Los Protozoos

Los Protozoos.

Los protozoos o protozoarios son organismos microscópicos, unicelulares protoctista; heterótrofos, fagótrofos, depredadores o detritívoros, a veces mixótrofos.

Los protozoos están representados por un gran número de formas (más de 50.000 especies) muy heterogéneas en cuanto a la morfología, propiedades metabólicas y características ecológicas. Eucariotas (células que cuentan con núcleo y cromosoma) unicelulares. Se trata por lo general de organismos muy pequeños, en su gran mayoría sólo visibles con la ayuda del microscopio; sus dimensiones muy variada, van desde las 2-3 micras de plasmodium (esporozoos) a los 3 mm de Spirostomum (ciliados) o los 16 mm de Porospora gigantes (gregarinas). Por tanto, de ellos puede verse a simple vista. Tal era el caso de algunas especies ya extinguidas que llegaron a alcanzar dimensiones considerables (nummulites, fósiles con un diámetro de varios centímetros). Debido a su reducidas hasta la invención del microscópico; de hecho, la primera vez que se los pudo observar fue en 1.675.

Aunque constituidos por una sola célula, los protozoos han evolucionado en diferentes líneas a través de la especial. En este año, el biólogo holandés Antonio van Leeuwenhoek les dio el nombre de infusorios, en consideración a su frecuent5e presencia en las infusiones vegetales.

El límite entre protozoos y algas unicelulares es prácticamente inexistente. Su diferenciación se establece exclusivamente en razón de la capacidad de fotosíntesis, función condicionada por la presencia de clorofila.

Dicho pigmento está presente en la mayor parte de las algas y no en los protozoos, salvo contadas excepciones, como ciertos flagelados. También entre protozoos y hongos, la delimitación resulta poco clara. El caso típico lo constituyen los micetozoos, grupo que a veces se incluye entre los hongos y otras veces entre los protozoos; durante su ciclo de vital se agrupan y constituyen cuerpos similares a los que se dan entre los hongos, pero con el aspecto típico y las características alimenticias de las amebas.

Considerado por numerosos estudiosos como animales unicelulares agrupados en un único phyllum, desde hace tiempo se ha ido llegando a la convicción de que los protozoos reúnen numerosos phylla de organismos unicelulares, por lo que algunos autores prefieren considerarlos, junto con la mayoría de los phylla de las algas, como pertenecientes a un “reino” separado: los protistas.

Constitución.

Aunque constituidos por una sola célula, los protozoos han evolucionado en diferentes líneas a través de la especialización de orgánulos o de la estructura esquelética, alcanzando complejidades que superan en mucho a las de una célula cualquiera de los animales pluricelulares (metazoos). Esto comprende fácilmente si se piensa que un protozoo es un organismo completo formado por una sola célula que, gracias a sus orgánulos, cumple todas las funciones que en los metazoos están a cargo de diferentes órganos. La forma de estos organismos es muy variada; esférica, elipsoide, alargada, acampanada, etc., con simetría ausente o bien bilateral; el aspecto varía en muchos casos en función de la edad o de las condiciones ambientales.

Normalmente, el cuerpo celular de los protozoos sólo está delimitado por la membrana celular, que presenta la típica ultraestructura lipoprosteica de las células eucariotas. La rigidez o la flexibilidad del cuerpo de estos organismos están relacionados con la naturaleza del estrato más externo del citoplasma (ectoplasma), que es más bien gelatinosa, en contraste con la región más interna (endoplasma). El citoplasma comprende todos los orgánulos típicos de la célula (mitocondrias, ribosomas, aparato de Golgi, microtúbulos, microfibrillas, cuerpos basales, vesículas de diversa naturaleza y cloroplastos en el caso de los fitoflagelados). El núcleo presenta una considerable variedad de formas; muchos protozoos tienen más de un número, bien durante toda su existencia o sólo en algunos estadios del ciclo vital. Los núcleos de un mismo organismo pueden ser iguales (homocariotos) o diferir en lo referente a morfología y funciones (heterocareotos). En cuanto a los cromosomas, las características generales no difieren sustancialmente de las eucariotas pluricelulares.

En muchos grupos, el cuerpo está recubierto externamente por membranas rígidas y con función protectora; en algunos casos se trata de simples revestimientos gelatinosos o de células, en otras de vainas de naturaleza orgánica, reforzadas muy a menudo por concreciones cálcicas segregadas por el propio organismo o por material procedente del ambiente circundante. Uno de los revestimientos más habituales es la película, constituida por estructura orgánicas situadas por encima de la membrana plasmática y que presentan formas muy diferentes en función de los grupos. Algunos protozoos, en especial los flagelados y ciliados, tienen estructuras corticales, con funciones ofensivas (estrusomas).

Se trata de orgánulos muy complejos y de aspecto variable que se localizan bajo la película; si son estimulados pueden ser expulsados o proyectados contra el microorganismo atacado, que pueden ser expulsados o proyectados contra el microrganismo atacado, que queda paralizado gracias a la sustancia toxica que contiene. Un tipo especial de estrusomas son los denominados cuerpos mucigenos de algunos ciliados, que expelen un material mucoso con el que conforman un revestimiento protector que rodea el cuerpo celular.

Algunos protozoos, en especial los que habitan en agua dulce, cuando las condiciones ambientales son desfavorables elaboran un recubrimiento orgánico especial llamado cubierta quística. El fenómeno de enquistamiento es característico del ciclo vital de muchos protozoos. En los casos más simples se reconocen dos fases, una activa y otra enquistada; en ciclos más complejos se observa también cigotos enquistados o quistes reproductores en los que se dan escisiones, gametogénesis u otros procesos reproductores.

Son también bastante frecuentes las estructuras intracelulares de sostén, de las cuales unas de las más recurrentes y características son los microtúbulos que suelen presentarse agrupados y formando haces de geometría compleja. Algunos protozoos muestran estructuras esqueléticas, como pequeñas agujas que irradian desde la cápsula central y se extienden más allá de la superficie del cuerpo, o bien como delicados retículos de esferas concéntricas que se forman a medida que el animal se desarrolla.

Desplazamiento.

La locomoción se realiza mediante flagelos ciliados, seudópodos o bien con movimientos de las células mismas. Cilios y flagelos suelen ser diferenciados permanentemente que se implantan sobre una estructura central en el interior del citoplasma; en algunos casos estos orgánulos pueden despegarse o ser reabsorbidos. Los seudópodos, por el contrario, son proyecciones citoplasmáticas transitorias que adquieren diferentes aspectos según los grupos. Los ciliados son típicos de los ciliados, en los que aparecen cubriendo todo el cuerpo o bien limitados a determinadas zonas; en algunas formula móviles de fondo, los cilios pueden estar agrupados (cirros) y ser utilizados para desplazarse en el substrato. Estos órganos dispuestos en diversas regiones del cuerpo, presentan movimientos coordinados y se desplazan en grupos o bien de forma individual. A pesar de estar destinados prioritariamente al movimiento, los cilios y flagelos pueden también ayudar en la captura de comida o desarrollar una función sensorial de exploración del ambiente circundante.

Resultado de imagen para morfologia de un ciliado

La característica más distintiva de los ciliados es precisamente de cilios, que estos diminutos seres utilizan sobre todo para desplazarse. Las especies más conocidas son del género Paramecium.

Calificación de los protozoos

clase Características
Mastigoforos (flagelados) Organismos unicelulares provistos de flagelos. Son los más primitivos. Algunos son parásitos
Sarcodinos (rizópodos) Emiten seudópodos con los que se mueven y capturan presas.
Esporozoos Organismos parásitos. Tienen fases de reproducción sexual y asexual
Ciliados (Cnidospóridos) Organismos con el cuerpo cubierto de cilios, que sirven para la locomoción. Son los protozoos más especializados.

Alimentación de los protozoos.

En los protozoos se da todo tipo de nutrición; heterótrofa, es decir, a expensas de otros organismos, como bacterias, levaduras, algas u otros protozoos; saprozoica, a través de sustancias orgánicas disueltas existentes en el ambiente, o autótrofa, lipica de los flagelados provistos de cloroplastos. Las modalidades de asimilación del alimento son muy diferentes y están en función de la diversidad corporal. Los procesos de ósmosis, es decir, por simple difusión de las sustancias nutritivas en el interior de la célula, no bastan para satisfacer las necesidades alimenticias de estos organismos. La pinocotosis es un tipo especial de transporte alimenticio que consiste en una invaginación de la membrana plasmática, con la consiguiente formación de una vesícula que se transfiere a la célula y en la que se transfiere a la célula y en la que quedan englobadas gotas de líquido que no contienen diferentes sustancias, incluidas macromoléculas no permeables. En la fagocitosis, las partículas alimenticias son englobadas por seudópodos que se funden para constituir una vacuola nutritiva. En las amebas, y en general en todos los Sarcodinos, la ausencia de estructura pelicular permite la fagocitosis desde cualquier punto de la superficie celular. Por el contrario, los protozoos provistos de películas, por tanto, incapaces de emitir seudópodos, solo fagocitan en una región especializada (boca celular o citostoma) que carecen de película y que esté provista de estructura especiales adecuadas para la introducción e ingesta del alimento. La nutrición también puede darse a nivel del micro poro que caracteriza a varios estadios de los esporozoos; se trata de una especie de citostoma soló recubierto por la membrana plasmática y sujetada lateralmente por un collar rígida.

En cualquier caso, en el interior de las vacuolas que contienen las sustancias nutritivas tienen lugar procesos digestivos que se inician en el descenso del Ph a valores ácidos, hasta 1,4, como sucede en el paramecio, lo que provoca la muerte de la presa; a continuación, vesículas minúsculas se funden con la vacuola digestiva, en el que vierten su contenido enzimático hidrolítico. sucesivamente, el pH vuelve a elevarse hasta alcanzar valores alcalinos y de la membrana de la vacuola digestiva, cuyo crecimiento ha aumentado considerablemente la superficie de intercambio con el citoplasma; se despegan vesículas que contienen el material ya digerido que es transportada al citoplasma por la fase de absorción; los residuos no digeridos son expulsados al exterior en diferentes puntos o bien en una porción determinada y recubierta sólo por la membrana plasmática (no celular o citogicio de los ciliados).

Algunos, como los radiolarios, utilizan como fuente de alimento accesorio el exceso de sustancias orgánicas fotosintéticas elaboradas por un gran número de dinoflagelados (zoosantelas) en un estadio carente de flagelos contenidos en el interior de vacuolos del citoplasma.

El intercambio gaseoso se realiza mediante la difusión del oxígeno a través de la membrana celular. Las formas que viven en aguas con elevado índice de descomposición de materia orgánica, o bien en el interior de otros animales, soportan la escasez de oxígeno e incluso su ausencia total; algunas especies son anaerobias facultativas. Los residuos metabólicos, representados fundamentalmente por el amoniaco, se difunden hacia el exterior del organismo.

Reproducción de los protozoos.

Los procesos reproductivos y los ciclos biológicos de los protozoos son muy variados. La reproducción se produce fundamentalmente por vía sexual, única vía que en estos organismos asegura un incremento del número de individuos. De hecho, aunque casi todos los organismos se dan procesos sexuales, estos solo determinan la mezcla de dos endos de patrimonios hereditarios diferentes, mientras que el número de individuos disminuye (copulación) o como mucho queda inalterado (conjugación). En algunos flagelados no se conoce hasta ahora ningún proceso sexual.

En cualquier caso, los procesos de reproducción sexual se realizan mediante mitosis, mecanismo de división celular que lleva a la formación de individuos genéticamente idénticos entre sí. A partir de cada individuo se pueden formar dos individuos (escisión o división binaria) o más (división múltiple).

Este último tipo de escisión, dado que permite la rápida formación de un elevado número de individuos, es especialmente favorable para los grupos primitivamente parásitos como los esporozoos, que por su género de vida ven ligados su supervivencia a una rápida y elevada productividad. En los organismos sexuados suelen darse una reproducción asexual por gemación. Del organismo madre se separa tras división mitótica un individuo ciliado, más pequeño y normalmente muy diferente del generador, que tras un cierto tiempo se fija y se transforma en adulto mediante un proceso de metamorfosis.

En la mayoría de los protozoos, la reproducción asexual está periódicamente integrada con la sexual; la copulación se realiza mediante la completa fusión de dos individuos genéticamente diferentes, que desarrollan la función de gametos y dan lugar a la formación de un nuevo organismo, llamado erróneamente cigoto. Con este tipo de reproducción se produce un considerable aumento de la variabilidad genética, que será más marcada cuando mayor sea la diversidad inicial de los progenitores. La dotación cromosómica, que como consecuencia de la copulación se hace diploide, se transforma en la primera condición haploide por medio de un proceso de miosis que puede producirse en distintos momentos del ciclo biológico.

Normalmente, la miosis se produce durante la especialización en gametos, si bien en muchos flagelados autótrofos la miosis es poscigótica, es decir, tiene lugar después de la copulación.

Basándose en el grado de diferenciación que presenta los protozoos cuando se preparan para la fusión, se distinguen varios tipos de copulación. Se denomina hologamia cuando los individuos (agametos) que funcionan como gametos no sufren ningún proceso de diferenciación morfológica (muchos flagelados).

En la isogamia, por el contrario, los dos tipos de gametos, una vez diferenciados morfológicamente de los gametos, son similares entre sí. Se produce un posterior grado de evolución cuando los gametos son morfológicamente diferentes, tanto de los gametos de los que derivan como entre sí (anisogamía); en este caso suele darse una categoría de gametos más pequeños, microgametos o gametos masculinos, y otra de gametos más grande, macrogametos o gametos femeninos. El otro mecanismo de reproducción sexual, la conjugación, es característico de los ciliados. En este caso no se produce la formación de gametos distintos, el número de individuos permanece inalterado, mientras que la mezcla de patrimonio hereditarios diferentes, con el consiguiente incremento de la variabilidad genética, se realiza mediante el intercambio reciproco entre dos individuos (conjugantes) de uno de los dos núcleos derivados por sucesivas divisiones del micronúcleo.

Dentro de los ciliados conviene señalar también un mecanismo de reorganización nuclear que se asemeja a la conjugación, pero que se realiza en el interior de un único individuo en el que dos núcleos, cada uno de los cuales representa un gameto, se funden para formar un cigoto (autogamia).

Extensión y clasificación de los protozoos.

Los protozoos se difunden por cualquier lugar en el que haya agua; en el mar, en agua dulce, en estanques y charcas. Algunas especies son comensales, otras simbióticos y muchas son parásitas de plantas y de animales, incluido el hombre. En lo que, respecto a este último, las formas patógenas, por ejemplo, los responsables de la disentería intestinal (amebiosis), de la malaria o de la enfermedad del sueño (tripanosomiasis), constituyen un verdadero flagelo para la humanidad. Muchos protozoos sirven a su vez de alimento para otros pequeñísimos organismos y otros son útiles en la depuración de agua residuales.

Debido a sus reducidísimas dimensiones, los protozoos se dispersan con facilidad, por ejemplo, con las corrientes de agua, el viento, el fango o los detritos que se adhieren al cuerpo de las aves acuáticas migratorias.

Casi todos son solidarios, aunque existen algunas formas coloniales, por ejemplo, los volvox, que tienen un grado de interdependencia tan acusado que se acercan notablemente al nivel de estructura pluricelular. La clasificación de los protozoos es en la actualidad muy controvertida. No obstante, pueden considerarse las siguientes clases: Mastigoforos (o flagelados), Sarcodinos (o rizópodos), esporozoos y Cnidospóridos o ciliados.

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