Erosión. La erosión se refiere, en un sentido general, al desgaste o destrucción verificada en la superficie de un cuerpo debido a la acción continua o violenta de la fricción con otro cuerpo. Proviene del latín erosĭo, erosiōnis, que significa ‘roedura’, ‘corrosión’.
En el ámbito de las ciencias naturales, erosión designa al conjunto de fenómenos que intervienen en el desgaste, destrucción y modificación de las estructuras superficiales o del relieve de la corteza terrestre causados por influencia de agentes externos, como el agua, el hielo, el viento, o por acción directa de los seres vivos, tanto vegetales como animales.
Se puede atender a factores de nivel físico, como variaciones de temperatura, exposición solar, congelación o descargas eléctricas, así como también a procesos relacionados con la alteración o descomposición química de los minerales de las rocas, donde juega un papel importante el agua.
La importancia de la erosión es que moldea el aspecto de todo lo que es visible y lo que no en la superficie terrestre: una montaña, un valle, una isla, un acantilado, la orilla de la playa.
Asimismo, erosión puede caracterizar las lesiones superficiales sufridas en la piel o las mucosas causadas por una fricción constante, por ejemplo, cuando el zapato roza constantemente con una parte del pie al caminar.
En un sentido figurado, erosión también hace alusión a la reputación o la influencia de personas o instituciones que se encuentran desgastadas o mermadas: “La credibilidad del juez con respecto al caso empezó a erosionarse a partir de sus últimas declaraciones públicas”.
Tipos
En ciencias naturales, existen distintos tipos de erosión de acuerdo con sus características.
Erosión hídrica
La erosión hídrica engloba todos los fenómenos caracterizados por la acción del agua como agente erosivo y tiene en las lluvias (aguas pluviales) su principal factor desencadenante. Podemos verificar su acción principalmente en el dibujo de los cauces de los ríos y deltas ( fluvial), en la formación de valles, lagos y cascadas, pero también en la creación de cañones, grutas y cavernas, debido a corrientes de aguas subterráneas en las regiones con terrenos de composición calcárea (erosión kárstica).
En las regiones litorales, las características químicas del agua varían y su capacidad corrosiva aumenta de manera considerable. Este tipo de erosión se conoce como marina. El agua salada, las olas, las mareas y los materiales que pone en movimiento son los encargados de dibujar el perfil de nuestras costas, produciendo acantilados y modelando nuestras playas. A nivel submarino, debido a las corrientes interiores de los mares y los océanos, la erosión también cumple su papel como agente moldeador de la corteza terrestre.
Asimismo, en las regiones más frías, encontramos la erosión glaciar, provocada por el movimiento de las masas de hielo que desgastan y pulen las rocas con que entran en contacto. Originan valles de pendientes muy pronunciadas (en forma de U), así como en las regiones litorales producen los llamados fiordos.
Erosión eólica
La erosión eólica hace referencia a los procesos de desgaste y modificación de la superficie terrestre, originados por la acción del viento. Este arrastra consigo arena y otros materiales sólidos y, por acción del roce, va desgastando y puliendo las rocas que encuentra a su paso. Es fundamental en las regiones desérticas y en las zonas litorales.
Erosión antrópica
La erosión antrópica registra la trascendencia de la acción del hombre y su impacto a la hora de determinar las condiciones del medio ambiente para su hábitat. La deforestación de los campos, la agricultura, la minería y las obras de ingeniería pueden tener como consecuencia la destrucción de los suelos, la disminución de la capacidad de cultivo de los terrenos, el desvío del cauce de un río, la desertificación, entre otras cosas.