yugoslavo Milutin Milankovitch calculó las variaciones en la cantidad de radiación solar que recibe la Tierra debidas a cambios en los movimientos de traslación y de rotación del planeta, y propuso un mecanismo astronómico para explicar los ciclos glaciales basado en tres factores.
El primer factor es la inclinación del eje de rotación terrestre. Al aumentar su ángulo, las estaciones resultan más extremas en ambos hemisferios (veranos más cálidos e inviernos más fríos). Actualmente, el eje de la Tierra está desviado 23,44 grados con respecto a la vertical; esta desviación fluctúa entre 21,5 y 24,5 grados a lo largo de un periodo de 41.000 años.
Glaciación. Cambio cíclico de la inclinación del eje de rotación terrestre
Un segundo factor que acentúa las variaciones entre las estaciones es la forma de la órbita terrestre. Con un período de, aproximadamente, 100.000 años, la órbita se alarga y acorta, lo que provoca que su elipse sea más excéntrica y luego retorne a una forma más circular. La excentricidad de la órbita terrestre varía desde el 0,5%, correspondiente a una órbita prácticamente circular; al 6% en su máxima elongación. Cuando se alcanza la excentricidad máxima, se intensifican las estaciones en un hemisferio y se moderan en el otro.
El tercer factor es la precesión o bamboleo del eje de rotación de la Tierra, que describe una circunferencia completa, aproximadamente, cada 23.000 años. La precesión determina si el verano en un hemisferio dado cae en un punto de la órbita cercano o lejano al Sol.
El resultado de esto es el refuerzo de las estaciones, cuando la máxima inclinación del eje terrestre coincide con la máxima distancia al Sol. Cuando esos dos factores tienen el mismo efecto en uno de los hemisferios, se tienen efectos contrarios entre sí en el hemisferio opuesto.
Milankovitch, además, incorporó una idea del climatólogo alemán Vladimir Köppen en la teoría astronómica. Esta fue la sugerencia de que la causa inmediata de una glaciación se debe a la reducción de la irradiación solar en verano, con la consiguiente disminución de la fusión de los hielos formados en el invierno, y no a una sucesión de inviernos rigurosos, como pensaba Croll. Los ciclos predichos por la teoría de Milankovitch fueron confirmados, experimentalmente, por Cesare Emiliani en la década de 1960.
Este investigador utilizó el oxígeno presente en el carbonato de calcio de los caparazones de microfósiles del fondo oceánico para calcular las temperaturas del último millón de años de la vida de la Tierra, midiendo la abundancia de los distintos isótopos del oxígeno.
Glaciación Ciclos de actividad solar
En dos publicaciones aparecidas en 1887 y 1889, el astrónomo alemán Gustav Spoerer llamó la atención sobre un período de 70 años, que finalizó aproximadamente en 1716, en el cual hubo una interrupción de los ciclos de manchas solares.
En 1894, Walter Maunder, superintendente de la División Solar del Observatorio Real de Greenwich, realizó una paciente búsqueda de antiguos registros astronómicos que le permitieron confirmar la conclusión a la que había llegado Spoerer. En reconocimiento al esfuerzo que realizó Maunder durante toda su vida por establecer la realidad del período de déficit de manchas solares, a éste se lo conoce actualmente como el Mínimo de Maunder. Se estima que durante este período, conocido también como la Pequeña Edad de Hielo, las temperaturas eran unos 0,5 grados menores que el promedio en los últimos tres siglos.
Las variaciones climáticas están determinadas, además de por factores astronómicos, por fluctuaciones de la concentración en el aire de gases responsables del efecto invernadero, la actividad volcánica, cambios en las corrientes oceánicas y en la configuración de los continentes.
La última Glaciación
Comenzó hace unos 100.000 años y alcanzó su máximo hace 18.000 años, para retroceder 8.000 años después. Durante ese período las grandes masas de hielo llegaron a tener un grosor de 3.500 a 4.000 metros, cubriendo un tercio de las tierras emergidas, lo que supuso 3 veces más de su extensión actual. Finalizó alrededor del 10000 a. n.e.
Se dio simultáneamente en los dos hemisferios, aunque las mayores extensiones las alcanzó en el Hemisferio Norte: En Europa el hielo avanzó hasta cubrir casi toda la isla de Gran Bretaña, norte de Alemania y Polonia, y en Norteamérica, el manto de hielo que bajaba del Polo Norte, sepultó todo Canadá y alcanzó hasta más al sur de los actuales lagos estadounidenses que, como los patagónicos y los alpinos, se formaron sobre las hondonadas que dejaron libres las masas glaciares que acababan de retirarse.
El nivel del mar bajó entonces 120m, resultando de ello grandes extensiones hoy cubiertas por las aguas marinas, eran entonces tierra firme, dato a tener muy en cuenta cuando se piensa en las grandes migraciones humanas y animales que signaron aquellas épocas. Gracias a ello se pudo pasar a pie desde Siberia hasta Alaska -comenzando así el poblamiento americano- y de Europa a Inglaterra, entre otros ejemplos. Las grandes masas de hielo llegaron a tener un grosor de 3.500 a 4.000 metros, cubriendo un tercio de las tierras emergidas.
En el apogeo de la glaciación, la disminución de la temperatura media varió ostensiblemente en diferentes lugares del globo: diez grados menos en Alaska, seis en Inglaterra, dos en los Trópicos, y prácticamente sin variación en el Ecuador. Se ha calculado que, si los glaciares se derritieran hoy, el nivel del mar subiría entre 60 y 70 metros inundando enormes extensiones de terrenos costeros y varias de las principales ciudades del mundo.
Los avances y retiradas de los hielos, estando en relación con los sucesivos enfriamientos de la tierra, se vio entonces en la glaciología como una herramienta para descubrir el clima de la tierra en épocas pasadas y en diferentes lugares del globo, herramienta que hoy siguen utilizando los científicos que estudian los casquetes polares de la Antártida y Groenlandia en el afán de develar el pasado climático del planeta. Estudios hechos al final del siglo pasado en Norteamérica y Europa, escenarios de las grandes glaciaciones del Pleistoceno, dieron idénticas edades para las grandes glaciaciones de esta era geológica que comprende aproximadamente los últimos 2 millones de años.