La Vicuña. Considerado sagrado por los incas, la vicuña es un animal único de los altiplanos sudamericanos que estuvo al borde de la extinción por la caza furtiva para obtener su lana, la más cara del mundo.
Hay muchos animales que forman parte de la historia de determinados países. Y en muchos de América del Sur, este es, sin duda, la vicuña. El camélido más pequeño del mundo es único no solo desde el punto de vista meramente biológico, sino por su relevancia histórica.
Los incas usaban su lana (aunque técnicamente la lana solo sale de las ovejas, así que a partir de ahora la llamaremos fibra) para confeccionar los vestidos de sus reyes, pues se podía fabricar una tela increíblemente fina que retenía el calor. Se consideraba, de hecho, un animal sagrado.
El problema es que, con la llegada del hombre europeo al continente, empezó la caza furtiva. Y la vicuña dejó de vestir a reyes para ser cazada para hacer abrigos para millonarios. Todo esto hizo que, a finales de los años 60, quedaran entre 5.000 y 10.000 ejemplares en todo Sudamérica.
Afortunadamente, se puso en marcha un plan de recuperación y se estima que, a día de hoy, la población de este asombroso animal ya es de más de 450.000 ejemplares (y en aumento). ¿Quieres saber por qué su lana es tan cara? ¿Qué adaptaciones tiene para sobrevivir a altitudes elevadas? ¿Qué características morfológicas tiene? ¿Cómo se alimenta? Quédate, pues en el artículo de hoy describiremos absolutamente todas las propiedades de este asombroso animal.
¿Qué es la vicuña?
La vicuña, de nombre científico Vicugna vicugna, es un animal de la familia de los camélidos (exacto, la misma familia que los camellos y los dromedarios) y de la tribu de los Lamini, un grupo dentro de estos camélidos formado por la llama, el guanaco y la alpaca (procede de una domesticación de la vicuña), tres especies con las que comparte muchas características y con las que constituye el grupo de camélidos sudamericanos.
Como su propio nombre indica, es un camélido que se encuentra únicamente en América del Sur, más concretamente en lo que se conoce como altiplano andino, una extensa planicie o meseta con una altitud media de 3.800 metros por encima del nivel del mar que cubre regiones de Perú, Bolivia, Argentina, Chile y Ecuador, en contacto con el océano Pacífico.
Por lo tanto, la vicuña es endémica de estos cuatro países, estando en Perú el mayor número de ejemplares. Sea como sea, se trata de un camélido que debe estar adaptado a estas condiciones extremas, pues la enorme altitud hace que haya poco oxígeno, mucho frío, poca humedad y grandes variaciones de temperatura, ya que esta puede pasar de ser de 30 °C durante el día a -5 °C por la noche.
Es un animal salvaje y el más pequeño entre todos los camélidos. Y es que mientras los dromedarios pueden llegar a alcanzar los 1.000 kg de peso, la vicuña suele pesar entre 35 y 65 kg. De todas formas, es precisamente este tamaño pequeño, lo que, como veremos, le permite resistir las condiciones.
Pero si por algo es famosa la vicuña es por ser portadora de lo que se conoce como “el oro de los Andes”, y es que su fibra (que sería lana, pero ya hemos dicho que técnicamente es solo de oveja) es, de lejos, la más cara del mundo. Un kilo de pelo de vicuña cuesta la friolera de 400 dólares.
¿Por qué tiene la lana más cara del mundo?
La fibra de vicuña es la más fina del mundo. Y en el mundo de la moda, cuanto más fino es algo, más caro es. Y estamos hablando de unas fibras que tienen un espesor de tan solo entre 12 y 14 micrómetros de diámetro (la millonésima parte de un metro).
Y a pesar de su extrema finura, se entrelazan fácilmente entre sí, permitiendo aislar perfectamente el aire y dando calor. Esta propiedad es, sin duda, una estrategia evolutiva para soportar las variaciones térmicas que sufren en los altiplanos andinos, su hábitat.
Pero, claro, los humanos hemos sido conscientes de su valor desde tiempos ancestrales. Como ya hemos dicho, los incas consideraban a las vicuñas como animales sagrados, celebrando cada tres años un ritual donde capturaban, esquilaban y se comían a estos animales, algo que, para ellos, era una señal de respeto.
Su fibra era utilizada para confeccionar vestidos para la realeza y su carne, para alimentar a la población. Conscientes de su importancia, los incas jamás pusieron en peligro a las comunidades de vicuñas, pero con la llegada de los españoles esto cambió radicalmente.
Para llevar la tan preciada “lana” a Europa, empezó la caza furtiva, que puso a la vicuña al borde de la extinción, con apenas entre 5.000 y 10.000 ejemplares en todo el subcontinente. Afortunadamente, un plan de protección iniciado en 1969 permitió aumentar su población, la cual, a día de hoy, es de más de 450.000.
La vicuña es una especie protegida por ley y su esquila está perfectamente regulada. La caza, en cualquiera de sus formas, es un delito penado con hasta 5 años de cárcel. Por lo tanto, todo lo que se comercializa no ha implicado la muerte de ningún animal.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que, además de estar protegidas, una vicuña produce poco más de 200 gramos de “lana” cada tres años y que, al tener unos pelos tan cortos y finos, el hilado es extremadamente difícil de realizar.
Pero por su finura, calidez, resistencia y color, la demanda es alta en todo el mundo. Y, ¿qué pasa si un producto escaso tiene mucha demanda? Exacto, que sus precios se disparan. Teniendo en cuenta que la fibra de vicuña solo representa el 0,006% de la producción de “lana” procedente de camélidos, nos encontramos con que apenas se exportan 4.000 kg cada año.
Por lo tanto, cada kilo de “lana” de vicuña sale muy caro. Unos 400 euros, aproximadamente. Pero es que las personas no compran la fibra, sino que quieren piezas de ropa, por lo que hay que subir el precio. Una chaqueta de fibra de vicuña cuesta unos 20.000 dólares, mientras que un traje confeccionado con ella puede costar más de 31.000 dólares.
Pero es que, teniendo en cuenta la poca fibra que producen, hay que esquilar a unas 30 vicuñas para tener “lana” suficiente para un abrigo. Lo exclusivo se paga. Y en términos de moda, no hay nada más exclusivo que la fibra de este animal.
Características de la vicuña
Ya hemos visto qué es la vicuña, con qué animales está emparentado, dónde vive y por qué su fibra es tan exclusiva. Ahora toca ver sus características fisiológicas, ecológicas y anatómicas más importantes para tener una visión más clara de cómo es este asombroso animal.
1. Es el camélido más pequeño del mundo
De entre todos los camélidos, la vicuña es el más pequeño. Tiene una altura de unos 90 centímetros, de los cuales una gran parte se deben a su cuello largo, y una longitud de unos 80 centímetros. Los adultos suelen pesar entre 35 y 65 kg.
2. Vive a altitudes por encima de los 3.800 metros
Como hemos dicho, la vicuña es endémica del altiplano andino, que es una extensa meseta que se extiende por Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Ecuador. Como ya hemos dicho, esta enorme altitud hace que deba resistir condiciones de bajo oxígeno, poca humedad y variaciones térmicas muy pronunciadas entre el día y la noche.
Distribución de la vicuña.
3. Son herbívoros
Las vicuñas se alimentan exclusivamente de plantas. Teniendo en cuenta que los altiplanos son regiones con poca vegetación, están siempre recorriéndola en busca de plantas bajas.
4. Su población crece anualmente un 8%
En 1969, su población era de menos de 10.000 ejemplares. Hoy, gracias a que es una especie protegida por ley, es de más de 450.000 ejemplares y sigue aumentando. Ya no es una especie amenazada.
5. Son de color marrón
Las vicuñas tienen un elegante pelo de color marrón-beige, con las partes inferiores de color blanco. Todo esto es una estrategia de camuflaje al terreno de su hábitat. Además, su fino pelo (de entre 12 y 14 micrómetros) forma uniones que impiden que el agua y el frío lleguen a la piel, pudiendo soportar así las variaciones de temperatura, que oscila entre los 30 °C durante el día y los -5 °C por la noche.
6. Su “lana” es la más cara del mundo
Por su finura (es la más fina que existe), su capacidad calorífica, resistencia, elegante aspecto, escasez (solo se producen anualmente 4.000 kg) y alta demanda, su “lana” es la más cara del mundo. Un solo kg puede costar más de 400 dólares.
7. Viven unos 20 años
Su esperanza de vida en estado salvaje es de unas dos décadas.
8. Forman comunidades de unos 10 ejemplares
Las vicuñas no son solitarias. Forman comunidades o familias de unos diez ejemplares, las cuales están constituidas por un macho, varias hembras y las crías. Eso sí, los machos que no consiguen establecerse como “alfa” son desterrados y viven solitariamente. Se ha visto que los machos de cada comunidad defienden su territorio, por lo que no son sociables con otros grupos de vicuñas.
9. No se reproducen en cautiverio
Las vicuñas solo se reproducen en la naturaleza. Además, las hembras solo tienen una cría, que nace tras once meses de gestación. Después del nacimiento, la cría pasa seis meses más de lactancia.
10. Tienen que beber todos los días
Las vicuñas son animales diurnos que, a diferencia de, por ejemplo, los camellos, que pueden pasar días sin beber, son bebedores obligatorios. Es decir, las vicuñas tienen que beber agua todos los días, por lo que siempre se encuentran en zonas cercanas a ríos o lagos.
11. Su corazón es más grande que el del resto de animales
La altitud hace que haya poco oxígeno en el aire. Por ello, las vicuñas necesitan un corazón más grande que, por lo tanto, bombee más sangre y se aproveche mejor el poco oxígeno que hay. Se ha observado que las vicuñas tienen un corazón un 50% más grande que otros animales de su mismo tamaño y peso.
12. Sus glóbulos rojos están adaptados a la falta de oxígeno
A nivel sanguíneo, las vicuñas también se han especializado a la falta de oxígeno. Sus glóbulos rojos han desarrollado una afinidad más elevada de lo normal por el oxígeno, por lo que captan más moléculas con cada respiración.
13. Son muy rápidos
Por sorprendente que parezca, las vicuñas son animales muy rápidos. Su bajo peso, sus patas largas y su alta capacidad cardíaca les permite correr a unos 50 km/h a pesar de la baja concentración de oxígeno. Tengamos en cuenta que la velocidad máxima alcanzada por un ser humano es de 45 km/h y este récord fue logrado por Usain Bolt.
14. Son animales salvajes
Las vicuñas son animales salvajes, es decir, no pueden domesticarse. Esto es una de las principales razones por las que su “lana” es tan exclusiva.
15. No hay dimorfismo sexual
A diferencia de lo que sucede con otras especies de camélidos, prácticamente no hay dimorfismo sexual, es decir, machos y hembras son iguales morfológicamente. Evidentemente, hay cambios en los órganos sexuales, pero por aspecto es muy difícil diferenciarlos.