Tipos de moluscos

Cuerpo de los moluscos

El cuerpo blando de los moluscos se estructura en dos grandes zonas, la cabeza-pie y la masa visceral.
La cabeza-pie representa la parte más importante del animal al contener la boca, los órganos sensoriales y los locomotores. Los órganos sensoriales pueden ser simples sistemas de recepción de señales u ojos bien desarrollados como ocurre en el grupo de los cefalópodos (pulpo y calamar).
La boca presenta un órgano representativo en los moluscos, la rádula. Es una membrana alargada que contiene una serie de dientes quitinosos dispuestos en filas. Presenta dos funciones principales: arranca o rasga materiales que sirven de alimento, y los empuja o transporta hacia el tubo digestivo más interno.
Aunque estos dientes son resistentes, el continuo empleo de los mismos los termina desgastando, por lo que el molusco se ha visto obligado a renovarlos varias veces durante su vida.
El pie es una estructura muy variable según el medio en el que se desarrolle el molusco. Así, aunque su forma más típica es la de una suela de zapato, las formas nadadoras lo han modificado hasta convertirlo en aletas. El pie sirve para desplazarse y fijarse al sustrato.
La masa visceral constituye la zona blanda del cuerpo al englobar los aparatos digestivos, respiratorio, circulatorio y reproductor. Al ser una zona tan sensible se encuentra recubierta por un tejido denominado manto. Este tejido no solamente protege la masa visceral, sino que es la responsable de la síntesis de la concha en aquellos grupos que la presentan. La concha es una estructura que sirve como protección frente al ataque de depredadores. Tiene tres capas, siendo la más interna, la que está en contacto con el cuerpo del animal, la que presenta el aspecto nacarado.
Entre la masa visceral y el manto existe un espacio denominado cavidad del manto de suma importancia en la biología del animal. Además de contener los órganos respiratorios (branquias o pulmón), es la región donde se descargan los productos de los aparatos reproductor, digestivo y excretor, ya que existen corrientes que permiten el movimiento de todos ellos.
Reproducción de los moluscos

La reproducción es sexual con organismos dioicos o de sexos separados, aunque se han encontrado hermafroditas.

 

Tipos de moluscos

Caudofoveados y solenogastros

Moluscos marinos de tamaño reducido y carentes de concha. Tienen una forma alargada que recuerda a los gusanos.
Apenas representan el 1% de los moluscos. Son muy primitivos, considerándoles los moluscos más cercanos al molusco fundador de este gran filo.
Poliplacóforos

Su nombre científico indica la presencia de placas en su estructura. Son ocho placas dorsales que presentan el mismo color de las rocas donde se fijan mimetizándose.
Aunque son animales móviles, apenas se desplazan. Únicamente lo harán cuando busquen su alimento, las algas diminutas dispuestas sobre las rocas.
Escafópodos

Tienen un cuerpo alargado con una longitud que oscila entre los 2 a 5 cm de longitud. Este hecho y el que sean ciertamente finos, les ha hecho ganarse el nombre común de conchas diente o conchas colmillo. Siguen siendo moluscos primitivos, carentes de ojos y branquias por ejemplo. Sin duda, el hecho más importante es la forma de su concha, la cual presenta orificios por los dos extremos.
Gasterópodos

Constituye un grupo más evolucionado dentro de los moluscos y, sobre todo, diversificado. Son 40.000 especies vivas, por lo que es el grupo principal de este filo, siendo las más conocidas los caracoles, babosas, lapas y caracolas.
Presentan una concha univalva, es decir, sólo está constituida por una única pieza. La parte más apical recibe el nombre de ápice, sobre la cual se encuentra la primera vuelta de la concha y, por tanto, la más antigua. Nuevas vueltas de la concha van rodeando a la primera siguiendo un eje central o columnilla. Este proceso de arrollamiento puede darse hacia el lado derecho o hacia el lado izquierda. La última vuelta deja una abertura que en algunos casos puede estar tapada por una lámina córnea denominada opérculo. Esto sucedería cuando el animal se introduce en el interior ante una amenaza externa.
Curiosamente, un grupo de gasterópodos decidió colonizar la superficie terrestre, lo cual determinó un cambio en su sistema de intercambio de gases, es decir, en la respiración. Son los pulmonados, que perdieron sus branquias para desarrollar un manto nuevo capaz de funcionar a modo de pulmón.
Bivalvos

Se conocen bajo las formas de los mejillones, almejas y ostras. Al ser animales filtradores carecen de la rádula raspadora, típica de la mayoría de los moluscos.
Como el nombre indica el cuerpo del animal está protegido por dos valvas que van a constituir la concha. Se unen por una charnela situada dorsalmente. La apertura y cierre de la concha es un juego de músculos y ligamentos que se contraponen unos con respecto a otros.
En este grupo de animales el pie juega un importante papel en la locomoción. En un primer momento lo introduce en la arena para a continuación hincharlo de sangre. Este hecho, el bombeo de sangre desde el cuerpo al pie, va a conferir una propiedad de ancla a este órgano. Y, efectivamente, el pie hinchado por la sangre hace que se fije fuertemente al sustrato. Después la contracción de los músculos hace que el pie tire del cuerpo y, por lo tanto, avance.
Otro elemento importante en la vida de estos animales son las branquias. Aparte de su función conocida en la respiración, desempeñan un papel importante en la alimentación del animal. Los materiales orgánicos van a discurrir, gracias a las corrientes respiratorias, por las branquias hasta la boca. Aquellas sustancias que presentan un peso elevado caen, mientras que las partículas pequeñas continúan inmersas en las corrientes con dirección al tubo digestivo.
Cefalópodos

Este grupo incluye formas totalmente marinas, las cuales son consideradas las formas más evolucionadas dentro de los moluscos. Son los pulpos, los calamares, los nautilos y las sepias, todos ellos auténticos depredadores del mundo marino. En las costas de la Península Ibérica e Islas Baleares y Canarias, son muchos de los representantes que uno puede encontrar. Por ejemplo, la Sepia officinalis se encuentra en las costas peninsulares del Mediterráneo, desde el litoral hasta los 200 m de profundidad.
La existencia del pie modificado en la cabeza da nombre al grupo, que utiliza este pie para nadar. Este órgano ha sufrido una fuerte modificación, convirtiéndolo en una especie de embudo o sifón que de forma violencia libera una cantidad enorme de agua que va a utilizar para propulsarse. Además, presentan en la cabeza una serie de tentáculos.
La mayoría de los cefalópodos acoplan a la natación un mecanismo de defensa. Presentan en su interior un saco o bolsa de la tinta donde alojan una sustancia pigmentada y oscura. Cuando son atacados por un depredador liberan la «tinta» que va a enturbiar el agua desorientando al depredador, mientras que el cefalópodo aprovecha para desaparecer del lugar.
Pero es el sistema nervioso la características que demuestra que los cefalópodos son los moluscos más complejos y, para este carácter, los invertebrados más desarrollados. Presentan un cerebro lobulado con infinitas conexiones entre los millones de células nerviosas que presentan. Este cerebro se encuentra protegido por un tejido cartilaginoso que actuaría a modo de cráneo.
El aumento de complejidad en el cerebro de los cefalópodos, con centros motores y sensitivos, ha supuesto la aparición de una característica que todavía era desconocida en el reino animal, el poder de aprendizaje. Van a ser capaces de recordar un hecho o un comportamiento exitoso para llevarlo a cabo de nuevo.
Además del sistema nervioso, son los órganos de los sentidos otro de los elementos diferenciadores, en cuanto al desarrollo, entre los cefalópodos y el resto de invertebrados. Presentan ojos bien desarrollados y un sentido del tacto capaz de distinguir texturas, si bien no disponen de oído alguno.
También presentan órganos luminosos utilizados para la transmisión de información, para comunicarse. En la piel de estos animales existen unas células que contienen gránulos de pigmentos y sustancias reflectores que van a permitir cambiar el color del cefalópodo en función de lo que se quiera comunicar.
Por ejemplo, previo a la cópula el macho exhíbe diferentes colores en lo que parece un cortejo para que la hembra se fije en él.