Paleolítico inferior
El Paleolítico inferior es el primero de los periodos en que está dividido el Paleolítico, la etapa inicial de la Edad de Piedra. Está caracterizado por la presencia de dos tradiciones líticas de evolución muy lenta: la olduvayense o modo técnico 1 y la achelense o modo técnico 2. Es la etapa más larga de toda la prehistoria, ya que se considera que comenzó hace unos 4 millones de años (cuando están datadas las primeras herramientas conocidas creadas por homininos) y duró hasta hace unos 125-127 000 años (cuando comienza el Tarantiense o Pleistoceno superior, que coincide con la aparición de las industrias musterienses o modo técnico 3).
Se corresponde con la mayor parte del Pleistoceno, época geológica que abarca las últimas glaciaciones y todo el Paleolítico arqueológico. El Paleolítico inferior se extiende a lo largo del Gelasiense, el Calabriense(anteriormente denominado Pleistoceno inferior) y el Ioniense (antes llamado Pleistoceno medio).
Es también la fase prehistórica más rica en especies de homininos y en ella está representada toda la evolución humana. Además de los Australopithecus, que primero precedieron y luego compartieron territorios con Homo habilis y Homo ergaster, están Homo erectus, Homo antecessor y Homo heidelbergensis; al final del periodo aparecieron las formas primitivas de Homo neanderthaliensis (en Europa) y Homo sapiens (en África), protagonistas respectivos del Paleolítico medio y del superior.
El Paleolítico (de piedra antigua) es la etapa más antigua de la Historia de la humanidad y se divide en otras tres: inferior, medio y superior. Estas divisiones se centran principalmente en el tipo de talla de piedra. Es decir, las características en cuanto al tipo de lítica (tipología lítica) utilizada.
El Paleolítico inferior, es la primera etapa de la Historia de la humanidad, lo localizamos con el inicio de la hominización y las primeras manifestaciones culturales, hace unos 2’8 millones de años hasta hace unos 300.000 años.
Hay que tener cuidado con la cuestión de las fechas ya que, como he comentado antes, el proceso de evolución histórica no se ha producido de manera homogénea en todo el mundo si no que en cada parte ha tenido sus peculiaridades y sus tiempos.
Por tanto, cada parte del mundo tiene sus fechas. El Paleolítico Inferior es un proceso diacrónico que surge en África hace 2’8 millones de años y se reproduce en otras partes del mundo a partir de esa fecha en adelante . No obstante, toma estas fechas como orientativas y siempre desde una perspectiva eurocentrista.
Características del Paleolítico Inferior
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Tipo de industria:
La tecnología del paleolítico Inferior es básicamente de piedra. Es la conocida como Industria Olduvaiense consistente en cantos trabajados (piedras golpeadas unas con otras para conseguir ciertas formas más puntiagudas y afiladas). Los más conocidos son los chopper (una sola cara de la piedra trabajada) y chopping tools (ambas cara trabajadas).
Más adelante, y todavía dentro del Paleolítico Inferior, surgió la Industria Achelense como evolución de la Olduvaiense y caracterizada por la elaboración de bifaces (piedras trabajadas por ambos lados con mayor detalle) con mayor retoque y lascas afiladas que servían para seccionar la carne de las presas y facilitar la masticación.
Hace unos diez millones de años, durante el Mioceno, un aumento de la aridez a nivel global provocó el inicio de la reducción de los bosques tropicales del Viejo Mundo (que se habían expandido ampliamente a mediados de esa época geológica por los tres continentes) a las franjas ecuatoriales de África y Asia donde nos los encontramos actualmente. En las selvas africanas los hominoideos continuaron su evolución y se separaron en distintas ramas. De una de ellas surgieron los homininos, caracterizados, entre otras adaptaciones, por la locomoción bípeda.
Mientras al oeste del valle del Rift (África Oriental) se mantuvieron las condiciones de humedad que permitían la existencia de la selva, la reducción de las precipitaciones en el lado oriental de la falla transformaron su medio ambiente en un bosque seco con amplios claros. El bipedismo apareció como una adaptación a un medio menos arbolado que el de los gorilas y chimpancés occidentales.
Este cambio de ecosistema y de forma de moverse permitió que los brazos y manos quedaran libres para sujetar objetos y el pulgar se fue transformando para asirlos con firmeza. La columna vertebral y las extremidades inferiores se alargaron, mientras el dedo gordo del pie comenzaba a perder la capacidad de agarrar cosas que tienen los demás primates. Sucesivamente fueron apareciendo nuestros ancestros más lejanos: Orrorin tugenensis, especie datada sobre los seis millones de años antes del presente (AP); el género Ardipithecus, con dos especies y una antigüedad de entre 5,5 y 4 millones de años; el género Australopithecus con diversas especies que abarcan entre los 4 y 2/1 millones de años AP, dependiendo de los autores, ya que algunos relacionan las formas más robustas y tardías con un género diferente: Paranthropus.
Ya en el Plioceno y con distintas oscilaciones térmicas, desde hace unos cuatro millones de años el clima del planeta Tierra se ha ido haciendo más frío y seco. Hace algo menos de tres millones de años se acentuó el cambio climático en la región del valle del Rift, transformándose el bosque seco que allí había en una sabana poco arbolada. La desaparición de los árboles provocó entre los australopitecinos la selección del bipedismo pleno como característica favorable para desplazarse entre las altas hierbas; ya no había casi árboles a los que subirse.
Las primeras herramientas líticas fueron halladas en Hadar (país de Afar, Etiopía) y coinciden con estos cambios ecológicos y evolutivos: han sido datadas en unos 3,1/2,5 millones de años AP. No hay ningún resto de hominino relacionado con ellas, por lo que algunos autores creen que bien podrían haber sido fabricadas por los australopitecinos que por entonces poblaban el África oriental.
Primeros humanos
Muy poco después (hacia los 2,33 millones de años AP) y en la misma región, se han encontrado asociados a este tipo de artefactos unos restos fósiles de homininos. Muchos hallazgos más se han realizado a lo largo de la falla del Rift y sus grandes lagos. El hominino identificado en estos yacimientos ha sido denominado Homo habilis y su industria lítica ha venido a llamarse olduvayense. Tales industrias son muy sencillas y consistían en unos simples guijarros a los cuales se les efectuaban unas extracciones mediante unos pocos golpes, con el fin de producir un filo cortante (ver más abajo). Aunque Homo habilis es el primer representante adjudicado al género Homo, hay autores que lo consideran desde el punto de vista morfológico muy similar a los Australopithecus, pero con un significativo aumento de la encefalización. Fue la primera especie de la familiaHominidae que abandonó los medios más o menos forestales, para adaptarse a un ecosistema abierto, la sabana. Las sabanas ofrecen muchos menos recursos vegetales que los bosques, por lo que también se vio obligado ampliar su dieta de tubérculos, raíces y bayas, incluyendo, a un nivel importante, la carne. Y a ella accederían gracias a sus herramientas.
El H. habilis hizo su aparición coincidiendo con la primera edad del Pleistoceno, el Gelasiense. Además de utilizar herramientas líticas, se diferenciaba de sus predecesores por una capacidad craneal superior (entre 600 y 800 cm3), una mandíbula menos robusta con unos dientes menores y un inferior dimorfismo sexual, localizándose tanto en el este como en el sur de África.El aumento del cerebro le permitió establecer unas relaciones sociales más complejas y disponer de una capacidad de análisis superior, que, a su vez, le sirvieron para adaptarse exitosamente al nuevo ecosistema. La aptitud de los homininos para desarrollar y transmitir tradiciones culturales es más importante para su supervivencia que las adaptaciones biológicas. El uso de un lenguaje y de sistemas de pensamiento asociados está muy ligado a tales capacidades, por lo que ciertos investigadores creen que H. habilis ya sería capaz de comunicarse por medio del lenguaje, mientras que otros opinan que esta posibilidad sólo surgió con la aparición de nuestra especie.
Existen unas acumulaciones de piedras y numerosos huesos animales relacionadas con el H. habilis que algunos autores consideran estructuras habitables, sobre las que se podrían situar ramas y que serían las primeras conocidas; pero otros opinan que únicamente servirían como lugares más seguros que la sabana circundante, donde consumirían rápidamente los restos animales y abandonarían acto seguido, sin pernoctar allí, aunque volviendo reiteradamente.
A pesar de que no todos los investigadores están de acuerdo, algunos citan otra especie de Homo contemporánea de H. habilis, que ha venido a denominarse Homo rudolfensis. Sus rasgos diferenciadores consistirían en una considerable encefalización (750 cm3), amplia cara y potente mandíbula.
Salida de África
Al entrar en el Pleistoceno inferior, hace 1,8 millones de años, la evolución de H. habilis dio lugar a otra especie, Homo ergaster. Tenía una capacidad cerebral mayor (entre 800 y 1100 cm3), un gran tamaño (hasta 1,8 m de altura) y unas proporciones entre brazos y piernas similares a las nuestras. Hacia los 1,6 millones de años AP y asociados a este nuevo hominino aparecieron unas nuevas herramientas líticas, talladas por ambas caras y, por eso, denominadas bifaces, industria achelense o modo técnico 2. H. ergaster estaba aún más adaptado a los medios abiertos y sería mejor cazador que sus predecesores, y estas adaptaciones le permitieron salir de África.
La fecha de la migración fuera de África está sujeta a controversia: hasta finales de los años 80 del siglo XX se creía que se había producido hace un millón de años, pero actualmente parece que hay un cierto consenso en establecerla mucho más temprano, hacia 1,8 millones de años AP; por lo tanto, antes de la aparición de los bifaces. Hay fósiles datados con esta antigüedad en Java y China, así como otros con 1,6 en Dmanisi, Georgia. Sobre estos últimos, unos los clasifican como una especie diferente (Homo georgicus) y otros los consideran H. ergaster o una variante de éste, Homo erectus. Los demás fósiles asiáticos, con antigüedades de hasta 300 000/200 000 años AP, son ampliamente identificados como H. erectus, un descendiente de H. ergaster que evolucionó como consecuencia del largo aislamiento geográfico y genético de los especímenes emigrados. Según algunos autores su industria lítica en Asia siguió siendo arcaica, la primitiva del modo técnico 1. Para otros, H. erectus habría fabricado bifaces en Europa y Asia occidental y desarrollaría una tradición diferenciada, aunque primitiva, en el resto de Asia; la casi ausencia de evolución técnica en esta región podría ser debida a que sólo utilizaban sus cantos tallados para elaborar útiles especializados en bambú, una materia prima que difícilmente se podría haber conservado hasta nuestros días.
Las supuestas evidencias de uso del fuego por parte de Homo ergaster son muy controvertidas. En África oriental compartió las sabanas durante medio millón de años con Paranthropus boisei.
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Tipo de homínido:
El principal protagonista en esta etapa de la Historia de la Humanidad es el Homo Hábilis (en África). Su nombre deriva de su “habilidad” a la hora de modificar la forma natural de las piedras para conseguir herramientas rudimentarias. El Homo Hábilis se relaciona con la industria Olduvaiense,siendo el Homo Erectus el que posteriormente desarrolla la industria Achelense.
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Tipo de economía:
Son grupos de cazadores depredadores que se alimentaban de la fauna del entorno. La caza y recolección de frutas y semillas requiere cierta organización social del grupo para asegurar la subsistencia de todos. Por tanto, estamos ante las primeras sociedades aunque se trate de organizaciones muy simples y de grupos muy pequeños.
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Tipo de habitat:
A partir de los yacimientos de esta época, se aprecia cierta organización del espacio, teniendo zonas de hábitat (donde viven), de despiece de animales (donde trabajan los recursos alimentarios) y zona de industria (donde trabajan la piedra). Estos tres espacios quedan muy bien localizados en los yacimientos a partir de los restos materiales que se han encontrado generalmente.
Los lugares de vivienda se localizaban principalmente en cuevas o abrigos(espacios hundidos sobre la pared de una montaña de escasa profundidad) para guarecerse del frío. Aunque este tipo de hábitat era el habitual, también contamos en el registro arqueológico con viviendas al aire libre a modo de cabañas hechas de ramas y bases de piedras.
No obstante, y pese a que contamos con algunos yacimientos tan antiguos, el registro material perteneciente al Paleolítico Inferior es relativamente escaso. Por esto, es muy difícil extraer conclusiones y estudiar esta etapa del ser humano. Atendiendo a lo que tenemos y a los estudios arqueológicos, éstas son las principales características de la etapa más antigua de la humanidad.