El reino de Urartu

El reino de Urartu

Urartu (en urartiano: Biainili, armenio: Ուրարտու, Արարատյան Թագավորություն) es el nombre asirio de una zona montañosa ubicada entre el sureste del mar Negro y el suroeste del mar Caspio, actualmente compartida por la República Armenia, Irán y Turquía, formada luego de la caída del Imperio hitita. Incluye los grandes lagos de Van en Turquía (donde se encuentra la antigua capital Tushpa), Urmia (en Irán) y lago Seván (en Armenia).

En esta zona se remontan los orígenes del pueblo armenio.

Urartu es uno de los primeros reinos de Armenia. Su apogeo histórico antiguo se dio en los siglos IX y VIII a. C. El idioma local era semejante al hurrita. La proximidad con la Asiria avasalladora produjo desde 1275 a. C. una fuerte influencia ideológica, literaria y técnica sobre Urartu. En los primeros momentos se agruparon en torno a una especie de reino confederado conocido como Nairi, pero hacia el 900 a. C., formaron una confederación bajo el gobierno de un monarca central.

Gracias a unas pocas inscripciones, sabemos que el primer monarca de Urartu era Arame, seguido por Sardur I. Otras permiten reconstruir su gran crecimiento territorial durante los reinados del mencionado Sardur I, Ishpuini y Menua, quienes lograron llegar hasta la cuenca baja del río Murat, por el oeste, el Araxes, por el norte, y al lago Urmía, por el sureste. Las técnicas asirias asimiladas tienen una buena muestra en el canal de Menua, de casi 30 km, que suministra agua de boca y riego desde el litoral sur del lago Van. En las paredes rocosas del lago Van y en varias estelas de piedra, yacen escritos los anales de los reinados de Argishti I(bisnieto de Sardur I) y su hijo, Sardur II, en los que se narra la expansión hasta más allá de la gran curva del Éufrates, hasta la Comagene siria, con lo que consiguieron dominar la vieja ruta de suministros de materias primas como el hierro, desde el Tauro, el cual fue parcialmente dominado, hasta Asiria.

La frontera llegó a estar casi pegada a Alepo, e incluyó el lago Seván y la rica cuenca del Araxes por el norte, colonizada y explotada por mano de obra forzada, utilizando prisioneros de guerra de la Cólquide (Qulha), capturados a través de las reiteradas campañas anuales.

Según los registros urartios proclaman sus victorias sobre los asirios en el lago Urmia, en el río Gran Zab y en el Alto Tigris.

El renacimiento asirio empieza con Tiglath-Pileser III de Asiria (744-727 a. C.), quien venció a Sardur II en la Comagene y llegó luego a asediar Tushpa. Rusa I depuso a su padre y logró un respiro que no fue consentido por Sargón II (721-705 a. C.), sucesor al trono de Tiglath-Pileser III, que incorporó la ciudad de Karkemish a su gran imperio (717 a. C.) y al reino de Tabal o Tubal en el montes Tauro, hecho que privó a Urartu de sus aliados occidentales.

Asiria presionó la frontera este de Urartu que, a la vez, sufría los ataques de los cimerios, nómadas esteparios que entraron por el Cáucaso hacia el 714 a. C. y lograron derrotar a Rusa I. Esta debilidad urartia permitió a Sargón II reducir a Urartu a su territorio originario montañoso y lo usó como un estado tapón frente a los cimerios.

Consumada la caída, Rusa se suicidó, y su hijo Argishti II, junto a sus descendientes, mantuvieron su independencia hasta la llegada de los armenios, a finales del siglo VII a. C. El estado de Urartu fue aniquilado hacia 585 a. C., por la invasión de los escitas. Pese a que los armenios propiamente dichos parecen haber tenido un origen algo diverso del de los urartianos se considera a ambos pueblos como los principales antecedentes de la actual población armenia, siendo el nombre del monte Ararat muy probablemente una variación de la palabra Urartu.

Ya en la época del reino medio asirio (durante el reinado de Salmanassar I) aparece en unas pocas ocasiones la palabra “Uruatri” (la forma arcaica de la palabra “Urartu”) y con mayor frecuencia la palabra “Nairi”, usada para llamar a todas las formaciones políticas en las montañas del norte de Asiria. Es durante el reinado de Tiglat-pileser I cuando comienzan incursiones militares profundas en este territorio, tal y como está demostrado por las estelas que el rey dejó en el nacimiento del Tigris o al noroeste de la cuenca del lago Van. Esta situación se perpetúa durante los primeros siglos del I milenio a.C., hasta el reinado de Assurbanipal II. En esa primera Edad del Hierro, hay un primer florecimiento de ciudadelas amuralladas que llevan a cabo una gran explotación agrícola por el sistema de riego y la arboricultura. En los valles y sobre todo en las cuencas lacuestres de los lagos Van, Urmia y Sevan empiezan a formarse unas entidades políticas con reyes de nombres hurritas. A mediados del siglo IX a.C., estas entidades políticas disgregadas se unifican en el reino de Urartu.

El reino de Urartu y su evolución histórica

El reino de Urartu y su evolución histórica

LOS PRIMEROS REYES DE URARTU

El primer rey del que tenemos constancia es un tal Arame el urarteo (aprox. 858-844 a.C.), seguido de Sarduri I, ya como rey de Urartu (aprox. 844-832 a.C.). Por tanto, Urartu, que al principio no era más que una de las piezas del mosaico Nairi, domina ahora toda su región, estableciendo una capital política muy protegida en Tushpa, a orillas del lago Van. Además de esta capital, el rey Arame cuenta con otras importantes ciudades en su nuevo reino: Arzashkun o Sagunia, por ejemplo.

La hegemonía de Urartu se extiende luego de forma más amplia al oeste (hacia el Alto Éufrates), y al sureste (hacia la cuenca del lago Urmia). De este modo, mientras que el asirio Salmanassar I es capaz de internarse de lleno en el Estado urarteo de tiempos de Arame, en tiempos de Sarduri I solo va a poder rozar sus fronteras meridionales. Hay que destacar que la influencia asiria sobre el naciente reino urarteo es muy evidente en cosas como la arquitectura, los títulos reales, las primeras inscripciones reales o la propia organización del Estado (sobre todo la administración o el Ejército). Aprovechando la relativa debilidad de Asiria, el reino de Urartu gana en solidez y extiende su hegemonía a todas las tierras altas armenias entre el 830 y el 740 a.C. Con Ishpuini (832-810 a.C., aprox.) y Menua (810-786 a.C., aprox.) se realizan inscripciones reales ya propiamente urarteas, a pesar de que todavía permanece el eco de la influencia asiria. Durante el reinado de Menua hay una intensa actividad urbanística, dirigida principalmente a las ciudades regias amurallada, a las fortalezas para defender desfiladeros y valles, y a los trabajos de canalización.

Estado actual de la puerta sur de Tushpa, capital de Urartu

Estado actual de la puerta sur de Tushpa, capital de Urartu

La expansión territorial tiene ahora una dirección oeste-este: al oeste Urartu asegura su control sobre Alzi y Malatya, mientras que al este se asegura su control sobre la cuenca del lago Urmia y el alto río Zab. También es importante la expansión hacia el norte, hacia las tierras más allá del Cáucaso, que hasta ahora no habían conocido ninguna forma de organización estatal. Además, al norte del monte Ararat empieza la “colonización” urartea del valle del Araxes y de la cuenca del lago Sevan. Sin embargo, va a ser con el rey Argishti I (786-764 a.C., aprox.) cuando la expansión urartea llega a su punto culminante, conociendo al detalle sus expediciones militares gracias a los anales del rey. A través de esas fuentes podemos saber que los máximos esfuerzos se ponen en el norte, incluyendo dentro del reino de Urartu las comarcas caucásicas de Diauekhi, Eriakhi, Etiuni y Kikhuni, que hasta ahora no habían conocido el Estado.

Dibujo de un disco de bronce urarteo con escenas de guerra

Dibujo de un disco de bronce urarteo con escenas de guerra

REINADOS DE SARDURI II Y RUSA I

La misma política de Argishti es seguida por Sarduri II (764-734 a.C., aprox.), del que hemos hablado brevemente en anteriores entradas. A diferencia de los anteriores reyes, Sarduri II se atreve a tocar los más directos intereses asirios: los reinos neohititas de Malatya y Kummukh son derrotados y sometidos, estableciendo una alianza anti asiria con los reinos de Arpad y Gurgum. Después de lo visto anteriormente, Urartu deberá adaptar su política externa a la presencia de un imperio neoasirio agresivo y dotado de unos superiores recursos económicos y humanos. Su sucesor, Rusa I (734-714 a.C.), es un usurpador y un reformador religioso, además de un hábil gobernante que trata de recuperar terreno frente a Asiria, buscando alianzas más amplias.

Estela con los anales de Sarduri II de Urartu

Estela con los anales de Sarduri II de Urartu

EL FINAL DE URARTU

Puesto que carecemos de anales urarteos y de las detalladas informaciones asirias para el intervalo de tiempo comprendido entre la muerte de Rusa I y el fin del reino de Urartu, se suele considerar que es un periodo de retroceso y de crisis para Urartu. Sin embargo, las relaciones con Asiria contradicen esto: la tensión en las fronteras sur y oeste disminuye, pero cuando el rey asirio Assarhaddon castiga ferozamente al reino tapón de Shubria, se muestra respetuoso con Urartu. También bajo el reinado de Assurbanipal Urartu goza de un estatus de igualdad. Paralelamente, los reyes urarteos Argishti II y Rusa II (714-640 a.C.) están activamente ocupados en sus fronteras del norte y del este. Teniendo en cuenta el contexto político que están viviendo, Urartu y Asiria es probable que actúen de mutuo acuerdo para no molestarse entre ellos.

Relieve del rey neoasirio Assurbanipal, conservado en el Museo Británico

Relieve del rey neoasirio Assurbanipal, conservado en el Museo Británico

Sin embargo, el más extenso y poderoso de los dos reinos, Asiria, será el primero en caer bajo los golpes unidos de los caldeos y los medos. En el año 608 a.C. (con Asiria ya destuida), Nabopolassar lleva a cabo una incursión contra Urartu, aunque no lo destruye. Sea como sea, Urartu sigue en pie entre finales del siglo VII y comienzos del VI a.C. No poseemos documentación acerca de su caída, en el 590 a.C., a manos de pueblos iranios. La eliminación del reino de Urartu benefició a los medos, quienes ya desde el año 610 a.C. (año de la caída de Asiria) controlaban la Alta Mesopotamia y el norte de los Montes Zagros. Finalmente, una vez unido al reino de Media, Urartu se convertirá automáticamente en una satrapía más del Imperio de los aqueménidas, pero ya con el nombre de Armenia.

Sarduri II en una de las imágenes de uno de sus cascos

Sarduri II en una de las imágenes de uno de sus cascos

Urartu fue gobernado por monarcas que además tenían el título de sacerdotes o representantes de Jaldi, su divinidad principal. Otras de sus divinidades fueron el dios de los cielos (Teisiba, o Teshub para los hititas y hurritas) y Siwini, la diosa del sol.

Existen numerosos templos dedicados a Haldi, situados generalmente junto a los palacios reales, aunque también se han hallado estructuras al aire libre, descubiertas en excavaciones en Altintepe, Toprakkale, Cavustepe y Patnos. Las excavaciones no sólo revelaron palacios y templos, también casas completas, con ventanas y balcones. Los interiores de estas casas fueron muy decoradas con adornos. Para los que vivían alejados de las fuentes, existían abastecimiento de agua y alcantarillado completos. Una característica de la arquitectura de Urartu que va a influenciar a sus sucesores es el denominado arco oculto, y se puede considerar que la disposición de los edificios de Urartu será la precursora de la estructura persa denominada apadana. Las fortalezas de Urartu son estructuras sólidas de bloques de piedra. Las más importantes fueron las fortalezas de Van, Anzaf, Cavustepe y Baskale. Estaban muy avanzados en la industria metalúrgica, con una excepcional calidad, y fueron exportados a Frigia y a Etruria.

Cronología del reino

Etapa de apogeo

  • Arame (860-840 a. C.).
  • Sardur I (832-825 a. C.).
  • Ishpuini (824-806 a. C.).
  • Menua (805-786 a. C.).
  • Argishti I (786-766 a. C.).

Etapa de decadencia

  • Sardur II (765-733 a. C.).
  • Rusa I (730-714 a. C.).
  • Argishti II (714-678 a. C.).
  • Rusa II (678-645 a. C.).
  • Sardur III (645-635 a. C.).
  • Sardur IV (635-625 a. C.).
  • Erimena (625-605 a. C.).
  • Rusa III (605-590 a. C.).
  • Rusa IV (590-585 a. C.).

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