El bosque seco ecuatorial

El bosque seco ecuatorial

El bosque seco ecuatorial.-Se extiende desde el golfo de Guayaquil (0º 30″ de latitud sur) hasta La Libertad (7º 40″ de latitud sur). En su parte más ancha llega hasta los 150 kilómetros y alcanza los 1.500 metros de altitud.

Se conoce como bosque seco a una formación Natural típica de la costa norte en la que predominan especies adaptadas a las duras condiciones del desierto de los algarrobos y ceibales. Se extiende desde el golfo de Guayaquil y la isla Puná, en Ecuador, hasta el sur del departamento de Lambayeque (7° 40’ latitud sur). Su ancho varia, desde el borde mismo del mar hasta una distancia de 100 a 150 kilómetros tierra adentro, extendiéndose a través de las montañas de la vertiente occidental hasta el valle del Marañón y los ríos Chamaya y bajo Chinchipe, hasta alcanzar alturas cercanas a los 2,800 msnm.

Los bosques secos encuentran las condiciones ideales para subsistir en la franja costera de los departamentos de Tumbes, Piura y Lambayeque, allí alcanza su máxima extensión y densidad, convirtiéndose en elementos vitales para la supervivencia de los pobladores de esa región.

Su clima es básicamente cálido y seco, aunque algo más húmedo hacia el norte y algo más frio hacia el este. La temperatura media anual oscila  entre los 23°C y los 25°C, cuenta con una estación lluviosa durante el  verano (de entre 100 y 500 mm. Dependiendo de la latitud) que permite el desarrollo de una vegetación abundante y singular. Su relieve es generalmente plano, con extensas llanuras y colinas bajas en la zona costera y pequeñas cadenas de montañas hacia el interior, como los cerros de Amotape.

Los principales ríos que recorren los bosques secos son el Zarumillas y Tumbes, y el Chira y Piura en Piura. Nacen en las estribaciones cordilleranas situadas al noreste, mayormente en territorio de Ecuador, y poseen un régimen regular durante todo el año. El resto de ríos que atraviesan el bosque seco son típicamente irregulares, pues llevan abundante agua durante el resto del año. En el valle del Marañón el principal río es el del mismo nombre, con una serie de afluentes secundarios provenientes de las alturas de las Cordilleras Occidental y Oriental.

Las lagunas de agua dulce son escasas en el bosque seco. Sin embargo, existen algunas de aguas salobres que incrementan su extensión de manera considerable con la llegada de las lluvias de los años “buenos”.

Esta es la tierra de los ceibos barrigones, de ramas verdes como esmeraldas que acumulan agua en sus gruesos troncos para sobrevivir en los largos periodos de escasez: de árboles de madera dura fina, como el hualtaco y el guayacán, hoy amenazados por las talas excesivas; del palo verde que desafías la aridez del desierto con sus delgadas ramas repletas de flores amarillas. Este es el corazón del otrora vasto territorio del venado gris o de cola blanco, un tímido mamífero que fue tan abundante en el pasado que incluso debía colocarse trampas para defender a los sembríos de su voracidad; del zorro costeño, eficaz controlador de las poblaciones de roedores; de la playa aliblanca, que estuvo a un paso de la extinción y hoy se encuentra a salvo gracias al esfuerzo de los conservacionistas y a la empresa privada; del oso hormiguero y la ardilla de nuca blanca, animales que comparten el bosque seco con grandes bandadas de bulliciosos loros y pericos.

El algarrobo (Prosopis pallidas), llamada en quechua “tacco”, pertenece igual que el huarango y el palo verde a la familia de las leguminosas, plantas que poseen la particularidad de captar y fijar el nitrógeno en sus raíces, constituyendo a la mejora de las condiciones del suelo donde habitan. Considerado una verdadera bendición por quienes saben de dos bondades, se establece en zonas desérticas, casi donde ninguna planta logra sobrevivir. Al cabo de algunos años, a consecuencia del fenómeno climático conocido como El Niño, las precipitaciones se hacen frecuentes en el desierto. Es entonces cuando las semillas de miles de algarrobos, que habían permanecido latentes sobre la arena, logran germinar.

De pronto, como salido de la nada, un manto verde cubre el desierto. Los pequeños retoños inician su crecimiento penetrando la tierra con una profunda raíz que se desarrollo a un ritmo diez veces más rápido que el de la copa del árbol. Descienden hacia el subsuelo en busca de la napa freática. Una vez que la han encontrado no necesitarán más de las lluvias.

Es por esta razón que se observa robusto y saludables algarrobos en los lugares más increíbles del desierto, donde incluso los cactus no logran sobrevivir. Se dice que algunas raíces de algarrobos han sido encontrados a más de  60 metros de profundidad.

La silueta general del árbol destaca por su forma achaparrada, tronco grueso y retorcido y ramas que crecen en las más extrañas direcciones. Su copa amplia y en forma de sombrero está repleta de millones de minúsculas hojas compuestas, como si se tratase de un bonsái gigantesco. Contrariamente a su apariencia y el inhóspito medio donde vive, el algarrobo no es para nada enclenque o frágil.

Por el contrario, posee una de las maderas más duras y resistentes del mundo. De gran densidad y hermoso veteado (marrón en la medula y amarillo en la parte exterior, su madera ha sido masivamente empleada en la fabricación de parquet y columnas para viviendas. En algunas construcciones y templos prehispánicos pueden verse vigas de algarrobo que perduran hasta el día de hoy.

Su copiosa producción de flores menudas y amarillas permite la existencia de grandes colmenares que favorecen la producción de abundante miel de gran calidad.

Sus frutas o vainas, conocidos localmente como “algarroba”, penden de cada rama por millares y son considerados verdaderos regalos de la naturaleza. Contienen un alto porcentaje de proteínas, azúcares (hasta en un 40 por ciento), minerales, fibra y vitaminas (complejo B) esenciales para la nutrición humana y animal. La algarrobina, extracto de gran valor energético  obtenido a partir de los frutos hervidos es recomendado como fortificante y suplemento alimentario.

De las semillas de la algarrobina se puede extraer una serie interminable de subproductos, alcohol y arina, esta última de excelentes cualidades para la panificación rinde hasta 24 por ciento más quela harina de trigo, potajes locales como el “chupisin” o refresco de algarroba; “yupito”, “champus” o mazamorra de algarrobo; café de algarroba y bebidas fermentadas como la chicha e incluso vino o hidromiel, además de gomas para uso industrial (pinturas, fármacos y textiles).

Las semillas contienen ácido oleico, uno de los compuestos esenciales en la nutrición humana. Finalmente, las hojas secas que caen constantemente al suelo llamadas “puño” o “muña”. Constituyen un alimento para ganado muy apreciado en la región.

Todo esto al margen  de los beneficios ecológicos que reportan los bosques secos  que conforman el algarrobo y las especies asociadas a  este contenido de dunas, conservación de aguas y suelos, entre otros. Sin embargo, y aunque parezca irónico, el algarrobo ha venido siendo talado de manera irracional. Junto al guayacán (especie de madera dura apreciada en la ebanistería y la construcción),, el hualtaco (usado en la fabricación de parquet), el sapote (para la confección de artesanías) y el palo santo (empleado en la manufactura de cajones para fruta), el prodigo algarrobo literalmente se “hace humo” a causa de la extracción de leña y carbón.

A pesar de existir una docena de dispositivos legales o vedas que prohíben y multan la extracción de madera de los bosques naturales del norte hasta el año 2,015; en algunos lugares la saca continua de manera constante. Para el colmo de males, algunos establecimientos de la capital como pollerías, restaurantes, y hasta en las bolsas para las cocinas de camping, anuncian “orgullosamente” que sus productos están hechos a base de “carbón de al algarrobo”. La solución al parecer, no pasa por la penalización ni la promulgación de leyes o reglamentos. Lo que se necesita es que los pobladores de la costa noroeste, aquellos que dependen de manera directa que dependen de manera directa de los bosques del norte, se den cuenta de que la única manera de contar con un recurso de manera permanente es conservándole, es decir, usándolo de manera permanente es conservándolo, es decir, usándolo de manera adecuada. Entonces, ellos se convertirán en los verdaderos protectores de un recurso que les pertenece más que a nadie.

Su clima se caracteriza por una prolongada estación seca anual que puede ocupar nueve meses del año.

El bosque seco ecuatorial penetra hacia el interior y se extiende sobre el piso más bajo del valle del Marañón hasta los 2.800 m.s.n.m.

La formación vegetal principal es el algarrobal y en la zona más lluviosa el ceibal, estos árboles a diferencia de los algarrobos dependen directamente de las lluvias.

CARACTERÍSTICAS:

  • Altitud: 0 a 2,800 msnm.
  • Clima:
  • Oeste y Sur: cálido y seco.
  • Este: fresco.
  • Norte: cálido y húmedo.
  • Temperatura: Entre 23 y 24 ºC.
  • Relieve: Llano con algunas ondulaciones y zonas montañosas.
  • Flora: El ceibo, angolo, parotillo, papelillo, algarrobo, sapote, sauce, caña brava.
  • Fauna:
  • Mamíferos: Oso de anteojos, osos hormigueros, ardilla de nuca blanca, ratón orejón gerbito, puma.
  • Aves: Picaflor de Tumbes, estrellita de cola corta, loros, palomas y pericos.
  • Reptiles: Pacaso, camaleón, saltojo, boa, culebra del sol, culebra gato, serpiente ciega, sancarranca.

En el norte del Perú existe un área de bosques tropicales secos, que se extiende por la costa a través de los Dptos. De Tumbes, Piura, Lambayeque y el norte de La Libertad, y a lo largo del piso inferior del valle del Marañón. Las dos áreas están comunicadas a través del paso de Porculla (2,100 msnm), la depresión más baja de los Andes en el Perú. A esta ecorregión se la conoce con el nombre de bosque seco ecuatorial.

Comprende una franja costera de 100 a 150 km de ancho, que llega desde los 0º 30′ hasta los 5º L. S., desde la península de Santa Elena (Ecuador) hasta la cuenca media del río Chicama (Dpto. de La Libertad), y en el valle del Marañón hasta los 9º L. S. En el Dpto. de Tumbes llega hasta el nivel del mar y luego se va alejando hacia las vertientes occidentales de la cuenca del Pacífico, hasta poco más de los 1 500 msnm; y en el valle del Marañón, ocupa el piso inferior hasta los 2 800 msnm.

El clima es del tipo tropical, cálido y seco, con altas temperaturas, más fresco hacia el este por el aumento de la altitud. La temperatura media anual está entre 23º C y 24º C. Las precipitaciones son en verano (diciembre a marzo), muy variables, y excepcionalmente altas cuando se produce un Fenómeno de El Niño. Lo normal son lluvias cerca de los 500 mm/año en la parte norte y 100 mm/año en la parte sur, con nueve meses de sequía. Las neblinas matutinas y vespertinas son de gran importancia para la vegetación. Las lluvias hacen reverdecer el bosque y las estepas, cambiando totalmente la fisonomía de un bosque seco a un bosque intensamente verde e intrincado.

El relieve es por lo general llano, con ondulaciones, más montañoso al este y al sur, comprendiendo los cerros de Amotape en Piura y Tumbes.

Los suelos son de tipo árido, variables, con predominancia de los arenosos, salinos, francos y arcillosos. En las planicies predominan los suelos arenosos y salinos; en los valles, los aluviales; y en las vertientes y cadenas de cerros, los pedregosos. Los suelos de las planicies tienen, por lo general, un alto contenido de sales, que afloran a la superficie con la evaporación de las aguas.

Los principales ríos de la región son el Guayas (Ecuador), el Zarumillas, el Tumbes, el Chira y el Piura, en el Perú, cuyas cuencas colectoras están situadas fuera de la misma. Existen muchos cursos de agua de régimen temporal (cauces secos), con agua durante la época de lluvias y reducidos a charcos, llamados jagüeyes durante el estiaje. En el valle del Marañón el río principal es el del mismo nombre, con una serie de afluentes secundarios provenientes de las alturas de las cordilleras Occidental y Oriental.

Las lagunas de agua dulce son escasas y temporales, siendo las principales de agua salobre como Lamederos, Salitral Grande y Salitrillo, en Tumbes; y Ramón y Ñapique, en Piura. Dos embalses artificiales juegan un rol importante en la región: el de Poechos, en el río Chira, y el de San Lorenzo, en el río Piura.

Las formaciones vegetales más importantes son el bosque seco, con árboles caducifolios y muchas plantas epifitas; la sabana, conformada por árboles dispersos de sapote, faique y algarrobo; y el algarrobas, con predominancia del algarrobo.

El bosque seco ecuatorial es un bioma único en el mundo, que se encuentra sólo en el sur de Ecuador y en el norte del Perú, con muchas especies endémicas.

Comunidades de los Bosques Secos del Pacífico

Las comunidades resaltantes del bosque seco tropical son: los bosques secos, las sabanas, los bosques de galería y la algarroba.

  1. Los bosques secos: Estos bosques crecen en zonas de colinas y dependen de las lluvias, mas no de las aguas subterráneas. Durante la época seca pierden las hojas (caducifolios) y durante la época de lluvias el bosque seco reverdece y se torna casi impenetrable.

Se caracterizan por la presencia de árboles de ceibo o palo borracho (Eriotheca discolor) con otras especies como el angolo, el porotillo (Erythrina velutina), el guayacán, el hualtaco, el papelillo (Bougainvillea pemviana), el overal y muchos otros. Estos bosques son uno de los lugares de origen del papelillo, planta ornamental usada en todas las zonas tropicales del mundo. Numerosas epifitas cubren los árboles, entre las cuales la más característica es la salvajina o barba de viejo (Tíllandsia usneoides), una bromeliácea que cuelga en forma de cabellera de las ramas y es tan abundante que los pobladores la utilizan para diversos fines. También son característicos del bosque varias orquídeas, diversos cactos trepadores y arborescentes, algunos de los cuales llegan a tener hasta 10 metros de altura

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El árbol más característico es el ceibo o palo borracho, de color verde y tronco abultado, cubierto de espinas en los ejemplares jóvenes. El color verde del tronco se debe a que la corteza contiene clorofila y es capaz de realizar la actividad fotosintética, y las hojas aparecen por poco tiempo. El tronco es globoso porque almacena agua para resistir la sequía, que dura entre 9 y 11 meses. Los ceibos producen hermosas flores blancas con cáliz rojo oscuro y aterciopelado. En el fruto maduro las semillas vienen envueltas en una lana fina, que es usada para rellenar monturas, colchones y almohadas. Es una hermosa planta ornamental para los parques y avenidas.

  1. Sabanas verdes en época de lluvias: Se denomina sabanas a las formaciones vegetales en terrenos planos con vegetación herbácea y árboles dispersos. En el norte del Perú (Piura, Tumbes, Lambayeque) se encuentran extensas formaciones de este tipo.

Las principales especies arbóreas son el ceibo, el hualtaco, el faique, el algarrobo y el sapote. Entre ellos crecen diferentes plantas herbáceas, especialmente gramíneas. Durante la época de lluvias la sabana reverdece y se forma una alfombra verde debajo de los árboles. En algunos lugares predominan los matorrales caducifolios, con pocos árboles y que reverdecen durante la época de lluvias.

En los lugares más secos predominan las cactáceas de diversas especies, destacando el gigantón (Neoraimondia sp.), que puede llegar a más de 5 metros de altura. También son frecuentes la cabuya (Fourcraea sp.) y el palo santo (Bursera graveolens). Durante las lluvias crecen hierbas entre los cactos.

  1. El bosque de galería: Crece junto a los ríos y cauces secos, dependiendo del agua subterránea. Está conformado por matorrales y árboles , con especies vegetales características como el algarrobo (Prosopis pallida), el huarango o faique (Acacia macracantha), el sauce (Salix humboldtiana), el pájaro bobo (Tessaria integrifolia), la cañabrava (Cynerium sagittatum) y el carrizo (Arundo donax).

En la actualidad están muy intervenidos por las actividades agrícolas y pecuarias, quedando reducidos a pocas áreas.
4. El algarrobal: Presenta bosques de algarrobo y será tratado más adelante, con detenimiento, por su gran importancia económica.

El Algarrobal

En la costa norte (Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad) son muy características las formaciones de bosques de algarrobo a lo largo de los ríos y quebradas, que penetran en forma más rala hasta los semidesiertos de Sechura. La formación vegetal con predominancia de este árbol se conoce como algarrobal. El algarrobo (Prosopis spp.) crece en lugares donde puede llegar a aguas subterráneas con sus raíces, hasta decenas de metros de profundidad. Los densos bosques de algarrobo están hoy reducidos a pocas áreas porque han sido transformadas en zonas agrícolas o talados para carbón y leña

Durante las lluvias intensas, ocasionadas por el Fenómeno de El Niño, la regeneración del algarrobo es muy grande y los árboles jóvenes recubren amplias zonas deforestadas por la acción de las actividades humanas.
Para germinar, la semilla del algarrobo debe pasar por el tracto digestivo de un animal (cabra, burro, vacuno, oveja) y puede permanecer varios años en el suelo hasta encontrar agua suficiente para crecer.

Entre los árboles de algarrobo se encuentran otras especies como el sapote (Capparis angulata), el palo verde (Parkinsonia aculeata) y el faique (Acacia macracantha). Durante la época de lluvias proliferan en el suelo varias gramíneas, papas silvestres (Solanum sp.) y plantas trepadoras (Luffa operculata y Sicyos spp.), que pueden cubrir totalmente los árboles y hasta ahogarlos.

El algarrobo es un árbol muy útil y de múltiples usos, por lo que tiene una gran importancia económica. Los principales beneficios que brinda son:

  1. Controla el avance de los desiertos y de las dunas, pues modera los vientos.
  2. Produce sombra y modera el calor del clima tropical. En las zonas rurales se le suele tener junto a las casas.
  3. Produce madera muy dura y resistente. En los sitios arqueológicos se han encontrado vigas de algarrobo que han resistido miles de años. En la actualidad se usa su madera para construcciones rurales de casas, cercos y establos.
  4. Produce excelente leña y carbón de leña, muy utilizados en las zonas rurales. La famosa chicha de Catacaos, en Piura, se cocina con rajas de algarrobo.
  5. Las vainas, conocidas como algarroba, son utilizadas para:
  • Forraje de los animales, tanto silvestres (venados, ardillas) como domésticos (caprinos, vacunos, ovinos, equinos) por su alto contenido de proteínas y carbohidratos.
  • Obtención de una bebida ampliamente comercializada, conocida como algarrobina, a partir del cocimiento de la algarroba con chancaca o azúcar de caña.
  • Alimento humano. Durante las épocas de escasez, en las zonas rurales se hace una sopa de algarroba. De las semillas tostadas se hace un sustituto del café.
  1. Las hojas que caen al suelo se usan como abono orgánico y reciben el nombre de «puño».
  2. Es una excelente especie melífera, o sea, para la cría de abejas y la obtención de miel.

8. Es muy apreciado como planta ornamental, tanto en las ciudades (parques y avenidas) como en las zonas rurales.
9. Su madera se usa en la confección de muebles, utensilios y artesanías.

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El Porotillo en el Ecosistema del Bosque Seco

En el bosque seco es muy común un árbol conocido como porotillo (Erythrina velutina), que destaca no sólo por sus hermosas flores rojas sino también por el rol que juega en el ecosistema. Por eso lo ponemos como un ejemplo de una especie importante en el ecosistema.

El porotillo crece disperso en los bosques secos, con mayores concentraciones en los suelos aluviales, cerca de las quebradas y cauces secos. Es una especie caducifolila, o sea que pierde sus hojas durante la época seca. El tronco es de color marrón y cubierto de espinas cortas y dispersas. La madera es fofa y suave, poco resistente, por lo que no tiene demanda como especie maderera y se ha salvado de la tala masiva. Pertenece a la familia de los frijoles (fabáceas) y su fruto es una vaina, con semillas duras de color rojo intenso, que en algunas zonas se conocen como huairuros

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El porotillo juega un rol importante en el ecosistema del bosque seco por las siguientes razones:

  1. Las flores, al caer al suelo, son un alimento importante para el venado gris o de cola blanca (Odocoilus virginianus). El porotillo florece durante la época seca y en forma muy intensa, tanto que el suelo al pie del árbol se tiñe de rojo. Los venados se concentran al pie de los árboles para consumir las jugosas flores.
  2. Numerosas especies de la fauna visitan las flores del porotillo para alimentarse de ellas. Algunas especies se alimentan de pétalos y vainas tiernas, como la soña (Mimus longicauadatus), la chiroca (Icterus graceannae), el oriol (Icterus mesomelas), la ardilla de nuca blanca (Sciurus stramineus), y la iguana (Iguana iguana). Otras especies se alimentan del polen y del néctar, como los picaflores (especialmente Leucippus baeri, especie endémica del bosque seco), las abejas, las mariposas y varios murciélagos. Estas especies, a su vez, polinizan las flores (polinizadores).
  3. Es un lugar preferido de nidificación de varias especies. La ardilla de nuca blanca hace nidos de fibras y hojas en sus ramas. El chilalo (Furnarius leucopus) construye su hermoso nido de barro en sus ramas. En huecos del tronco hacen sus nidos el lorito esemeralda (Forpus coelestis) y varios carpinteros. En estos huecos abandonados se refugian varias especies de murciélagos, entre ellos el vampiro (Desmodus rotundus)
  4. El tronco del porotillo es visitado por varias especies de pájaros carpinteros (familia pícidos) y de trepadores (familia dendrocoláptidos), que buscan insectos que viven en o debajo de la corteza.
  5. En sus troncos y ramas los comejenes construyen sus abultados nidos, que son visitados por el oso hormiguero (Tamandua mexicana). Este peculiar animal se alimenta de los comejenes, que captura con su larga y pegajosa lengua.
  6. Las hojas caídas del porotillo forman una capa sobre el suelo, debajo de las cuales encuentran refugio los alacranes y las hormigas.
  7. El sajino (Tayassu tajacu) come las semillas caídas, que tienen proteínas. Este animal las puede deshacer gracias a sus fuertes dientes.

Como se puede apreciar, una planta que tiene muy escasa importancia para los humanos puede ser muy importante para la fauna.

Fauna Terrestre del Bosque Seco

La fauna del bosque seco es de origen amazónico, pero con muchos elementos propios, debido al aislamiento prolongado. Hace millones de años existía una comunicación entre la Amazonía y la costa norte, a través de la depresión andina de Porculla, que permitió la migración de muchas especies hacia la costa norte.

Entre los mamíferos destacan varias especies importantes. El oso hormiguero mediano o shihui (Tamandua mexicana) es muy común y se alimenta de termites y hormigas.

Entre los roedores hay muchas especies de ratones, siendo uno de ellos endémico, el ratón de Sechura (Phyllotis gerbillus), excelentemente adaptado a las condiciones extremas de aridez. La vizcacha (Lagidium peruvianum) se presenta en las zonas rocosas. Una ardilla es endémica de este bosque, la ardilla de nuca blanca (Sciurus stramineus).

Entre los carnívoros existe el zorro de Sechura (Pseudalopex sechurae), un cánido pequeño, omnívoro y muy común. También es frecuente el hurón o humairo (Eira barbara). El puma, el jaguar y el ocelote o tigrillo son los depredadores mayores. El jaguar es ya muy raro, y hasta el siglo pasado su distribución llegaba hasta el norte del Dpto. de Lima.

Dos especies de venado, el gris y el colorado, se presentan en el bosque seco. El colorado o amazónico (Mazama americana) es muy raro, mientras que el gris (Odocoileus virginianus) es muy frecuente. También se encuentra al sajino (Tayassu tajacu), que se alimenta especialmente de raíces y bulbos.

Cerca de 57 especies de aves son endémicas del bosque seco. La especie más representativa es la pava de ala blanca (Penelope albipennis), que se creía extinta desde 1872 y que fue redescubierta en 1977 en los bosques secos de Lambayeque.

Son comunes las dos especies de cóndor (el andino -Vultur gryphus- y el real – Sarcoramphus papa), que anidan en la zona; dos gallinazos (el negro o común y el camaronero), y el quebrantahuesos o caracara (Polyborus plancus).

También son comunes seis especies de palomas, con una endémica (Leptotila ochraceiventris); cuatro especies de loros, con dos especies endémicas (el perico esmeralda y el loro sordo); y cuatro especies de pájaros carpinteros, dos de ellos endémicas.

La chiroca (Icterus graceannae) es una de las aves características y endémica de la región. Es de un hermoso color negro con amarillo y es una de las aves de jaula preferidas por los pobladores locales.

El chilalo u hornero (Furnarius Leucopus), muy común cerca del agua, construye un nido de barro en las ramas de los árboles, dividido en dos compartimientos. Es la primera ave que canta al amanecer.

Entre los reptiles son muy comunes varias especies de lagartijas y salamanquejas, y muy resaltantes la iguana y el pacaso. La primera (Iguana iguana) es de color verde y herbívora y vive en los árboles, alimentándose de hojas, flores y frutos tiernos. El segundo (Calllopistes flavipunctatus) es carnívoro y vive en huecos del suelo, estimando durante la época seca, resistiendo largos meses de la grasa acumulada, especialmente en la cola, y es de hermosos colores con manchas amarillas.

Muchos ofidios habitan el bosque seco. La más característica es la boa (Boa constrictor), la misma especie de la Amazonía, que frecuenta las cercanías del agua. La macanche (Bothrops barnetti) es venenosa y muy peligrosa. También existen varias especies de serpientes de coral o coralillos (Micrurus spp.).

La Pava de Ala Blanca

Una de las especies más raras de la fauna del bosque seco ecuatorial del país y a nivel mundial es la pava de ala blanca o aliblanca (Penelope albipennis), un ave del orden de las galliformes y la familia de los crácidos.

Fue descrita en el siglo pasado por el ornitólogo polaco Takzanowski en base a ejemplares colectados por los ornitólogos Stolzmann y M. Jelski en 1877, en los manglares de Tumbes, en la isla Condesa. Se la creyó extinta por un siglo y sólo era conocida por tres ejemplares existentes en los museos; hasta que, en 1977, se encontró una pequeña población en el Dpto. de Lambayeque, en la quebrada de San Isidro. Esta ave se ha convertido en todo un símbolo para salvar a una especie de la fauna mundial en grave peligro de extinción, en una conjunción de esfuerzos privados y públicos, nacionales e internacionales.

La pava aliblanca es una ave del tamaño de una gallina grande, de color marrón oscuro, con el dorso, las alas y la cola de color negro brillante. Tiene una pequeña cresta, y las plumas blancas en las alas son su aspecto distintivo. La garganta es de color anaranjado rojizo.

Es de vuelo pesado, como todas las pavas de monte, y hace un fuerte ruido al volar. Prefiere vuelos cortos de un árbol a otro

En el pasado era muy abundante en los manglares de Tumbes y se la veía hasta cerca de la ciudad, y su distribución llegaba hasta el río Saña. Sin embargo, la caza fue mermando lentamente la población, y cuando fue colectada en 19877 ya era difícil de encontrar. Ya en el siglo pasado Stolzman escribía lo siguiente: «la nunca localidad segura para esta Penélope en la cercanía de Tumbes es la isla Condesa, una de las numerosas islas pequeñas en el delta del río. Esta isla está enteramente rodeada por un impenetrable bosque de rizóforos, mientras en el centro está cubierto de matorrales altos. Esta Penélope pasa todo el día en los inaccesibles matorrales, abandonándolos sólo al amanecer y atardecer para buscar alimentos entre los árboles, algarrobos…»
Hoy en día existe un población pequeña en estado silvestre en Laquipamapa y se ha tenido éxito en criarla y reproducirla en cautiverio. El Ing. Gustavo del solar, de chiclayo, ha puesto su tiempo y su entusiasmo a disposición, y, con apoyo internacional y de la Fundación Backus Pro Fauna, ha logrado reproducirla en cautiverio, incubando los huevos con gallinas. De esta manera ya se tienen más de 60 ejemplares. Una vez aumentada la población se iniciará la repoblación en áreas silvestre, liberando ejemplares.

En los lugares donde sobrevive prefiere aquellas zonas donde hay higuerones (Ficus sp.), cerca de los jagüeyes. Se alimenta preferiblemente de frutos de higuerones y hojas de ciertas plantas, como el algarrobo.

Construye un nido de palitos entre las ramas donde pone entre dos y tres huevos. Los polluelos se mueven entre las ramas y son alimentados al principio por la madre, que también los cubre con sus alas para protegerlos. Cuando Jelski colectó una hembra en Tumbes, esta protegía a dos pichones entre sus alas

Todos sabemos que en el Perú existen muchos problemas sociales y económicos, y muchos podrían pensar que invertir fondos para salvar a una pava no es de ninguna prioridad. Sin embargo, su extinción total sería una pérdida irreparable para el patrimonio natural del país y del mundo. Pensemos que la extinción es para siempre e irreversible. Desaparecida unas especies de planta o animal de la Tierra, no es posible recrearla ni con la más sofisticada tecnología. La pérdida de una especie viviente empobrece no sólo a nuestro país sino también al mundo. Todos debemos colaborar en la tarea de conservar las especies en peligro.

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Comunidades Acuáticas

Las principales comunidades acuáticas en el bosque seco son los ríos, las lagunas y los charcos

Los ríos más importantes de la región son el Zarumilla, el Tumbes, el Piura y el Chira, que tienen agua permanentemente, y durante la época de lluvias aumentan considerablemente de caudal; y que, cuando se produce el Fenómeno de El Niño, pueden inundar las áreas aledañas.

Las lagunas son más bien escasas y cobran importancia en casos de lluvias extraordinarias durante el Fenómeno de El Niño. Las de Ramón y Ñapique, en el cauce inferior del río Piura, llegan a tener extensiones importantes. En toda la región existen quebradas o cursos de agua secundarios, que llevan agua durante la época de lluvias. En la época seca se reducen a charcos, que en la zona se conocen como jagüeyes.

Los ambientes acuáticos son los últimos refugios de la nutria del noroeste (Lutra longicaudis annectens) y del cocodrilo americano (Crocodylus acutus), que al parecer ya solamente existen en el río Tumbes

Los anfibios son bastante numerosos, destacando dos especies de sapos. El sapo gigante (Bufo marinos) llega a tener más de 15 cm de largo y segrega un líquido irritante por sus prominentes glándulas paroidales. Es un magnífico destructor de insectos y ha sido introducido a muchas zonas tropicales del mundo para controlar plagas en la agricultura. Los adultos viven en el sotobosque, donde cazan insectos, pequeños reptiles (lagartijas) y otras especies. Para la reproducción se dirigen a los charcos de agua donde ponen sus huevos en largos hilos gelatinosos. Cuando las lluvias son abundantes, se produce una verdadera explosión demográfica de estos sapos.

Los peces son muy numerosos, tanto en los ríos como en los charcos de agua. En el río Tumbes, poseedor de la mayor variedad de peces de la costa peruana, se han hecho recolecciones de peces y se han encontrado muchas especies relacionadas con la Amazonía y otras que son endémicas de esta región. Durante la época de lluvias, cuando los cauces secos llevan agua, las especies se reproducen y las poblaciones aumentan. Las principales son:

  • Characidae: pez blanco (Astianax festae), sábalos (Brycon spp.), dama (Bryconamericus spp-)
    · Erythrinidae: chalaco (Hoplias microlepis).
  • Lebiasinidae: huaija (Lebiasina bimaculata).
  • Pimelodidae: barbudos (Pinwlodella, Rhamdia).
  • Loricariidae: raspas (Chaetostoma, Hemiacistrus, Plecostomus).
  • Cichlidac: vieja (Aequidensrivulatus), pez mariposa (Geophagus steindachneri).
  • Gobiidae: chame (Dormitator latifmns). Esta especie es muy adecuada para piscicultura.

Los crustáceos son abundantes también en los ríos y en los charcos de agua. Nueve especies de crustáceos existen en el río Chira, dos de cangrejos (Pseudothelphusa plana y P. chilensis) y siete de camarones de agua dulce (Macrobrachium spp., Palaemon hancocki, Atya rivalis). Hacia el sur el número de especies se reduce.

El cangrejo de río (Pseudothelphusa) es el huésped de un gusano parásito (Paragonimus peruvianus), que se transmite a los carnívoros y humanos. Cuando los pobladores lo consumen en forma no cocida (ceviche y similares), este parásito se enquista en el pulmón y puede crear problemas respiratorios

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Los Jagüeyes

En el bosque seco existen muchos cauces secos, que llevan agua cuando se producen lluvias intensas. Durante la época seca, que puede durar entre nueve meses y varios años, en estos cauces secos o quebradas quedan ciertos sitios con charcos de agua, que en el lenguaje local se conocen como jagüeyes.

Por lo general, un jagüey se forma donde estratos de rocas afloran a la superficie y el agua subterránea es obligada a salir en forma de un puquio o manantial. Alrededor de ellos el bosque es más verde, por la presencia del agua, y se los distingue muy bien desde el aire. En sus cercanías crecen los higuerones (Ficus sp.), que tienen hojas verdes en forma permanente.

Estos jagüeyes juegan un rol muy importante en el bosque seco, porque son las únicas fuentes de agua durante la prolongada época seca. Las funciones ecológicas de los jagüeyes son las siguientes:

  1. Constituyen las únicas fuentes de agua para la fauna de los bosques secos. A ellos acuden numerosas especies para beber y son los abrevaderos naturales de las especies más importantes del bosque. En ellos es posible observar durante el día y en la noche a venados, sajinos, gatos silvestres (puma, ocelote, gato silvestre) y a muchas aves (palomas, loros y granívoros pequeños) tomando agua.
  2. Son lugares de concentración de depredadores para cazar, por el alto número de animales que los visitan para beber. A ellos acuden el puma para cazar venados, el gato silvestre para cazar aves, y varias aves de presa (halcones y otros) para cazar pequeñas aves y ratones. Durante el atardecer y la noche son lugares frecuentados por los murciélagos insectívoros. También son lugares de concentración de las garzas, que buscan aquí los peces y los anfibios de los que se alimentan.
  3. Son lugares frecuentados por especies terrestres que prefieren la cercanía del agua. Aquí encontramos especialmente a la colambo (Boa constrictor); al chilalo (Fumarius leucoptus), que busca el barro para construir sus nidos; y a los martines pescadores (Ceryle torquata y Chloroceryle americana).
  4. Son lugares de refugio de la fauna acuática, que sobrevive en ellos durante la prolongada época de sequía. En los jagüeyes existe una extraordinaria concentración de peces, crustáceos (cangrejos y camarones) e insectos acuáticos. Estas especies se concentran en los últimos restos de agua a la espera de la próxima estación de lluvias. Cuando el nivel del agua es muy escaso, varias especies de crustáceos y peces pequeños se refugian entre la materia orgánica y el barro húmedo, donde logran sobrevivir. Otras especies sobreviven en forma de huevos, que depositan entre la materia orgánica y el barro. Cuando llegan las lluvias, que pueden ser muy intensas durante un Fenómeno de El Niño, y las quebradas tienen agua, se produce una verdadera explosión demográfica de las especies acuáticas, que desde los jagüeyes inician la repoblación de las quebradas

La función de los jagüeyes en el ecosistema merece ser investigada por su importancia para el manejo de la fauna, la conservación de especies y la repoblación de los cauces secos durante los fenómenos de El Niño, porque en ellos sobreviven muchas especies acuáticas en espera de las lluvias.

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Los Bosques Secos del Marañón

El valle medio y alto del río Marañón, que corre de sur a norte, entre las cadenas occidental y central de la cordillera de los Andes, presenta características muy especiales. Desde los 9º 30′ L.S. hacia el norte; el piso inferior es seco debido a las bajas precipitaciones por el encajonamiento del valle, pues las cadenas de montañas no permiten el paso de las nubes y de precipitaciones abundantes. La cordillera Central, ubicada entre el Marañón y el Huallaga, se constituye en una barrera para los vientos cargados de humedad provenientes de la parte amazónica.

El clima del valle es cálido y seco en las partes bajas, y templado y húmedo en las laderas. En esta porción del valle seco del Marañón se distinguen tres comunidades principales:

  • Los ríos: con el lecho y las orillas desnudas o con escasa vegetación.
  • El bosque de galería: siempre verde y que acompaña a las orillas de los ríos. El verdor del bosque se debe a las aguas subterráneas superficiales por la cercanía de los ríos.
  • El bosque seco: con abundancia de cactáceas, arbustos espinosos y el ceibo o barrigón (Eriotheca discolor). Las laderas del valle, encima de los 1 500 msnm en el norte y de los 2 900 msnm en el sur, son formaciones vegetales que pasan del tipo seco al tipo húmedo y lluvioso, hasta llegar a la puna o jalca.

La fauna del valle del Marañón tiene tres grupos de especies:

  • Relacionadas con el bosque seco del lado del Pacífico: al menos un 50% de las especies se encuentran también en el valle del Marañón.
  • Relacionadas con la Amazonía: oso hormiguero (Tamandua mexicana), jaguar, lobito de río (Lutra longicaudis), sajino, guacamayo rojo (Ara militaris), pato criollo (Cairina moschata).
  • Elementos propios o endémicos, debido al prolongado aislamiento. Es una de las regiones del país con el más alto índice de endemismos.

Entre las aves endémicas destacan: paloma del Marañón (Columba oenops), perico del Marañón (Forpus xanthops), canastero del Marañón (Phacellodomus dorsalis), Melanopareia maranonica, Turdus maranonicus, Incaspiza ortizi, Incaspiza laeta, Incaspiza watkinsi. Los principales reptiles endémicos son: jergón shushupe (Bothrops hyoprora), Anomalepis spinosus, Dipsas latifasciata, Tropidophis taczanowskii, Phyllodactylus interandinus, Tropidurus stolzmanni.

A pesar de su interesante fauna y los endemismos existentes, el valle del Marañón no cuenta con un área protegida. Es de urgente necesidad delimitar varias áreas protegidas, antes que la destrucción de los ecosistemas avance hasta situaciones irreversibles

En esta región es urgente profundizar los estudios científicos sobre las especies endémicas, la flora y la fauna. La ocupación humana está avanzando en forma muy acelerada y se corre el riesgo de perder parte de nuestro patrimonio natural con la extinción de especies únicas a nivel nacional y mundial. La heterogeneidad del espacio y su desplazamiento latitudinal lo hacen muy interesante para estudios científicos y para el establecimiento de áreas de protección del patrimonio natural.

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