La guerra en Grecia

La guerra en Grecia

En los ultimos años del reinado de Antigono Grecia (Ver: Grecia, mapa politico) disfrutaba de una merecida paz (impuesta por el propio Antigono), el poder de Macedonia era reconocido sin discusion en la peninsula y los unicos que podian hacer ya sombra u oponerse a la supremacia macedonia, la Liga Etolia, se encontraban en una prudente inactividad fruto del acuerdo impuesto por el rey macedonio. La muerte de Antigono, acaecida en algun momento del año 221 a.C. llevo al trono de Macedonia al joven Filipo V, fue ese el momento esperado por los belicosos etolios para mover ficha. Se destino entonces a las tierras de Phigalea (una ciudad confederada a los etolios en Arcadia, Peloponeso) una fuerza de combate al mando del joven y ambicioso Dorimaco Triconense que, establecido en el lugar, se dedico a espiar lo que sucedia en la región. La presencia de este personaje atrajo al lugar a gran numero de piratas y gente de baja calaña que, pese a la paz general a la que estaban todos obligados, se dedicaron a hacer correrias en las tierras de los mesenios, si bien en un principio de baja intensidad, poco a poco fueron subiendo de tono, al final, a estas tropelias se habian sumado hasta los propios soldados de Dorimaco. LLegados a este punto, los mesenios enviaron una protesta ante el general etolio, mas este dejo seguir haciendo pues de esta forma mantenia a sus soldados animados por el saqueo ademas de la considerable parte del botin que bajo mano se quedaba. No obstante, las quejas de los embajadores mesenios no dejaron de sucederse pues la actividad de los merodeadores no solo no se reducia, sino que mas bien aumentaba, finalmente Dorimaco se vio impulsado a acudir ante la asamblea mesenia para tratar de tranquilizar los animos.

templo de Ithome, Messene

Reconstrucción del templo situado en el monte Ithome, junto a Messene.

No debia ser este Dorimaco un buen diplomatico, pues parece que en presencia de la asamblea de los mesenios no solo nego las acusaciones que se le hacian de connivencia con los bandidos si no que incluso llego a hacer mofa de los daños que ocasionaban e incluso insulto a mas de un diputado local. Aquella misma noche, los saqueadores llegaron a pie de las mismas murallas de Messenia causando de nuevo a su paso numerosos estragos. Al dia siguiente se acordo detener al propio Dorimaco quien, pese a amenazar a los mesenios con tener que enfrentarse al poder de Etolia, cedio ante la evidencia de que su vida podia correr algun peligro, fue libertado entonces seguramente comprometiendose a poner fin a las actividades de los merodeadores. Vuelto despues a Etolia, Dorimaco moveria, en venganza, a la guerra total contra los mesenios, fue este el principio de una nueva guerra general en Grecia en la que pronto se verian implicados casi todos los pueblos de la region, para los griegos la llamada Guerra Social.

Poco despues de estos hechos llegaron a ocupar las mas altas instancias del poder en Etolia Dorimaco y sus amigos, movieron asi estos a una serie de operaciones belicas y, sin preocuparse de ofender a diestro y siniestro, atacaron a los acarnanios intentando tomar la ciudad de Thyreum por sorpresa (fracasando) y aprobaron el realizar una incursion por las tierras de Megalopolis (en el Peloponeso), tambien fue capturado un barco macedonio siendo llevado a Naupactos en donde su tripulacion fue esclavizada y, entre otras acciones mas, atacadas las costas del Epiro con el apoyo de la flota de Cephallenia.

Dorimaco el etolio y sus «secuaces» consiguieron ahora el respaldo de toda Etolia en su empresa y racabaron la ayuda del ilirio Scerdilaidas, quien habia recalado con una flota (navios ligeros, para piratear) en Naupactos, quien les proporciono de esta manera los medios para cruzar el estrecho y pasar con un ejercito al Peloponeso.

El primer ataque a gran escala de los etolios contra los mesenios (ver mapa, ruta 2) llevo a los invasores a atravesar inopinadamente el territorio aqueo camino de su objetivo, esta irrupcion, no exenta de rapiñas y saqueos por parte de los auxiliares mas indisciplinados de los etolios, llevo por fin a la ruptura abierta de las hostilidades entre ambos contendientes. Sin perder mas tiempo pusieron ahora los aqueos en marcha la movilizacion de sus recursos y aliados, consiguieron asi el apoyo incondicional del joven Filipo V y con él todos los aliados de Macedonia: epirotas, tesalios, beocios, focidios, acarnanios etc, en el Peloponeso los messenios evitaron comprometerse mas de lo debido contentandose en defender sus fronteras y los espartanos en principio se inclinaron por los aqueos pues estaban comprometidos por un tratado, aunque tambien sin estusiasmo. Entre tanto, los etolios, que se habían retirado ya a Elis tras atacar Messenia, intentaron regresar a Etolia atravesando el Golfo de Corinto, a lo que tuvieron que renunciar ya que el ejercito aqueo, movilizado y unido a tropas macedonias , amenazaba con atacarles por la espalda. Los etolios, cerrado el paso del estrecho, decidieron emprender el camino de casa por tierra, cruzando el Peloponeso y saliendo de él por el Itsmo de Corinto. Sorprendidos los aqueos con este arriesgado movimiento, unido a su mas que deficiente mando militar, no solo no pudieron evitar la marcha del ejercito enemigo si no que fueron derrotados por estos en la batalla de Cafias (Caphyae, punto 4) después de esto, los etolios, ya sin oposición, saquearon las tierras Sición y Philus antes de desaparecer por Corinto (220 a.C.). Poco después Filipo V llego a la zona e inmediatamente se puso manos a la obra

aldea Arcadia

 

Koinon de los epirotas

EL KOINON DE LOS EPIROTAS

Una ventaja al menos tenían los macedonios gracias a su rivalidad con los etolios, a estos las naciones vecinas los aborrecían, por ello acudían siempre al abrigo de Macedonia. Por ejemplo el Koinon de los epirotas, una confederación de reciente aparición, formada en el +/- 229 a.C. y que surge tras la trágica extinción de la familia real del Epiro. Aprovechando el vacío de poder que se dio en esa región de Grecia, los etolios arrebataron a estos la importante región de Ambracia, que será a la postre el primer objetivo del joven Filipo en su larga guerra contra los etolios.

Se supone que formarían parte del Koinon de los epirotas las tres tribus más importantes de la región: los molosos, los tesprotos y los caonios ( Molossoi, Thesprotoi, Chaones), probablemente la presidencia de la confederación rotaría entre estas tres tribus, reuniéndose la asamblea en Dodona, ciudad que llego a ser atacada en su momento por los propios etolios.

Por aquellos días se suscito en la región un nuevo conflicto que vino a unirse a la creciente confusión en que se vivía. En Esparta, envuelta en conflictos continuos desde que Antigono les impusiera la república pocos años atrás, los eforos se debatían entre decidirse por la alianza con los etolios o con los macedonios, dos de los eforos estaban por la alianza con Filipo, los otros tres con los etolios. Los acontecimientos se precipitaron cuando Filipo V llego a Corinto, se produjo una tumulto (organizado por los eforos favorables a los etolios) y el eforo Adiamantes y otros del bando contrario fueron muertos. Inmediatamente se mando una delegación al rey macedonio para justificar la matanza realizada, al rey (con tan solo 17 años) recibió de sus consejeros opiniones tan dispares como que se debía hacer con los espartanos lo mismo que había hecho Alejandro con los tebanos, al final prevaleció la opción más sensata, dejar las cosas como estaban y tan solo exhórtales a mantener la alianza con Macedonia y los aqueos. Tras estos sucedidos Filipo se reunió en Corinto con delegaciones de toda Grecia, allí se tomo la decisión de hacer la guerra a los etolios hasta hacerles devolver todo lo que estos habían conquistado desde la muerte de Demetrio (padre de Filipo).

LA GUERRA SOCIAL

Una vez decidida la guerra abierta Filipo regreso a Macedonia para realizar los preparativos pertinentes, en Etolia, elegido estratego el belicista Scopas, se decidió por emprender una rápida ofensiva aprovechando estos primeros compases del conflicto, más mientras el propio rey Macedonia se encontraba atareado en el norte reuniendo sus tropas.

Aprovecho mientras tanto Filipo su estancia en Macedonia para entrevistarse en Iliria con el rey Scerdilaidas, este, en principio alineado con los etolios, se había sentido engañado por ellos cuando no recibió de estos parte de los despojos conseguidos en los saqueos de unas posesiones aqueas, así pues, no rechazo la oportunidad de unirse a los macedonios y, a cambio de una subvención anual de 20 talentos, desplegó una flota de 30 navíos para hacer la guerra por mar.

expansion de Esparta

GOLPE DE ESTADO EN ESPARTA

La inestabilidad que se vivía en Esparta desde la llegada de la república (la monarquía fue abolida por Antigono tras la derrota del rey Cleomenes en la batalla de Selasia, 222 a.C.) trajo como consecuencia el enfrentamiento civil que se saldo con la matanza de los partidarios de Macedonia y la victoria en el 219 a.C. del bando «regeneracionista» la monarquía fue de nuevo implantada y se buscaron entre los descendientes de las dos familias reales a los dos nuevos monarcas, por un lado al joven Agesípolis y por otro a Licurgo, que bien parece que supo comprar con oro su nombramiento por los eforos. Enseguida se puso Licurgo en la tarea de expandir sus ya mermadas fronteras, lo primero que hizo fue anexionarse una amplia extensión de terreno que unía Lacónia con el Mare Myrtoium arrebatándosela a Argos, de esta forma cayeron en sus manos numerosas ciudades del área. Después, y ya en connivencia con los etolios movió sus reales hasta las mismas murallas de Megalopolis en donde esperaría acontecimientos. Ahora la situación daba un giro en el Peloponeso, Elis y Esparta se alineaban con Etolia, Messenia, amedrentada se retiraba y declaraba su neutralidad, la Liga Aquea se quedaba así sola frente a sus enemigos.

Terminaba por entonces Filipo V la recluta y preparación de las fuerzas que haría intervenir en campaña, con 10.000 falangistas macedonios, 800 jinetes y 5.000 auxiliares empezara las operaciones, un ejercito al que pronto unirá un buen numero de tropas aliadas en cuanto entre en el teatro de operaciones. Emprendió ahora la marcha hacia el Epiro, en donde se le unieron las tropas epirotas así como 300 honderos enviados por la Liga Aquea y otros 300 llegados de Creta, ahora quizás reuniese 25 o 30.000 hombres, un ejercito sin rival por aquel entonces, de haber emprendido un ataque directo contra Etolia se dice que la habría abatido sin remisión, sin embargo los epirotas le suplicaron combatir primero para liberar la región de Ambracia, que retenían los etolios para si, la clave al parecer estaba en el control de la fortaleza de Ambracus, junto al Golfo de Ambracia, la conquista de la fortaleza permitiría mas tarde a los epirotas atacar con garantías la capital, Ambracia. Filipo V accedió a los deseos de sus aliados y sometio a la posición enemiga a un férreo asedio, a los cuarenta días, viendo los defensores

avance de Filipo en Etolia

que su causa estaba perdida entregaron la fortaleza a cambio de garantizar su propia retirada (eran alrededor de 500 hombres) entregando el castillo a los epirotas. Se decidió Filipo ahora a cruzar hasta la otra orilla del Golfo, llegando así a Acarnania, en donde se le sumaron nuevos y leales aliados (2.000 infantes y 200 jinetes) emprendiendo luego un fuerte ataque contra la ciudad de Phytia que tomo a los dos días pactando de nuevo con su guarnición su libre retirada a cambio de la entrega de la ciudad, a los pocos días dio en los alrededores con una fuerza etolia de 500 hombres que se dirigía a Phytia a reforzar sus defensas, todos fueron muertos. Después de esto marcho contra Stratus a la que saqueo sus tierras, por aquellos días llegaron a su campamento embajadores aqueos solicitándole su intervención en el Peloponeso en donde llevaban los aqueos una desigual lucha contra sus muchos enemigos, Filipo, si bien no contesto en ese momento, vario sus planes y se dirigió hacia el sur, tomo Metrópolis (abandonada por sus defensores, que se refugiaron en la ciudadela) incendiándola y, atravesando el rió Arqueloo frente a Canope (no sin oposición de la caballería etolia) saqueo todas las tierras de ese lado del rió y se dirigió luego aguas abajo encontrándose con la fortaleza de Ithome, abandonada por sus defensores, la destruyo. Siguio su marcha hasta Oeniadae que también fue abandonada por los etolios (la ciudad no disponía de murallas), tras la conquista de esta ciudad reculo el rey macedonio y ataco las tierras de la Calidonia, conquistando al asalto la fortaleza de Elaea y saqueando a continuación las tierras de Calydon. Vuelto a Oeniadae decidió levantar en esta unas murallas a modo de defensa, apreciaba su situación estratégica y deseaba mantenerla en sus manos en lo sucesivo.

LLegaron ahora noticias de Macedonia, los dardanos amenazaban las fronteras del reino, con presteza procedió Filipo a retirarse de Etolia por donde había venido para llegar cuanto antes a su país (en Acarnania se encontró con Demetrio de Faros quien, expulsado por los romanos de su reino, pidió ser acogido por el rey macedonio). Los aqueos recibieron entonces de Filipo la promesa de que acudiría este al Peloponeso en cuanto solucionase el problema que le llamaba a su reino.

 

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