Hipotálamo

Hipotálamo

¿Qué es el hipotálamo? Pongámonos primero en contexto: Te rugen las tripas. Llevas sin comer desde primera hora y te invade la sensación de hambre. Empieza a apetecerte comer cada uno de los alimentos que ves en los escaparates. Tienes dificultades para concentrarte en la actividad que estás haciendo y en tu mente sólo hay espacio para pensar qué comerás a continuación. Llegas a estar incómodo hasta que decides empezar a comer. ¿Te resulta familiar?

El responsable de todo este proceso es el hipotálamo, una pequeña estructura subcortical situada en el centro del cerebro. Con tan sólo el volumen de un guisante, el hipotálamo se encarga de regular diversas funciones esenciales para la vida, como el hambre, para mantener la homeostasis. Si no fuera por esta estructura, no sabríamos cuándo necesitamos comer y, por tanto, terminaríamos muriendo de hambre.

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¿Qué es el Hipotálamo?

El hipotálamo es una estructura cerebral que, junto al tálamo, forma el diencéfalo. Es parte del Sistema Límbico y contiene la mayor diversidad de neuronas de todo el cerebro. Se encarga de controlar el sistema nervioso autónomo y el sistema endocrino. Es una glándula endocrina que libera hormonas encargadas de modular conductas relacionadas con el mantenimiento de la especie, y que regula la secreción de hormonas de la hipófisis, con el que conforma el Eje hipotálamo-hipofisiario. Cuenta con dos tipos de neuronas secretoras: Las parvocelulares (que secretan hormonas peptídicas) y las magnocelulares (que secretan hormonas neurohipofisiarias).

¿Dónde se encuentra el Hipotálamo? Tener un buen sitio es importante

El hipotálamo se ubica bajo el tálamo (de ahí su nombre). Además, se encuentra delimitado por la lámina terminal, por los tubérculos mamilares, por las cápsulas internas y por el quiasma óptico. Se conecta con la hipófisis a través del tallo hipofisiario. Una posición tan central en el cerebro permite al hipotálamo comunicarse perfectamente bien, recibiendo información (aferencias) de diferentes estructuras del cuerpo, y enviando información (eferencias) a otras.

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¿Para qué sirve el Hipotálamo? Cómo nos mantiene vivos

Las funciones que desempeña son esenciales para la vida. Es el encargado de regular el hambre y la saciedad, mantiene la temperatura corporal, regula el sueño, el apareamiento y la agresión, además de participar en la regulación de las emociones. La mayoría de estas funciones se regulan mediante una cadena de hormonas que se inhiben o excitan entre sí.

  • Hambre: Cuando nuestro cuerpo detecta que no tenemos reservas de energía suficientes y que, por tanto, necesitamos ingerir alimentos, envía Ghrelina (una hormona) al hipotálamo, indicando que tenemos que comer. De este modo, el hipotálamo libera el Neuropéptido Y, que es la hormona que produce esa sensación de hambre. En el ejemplo del principio, nuestro hipotálamo estaba liberando grandes cantidades de Neuropéptido Y, por lo que nuestra sensación de hambre se había disparado.
  • Saciedad: Por el contrario, cuando hemos comido lo suficiente, nuestro cuerpo debe decir a nuestro cerebro que no necesitamos más alimentos y que tenemos que parar de comer. Conforme vamos comiendo, nuestro cuerpo produce insulina, que incrementa la producción de una hormona llamada “leptina”. La leptina viaja por la sangre hasta el núcleo ventromedial del hipotálamo y, cuando llega a su receptor, inhibe la producción de Neuropéptido Y. Al dejar de producir Neuropéptido Y, dejamos de tener hambre o, dicho de otra forma, sentimos saciedad.
  • Sed: De una manera semejante a la del hambre, cuando el cuerpo necesita más agua, el hipotálamo libera la hormona antidiurética (o vasopresina), que actúan para impedir la pérdida de agua y favorecer la ingesta de líquidos.
  • Temperatura: La temperatura a la que la sangre llega al hipotálamo determinará si necesitamos reducir o aumentar la temperatura corporal. Si la temperatura es demasiado alta, necesitamos perder calor, lo que hará que la porción anterior del hipotálamo (Hipotálamo anterior) inhiba a la posterior, provocando una serie de consecuencias dirigidas a la reducción del calor (como la sudoración). En cambio, si la temperatura es demasiado baja, necesitamos producir calor, lo que hará que la porción posterior del hipotálamo (Hipotálamo posterior) inhiba a la anterior. Así, mediante el eje hipotálamo-hipofisiario, se liberará la hormona estimulante de la tiroides (TSH) y la hormona adrenocorticotropa (ACTH), favoreciendo la conservación del calor.
  • Sueño: La razón por la que nos cuesta dormir con la luz encendida se encuentra en el hipotálamo. El ciclo de sueño-vigilia está regulado por el ciclo circadiano. La estructura que se encarga de la regulación del ciclo circadiano es un conjunto de neuronas del hipotálamo medial llamado núcleo supraquiasmático. El núcleo supraquiasmático recibe información de las células ganglionares de la retina mediante el tracto retinohipotalámico. De este modo, la retina detecta los cambios de luz en el exterior y envía esta información al núcleo supraquiasmático. Este conjunto de neuronas procesan la información, que es enviada a la glándula pineal (o epífisis cerebral). Si la retina detecta que no hay luz, la glándula pineal secreta melatonina, que favorece el sueño. Si la retina detecta que hay luz, la glándula pineal reduce los niveles de melatonina, lo que propicia la vigilia.
  • Apareamiento y agresividad: Estas conductas (tan dispares en los humanos, pero muy relacionadas en el mundo animal) son reguladas por la misma porción del hipotálamo (núcleo ventromedial). Hay neuronas que sólo se excitan durante la conducta de apareamiento, mientras que hay otras que se activan en las conductas agresivas. No obstante, hay un conjunto de neuronas que responden durante ambas conductas. En este caso, la amígdala cerebral es la encargada de enviar información relacionada con la agresividad al área preóptica del hipotálamo para que éste libere las hormonas pertinentes para adecuarse a la situación en la que nos encontramos.
  • Emociones: Cuando experimentamos una emoción, a ésta le acompañan unos cambios fisiológicos. Si caminamos solos por la noche y tenemos que atravesar una calle oscura donde escuchas ruidos extraños, nuestra reacción más probable es sentir miedo. El cuerpo necesita estar preparado para cualquier circunstancia y por eso nuestro hipotálamo manda información a las distintas partes de nuestro cuerpo (aumenta la respiración, el ritmo cardíaco, contrae los vasos sanguíneos, dilata las pupilas y tensa los músculos). De este modo, nos permite detectar cualquier amenaza y correr o defendernos si es preciso. Por tanto, el hipotálamo se encarga de los cambios fisiológicos relacionados con cada emoción.

¿Qué relación tiene el Hipotálamo con el amor?

Las emociones en el cerebro son gestionadas por el Sistema Límbico. El hipotálamo forma parte de este sistema y es el encargado de hacer saber al resto del cuerpo cuál es la emoción dominante. Aunque los sentimientos son algo complejo de entender a nivel cerebral, sabemos que el hipotálamo es el responsable de que sintamos el amor de la forma en que lo hacemos. El hipotálamo produce feniletilamina, un neurotransmisor que tiene efectos semejantes a las anfetaminas, lo que explica la sensación agradable y eufórica derivada del amor. Además, esto produce un aumento de adrenalina y noradrenalina, lo que lleva al aumento del ritmo cardíaco, al aumento del oxígeno y de la presión sanguínea (provocando la sensación de “mariposas en el estómago”). Por otro lado, el cerebro produce dopamina, que nos permite aumentar nuestra atención en la persona que genera estos sentimientos, y serotonina, que modula nuestro estado de ánimo. Así que, si queremos explicar por qué es tan importante el hipotálamo, basta con decir que, sin él, ¡no seríamos capaces de enamorarnos!

¿Qué relación tiene el Hipotálamo con la Hipófisis?

El hipotálamo regula la secreción de hormonas de la hipófisis (o glándula pituitaria), con la cual se encuentra físicamente conectada mediante el infundíbulo. La hipófisis también es una glándula endocrina, y se encuentra bajo el hipotálamo, protegida por la silla turca (una estructura ósea de la base de nuestro cráneo). Su función es verter al torrente sanguíneo las hormonas que, según le indique el hipotálamo, necesite nuestro cuerpo para regular la homeostasis, es decir, para equilibrar los desajustes de sustancias o temperatura de nuestro cuerpo. La relación entre el hipotálamo y la hipófisis es tan estrecha que forman el Eje hipotálamo-hipofisiario. Ninguna de las dos podría ser plenamente funcional sin la existencia de la otra. De esta forma, la hipófisis permite al hipotálamo extender sus efectos a todo el cuerpo, actuando en otras glándulas fuera del alcance de éste.

¿Qué ocurre cuando se altera el Hipotálamo? ¿En qué trastornos o enfermedades está implicado?

Dada la relevancia del hipotálamo, la lesión de cualquiera de sus núcleos puede ser fatal. Por ejemplo, si se daña el centro de la saciedad (y, por tanto, no somos capaces de sentirnos saciados), no pararíamos de tener hambre y, por tanto comeríamos sin parar, con las implicaciones que esto podría tener sobre la salud. Algunas de las patologías más frecuentes son:

  • Síndrome de la diabetes insípida: Se produce por la lesión en los núcleos supraóptico, paraventricular y del fascículo supraópticohipofisiario. Dada la escasa producción del ADH en este síndrome, se produce un aumento de la ingesta de líquido y de la micción.
  • Lesión del hipotálamo caudolateral: Si se daña esta región del hipotálamo, disminuirán tanto las actividades simpáticas como la temperatura corporal.
  • Lesión del hipotálamo rostromedial: Si se daña esta región del hipotálamo, disminuirán las actividades parasimpáticas, pero aumentará la temperatura corporal.
  • Síndrome de Korsakoff: Con la alteración de los núcleos mamilares (muy relacionados con el hipocampo y, por lo tanto, con la memoria), produce lo que se conoce como amnesia anterógrada, es decir, la incapacidad de incorporar nuevos recuerdos a largo plazo. Además, tienden a rellenar los “huecos” de su memoria mediante fabulaciones (compensan sus olvidos, sin intención de engañar, con hechos que no han ocurrido o que no se corresponden con la realidad). Aunque este trastorno esté relacionado con el alcoholismo crónico, también puede darse por la alteración de los tubérculos mamilares y sus conexiones (como el hipocampo y el núcleo mediodorsal del tálamo).

Trastornos como el Síndrome de Korsakoff provocado por daño en los núcleos mamilares del hipotálamo, pone de relevancia la necesidad de evaluar el estado de nuestras capacidades cognitivas. Para este fin, existen programas científicamente validados que nos ayudan a explorar el estado de nuestras funciones cognitivas, como la memoria. A través de una evaluación cognitiva, podremos conocer nuestros puntos fuertes y débiles a nivel cognitivo.

¿Qué hormonas produce el Hipotálamo?

El hipotálamo lleva a cabo sus funciones mediante la liberación de hormonas. Por esto, es importante conocer qué tipo de hormonas produce:

  • Neurohormonas: Hormona antidiurética (ADH) y Oxitocina.
  • Factores hipotalámicos: Angiotensina II (AII), Factor inhibidor de la liberación de prolactina (PIF), Hormona inhibidora de la liberación de somatotropina (GIH o Somatostatina), Hormona liberadora de hormona adrenocorticotropina (CRH), Hormona liberadora de gonadotropina (GnRH o LHRH), hormona liberadora de tirotropina (TRH) y hormona liberadora de somatotropina (STH o Somatocrinina).

¿De qué núcleos está compuesto el Hipotálamo? ¿Para qué sirven?

Como hemos visto en las funciones, el hipotálamo se compone por una gran cantidad de núcleos (conjunto de cuerpos neuronales) y cada uno tiene una función más o menos específica. Los principales son:

  • Núcleo Arcuato: Participa en función emocional del hipotálamo. Además, cumple una función endocrina de gran importancia al sintetizar péptidos hipotalámicos y neurotransmisores. Se encarga de la liberación de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), también conocida como hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH).
  • Núcleo Hipotalámico Anterior: Se encarga de la pérdida de calor mediante la sudoración. También se encarga de inhibir la liberación de tirotropina en la hipófisis.
  • Núcleo Hipotalámico Posterior: Su función es mantener el calor cuando tenemos frío.
  • Núcleos Laterales: Regula la sensación de hambre y de sed. Cuando detecta falta de azúcar o de agua, trata de restablecer el equilibrio mediante la ingesta de alimentos o de líquidos.
  • Núcleo Mamilar: Dadas sus conexiones con el hipocampo, está relacionado con la memoria.
  • Núcleo Paraventricular: Regula la secreción de la hipófisis mediante la síntesis de hormonas, como oxitocina, vasopresina y la hormona liberadora de hormona adrenocorticotropa (CRH).
  • Núcleo Preóptico: Influye en funciones parasimpáticas relacionadas con la alimentación, la locomoción y las actividades de apareamiento.
  • Núcleo Supraóptico: Se encarga de la regulación de la presión arterial y del equilibrio de líquidos, mediante la producción de la hormona antidiurética (ADH).
  • Núcleo Supraquiasmático: Se encarga de la fluctuación de hormonas derivadas del Ciclo Circadiano.
  • Núcleo Ventromedial: Su papel consiste en la regulación de la sensación de saciedad.

¿De dónde recibe la información el Hipotálamo? ¿A dónde la envía?

El hipotálamo, por su privilegiada posición en el cerebro, dispone de una gran cantidad de conexiones. Por una parte, recibe información (aferencia) de otras estructuras y, por otra, envía información (eferencias) a otras partes del cerebro.

  • Aferencias:
    • Aferencias reticulares del tronco encefálico: Del tronco del encéfalo al núcleo mamilar lateral.
    • Fascículo prosencefálico medial: De la región olfativa, núcleos septales y la región que rodea a la amígdala, al área preóptica lateral y al hipotálamo lateral.
    • Fibras amigdalotalámicas: De la amígdala llegan, por una parte, al núcleo preóptico medial, hipotálamo anterior, ventromedial y arciforme. Por otro lado, la amígdala tiene conexiones con el núcleo hipotálamo lateral.
    • Fibras hipocampo-talámicas: Del hipocampo al septum y a los núcleos mamilares.
    • Fibras precomisurales del Fórnix: Conectan con el área hipotalámica dorsal, los núcleos septales y el núcleo preóptico lateral.
    • Fibras postcomisurales del Fórnix: Lleva la información al núcleo mamilar medial.
    • Fibras retinohipotalámicas: Recogen la información de luz que reciben en la retina las células ganglionares y la envía al núcleo supraquiasmático para la regulación del ciclo circadiano.
    • Proyecciones corticales: Recibe información de la corteza cerebral (como la corteza piriforme) y la envía al hipotálamo.
  • Eferencias:
    • Fascículo longitudinal dorsal: De las regiones medial y periventricular del hipotálamo a la sustancia gris periacueductal mesencefálica.
    • Fibras mamilares eferentes: Del núcleo mamilar medial y, por una parte, a los núcleos talámicos anteriores y, por otra, al mesencéfalo, a los núcleos ventral y dorsal de la calota.
    • Haz supraóptico hipofisiario: De los núcleos supraóptico y paraventricular al lóbulo posterior de la hipófisis.
    • Haz tuberohipofisiario: Del núcleo arciforme al tallo infundibular y la eminencia media.
    • Proyecciones descendentes al tronco encefálico y médula espinal: Del núcleo paraventricular, área lateral y posterior, al núcleo solitario, ambiguo, dorsal del nervio vago y las regiones ventrolaterales del bulbo raquídeo.
    • Proyecciones eferentes del núcleo supraquiasmático: La principal eferencia del núcleo supraquiasmático conecta con la glándula pineal.

¿Qué es el sistema límbico? Alegría, miedo, ira, tristeza, asco. Emociones. Aunque a veces nos sintamos abrumados por su intensidad, lo cierto es que no podríamos vivir sin ellas. ¿Qué haríamos, por ejemplo, sin miedo? Posiblemente seríamos unos suicidas temerarios. En este artículo explicamos qué es el sistema límbico, sus funciones, componentes y alteraciones  ¿Qué relación tiene el sistema límbico con las emociones?

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Corteza cingulada es una parte del sistema límbico: Image Mri cingulate cortex Sutudy Blue

¿Qué es el sistema límbico? Desde tiempos de Aristóteles, se ha explorado el enigmático mundo de las emociones humanas. Históricamente, ha sido un terreno conflictivo, lleno de intensos debates; hasta que se llegó a aceptar que las emociones son inherentes al ser humano. De hecho, en la actualidad la ciencia valida que existe un sistema cerebral, el sistema límbico, que las regula.

El término “sistema límbico” fue acuñado por Paul D. MacLean en 1952 como un sustrato neural para la emoción (Maclean, 1952). También propuso el concepto de cerebro triuno, proponiendo que el cerebro humano son en realidad tres: el cerebro reptiliano, el sistema límbico y la neocorteza.

Componentes del sistema límbico

El sistema límbico tiene muchos centros y componentes, pero para simplificar hablaremos de algunos que tienen funciones diferenciadas, como la amígdala, el hipocampo, el hipotálamo y la corteza cingulada.

El hipotálamo, el núcleo cingulado anterior, el giro cingulado, el hipocampo y sus conexiones, constituyen un mecanismo armonioso que elabora las funciones emocionales centrales y que también participan en la expresión emocional” James Papez, 1937

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Funciones del sistema límbico

Sistema límbico y las emociones

Cuando hablamos de emociones, a algunas personas les recorre cierta sensación de rechazo. Se trata de una asociación que aún perdura desde los tiempos en que se veían como algo oscuro, que nublan la razón y la inteligencia. Ciertos grupos defendían que las emociones nos rebajan a la altura de los animales. Y quizás tenían razón, ya que las emociones son algo básico, pero nos permite sobrevivir.

Las emociones han sido definidas como reacciones interrelacionadas que resultan de estados de premio y castigo. Los premios, por ejemplo, favorecen reacciones (satisfacción, confort, bienestar, etc.) que atraen a los animales hacia estímulos adaptativos.

  • Las respuestas autonómicas y emociones dependen del sistema límbico: La relación entre emociones y respuestas autonómicas (cambios corporales) es esencial. Las emociones son, en el fondo, un diálogo entre cerebro y cuerpo. El cerebro detecta un estímulo significativo y envía la información al cuerpo para que actuemos de forma adecuada al estímulo. El último paso es que los cambios en nuestro cuerpo son hechos conscientes, y de esta forma reconocemos nuestras propias emociones. Por ejemplo, las respuestas de miedo e ira inician en el sistema límbico, que causa un efecto difuso en el sistema nervioso simpático. La respuesta corporal masiva, conocida como la “respuesta de lucha o huída”, prepara al individuo ante situaciones amenazantes para luchar o huir, aumentando el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea.
  • El miedo depende del sistema límbico: Se pueden producir respuestas de miedo estimulando el hipotálamo y la amígdala. Asimismo, la destrucción de la amígdala abole la reacción de miedo y sus efectos corporales. La amígdala también se involucra en el aprendizaje del miedo. Igualmente, estudios de neuroimagen muestran que el miedo activa la amígdala izquierda.
  • La ira y sosiego son funciones del sistema límbico: Se observan respuestas de ira a estímulos mínimos tras la extirpación del neocortex. La destrucción de varias áreas del hipotálamo, como los núcleos ventromediales y núcleos septales, también produce ira en animales. La ira también puede generarse a través de la estimulación de zonas más amplias del cerebro medio. Por el contrario, la destrucción bilateral de la amígdala produce sosiego.
  • El placer y adicción se inician en el sistema límbico: El circuito del placer y la conducta adictiva incluye la amígdala, el núcleo accumbens y el hipocampo. Este circuito está involucrado en la motivación del consumo de drogas, la naturaleza compulsiva del consumo, y las recaídas.

Funciones no emocionales del sistema límbico

El sistema límbico participa en otras funciones relacionadas con la supervivencia. Se han descrito extensamente en la literatura científica circuitos especializados en funciones como el sueño, la conducta sexual, o la memoria.

Como se puede suponer, la memoria es otra función esencial para la supervivencia. Aunque existen otros tipos de memoria, la memoria emocional es la que se refiere a estímulos o situaciones que son vitales. La amígdala, la corteza prefrontal y el hipocampo intervienen en la adquisición, el mantenimiento y la extinción de memorias fóbicas, como, por ejemplo, el miedo a las arañas, que está instaurada en nuestra especie para facilitar la supervivencia.

El sistema límbico también controla las conductas del comer y el apetito, así como el sistema olfativo.

Implicaciones clínicas. Alteraciones del sistema límbico

1- Demencia

El sistema límbico está relacionado con las causas de enfermedades neurodegenerativas, particularmente la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Pick. Se encuentra atrofia marcada en el sistema límbico, en particular en el hipocampo. En la enfermedad de Alzheimer, se encuentran placas seniles y ovillos neurofibrilares dispersos.

2- Ansiedad

Los trastornos de ansiedad son el resultado de anomalías a la hora de regular la actividad de la amígdala. Se ha descrito extensamente el circuito del miedo, el cual incluye la amígdala, la corteza prefrontal y la corteza circulada anterior (Cannistraro, 2003).

3- Epilepsia

Epilepsia como consecuencia de una alteración en el sistema límbico. La epilepsia del lóbulo temporal es la más común en adultos y sucede por esclerosis en el hipocampo. Parece que este tipo de epilepsia se debe a una disfunción a nivel del sistema límbico.

4- Trastornos afectivos

Hay estudios que muestran variación en el volumen del sistema límbico en trastornos afectivos como el trastorno bipolar y la depresión. Estudios funcionales han revelado actividad menor en la corteza prefrontal y la corteza cingulada anterior en los trastornos afectivos. El cingulado anterior es el centro para la integración atencional y emocional, e interviene en el control de las emociones.

5- Autismo

El Autismo y el síndrome de Asperger conllevan una alteración en aspectos sociales. Estructuras del sistema límbico, como el giro cingulado y la amígdala, están alteradas en estas enfermedades.

La parte del cerebro encargada de funciones tan importantes como la memoria y el aprendizaje es el hipocampo. Sin esta estructura cerebral, perderíamos la capacidad de recordar y de sentir las emociones asociadas a los recuerdos. ¿Quieres saber más? Mairena Vázquez, neuropsicóloga, te explica cómo el hipocampo, siendo tan pequeño, tiene una importancia tan grande. 

¿Qué es el hipocampo?

El hipocampo debe su nombre al anatomista Giulio Cesare Aranzio quien en el siglo XVI observó que esta estructura cerebral guarda un gran parecido con un caballito de mar. La palabra hipocampo procede del griego Hippos (caballo) y Kampe (encorvado).

En su descubrimiento se relacionó esta parte del cerebro con el sentido del olfato y se abogaba por la explicación de que su función principal era procesar los estímulos olfativos. Esta explicación fue defendida hasta que en 1890 Vladimir Béjterev demostró el funcionamiento real del hipocampo en relación con la memoria y los procesos cognitivos.

El hipocampo es una de las partes del cerebro más importantes del ser humano debido a que se encuentra estrechamente relacionada con el funcionamiento de la memoria y las emociones. Se trata de un órgano pequeño situado dentro del lóbulo temporal (aproximadamente detrás de cada sien), que se comunica con diferentes áreas de la corteza cerebral en lo que se conoce como “sistema hipocámpico”.

El hipocampo es reconocido como la estructura principal de la memoria.

Es un órgano de pequeño tamaño de forma alargada y curvada. En el interior de nuestro encéfalo tenemos dos hipocampos, uno en cada hemisferio (izquierdo y derecho).

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Se llama así debido al gran parecido que guarda con un caballito de mar.

¿Dónde se encuentra el hipocampo?

Se encuentra muy bien localizado, conectado a diferentes regiones del cerebro. Se encuentra situado en el lóbulo temporal medio.

El hipocampo junto con otras estructuras cerebrales como la amígdala y el hipotálamo forman el sistema límbico y se encargan de gestionar las respuestas fisiológicas más primitivas. Pertenecen a la parte del cerebro más “antigua, profunda y primitiva”, en una parte del cerebro conocida como “arquicorteza” (región más antigua del encéfalo humano) que apareció hace millones de años en nuestros antepasados para paliar las necesidades más básicas de nuestros antepasados mamíferos.

Se encuentra en el lóbulo temporal y forma parte del sistema límbico..

¿Para qué sirve el hipocampo?

Entre sus principales funciones se encuentran los procesos mentales relacionados con la consolidación de la memoria y el proceso del aprendizaje, procesos asociados a la regulación y producción de estados emocionales y la intervención en la navegación espacial. ¿Cómo aprende el cerebro?

Algunas investigaciones han relacionado además el hipocampo con la inhibición de la conducta, pero esta información aún se encuentra en fase de investigación ya que es bastante reciente.

Hipocampo y memoria

El hipocampo está relacionado sobre todo con la memoria emocional y la memoria declarativa. Nos permite identificar rostros, describir diferentes cosas y asociar las sensaciones positivas o negativas que sentimos con los recuerdos de los acontecimientos vividos.

El hipocampo interviene en la formación de recuerdos tanto episódicos como autobiográficos a partir de las experiencias que vamos viviendo. El cerebro necesita “hacer sitio” para poder guardar toda la información a lo largo de los años y para ello el hipocampo transfiere los recuerdos temporales a otras áreas del cerebro donde se produce el almacenamiento en la memoria a largo plazo.

De esta manera los recuerdos más antiguos tardan más tiempo en desaparecer. Si el hipocampo estuviese dañado, perderíamos la capacidad de aprender y la capacidad de retener información en la memoria. Además de permitir que las informaciones pasen a la memoria a largo plazo vincula los contenidos de la memoria con los valores positivos o negativos que se correspondan dependiendo de si los recuerdos van asociados a experiencias buenas o malas.

Existen muchos tipos de memoria: memoria semántica, memoria episódica, memoria procedimental, memoria implícita, memoria declarativa… En el caso del hipocampo interviene en concreto en la memoria declarativa (abarca nuestras experiencias personales y el conocimiento que tenemos sobre el mundo), gestionando los contenidos que pueden ser expresados de manera verbal. Los diferentes tipos de memoria no están regidos únicamente por el hipocampo sino que abarcan otras regiones cerebrales. El hipocampo no se encarga de todos los procesos relacionados con la pérdida de memoria pero si abarca buena parte de ellos.

Hipocampo y aprendizaje

Permite el aprendizaje y la retención de la información ya que se trata de una de las pocas áreas del cerebro que poseen neurogénesis a lo largo de toda la vida. Es decir, el hipocampo tiene la capacidad de generar nuevas neuronas y nuevas conexiones entre neuronas a lo largo de todo el ciclo vital.

El aprendizaje se adquiere de manera gradual después de muchos esfuerzos y esto está relacionado de manera directa con el hipocampo. Para que la nueva información se consolide en nuestro cerebro, es de vital importancia que se formen nuevas conexiones entre neuronas. Es por ello que el hipocampo tiene un papel fundamental en relación con el aprendizaje.

Curiosidad: ¿Es cierto que el hipocampo de los taxistas de Londres es mayor o está más desarrollado? ¿Por qué? Los taxistas de Londres deben pasar una dura prueba de memoria donde deben memorizar un sinfín de calles y lugares para conseguir la licencia. En el año 2000 Maguire realizó un estudio a los taxistas de Londres y observó que su hipocampo posterior es mayor. Además observó que el tamaño del hipocampo era directamente proporcional al tiempo que llevaban los taxistas trabajando. Esto es debido a que el efecto del entrenamiento, el aprendizaje y la experiencia cambia y modela el cerebro.

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Efecto del aprendizaje en el cerebro y en concreto el hipocampo de los taxistas de Londres. Imagen: frontiersin.org

Orientación espacial y su relación con el hipocampo

Otra de las funciones importantes en las que destaca el hipocampo es la orientación espacial, donde juega un papel muy importante.

La orientación o navegación espacial nos ayuda a mantener nuestra mente y nuestro cuerpo en un espacio tridimensional. Nos permite movernos y nos ayuda a intervenir con el mundo que nos rodea.

Se han realizado diferentes estudios con roedores donde se manifiesta que el hipocampo es un área de vital importancia para la capacidad de la orientación y la memoria espacial. Gracias al funcionamiento correcto del hipocampo, somos capaces de realizar actos como guiarnos por diferentes lugares, orientarnos por ciudades que no conocemos,… No obstante los datos referentes a personas son mucho más limitados y se precisan más estudios e investigación.

¿Qué ocurre cuando se altera el hipocampo?

Una lesión en el hipocampo puede significar problemas a la hora de generar nuevos recuerdos. Una lesión puede provocar amnesia anterógrada, afectando a los recuerdos específicos pero dejando intactos el aprendizaje de habilidades o capacidades.

Las lesiones en el hipocampo pueden provocar amnesia anterógrada o retrógrada en la producción y evocación de recuerdos como hemos dicho antes relacionados con la memoria declarativa. La memoria no declarativa permanecería intacta y sin lesiones. Por ejemplo, una persona que tenga una lesión en el hipocampo puede aprender a montar en bicicleta tras la lesión pero no recordaría haber visto jamás una bicicleta. Es decir, una persona con el hipocampo dañado puede seguir aprendiendo destrezas pero no recordar el proceso.

La amnesia anterógrada es una pérdida de memoria que afecta a los acontecimientos ocurridos después de la lesión. La amnesia retrógrada en cambio afecta provocando el olvido de los recuerdos generados antes de la lesión.

Llegados a este punto, te preguntarás por qué se daña el hipocampo cuando se producen casos de amnesia. Es sencillo, esta parte del cerebro, actúa como una puerta de acceso a los patrones cerebrales que retienen de forma esporádica los acontecimientos hasta que pasan al lóbulo frontal. Se podría decir que el hipocampo es clave para la consolidación de la memoria, transformando la Memoria a Corto Plazo a Memoria a Largo Plazo. Si esta puerta de acceso está dañada y no permite guardar la información, no será posible que se produzcan recuerdos a más largo plazo.

Además de perder la capacidad de recordar, cuando se producen lesiones o daños en el hipocampo se puede perder la capacidad de sentir las emociones asociadas a tales recuerdos, ya que no sería capaz de relacionar los recuerdos con las emociones que lo evocan.

¿Por qué se producen daños en el hipocampo?

La mayoría de las alteraciones que puede sufrir el hipocampo vienen producidas como consecuencia del envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas, estrés, accidentes cerebrovasculares, epilepsia, aneurismas, encefalitis, esquizofrenia…

Envejecimiento y demencias

En el envejecimiento en general y las demencias como la enfermedad de Alzheimer en particular, el hipocampo es una de las áreas que antes se ve dañada, mermando la capacidad de formar nuevos recuerdos o la capacidad de recordar informaciones autobiográficas más o menos recientes. Los problemas de memoria en este caso se asocian a la muerte de las neuronas del hipocampo ¿Cómo prevenir la demencia?

La mayoría de nosotros conocemos alguna persona que ha sufrido o sufre algún tipo de demencia y ha experimentado pérdida de memoria. Es curioso cómo los recuerdos que más permanecen en la memoria de estas personas son los recuerdos de la infancia o los recuerdos más antiguos. Es posible que te preguntes por qué ocurre esto si se supone que el hipocampo está dañado.

Pues bien, aunque se encuentre severamente dañado (ya sea por demencia o cualquier otro tipo de enfermedad), los recuerdos que más prevalecen son los más antiguos y relevantes en la vida de la persona debido a que con el paso del tiempo estos recuerdos como hemos comentado en apartados anteriores se han ido “independizando” del hipocampo para formar parte de otras estructuras relacionadas con la memoria a largo plazo.

Hipocampo y estrés

Esta región del cerebro resulta muy vulnerable a los períodos de estrés debido a que éste inhibe y atrofia las neuronas de esta estructura.

¿Os habéis fijado que cuando nos encontramos muy estresados y tenemos mil millones de cosas que hacer a veces sentimos problemas de memoria?

El estrés y en concreto el cortisol (un tipo de hormona que se libera como respuesta a los momentos de estrés) daña nuestras estructuras cerebrales provocando a veces la muerte neuronal. Por eso es fundamental que aprendamos a mantener la calma y gestionar nuestras emociones para conseguir que nuestro hipocampo se mantenga fuerte y siga ejerciendo de manera óptima sus funciones.

 

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