Cultura Prehispánica de Caral

Cultura Prehispánica de Caral. La cultura de Caral, considerada la más antigua de América al desarrollarse hace 5,000 años en la costa central de Perú, realizó intercambios comerciales con otras sociedades de los Andes, la Amazonía, el sur de Ecuador y el norte de Chile, según su descubridora, la arqueóloga Ruth Shady.

La investigadora, que dirige la Zona Arqueológica de la cultura prehispánica de Caral (ZAC), confirmó las relaciones interculturales que tuvieron los habitantes de Caral gracias a los hallazgos encontrados en Áspero, que en su día fue la ciudad pesquera de esta civilización.

Shady sostuvo que Caral ofrecía algodón y pescado deshidratado, en su mayoría anchoveta, a cambio de productos de zonas remotas como plumas de guacamayos y caracoles de la Amazonía, tubérculos andinos como la oca o conchas spondylus de las aguas tropicales de Ecuador, que utilizaban para elaborar adornos y collares.

«En Áspero ha habido una fuerte presencia de bienes de la Amazonía. Estamos investigando por qué hay una presencia tan fuerte de la selva. Las relaciones se dieron en condiciones de paz, respetando las diferencias étnicas y religiosas», indicó Shady.

Estos hallazgos demuestran que la primera civilización de América mantuvo relaciones con otros grupos sociales supuestamente menos desarrollados que habitaban a no menos de 400 kilómetros de distancia y a los que les separaba los Andes, una abrupta cadena montañosa que supera los 5,000 metros de altitud.

Cultura Prehispánica de Caral Ubicación

LAS CULTURAS PRE-INCAS: CULTURA CARAL

Se halla situado en el distrito de Supe de la provincia de Barranca del departamento de Lima, a 184 km al norte de Lima Metropolitana, y a 23 km de la costa del Océano Pacífico, en un espacio geográfico conocido como el Norte Chico. Para llegar al sitio arqueológico se debe tomar un desvío a la altura del km 184 de la Panamericana Norte, vía que se despliega por la margen derecha del río Supe; al llegar al centro poblado de Caral se debe seguir el desvío hacia el parador turístico, hasta el puente peatonal. Desde ahí se debe caminar aproximadamente 20 minutos hasta el Centro de Recepción.

Cultura Prehispánica de Caral Medio geográfico

Caral es el más imponente de todos los asentamientos urbanos del Formativo Inferior situados en el valle medio inferior de Supe. Dichos asentamientos son ocho en total: Pueblo Nuevo, Cerro Colorado, Allpacoto y Llapta (en la margen derecha) y Lurihuasi, Miraya, Chupacigarro y la misma Caral (en la margen izquierda). La zona se encuentra encerrada por la configuración de la cordillera: hacia el oeste los cerros de ambos lados del valle se cierran formando una garganta; lo mismo ocurre hacia el este. En total son 10 km de largo que conforman una sección de valle fértil, bien definido y de fácil control.

Si hablamos de todo el espacio geográfico del valle de Supe (zona del litoral y valle medio y bajo), existen en total 20 asentamientos, pero los que muestran mayor extensión, complejidad y monumentalidad arquitectónica son los 8 mencionados anteriormente, entre los que destaca nítidamente Caral, que indudablemente habría tenido un rango preeminente entre todas.

Cultura Prehispánica de Caral Antigüedad

La Ciudad Sagrada de Caral – Supe es un sitio arqueológico de 5000 años de antigüedad que abarca 66 hectáreas. Está emplazado en una meseta desértica y árida que domina el valle fértil del río Supe. Sus orígenes se remontan al periodo arcaico tardío de los Andes Centrales y hacen de él el centro de civilización más antiguo de las Américas. La ciudad, excepcionalmente bien preservada, es impresionante por la concepción y complejidad de sus elementos arquitectónicos y espaciales, sobre todo las plataformas monumentales de piedra y tierra y los patios circulares bajos.

Caral es uno de los 19 asentamientos urbanos de la región y su arquitectura, compleja y monumental a la vez, comprende seis grandes estructuras piramidales. El hallazgo de un quipu (pieza textil de cuerdas con varios nudos y colores, anudado a otros ramales similares y que se utiliza para registrar y transmitir relatos, noticias y cuentas) atestigua el grado de desarrollo y complejidad alcanzado por la civilización de Caral. El plano de la ciudad y algunos de sus componentes –en particular, las estructuras piramidales y el conjunto residencial de la clase dominante– atestiguan claramente la existencia de funciones ceremoniales reveladoras de una fuerte ideología religiosa.

Cultura Prehispánica de Caral Era: Período Arcaico Tardío (3000-1500 aC)

Mucho antes que los Incas y al mismo tiempo las civilizaciones como la mesopotámica, egipcia, india y china (3000 y 2000 aC) floreció la ciudad de Caral, ubicada al norte de la ciudad de Lima, su construcción fue la primera expresión americana de un asentamiento urbano precerámica con arquitectura monumental en un área de más de 10 hectáreas. Más tarde, en la sierra norte, fue Chavín logrado avances significativos en la arquitectura, la ingeniería y la agricultura.

Caral es uno de los 19 asentamientos identificados en el valle de Supe. Con una superficie de alrededor de 66 hectáreas, la ciudad cuenta con una serie de complejos tales como la Gran Pirámide, el Templo del Anfiteatro y los barrios residenciales de la élite. Todos los asentamientos tuvieron, por lo menos, una plaza circular hundida en asociación con una estructura piramidal.

A raíz de las investigaciones de los yacimientos, se llegó a la conclusión de que Caral ejercía como capital económica de una amplia región gracias a su trabajo de agricultura, cuyos productos intercambiaba con los pescadores de la costa u otras poblaciones. Esto se entiende al comprobar la abundancia de restos de productos marinos en Caral, estando ésta a unos 20 Km. de distancia de la costa más cercana. La centralidad de Caral, a la vista de los estudios, fue ejercida de una forma completamente pacífica durante un periodo que podría ser de 500 a 1000 años, durante los cuales Caral no dejó restos de fabricación de armas, testimonios o evidencias de haber organizado un ejército o liderado una guerra sobre la que dejar constancia. Esta posibilidad ha sorprendido a investigadores de varios ámbitos que se interesaron por Caral. Además, en la época también estaban los quipus que utilizaban como medio de mensajes para comunicarse

Las fuertes ráfagas de viento sobre las arenas de Caral: Una fuerza viva que los antiguos pobladores presuntamente trataron de reproducir en sus flautas. Elaborado a partir de huesos de cóndor y pelícano, las primeras 32 flautas en el sitio arqueológico representa una de las mayores sorpresas producidas en Caral. En 2001, investigadores realizaron el Taller de Investigación arqueo-Musicología sobre las flautas de Caral, en un intento de reproducir el sonido de cada uno de ellos, al igual que los antiguos pobladores podría haber escuchado en 3000 antes de Cristo.

Hoy en día, la Dra. Ruth Shady, la arqueóloga y directora general de la investigación del proyecto, viaja permanentemente a Caral para continuar con los trabajos de excavación e investigación.

Cultura Prehispánica de Caral Cronología

  • 1905. Max Uhle anuncia los primeros descubrimientos arqueológicos de Supe.
  • 1941. Willey y Corbett llevan a cabo las primeras excavaciones en la zona.
  • 1970. Willey y Mosley toman en cuenta que las lomas originalmente identificadas como formaciones naturales son en realidad pirámides escalonadas. El mismo año, excavaciones de Feldman indican que el sitio fue un asentamiento precerámico.
  • 1994. Reconocimiento Arqueológico se lleva a cabo con el apoyo del Instituto Nacional de Cultura y la National Geographic Society, dirigido por la Dra. Ruth Shady. La investigación identifica 18 asentamientos, pero el trabajo continúa sin saber exactamente qué periodo al que pertenecen.
  • 1996. Un programa de excavaciones en Caral se pone en marcha, una vez más con el apoyo de la National Geographic Society. El proyecto opta por Caral, ya que es uno de los asentamientos más grandes y mejor conservados de la zona. Por primera vez, los investigadores confirmar las fechas Caral remonta a la época precerámico.
  • 1997. Los trabajos de excavación continúa, esta vez con el apoyo de la Universidad San Marcos.
  • 2000. Carbono 14 confirma la edad de Caral.
  • 2001. World Monuments Fund incluye Caral en la lista mundial de los 100 monumentos en peligro de desaparecer.
  • 2009. Declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad – UNESCO

Cultura Prehispánica de Caral , cuna de la civilización andina

Se ha planteado sobre Caral que fue cede de una comunidad formada por varios linajes y dirigida por las cabezas o representantes de dichos linajes (Shady, Dolorier y Casas 2000) en donde uno de ellos sería el «principal» (¿Curaca?) y los otros sus contrapartes. Los Curacas de estos linajes conducirían y organizarían la vida de los habitantes de las diversas ciudades y pueblos contemporáneos a Caral como:

  • Espero
  • Allpacoto
  • Miraya
  • Kotosh
  • La Galgada

Todos ellos compartían una misma tradición y formaron una amplia y bien organizada red de reciprocidad e intercambio (Shady, Dolorier y Casas 2000). Caral debió ser la cabeza de toda esta red.

El Norte Chico y sus Encantos": Patrimonio Cultural "Caral" | Cradle of  civilization, Aztec symbols, Ancient origins

Lo que los mantuvo unidos fue la religión, que se usó como medio de cohesión y coerción (Shady 2004). La religión en esa época fue la política del estado para el control de la población (Shady 2004), de la producción de bienes y su circulación. Ello está representado en los grandes monumentos de carácter religioso (las pirámides) con sus plazas, atrios y altares del fuego sagrado en donde se llevaron a cabo las diferentes festividades del calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural (Shady 2004). Las periódicas reuniones y actividades conjuntas como la renovación de las pirámides permitían el reconocimiento del poder y fortalecían la identidad cultural (Shady 2004).

Todo lo anterior es la base de la civilización andina y están presentes en Caral como los exponentes más antiguos de las principales instituciones peruanas de la época prehispánica, como la reciprocidad (sistema de intercambio y circulación de bienes y servicios), el calendario ceremonial (ligado a la producción, el cultivo y la pesca) o la construcción y renovación de los templos, entre las más destacadas

Caral

Etapas

La civilización creada por la cultura Caral se prolongó entre el 3000 a. C. y el 1800 a. C. Según los arqueólogos del PEACS, su historia puede dividirse en seis periodos:

– Período Remoto: se trataría del periodo anterior al 3000 a. C., antes de que la ciudad de Caral fuera construida. En esta fase, varios grupos familiares crearon asentamientos en el valle de Supe y, aprovechando los humedales, comenzaron a trabajar la tierra.

– Período Antiguo: (2900 a. C. a 2600 a. C.): corresponde a la fundación de Caral, así como de otros asentamientos en la zona central del valle de Supe. Fue entonces cuando se levantaron los primeros grandes edificios abiertos.

– Período Medio Inicial: (2600 a. C a 2400 a. C.): el diseño urbano de Caral fue modificado y se agregó más volumen a sus pirámides. Además, se construyeron las plazas circulares. En el ámbito político, fue cuando se formó un gobierno estatal.

Período Medio: (2400 a. C. a 2200 a. C.): las pirámides y otros edificios continuaron ampliándose y remodelándose. A estos edificios se les unieron nuevas plataformas y plazas.

– Período Medio Tardío: (2200 a. C. a 2100 a. C.): además de realizarse más remodelaciones, se construyeron las plazas sobre plataformas rectangulares. El centro urbano de Era de Pando ganó prestigio y se convirtió en un nuevo punto de desarrollo en el valle.

– Período Tardío: (2100 a.C. a 1800 a. C.): ante la reducción de la mano de obra, las construcciones comenzaron a utilizar piedras más pequeñas. En este periodo de decadencia se enterraron algunas estructuras de la ciudad. Finalmente, Caral fue abandonada.

Cultura Prehispánica de Caral Decadencia

Las evidencias encontradas indican que sobre el 1800 a. C. los asentamientos de esta cultura en el valle del Supe fueron abandonados. No se sabe a ciencia cierta las razones de dicho abandono, pero los expertos han propuesto varias hipótesis.

En líneas generales, se piensa que la causa fueron varios eventos naturales, como terremotos y los efectos del fenómeno de El Niño. Se han encontrado pruebas de una fuerte actividad sísmica en algunos templos de la región, tanto en la ciudad de Caral como en Áspero. Esos edificios muestran grietas de considerable tamaño y desniveles entre los pisos.

En el caso de El Niño, es probable que causara fuertes inundaciones y que provocara que la agricultura colapsara. Además, la violencia del viento pudo ocasionar grandes tormentas de arena que cubrieron los campos de cultivo del valle.

Estas circunstancias obligaron a los habitantes de los asentamientos del valle del Supe a trasladarse a otros lugares y construir nuevos asentamientos. En esa época aparecieron nuevos centros religiosos y administrativos en los valles costeros cercanos, en la sierra y en el norte. Según los expertos, esos centros fueron la continuación de la cultura Caral.

Cultura Prehispánica de Caral Arquitectura.

Cultura Prehispánica de Caral Pirámides de Caral

El ámbito en el que más destacaron los caral fue en el de la arquitectura. Esta civilización se distinguió por sus construcciones monumentales, como los montículos de plataforma de terraplenes y plazas circulares hundidas.

Los constructores de esta cultura levantaron ciudades con pirámides, anfiteatros hundidos y ductos subterráneos que conducían el viento para que sus fuegos no se apagaran. Los muros eran de piedra y adobe, materiales unidos mediante argamasa, barro, granodiorita y arcilla fina. También utilizaron madera y caña.

Cultura Prehispánica de Caral El Altar del Fuego Sagrado,

Un aspecto interesante en sus construcciones era su capacidad para resistir sismos. Para ello utilizaban la técnica de shicras, que consiste en el uso de bolsas de fibras rellenas de piedra como parte de los cimientos.

Esas bolsas se utilizaron también para construir las plataformas de los templos, como lo que se dotaba de estabilidad a la base y se prevenían los derrumbes causados por los terremotos. Los arquitectos caral usaron esta técnica sismo-resistente hace unos cinco mil años.

Cultura Prehispánica de Caral Pirámide Mayor

La Pirámide Mayor era el edificio de este tipo de mayor tamaño y volumen en la ciudad sagrada de Caral. Sus funciones eran las de servir como centro religioso y administrativo y estaba construido para que fuera el foco de toda la vida de la ciudad.

Sus componentes arquitectónicos principales eran la plaza circular hundida y la propia pirámide. Esta estaba rodeada de plataformas escalonadas. Las paredes estaban construidas con piedra y su tamaño alcanzaba los 149 metros de largo y los 170 de ancho. La altura hacia el sur era de 19 metros, mientras que al norte era de 29 metros.

Cultura Prehispánica de Caral Templo del anfiteatro

También en la ciudad de Caral, el templo del anfiteatro era un complejo amurallado con funciones religiosas. Estaba situado en una plaza circular con una antesala al templo. En ambos lugares se concentraba una multitud de espectadores cuando se iban a realizar ceremonias.

Los accesos al interior del templo iban reduciendo su tamaño hasta llegar a la estancia más importante, en la cual solo podían acceder las élites religiosas.

En las ruinas de este templo se han encontrado varios instrumentos musicales, como 38 cornetas elaboradas con hueso de camélidos y 30 flautas traversas. Según los expertos, es una prueba más de la importancia que daba la cultura caral a la música en sus rituales.

Áspero

Además de en la ciudad de Caral, se han encontrado ejemplos de la arquitectura de esta civilización en otros asentamientos. Un ejemplo es Áspero, una ciudad cercana a la desembocadura del río Supe.

Este complejo arqueológico fue construido en el Periodo Arcaico tardío y es considerada como la localidad pesquera más antigua de todo el continente americano.

Cultura Prehispánica de Caral Religión

Los estudios de la civilización caral muestran que era predominantemente religiosa, solían hacer rituales y ceremonias, quemando artefactos importantes para ellos en el cuadrado. Tenían un punto de vista diferente de la vida (cosmovisión). Creían en la armonía del espacio y la preservación del medio ambiente, porque los humanos somos una pequeña parte del universo.

Caral fue administrado por cierto tipo de personas que tenían conocimientos de astronomía y religión. El grupo principal que tenía el control de esta civilización tenía el objetivo de realizar observaciones astronómicas para elaborar calendarios agrícolas y establecer el tiempo conveniente para plantar y cosechar.

Los edificios de esta civilización están hechos por los resultados de la observación astronómica y del honor de sus dioses como El Sol, La luna y las estrellas, etc. (que representaron como seres divinos).

Hicieron templos para venerar a sus dioses y celebrar rituales. De hecho, los señores que gobernaron podrían parecer que pueden comunicarse con sus dioses que garantizan el orden social.

Una huanca en Caral. Se trataban de piedras verticales sagradas en torno a los que se realizaban rituales, cultos y ofrendas

Como se ha señalado, la religión fue el principal factor de cohesión social en la cultura caral y fue lo que mantuvo unidos a los habitantes del valle de Supe.

Los dirigentes de esta civilización se presentaban como los intermediarios entre el pueblo y los dioses y los ancestros.

La administración de Caral estaba en manos de una élite con conocimientos religiosos y astronómicos. Esto último les servía para elaborar los calendarios agrícolas y, así, indicar los mejores momentos para plantar y cosechar.

La ciudad sagrada de Caral, tal y como demuestran sus enormes templos y pirámides, era el centro religioso de esta civilización. Se piensa que era un punto al que acudían numerosos peregrinos desde otras partes del valle o, incluso, desde regiones más lejanas, con el fin de formar parte de las ceremonias rituales.

Cultura Prehispánica de Caral Mitos, ceremonias, ritos y ofrendas

Los sacerdotes que se encargaban de las ceremonias utilizaban una gran variedad de objetos con significados simbólicos. Cada tipo de celebración requería el uso de objetos diferentes. Entre estos se encontraban moluscos, textiles quemados, figuras modeladas, artículos de piedra, madera o hueso, instrumentos musicales o cabellos humanos.

Se han encontrado también algunos objetos elaborados con huesos de camélidos que tienen forma de inhaladores, así como contenedores de conchas de caracol de la selva. También se han hallado restos de otro tipo de caracol típico de los parajes desérticos y que está asociado con el cactus San Pedro, conocido por sus efectos alucinógenos.

En las ceremonias, realizadas en los templos, se ofrecían ofrendas a los dioses, desde trozos de cuarzo, alimentos o choros. Otro tipo de ofrendas eran las denominadas enrejadas, que consistían en ejes florales de cabuya que se ataban entre sí.

Cultura Prehispánica de Caral La música.

Se han recuperado tres conjuntos musicales, conformados por instrumentos de viento, que ratifican la práctica musical colectiva y la organización compleja en la sociedad de Caral. Ellos estuvieron asociados con caracoles, como instrumentos de percusión.

Las actividades religiosas y sociales incluyeron ejecuciones musicales, a cargo de grupos especializados en esta elaborada expresión artística.

El arte musical tuvo un rol importante en las actividades de la población; esta tradición ha continuado como parte de la herencia cultural de las sociedades andinas de todos los tiempos.

Las actividades religiosas y sociales incluyeron ejecuciones musicales, a cargo de grupos especializados en esta elaborada expresión artística.

El arte musical tuvo un rol importante en las actividades de la población; esta tradición ha continuado como parte de la herencia cultural de las sociedades andinas de todos los tiempos.

La música ha sido, desde los albores de la civilización andina, parte fundamental del ceremonial y la religiosidad. Prueba de ello es el hallazgo de 32 flautas depositadas como ofrendas bajo el piso de la plaza circular en la Pirámide del Anfiteatro. 

Fueron colocadas sobre una piedra cortada acompañadas por un canto rodado a un lado y al otro por una figurina de barro crudo sin rostro que se deshacía al tacto, todo cubierto por más piedras cortadas. Se les ha clasificado como «flautas traversas», pues son tubos delgados con un orificio central de forma ovalada que sirve de embocadura.

Sólo en dos casos dicha abertura es rectangular. En el fondo de la embocadura un triángulo hecho de arcilla cruda sirve de tabique regulador que distribuye el aire entrante hacia ambos extremos. Fueron elaboradas usando huesos de ala de pelícano. Las flautas están decoradas con representaciones de monos, aves, serpientes y figuras humanas. Algunas no presentan ningún tipo de decoración.

En otro sector de la misma Pirámide del Anfiteatro fue hallado otro conjunto de 38 instrumentos de vientos, posiblemente cornetas hechas con hueso de camélido o venado. Estas no tienen embocadura sobre el tubo y su superficie está decorada con canales horizontales.

Cultura Prehispánica de Caral Economía

La cultura caral estableció una especie de red de asentamientos a lo largo del río Supe. Algunos de ellos eran localidades costeras, mientras que otras estaban ubicadas en la sierra. Estos provocaban que se produjeran diferentes materias, que después eran intercambiadas utilizando el trueque. El centro de dicha red era la ciudad de Caral.

Además de en este aspecto, la economía caral se caracterizó por la importancia de la especialización en las tareas.

Actividades económicas

La principal actividad económica de la cultura caral fue la agricultura intensiva. A pesar de la simplicidad de las herramientas utilizadas, como los palos o las astas para cavar, los campesinos lograron cultivar numerosos productos destinados a la alimentación, la textilería o el trueque.

Además del algodón, los principales cultivos eran la calabaza, el maíz, la papa, el ají, el maní, la achira o el camote.

Los habitantes del valle construyeron una serie de canales de riego bastante simples para llevar el agua del río a los campos de cultivo.

Como se ha comentado, el comercio tenía lugar principalmente entre los habitantes de los diversos asentamientos caral. Los asentados en el litoral aportaban pescado y marisco, los de los valles costeros llevaban frutas y algodón y los de la sierra alta sus productos agrícolas y de pastoreo. ​

Se han encontrado evidencias de que la red comercial se extendió fuera de los asentamientos de su cultura. En los yacimientos caral se han encontrado productos de la sierra como las plumas de cóndor, de la selva, como pieles de primates y de la costa ecuatorial, como el spondylus.

Estos intercambios no se limitaron a los productos materiales, sino que también compartían conocimientos.

Cultura Prehispánica de Caral Tecnología agrícola

Los investigadores han encontrado pruebas de que la cultura caral dedicó a grupos de trabajadores especializados en la mejora de las especies y del rendimiento de los cultivos. Para ello utilizaron la manipulación genética de las diferentes variedades de plantas y la elección de las mejoras semillas.

El resultado fue cosechas con productos de mayor tamaño y mejor calidad. Además, también lograron que fueran más resistentes ante las plagas.

Un ejemplo de estas técnicas de selección fue el algodón, que fue sometido a un proceso de mejora para conseguir que sus fibras fueran más largas, tuviera más colores y el rendimiento creciera.

Textilería

La cultura caral logró desarrollar de manera notable la textilería, cuya principal materia prima era el algodón. Otros materiales que usaban en sus textiles fueron el junco, la cabuya o el totora.

Las fibras de algodón eran utilizadas para elaborar vestidos, que consistían en piezas llanas sin decoración. En su elaboración utilizaban las técnicas del entrelazado y el torzal. La textilería caral también elaboraba calzados, sogas, redes de pescar, cordeles y bolsas. ​

Quipus

Ilustración de un quipu

Otro ejemplo de textilería caral fueron los quipus, un conjunto de hilos con nudos que utilizaban los incas para conservar información estadística o como medio de transmitir mensajes.

Los arqueólogos encontraron en la pirámide de La Galería unos restos que han sido identificados como uno de esos quipus. De confirmarse esa interpretación se trataría del más antiguo de Perú.

Un hallazgo que parece corroborar el uso de quipu por la cultura caral son unas representaciones pictóricas de esos objetos en las plataformas de la Pirámide Menor de la capital.

Cerámica

Dado que la cerámica no se introdujo en los Andes centrales hasta el 1800 a. C., la cultura caral no llegó a practicarla. Lo más parecido fue la elaboración de figurillas antropomorfas de arcilla sin cocer.

Según Ruth Shady, la cultura caral no necesitó la cerámica, puesto que contaban con utensilios que podían cumplir parte de sus funciones prácticas, como las calabazas (como recipientes), cucharas de madera y platos elaborados con piedra.

Las pequeñas figuras antes mencionadas se dejaban secar al sol y representaban ídolos masculinos y femeninos. La hipótesis más probable es que se usaran en los rituales relacionados con la fertilidad o en aquellos celebrados para renovar los edificios.

Por otra parte, los investigadores piensan que esta cultura sí pudo conocer la existencia de la cerámica por sus contactos con las poblaciones al norte del actual Perú. A pesar de esto, no llegaron a utilizarla, ni siquiera para realizar adornos para las élites.

Medicina

Se han encontrado bastante evidencia que prueban el uso de plantas medicinales en los asentamientos de esta cultura. Buena parte de esas plantas han sido hallada en contextos relacionados con los enterramientos.

Uno de los productos que más han aparecido son paquetes de tallos y hojas de sauce, con propiedades contra el dolor de cabeza.

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