Teorias de la aparición del hombre. El Creacionismo o Teoría Creacionista junto a las demás teorías con conceptos teológicos de la evolución, por su propia naturaleza, a través de la teología estudian y definen de una u otra forma la vida, el origen del hombre, su destino y, en definitiva, su evolución.
La intención no es la explicación de otras corrientes filosóficas o religiosas con conceptos teológicos de la evolución, con mayor o menor grado de influencia del esencialismo o del evolucionismo, sino la de exponer estrictamente otras teorías de la evolución y origen del hombre de carácter científico.
Aunque tampoco se ha probado científicamente la no-existencia de un ser Divino; a mi juicio, el Creacionismo y otras teorías del origen del hombre basadas en conceptos teológicos no tienen carácter científico por la propia esencia de la ciencia; lo cual no quiere decir que una persona no pueda estar convencida de dicha existencia y no solo por un acto de fe.
La Teoría Creacionista o Creacionismo y otras teorías de carácter religioso porque está relacionada con las teorías de la evolución y muchas personas de una forma u otra las comparten.
Como la Teoría Creacionista no sigue el método científico en su más amplio sentido, no se puede hacer crítica alguna, solamente manifestar mi profundo respeto en las creencias religiosas de todo tipo.
Problemática similar surge al estudiar las posiciones o teorías sobre la existencia del alma-cuerpo (monismo y dualismo) y, aunque en menor grado, los conceptos mente-cerebro (conductismo lógico -Wittgenstein, identidad y funcionalismo) por encontrarse en el ámbito de la teología y la filosofía más que en el de la ciencia.
En todo caso, pienso que se pueden mantener la Teoría Creacionista o Creacionismo y demás posturas religiosas y, a la vez, aceptar cualquier otra teoría de la evolución, con una interpretación metafórica de determinadas explicaciones de carácter religioso al origen de la vida…
A pesar de que la Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida (TGECV), de 1992, no coincide con los planteamientos del movimiento del Diseño Inteligente, como la idea seudo tautológica del diseño del universo para permitir la vida biológica tal y como la conocemos; en líneas generales, se puede decir que coincide en el argumento esencial del mismo; esto es, la existencia de una evolución finalista consecuencia de un impulso vital intrínseco.
Obviamente, también sufre las mismas actitudes en cuanto a que la pretenden confundir con el Creacionismo o Teoría Creacionista y no admitir su carácter científico. ¡Cómo si la exclusión del carácter científico de una teoría por las buenas fuese precisamente un acto científico típico!
En referencia a las conexiones religiosas que se pudieran pensar, se puede entender que la Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida, aunque anclada totalmente en el método científico y la investigación experimental, apoya una visión religiosa en la misma medida en que confluyen todas las religiones, es decir, la citada existencia científica del citado impulso vital que parece dar sentido a la vida.
La demostración científica de que la evolución sea finalista no implicaría, en su caso, que todos los aspectos propugnados por el movimiento o Teoría del Creacionismo Inteligente en sentido amplio sean correctos, dada su amplitud y heterogeneidad.
Es más, en sentido estricto, la Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida (TGECV) no forma parte de dicha corriente o movimiento.
No obstante, el tema del Diseño Inteligente, me parece importante por las siguientes razones:
En definitiva, si el movimiento Diseño Inteligente es evolucionista de verdad, y creo que lo es, está trascendiendo el sentimiento religioso más allá de la joven humanidad, lo que, a mi juicio, es positivo e implica que se está racionalizando.
Ahora solo falta que la ciencia moderna emprenda un camino similar y abandone algunas de sus premisas decimonónicas que le impiden ser neutra respecto a conceptos tan importantes como la evolución de la vida.
La teoría de Lamarck es la teoría de la evolución basada en los factores medio ambientales y resumida en la frase la función crea el órgano se considera válida, pero no general. La razón es que la teoría de Lamarck ha de ser matizada en cuanto a los controles impuestos por la naturaleza para evitar el desarrollo efectivo de caracteres modificados por cambios medio ambientales no permanentes.
Las implicaciones filosóficas de la teoría de Lamarck indican la existencia de una inteligencia creadora distinta de la humana pues para que la función cree el órgano han de existir los mecanismos adecuados.
La teoría Darwinista considera como motor de la evolución la adaptación al medio ambiente derivado del efecto combinado de la selección natural y de las mutaciones aleatorias. Una breve descripción de la teoria de Darwin se encuentra en el capítulo .
A pesar de ser generalmente aceptada, ha planteado desde su inicio bastantes problemas desde el punto de vista científico. Antes de entrar a su enumeración, voy a analizar por qué se impuso a la teoría de Lamarck u otras de naturaleza similar. Al final de este apartado, después de la citada enumeración, comentaré las dificultades actuales para su rechazo o sustitución.
En la segunda mitad del siglo XIX, el racionalismo humanista se había extendido en todos los ambientes científicos y se encontraba en pleno apogeo. Ya existían suficientes indicios de que la edad de la Tierra era mucho mayor de lo que se había pensado; hacía falta una teoría de carácter científico que encuadrase al ser humano en la historia del planeta.
Por supuesto, la nueva teoría de la evolución tenía que cumplir con una condición aparentemente científica, se tenía que alejar completa y radicalmente de las ideas religiosas que tanto habían obstaculizado el desarrollo científico de los últimos siglos. Los viejos problemas de Galileo y Miguel Servet no se habían olvidado por la comunidad científica; ¡Esperemos que no se olviden nunca!
La teoría de Lamarck parecía muy lógica y razonable, pero adolecía de un problema, le estaba dando protagonismo a la vida fuera de la dimensión humana, había algo en el interior de las plantas y animales que evolucionaba de forma consciente y dirigida ante modificaciones medio ambientales.
Por una parte, la poderosa influencia de las ideas religiosas, todavía hoy subsistente, no podía permitir perder el monopolio de la espiritualidad; y, por otra, la comunidad científica no se iba a pelear abiertamente con los poderes fácticos religiosos para desplazar la vida consciente e inteligente a una escala interna a los organismos vivos, diferente de ellos mismos. Además, no había pruebas científicas de su existencia. En este caso, podríamos hablar de tesis, antítesis y síntesis, cualquier teoría que solucionase las contradicciones de la época, con un mínimo de rigor en sus planteamientos, sin lugar a dudas, triunfaría.
En este contexto surgió la teoría darwinista, mostrando claramente los efectos de la evolución de las especies, desde el punto de vista científico no había ninguna duda razonable de que el hombre desciende del mono, y que sepamos, nadie lo ha puesto en duda fuera de un ámbito estrictamente religioso como es la teoría creacionista o Creacionismo. De hecho hasta las confesiones religiosas predominantes no atacan directamente la teoría darwinista o Darwinismo.
Otro aspecto curioso es que el título de la obra de Darwin viene referido a la «evolución de las especies» y no a la «evolución de la vida» por lo que se evita el tener que definir la vida; esto no debe ser nada fácil, porque no se sabe muy bien si la existencia de la vida tiene carácter científico o más bien filosófico.
No se trata de negar o disminuir la gran aportación de Darwin al pensamiento moderno en el sentido antropológico, sino de delimitar la extensión de su teoría y evitar que implicaciones erróneas o defectuosas tengan efectos negativos en el desarrollo de la sociedad. Conviene señalar que cualquier teoría sobre la evolución tiene innumerables consecuencias sobre el pensamiento filosófico y social, que impregna multitud de posicionamientos y actuaciones individuales; por ejemplo, diferentes aproximaciones a ciertos problemas de justicia social o a la eficiencia de un determinado sistema educativo.
Los puntos débiles del Darwinismo son numerosos y se encuentran interrelacionados; no obstante, vamos a intentar indicarlos en orden de importancia desde una perspectiva metodológica aunque ello signifique mencionar algún tema repetidas veces por plantear problemas de diferente naturaleza:
Éste es el típico ejemplo que se utiliza para demostrar la teoría de Darwin, pero es un caso muy particular en el cual la descendencia se produce en cantidades gigantescas y las generaciones se producen a una velocidad también muy grande.
Tampoco está completamente libre de críticas este ejemplo del Darwinismo, pues las pretendidas mutaciones o modificaciones aleatorias no son modificaciones aleatorias de unas cuantas letras o unidades elementales de ADN, sino que bien podrían entenderse como modificaciones preestablecidas y generadas en una o varias partes del ADN que forman un conjunto eficaz, en cuanto a características distintas del nuevo ser, y preservando el código estructural en su integridad. Es decir, el hecho de utilizar ciertamente el mecanismo de la selección natural, no implica por sí mismo que no se utilicen otros mecanismos para generar la diversidad de la descendencia.
Cualquier granjero o ganadero sabe perfectamente la gran preeminencia de la selección sexual en relación a la selección natural. No es de extrañar que para convencer de la no relevancia de la selección sexual, Darwin se tuviera que ir a las islas Galápagos, donde no había ningún granjero o ganadero que le corrigieran abiertamente la importancia y extensión de sus afirmaciones.
La ironía de la evolución de la vida hace que a la selección sexual, de semental o de semilla, los ingenieros, granjeros y ganaderos actuales la denominen selección natural. Sin duda, una conquista o una adaptación más de la Teoría Darwinista.
A la vista de los puntos anteriores, deben existir razones poderosas para que el Darwinismo se haya mantenido a lo largo de todo el siglo XX con pequeñas modificaciones conceptuales aportadas por la corriente denominada Neodarwinismo y por la Teoría Sintética de la Evolución. De hecho, estas modificaciones suponen una mera actualización de la Teoría Darwinista en función de los nuevos descubrimientos científicos en la materia como veremos al hablar de ellas. Por ello, para la población en general, la teoría base sigue siendo el Darwinismo.
Algunas de estas poderosas razones son similares a las que hicieron posible su aceptación. Si antes he comentado los requisitos formales de independencia de una teoría científica de cualquier planteamiento filosófico o religioso, en nuestros días este requisito se sigue manteniendo pero con una agravante, el refutar ahora la Teoría de Darwin supondría, en alguna medida, que no solo el racionalismo de los siglos XVIII y XIX, sino toda la comunidad científica del siglo XX han cometido un grave error al requerir y aceptar en su seno una teoría tan débil. Una vez más los filósofos tienen su parte de razón y el método científico no es infalible; a lo que habría que añadir, y sobre todo si no se aplica correctamente.
La novedad fundamental de la Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida (TGECV) es la consideración de la evolución como un mecanismo interno de mejora de los seres vivos que se transmite a la descendencia y que, dada la complejidad de los aspectos involucrados, utiliza múltiples sistemas, métodos o procedimientos, configurándose para cada caso en función de sus condiciones particulares.
Para un gran sector de la sociedad, la aceptación de la Evolución Condicionada, o de cualquier otra teoría que suponga la existencia del mencionado mecanismo interno de mejora de los seres vivos, supondría un paso atrás. El reconocer científicamente que parece existir una evolución inteligente, dirigida desde el propio interior de los seres vivos, suena a una concepción religiosa de la vida, altera el hecho diferenciador del ser humano, y ataca el placentero egocentrismo de la especie humana, en otras palabras es totalmente inaceptable por principio.
Otro gran sector de sociedad mantiene sus ideas religiosas, en consecuencia, los comentarios del párrafo anterior son igualmente aplicables; con las mismas palabras, es totalmente inaceptable por otro principio.
Dicho de otra forma, la Teoría de Darwin es una teoría muy conveniente socialmente hablando, teniendo un fuerte componente idealista dado que al negar la evolución a corto plazo no compromete la fijación en el ámbito genético de determinadas características relacionadas con la deseable igualdad de oportunidades.
En este sentido, se han realizado esfuerzos para mantener en vigor la esencia de la teoría de la Darwin. Sin embargo, las debilidades mencionadas en los puntos 1) a 5) anteriores prácticamente se mantienen, a pesar de que, con la introducción de la genética y los conocimientos derivados de otros avances de la ciencia, se puede hablar de evolución a corto plazo pero siempre en la escala microscópica. Estas actualizaciones se han llevado a cabo principalmente mediante, primero, la denominada corriente del Neodarwinismo y, después, la Teoría Sintética; aunque esta última intente distanciarse un poco más, a mi juicio, no lo consigue.
Las actualizaciones han sido posibles en gran medida debido a que seguimos sin tener pruebas contundentes de la naturaleza no aleatoria de las modificaciones de la información genética y a que el término selección natural se lleva, en ocasiones, a una generalización casi absurda por su contenido tautológico.
Por su parte, todo lo desconocido se ha venido considerando a priori aleatorio, incluso en contra de la lógica. También esta tendencia está disminuyendo o limitándose, a la vista de las explicaciones, basadas en la teoría del caos y las estructuras fractales, de hechos que parecían totalmente aleatorios con anterioridad (dicho sea de paso, lo contrario al famoso ejemplo de la mariposa).
A pesar de la mayor comprensión de la diferenciación sexual en cuanto a su diferencia con la evolución en línea y en cuanto a la igualdad sexual en lo social desde un punto de vista científico; la falta de explicaciones satisfactorias de lo apuntado en los puntos 7) y 8) anteriores, hace que, por vía metodológica, en los campos de la biología y de la genética se esté cuestionando cada vez más la esencia de la Teoría Darwinista. En cualquier caso, será difícilmente compatible con la teoría de la selección natural cualquier explicación racional de los hechos a que se refieren dichos puntos.
Siempre ha habido autores que no comparten la visión dominante, aunque no han conseguido formalizar una teoría alternativa a la misma capaz de desplazarla y, por otra parte, la manifestación expresa de esta postura conlleva de alguna manera, aunque cada vez menos, a una marginación profesional, y el riesgo de ser tachados de ser próximos a determinadas ideologías, que no tienen nada que ver con una postura científica o la contraria; sin duda, esto se debe a las aparentes repercusiones filosóficas y sociales que pueden implicar las diversas teorías. Digo aparentes, porque la realidad no va a cambiar por explicarse mejor de una u otra forma.
Este riesgo lo sufrirá en mayor medida la Teoría de la Evolución Condicionada de la Vida, por citar como ejemplo recurrente la herencia de la inteligencia. Quiero aprovechar esta ocasión para manifestar, en defensa de este ejemplo, que ha sido la causa, si no principal sí directa, del desarrollo de la presente teoría y, por lo tanto, no habiéndose escogido con la finalidad de llamar la atención. Además es difícil conseguir modelos de evolución que puedan ser contrastables estadísticamente.
La lista de autores sería demasiado larga pero podemos citar especialmente a Adam Sedgwick (1785-1873), eminente geólogo inglés, por ser uno de los primeros que, con independencia de su ataque a Darwin por motivos religiosos (educado en la Teoría Creacionista dominante en su época), después de leer su teoría expresó lo siguiente:
«You have deserted-after a start in that tram-road of all solid physical truth-the true method of induction…»
Que viene a decir que Darwin, después de un comienzo en la senda de la pura realidad física, abandona el verdadero método inductivo…
Adam Sedgwick, a pesar de su educación creacionista, no se oponía a la evolución o desarrollo en su amplio sentido. Él pensaba que la Tierra era extremadamente vieja, como Darwin reconoce en sus apuntes de las clases que recibió del propio Adam Sedgwick en la universidad.
Sin embargo, Adam Sedgwick creía en la creación Divina de la vida durante largos periodos de tiempo… Puesto que también decía que la evolución era un hecho de la historia. Sus objeciones principales a la teoría de Darwin eran el carácter amoral y materialista de la selección natural y el abandono del método científico.
En conclusión, la Evolución Condicionada entiende que la selección natural es un método de evolución más, pero ni único, ni general, ni el más importante. Y, desde un punto de vista conceptual, este método se produce en momento posterior a los cambios en la información genética que conforman la verdadera evolución.
La teoría de Mendel, al contrario que la de Darwin, ha sido siempre un ejemplo claro y sencillo de la aplicación del método inductivo. Unos experimentos controlados dan lugar a una interpretación teórica que, dentro de su contexto es irrefutable. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la interpretación se hizo de acuerdo con los conocimientos de la época.
Hay que reconocer que nunca se ha pretendido presentar la teoría de Mendel o las leyes de Mendel como una teoría de la evolución (por la desnaturalización del significado de evolución), pues la combinación de genes, por si misma, no produce caracteres diferentes de los originales. Tampoco ayuda mucho a la teoría de Darwin el hecho de que las leyes de Mendel introdujeran elementos o mecanismo de la evolución desconocidos con anterioridad, no es de extrañar que se ignorara su aportación por la comunidad científica durante 50 años, un caso difícil de entender si no fuera por la explicación que nos brinda la sociologia de la ciencia de Kuhn.
Por la dinámica que imprime a la evolución y dadas las múltiples ventajas de la diferenciación sexual, la Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida (TGECV) sí entiende la importancia de las leyes de Mendel y, en general, que la teoría de Mendel ha realizado una gran aportación a la teoría de la evolución en su correcta acepción y que mantiene su vigencia con las oportunas correcciones conceptuales.
La interpretación inicial no plantea ningún problema, pues es asumido y actualizado con el avance general de la ciencia; sin embargo, lo que sí puede plantear serios problemas, es la forma en que la teoría de Mendel se sigue explicando en las escuelas. Los conceptos de gen dominante y recesivo de las leyes de Mendel se siguen explicando con un enfoque un poco antiguo, y claro, donde pueden existir ciertas dificultades conceptuales, como ¿Qué pasa cuando dos genes dominantes se juntan?, se recurre a conceptos como co-dominancia; porque en realidad se desconocen, con carácter general, los mecanismos genéticos que hacen que un gen o trozo de código genético particular se comporte como de carácter dominante o no. En muchos casos sí se deben de conocer, al menos parcialmente, pero lo que ocurre es que no se pueden explicar fácilmente sobre la base del concepto simple de dominancia y en el contexto de aleatoriedad general.
Un poco más difícil de explicar, con la idea clásica de las leyes de Mendel, sería el concepto de co-recesión.
Desde el punto de vista de la Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida, los conceptos de gen dominante y recesivo derivados de las leyes de Mendel se ven alterados por la propia esencia del proceso evolutivo. Un gen no es dominante o recesivo sino que se comporta como dominante o recesivo (esta idea también la comparte el pensamiento clásico) dependiendo de con qué otro gen le comparamos, y lo que es más importante (por ser un concepto nuevo aportado por la teoría citada), en función de las restricciones o condiciones de desarrollo de la información genética que contienen, podemos citar como ejemplo más común el de verificación o no de dicha información.
En la actualidad, por la importancia de las leyes de Mendel, no puede ser suficiente el decir que un gen es dominante o recesivo, se ha de razonar por qué un gen se comporta como dominante, explicando las causas de tal comportamiento. En gran medida, el concepto se mantiene en su acepción primitiva porque se encuentra asociado a la idea de genes con características discretas (rojo, blanco, rosa, pero no tonalidades en plena evolución) porque es más conveniente para la noción imperante de evolución.
Los conceptos básicos de gen dominante y gen recesivo en las leyes de Mendel pierden su sentido y, en caso de mantenerlo, resultan totalmente impropios. Como veremos más adelante, el llamado gen recesivo resulta ser el más potente y evolucionado en los casos en que la verificación es una de las condiciones asociadas a la información transmitida. Consecuentemente, la Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida (TGECV) cambia la terminología, denominando gen significativo a aquel gen que se comporta como dominante (por decirlo de alguna forma, porque tampoco es exactamente eso lo que ocurre, como se explicará más adelante) en un determinado proceso.
El Neodarwinismo es la teoría o corriente científica que engloba a las teorías de la evolución que de alguna manera mantienen la esencia de la Teoria Darwinista, es decir, variaciones aleatorias de los individuos y la selección natural.
El Neodarwinismo se basa en el desarrollo de la ciencia, como las leyes de Mendel y la genética, y se limita a constatar que las variaciones de los seres vivos se producen en su estado germinal cuando el verdadero problema es cuándo y por qué se producen las variaciones en la información genética y sus condiciones asociadas para conseguir su desarrollo efectivo, incluso después de varias generaciones.
La actual biología molecular está descubriendo la forma en que la naturaleza lleva a cabo la verificación genética y otros controles (sin conocer a priori las razones que los justifican) mediante el estudio del ADN, en particular, un artículo científico se refería a los trozos de ADN denominados Histones. De todas formas, no es necesario recurrir a conocimientos tan profundos de biología molecular sobre el ADN puesto que es conocido que algunas proteínas, llamadas factores de trascripción, activan o inhiben la expresión de determinados genes.
A finales del siglo XIX la Teoría Neodarwinista era una cosa, a mediados del siglo pasado otra, debido a la consolidación de la Síntesis Evolutiva Moderna y, a finales del mismo, había vuelto a cambiar por la aparición de la Teoría del Equilibrio Puntuado o Puntualismo.
Como se puede observar, el Neodarwinismo se mantiene gracias a que se adapta a casi todo, siguiendo su propio principio de adaptación tautológica. Cuando no puede adaptarse se recurre a las paradojas biológicas, aunque se las llame casos aislados para evitar parecerse a ciertas teorías físicas modernas.
El Neodarwinismo o Teoría Neodarwinista sigue siendo la doctrina imperante a pesar de que se considere algo pasado de moda, ahora se acepta directamente que Darwin tenía razón aunque el razonamiento sea el de la última actualización del Neodarwinismo, sea la de la Síntesis Evolutiva Moderna (Teoría Sintética de la Evolución) o la que se esté discutiendo en cada momento histórico.
Es ciertamente difícil para un no-biólogo distinguir entre la corriente del Neodarwinismo inicial y la Teoría Sintética de la evolución, ésta es una continuación de la anterior, al igual que Neodarwinismo o Teoría Neodarwinista era una continuación de la Teoría de Darwin como su propio nombre indica. Con el avance de la ciencia no se pueden ignorar ciertos conocimientos, es necesario cambiar para mantenerse.
A estos efectos, considero tanto a la Teoría Neodarwinista como a la moderna Teoría Sintética de la evolución (Theodosius Dobzhansky, Ernst Mayr y George G. Simpson), como actualizaciones naturales o evoluciones condicionadas de la Teoria de Darwin por los avances científicos posteriores a la misma.
De hecho, el propio nombre de Síntesis Evolutiva Moderna nos indica que es un aglomerado de ideas según se han ido desarrollando por el avance de la ciencia. No obstante, al mismo tiempo nos indica que no se tiene un conjunto compacto de conocimientos científicos sobre la evolución que permita asegurar sus características básicas. En contra de lo que se dice, la Síntesis Evolutiva o la original Teoría de la evolución de Darwin son todo menos teorías científicamente probadas.
Ambas asumen la aleatoriedad de las modificaciones en los individuos o en la información genética; el mecanismo sigue siendo, pues, la selección natural; si bien, se ha ampliado su esfera de aplicación a la micro-evolución.
Citemos dos ejemplos de los muchos que podríamos encontrar:
De hecho, todas las críticas realizadas a la Teoría de Darwin son igualmente aplicables tanto al Neodarwinismo como a la Síntesis Evolutiva Moderna o Teoría Sintética de la evolución; es más, algunas de ellas se han realizado teniendo en cuenta los nuevos conocimientos científicos.
Lo curioso del tema es que hoy en día es de sobra conocido que las modificaciones se producen con mucha mayor frecuencia en unas partes que en otras, y no por razones de índole químico sino lógico o de estructura funcional del genoma. A pesar de ello, la doctrina científica ortodoxa ni siquiera acepta la posibilidad de que las mutaciones no sean mutaciones aleatorias. ¡Adiós axioma!
A riesgo de repetirme, me gustaría saber qué distribución estadística siguen las famosas mutaciones aleatorias; si tan probado está, se debería saber. Quizás cuando se dice mutaciones aleatorias se quiere decir que se desconoce su origen o razón en la mayoría de los casos.
En último lugar, señalar que una teoría tautológica no tiene el carácter de teoría científica y que no vale estar cambiando constantemente las cosas ya probadas, porque parece que se juega con el método científico y el sentido común.
La ciencia moderna debería ser algo más humilde y reconocer que la Síntesis Evolutiva y el carácter aleatorio de las modificaciones genéticas y otros elementos de dicha teoría evolucionista no están demostrados científicamente, lo cual no impide que siga siendo la teoría generalmente aceptada en el presente.
En este título se exponen las nuevas ideas sobre la teoría de la evolución y el origen de la vida con especial referencia a la genética evolutiva y sus consecuencias sobre la evolución de las especies.
Este título IV de la Evolución Condicionada se ha dividido en cuatro puntos principales. En primer lugar esta breve descripción sobre genética y evolución; en segundo lugar, el relativo a los objetivos de la vida, que contiene la argumentación fundamental de carácter lógico de por qué y cómo se desarrolla la evolución de los seres vivos.
En la mayoría de los procesos evolutivos superiores seguramente se producen simultáneamente cambios genéticos por influencia del medio, por procesos aleatorios, procesos de prueba y error; algunos estarán ya verificados; existirá la diferenciación sexual y la selección natural y sexual estarán más o menos presentes.
Los dos siguientes se dedican a realizar las precisiones terminológicas que se consideran necesarias en la teoría de la evolución y la genética clásica, y a citar algunos ejemplos que nos ayuden a familiarizarnos e identificar con facilidad el uso que le damos a los términos utilizados.
Conviene remarcar que mi propósito al hablar de teoría de la evolución no es explicar biología moderna ni genética evolutiva o ingeniería genética en aspectos técnicos o términos como: tipos de moléculas, proteínas, sus formas tridimensionales, funciones particulares biológicas, procesos moleculares de carácter químico, mecanismos genéticos que se descubren pero no se sabe muy bien su funcionalidad, etc.
Al contrario, me centraré en lo que la naturaleza hace o pienso que tiene que hacer, en los procedimientos y métodos generales que seguramente utiliza, en los procesos donde se realizan y en los mecanismos concretos, pero en el ámbito conceptual de la genética y la evolución y no químico.
Pongamos un ejemplo, existen mecanismos bioquímicos que dan lugar a procesos aleatorios en la naturaleza, para mí esto es lo relevante en teoría de la evolución, es decir, su funcionalidad y no el juego molecular en el que consiste un mecanismo concreto, que sería más propio de un curso de química, de biología molecular o ingeniería genética. También se podría adoptar el criterio contrario, pero pienso que complicaría de forma innecesaria una materia ya de por sí compleja.
La virtud principal de esta aproximación a la genética evolutiva y a la teoría de la evolución es el permitir a cualquier persona, de cultura media, seguir la argumentación sin más problema que el derivado de los propios razonamientos.
Éstos, a su vez, no son complicados en sí mismos, pero por la cantidad de precisiones y matices que es necesario introducir en los mismos, para delimitar los casos objeto de análisis, pueden llegar a ser extremadamente complejos. En estos casos, se recomienda una lectura lenta.
Ésta es la razón de huir de aspectos y términos muy técnicos de genética evolutiva, introducir numerosos ejemplos y, en lo posible, hacer referencia a conceptos y procesos ya conocidos.
Quizás el principal inconveniente de esta exposición sea que, al incluir ideas con un cierto contenido intuitivo, los razonamientos lógicos no pueden ser perfectos por la propia definición de la intuición.
En consecuencia, no se debe de buscar la comprensión absoluta de las explicaciones presentadas; en su lugar, se debe intentar comprender los razonamientos que nos permiten aportar nuevas propuestas, pensando que algunas de ellas quizás no sean correctas, pero que podrían estar muy cerca o en la línea de las propuestas correctas.
Téngase en cuenta que, hoy por hoy, el conocimiento de los mecanismos de la genética evolutiva es muy limitado y reducido a puntos aislados de la misma, en comparación a su verdadera magnitud en la teoría de la evolución.
En la evolución biológica del hombre y, seguramente, en todo tipo de vida y de sistemas de impulso vital nos encontraremos el concepto clásico de la supremacía de la especie o del sistema sobre el individuo o elemento individual. En otras palabras, la continuidad de la especie prevalece sobre la del individuo.
Este condicionamiento vital, justificado por la necesidad de garantizar y perpetuar la especie, explica el comportamiento extraño de muchos seres vivos que pueden llegar incluso a suicidarse para servir de alimento de las crías en sus momentos iniciales.
En genética, la seguridad total de la viabilidad de las modificaciones incorporadas al genoma no siempre es necesaria. Algunas veces será suficiente con un elevado grado de confianza; sin embargo, si la variación genética afecta a una de las funciones complejas y vitales del nuevo ser, sería interesante poder conseguir la seguridad absoluta.
Una solución sería simular el funcionamiento del sistema bajo los nuevos parámetros y relaciones antes de incorporarlos a la información genética a transmitir; evitando de esta forma que cualquier variación circunstancial pueda provocar un error.
Sin embargo, el método de simulación tiene una limitación, en funciones muy complejas no es posible simular todas las posibilidades, dado que éstas pueden ser casi infinitas. Es preciso disponer de otros métodos que nos permitan garantizar al máximo la viabilidad del nuevo ser; después de todo el trabajo acumulado que significa la existencia de un ser vivo avanzado, toda garantía parece pequeña.
Un ejemplo elemental sería el de la evolución biológica del hombre.
Aquí es donde aparece una de las novedades fundamentales de la Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida, porque introduce una de las funciones de la diferenciación sexual en la reproducción, dándole una razón de peso a su propia existencia, la función de garantía o seguridad.
En la evolución biológica del hombre y cualquier ser vivo con diferenciación sexual, el hecho de tener dos fuentes de información genética a la hora de desarrollar el ser vivo nos plantea en el apartado «mejora de la eficacia» el problema de cómo decidir qué fuente utilizar en cada caso.
La necesidad de garantía nos ofrece una explicación coherente. La viabilidad del nuevo ser con modificaciones genéticas se puede conseguir si se dispone de una copia de seguridad del genoma que se pueda utilizar en caso de fallo de las nuevas modificaciones.
Por lo tanto una de las funciones principales de la diferenciación sexual podría ser el hecho de que uno de los sexos aporte una copia intacta de su paquete genético. No deja de ser curioso el hecho de que en muchas especies, los óvulos femeninos se formen completa y definitivamente en los momentos relativamente iniciales del desarrollo de los individuos mientras que en el sexo masculino no ocurre lo mismo.
Una segunda característica de la diferenciación sexual, complementaria de la anterior, y mucho más potente es la que nos permite decidir en cada caso cuál de las dos fuentes utilizar. O mejor dicho, cómo aprovechar al máximo la existencia de esa doble fuente en la diferenciación sexual.
Se trata de las posibilidades que ofrece la existencia de dos fuentes distintas de información genética cuando hay diferenciación sexual. La ventaja primordial de la misma es que la información genética se puede verificar cuando sea importante o esencial evitar errores mediante la comparación o filtro entre las dos fuentes.
En teoría de la evolución lo importante no es el mecanismo concreto de que se sirve la Naturaleza para llevar a cabo la verificación de la información genética entre las dos fuentes existentes con diferenciación sexual, sino el concepto genérico de la utilidad de este método, que denominaremos método VIG (Verificación de la Información Genética).
Veamos algunos ejemplos para ilustrar las ventajas de la diferenciación sexual:
El mecanismo para llevar a cabo el método de Verificación de la Información Genética (VIG) de la diferenciación sexual puede ser tan sencillo como comprobar si los dos genes o trocitos de código genético producen la misma proteína o no. Sin embargo, no siempre será posible mantener la compatibilidad aludida, si el método VIG se realiza en uno de los procesos iniciales del desarrollo del nuevo ser, es posible que, una vez construido un órgano o conjunto de células con unas determinadas características, se pierda la opción de mantener las características diferentes.
De esta forma, la diferenciación sexual aparece como una necesidad de la naturaleza al llegar a un cierto grado de complejidad de los seres vivos.
Admitida la importancia de los códigos genéticos y su interrelación en el nuevo ser, no es de extrañar la importancia que tienen o deben de tener los mecanismos inconscientes en la selección sexual o elección de la pareja en el mundo animal.
En la medida de lo posible, el método de Verificación de la Información Genética se aplicará manteniendo la compatibilidad de diferentes filtros o condiciones y, en consecuencia, la potencia máxima de las dos fuentes genéticas. En principio, será más fácil mantener la flexibilidad operativa señalada en características asociadas a variables continuas que a variables discretas; lo que se identifica como una característica, en el ámbito genético a menudo será un conjunto más o menos elevado de características debido a las diferentes escalas en que nos movemos, macroscópica y microscópica.
Por ejemplo, la altura de un edificio, que es una variable continua, depende de muchos factores como la profundidad de los cimientos, la superficie del mismo, el tipo de terreno, calidad de los diferentes materiales empleados, etc.
Dada la importancia de interiorizar adecuadamente el concepto del método VIG en la diferenciación sexual a continuación se exponen nuevos ejemplos más concretos.
El gen A o código genético del progenitor A tiene un potencial de 105 y el B de 130, teniendo ambos en común las funciones correspondientes a un potencial de 90.
Si la inteligencia es una característica para la cual la naturaleza aplica el método de verificación de la información genética VIG, tendríamos que el potencial del individuo sería 90, mientras que si no se aplicase sería de 145. Como se puede observar estos cálculos son equivalentes a los de la teoría de conjuntos en cuanto a intersección y unión.
Sin embargo, si se aplica el método VIG y la información del segundo progenitor fuese {a,f,g,h}, el individuo tendría el potencial correspondiente únicamente a las función {a}. Si no se aplicase tendría el potencial {a,b,c,d,e,f,g,h}
Combinación genética Mendeliana.
Para simplificar, en el siguiente diagrama sobre la combinación genética Mendeliana y diferenciación sexual suponemos que el gen de mayor potencial siempre incluye el 100% del potencial asociado al otro gen. También he eliminado la evolución propiamente dicha de los genes que haría que se transmitieran a los descendientes unos genes un poco mayores en todos los casos.
La columna de la izquierda muestra el potencial de los dos progenitores asociado a los genes representados en la siguiente columna, en la parte superior con la aplicación del método de verificación de la información genética VIG y en la inferior sin su aplicación. De acuerdo con nuestras definiciones el potencial de los progenitores es igual al potencial del gen con menor potencial en el caso del método VIG y al mayor en caso contrario.
La tercera columna representa gráficamente las cuatro posibles combinaciones de los genes de los progenitores de acuerdo con las leyes de Mendel.
Finalmente, en la columna de la derecha se encuentran los potenciales asociados a los genes de los descendientes. En la superior, con aplicación del método VIG y en la inferior sin su aplicación.
Conviene señalar que estamos analizando un método particular de evolución dentro de la diferenciación sexual y que en ningún momento se pretende su generalización, aunque pueda ser muy común. Asimismo, indicar que tanto si se aplica el método VIG como si no, los genes que se transmitirán a los siguientes descendientes tendrán el mismo potencial, puesto que el método VIG se refiere a la forma de manifestarse el potencial en los individuos y no en el código genético.
Del análisis del diagrama anterior sobre la combinación genética Mendeliana y diferenciación sexual se desprenden las siguientes consecuencias:
Estas consecuencias de la combinación genética Mendeliana y la diferenciación sexual nos pueden permitir la comprobación empírica de la existencia real de este método evolutivo y, de forma indirecta, de la teoría que lo sustenta, mediante los correspondientes análisis estadísticos de casos concretos en que pensemos que la naturaleza aplica o no el método VIG.
En particular, pienso que lo utiliza para la característica que mide un test de inteligencia y para la característica que denominamos memoria matemática, que sería aquella memoria de la que se exige la seguridad casi absoluta de lo que se recuerda.
Teniendo en cuenta que, como hemos visto, la naturaleza construye los órganos en función de las dos fuentes genéticas; para el caso de la inteligencia, pero sin requerir la certeza de las respuestas, la naturaleza no aplicará el método VIG y, nos podríamos encontrar con que estamos hablando de lo que normalmente se denomina intuición, que como sabemos es bastante más potente y menos segura que la inteligencia; aunque dependerá de la diferencia cuantitativa entre los dos genes. Más propiamente dicho, de la diferencia entre la intersección y la adición del potencial de ambos genes.
Por el contrario para la memoria linguistica y para las habilidades musicales pienso que no se aplica el método VIG pero que también podrían ser útiles para la comprobación empírica de la hipótesis de no aplicación si se consiguen indicadores de potencia adecuados.
Finalmente, conviene mencionar que el Estudio EDI-Evolución y Diseñode la Inteligencia con diferenciación sexual confirma empíricamente la existencia del método de Verificación de la Información Genética (VIG) y de una hipótesis adicional relativa a la selección sexual o elección de pareja.
Por ejemplo, en biología celular podemos imaginar la existencia de dos proteínas, parecidas en su estructura, con funciones independientes y creadas por dos genes diferentes pertenecientes al genotipo, y que, con una pequeña modificación, una de ellas pueda ejecutar las tareas de ambas. Esta pequeña modificación supondría una mejora de la eficacia puesto que permitiría la supresión del código genético necesario para crear la proteína ahora redundante.
Lo que sí es más factible es que incorpore información relacionada; como de cuentas generativas de antiguidad tiene una parte del genotipo o código genético ó de si una determinada parte del genotipo se considera de carácter estructural, lo que sería similar a marcarlo como dominante pero distinto conceptualmente.
Estos pasos se producen en cualquier sistema de impulso vital, siendo el más fácil de entender el ejemplo de un programa de ordenador, según se está programando se va añadiendo código que ejecuta funciones adicionales o que mejoran la eficacia de las funciones ya presentes en el programa, pero llega un momento que el programador se da cuenta de que muchos añadidos tienen partes comunes o muy similares y que, cada vez que modifica una de ellas, para mantener la coherencia del programa y permitir seguir añadiendo funciones, debe modificar cada una de las funciones existentes. Entonces se hace necesaria una reestructuración, salto cualitativo o salto evolutivo que, aunque suponga un trabajo considerable, será más que rentable. Además, normalmente la nueva versión será bastante diferente a la anterior, provocando la apariencia de un supuesto eslabón perdido.
Este hecho es imaginable que se le haya presentado a la naturaleza en muchas ocasiones a lo largo de la historia. Sin embargo, es bastante inimaginable que se pueda producir por el simple mecanismo de mutaciones aleatorias seguidas de la selección natural.
Otro ejemplo todavía más esclarecedor será el trabajo de un programador cuando se le pide que unifique en un solo programa dos programas similares existentes pero con ventajas individuales.
Seguro que el lector puede pensar en ejemplos reales en su vida normal o profesional en los que ha seguido un proceso similar. Y seguramente, también podrá encontrar acontecimientos históricos con una dinámica similar, pensemos por ejemplo en la promulgación de la Constitución española, y todos sus efectos sobre las leyes derivadas del sistema jurídico español.
En otras palabras, una de las funciones más importantes de la selección natural es la de actuar como acelerador de la evolución.
Una característica derivada de la velocidad de la evolución y de la escasez de recursos desde el origen de la vida es la optimización de los recursos evolutivos, ya que permite aumentar dicha velocidad.
Estas dos características tienen una fuerza especial por el propio diseño de la vida que impone una constante competencia y lucha entre los seres. Por la importancia tan desmesurada, estas características pasan a considerarse verdaderos objetivos de la evolución de los sistemas de impulso vital.
Con independencia de lo anterior, existe una cuestión metafísica que implica directamente la rapidez en evolucionar como un objetivo importante. ¿Por qué el diseño de la vida en este mundo implica que muchos seres vivos se alimenten de otros seres vivos y muchos de ellos acaben de una forma un tanto cruel?
Cuando se transmite la información genética sin necesidad de otro ser, solo se incorpora la experiencia de un individuo y es necesaria una nueva generación para incorporar al genotipo la experiencia de otro individuo, la evolución de una sola línea es muy lenta.
Si se consigue unir diferentes experiencias o genotipos desarrollados en fenotipos, la evolución será mucho más rápida y rica, ello implicaría la combinación genética con genotipos de otros individuos que habrán incluido algunas variaciones de su fenotipo y la posibilidad de utilizar el método de verificación de la información genética (VIG).
La gráfica nos muestra la diferencia de incorporación de nuevas modificaciones genéticas con evolución en línea o con diferenciación sexual durante nueve generaciones y la importancia genética que ello puede tener. Suponiendo que todos los individuos o seres tuviesen el mismo código genético o genotipo en el momento 0, después de 6 generaciones, las modificaciones acumuladas serían la tercera parte con evolución en línea que con diferenciación sexual; después de nueve, la novena parte…
Obviamente, la evolución de origen externo será tanto mayor cuanto más adulto sea el individuo, especialmente en aquellas mejoras que afecten a funciones que solo se experimentan en la etapa adulta. Este efecto podría ser la justificación biológica, y no cultural, de la observación de que, en muchas especies, las hembras prefieren los genotipos de machos adultos; en contraposición a los machos, que las prefieren jóvenes porque tienen un cuerpo más fuerte para llevar a cabo la difícil y complicada tarea del desarrollo inicial del nuevo ser.
Un método intermedio entre la evolución en línea y la diferenciación sexual es la diferenciación sexual primaria o endogámica. Por ejemplo, las abejas tienen machos pero éstos fecundan siempre a la reina de su misma colmena. En este caso, es más probable que un sexo pase una copia de seguridad integra y el otro aporte algún tipo de mejora en el genotipo. Por tener este carácter endogámico el método de verificación de la información genética VIG no se podrá aplicar, al menos como lo hemos descrito; podría aplicarse, en todo caso, con un retraso generacional de forma que la verificación se realice entre modificaciones de distintas generaciones.
Por otra parte, el hecho de no aplicarse el método VIG supone que se debe buscar la seguridad de la bondad de las modificaciones por otros medios; podría ser el de comprobación exhaustiva, como éste lleva mucho tiempo y trabajo, el sexo encargado de generar las modificaciones se debería descargar de trabajos pesados que ocupen el organismo. También puede ser que su vuelo sea más libre que el de las abejas que siempre están trabajando y al ser más libre, practica y mejora las técnicas de vuelo, en fin, alguna explicación tendrá el tema de los famosos «zánganos» Porque reconozco que este párrafo es pura especulación.
Ejemplos de mutaciones aleatorias o modificaciones realmente aleatorias y con efectos devastadores los podemos encontrar en sucesos históricos como el lanzamiento de bombas atómicas al final de la Segunda Guerra Mundial en Japón y en las películas de los años 50 del siglo pasado.
En sistemas complejos la única forma de acercarse a la certeza absoluta sobre un aspecto concreto es su contrastación con una fuente independiente. Además si los cambios fuesen siempre por mutaciones aleatorias no tendría mucho sentido el método de verificación de la información genética VIG, puesto que, dada la magnitud del código genético, raramente se producirían en la misma posición.
El ejemplo del desarrollo de la tecnología de los frenos en la industria del automóvil es muy ilustrativo del concepto moderno de gen en relación con la significatividad y expresión de las modificaciones genéticas.
Independientemente de la investigación sobre los mecanismos moleculares a través de los cuales se expresan los caracteres dominantes o recesivos incluidos en el material genético, se puede estudiar si el concepto de carácter dominante está claramente definido o si se trata de un concepto clásico y un tanto básico; que se debería precisar más, atendiendo a su verdadera naturaleza y comportamiento instrumental o, en otras palabras, a su funcionalidad en el marco de la evolución genética.
Desde que lo estudié, siempre me he preguntado cuál de los genes se expresaría, en los ejemplos utilizados para explicar la Teoría de Mendel, si los dos genes de los dos progenitores son dominantes o si ambos fuesen recesivos.
Dado que el concepto de gen dominante implica una discriminación en cuanto al carácter que se va a desarrollar en el nuevo ser, hay que examinar las posibles causas de discriminación para una mejor, más rápida o más segura evolución. Tomemos el siguiente supuesto donde se utiliza la analogía con la mecánica del automóvil para facilitar la comprensión:
Con la existencia de dos tipos de genes, la combinación genética mendeliana nos da cuatro posibilidades La tabla siguiente muestra el resultado de la expresión genética para los dos casos de significatividad que se explican a continuación.
De existir un gen sin la presencia de las d.t.f. ABS o, existiendo en ambos y no siendo exactamente idénticas, no se desarrollaran los frenos ABS. Así, para este supuesto 1 los genes dominantes son del tipo N, ya que cuando está presente fuerza el desarrollo de frenos normales ante la imposibilidad, como hemos dicho, de que coincidan las d.t.f. ABS.
Obsérvese como los genes dominantes del tipo N son los menos evolucionados en este supuesto.
Ahora los genes dominantes, o mejor dicho, los genes significativos, son de tipo N+A dado que si está presente, se manifestará siempre, y sigue siendo más evolucionado o moderno que el tipo N.
Como se puede ver, los genes dominantes del primer caso se han convertido en genes recesivos y los genes recesivos en genes dominantes. Ello implica que el carácter dominante o carácter recesivo de los genes es un concepto un tanto relativo y no solo por el carácter dominante o recesivo del gen pareja sino también por la funcionalidad asociada a la expresión de los genes.
Si añadiésemos un nuevo gen, tipo N+A+M, con unas definiciones técnicas de frenos más modernos o potentes que los ABS, bajo los supuestos del caso 1 nos encontraríamos con que el gen tipo N+A sería un gen recesivo frente al gen tipo N y dominante frente al gen tipo N+A+M, mientras que para los supuestos del caso 2 el gen tipo N+A sería un gen dominante frente al gen tipo N y recesivo frente al tipo N+A+M.
La determinación de la significatividad que puede tener un gen u otro en la configuración genética del nuevo ser para cada caso particular requerirá una señal o marca genética, es decir, una determinada cadena de ADN. Un mecanismo molecular que permite incorporar esta señal o marca genética es el comportamiento de ciertos trozos de ADN llamados histones, estudiados por la biología molecular moderna.
Una segunda cuestión es si los genes dominantes compensan a los genes recesivos o se expresan únicamente ellos; ocurre algo parecido, la respuesta es depende. En el caso 1 citado anteriormente el carácter dominante del gen tipo N desarrolla únicamente los frenos normales, y el carácter recesivo de los genes tipo N+A podría desarrollar, de contener los dos genes el carácter recesivo N+A y de no detectarse ningún error en la verificación de las definiciones técnicas, los frenos normales y los ABS.
Bajo los supuestos del caso 2 el carácter dominante del gen tipo N+A desarrolla siempre ambos tipos de frenos y el carácter recesivo del gen tipo N únicamente los frenos normales. En cualquier caso, supongo que en la naturaleza se presentan muchísimos casos similares a los casos 1 y 2 de nuestro supuesto, y también muchísimos más supuestos diferentes.
Todo lo anterior es una explicación del problema muy simplista, si bien, no tanto como el concepto clásico de gen dominante o gen recesivo, y mucho menos simplista que las modernas acepciones de co-dominancia o co-recesión que siguen sin las razones subyacentes o situaciones como la descrita anteriormente de genes dominantes respecto a un tipo de genes y genes recesivos respecto a otro tipo de genes.
¿Cuántas combinaciones se necesitarían para que las definiciones técnicas de los frenos normales de un automóvil se conviertan en las de frenos ABS?
En definitiva, pienso que se necesita una pequeña actualización filosófica de la evolución genética que reconozca su dinámica intrínseca y nos permita acercarnos más a la naturaleza con independencia de las ideas religiosas o agnósticas que uno pueda tener.
La existencia en la evolución de las especies de mutaciones aleatorias no controladas mínimamente en el genoma por la propia naturaleza nos debería llevar a la existencia en la naturaleza de arañas con 4, 6 o más de 8 patas pero con todas las demás características de las arañas; además, deberían de nacer de forma más o menos continua en el tiempo; debería ser normal encontrar animales de la misma especie con diferente número de patas y humanos con 3 brazos, etc. La genética moderna sí está consiguiendo este tipo de mutaciones en animales inferiores.
La coherencia de las modificaciones ha de cumplirse también respecto a la información genética que pueda transmitir el otro progenitor. La diferenciación sexual supone (aparte de otras múltiples consideraciones) y particularmente el método VIG, por su propia definición, un instrumento para conseguir la uniformidad y coherencia necesarias entre las dos fuentes de información genética y el observable isomorfismo en la evolución de las especies, especialmente de las más complejas como sería el caso ya citado del genoma humano.
Por tratarse de una función nueva, no se podrá asociar la condición de verificación en la evolución de las especies; o bien se habrá comprobado por simulación o se asociarán otras condiciones de control para el caso de error, como incorporar esta modificación a una proporción determinada de la descendencia.
La rápida evolución de las especies que seguirá a un cambio estructural producirá caracteres relacionados y dependientes de las nuevas funciones; por ejemplo, la necesidad de una determinada proteína. Si por efecto de la combinación de genes, un nuevo ser no adquiere esta nueva función, no sobrevivirá, ya que los caracteres dependientes quedarán bloqueados en el fenotipo.
De esta forma comenzará el distanciamiento de la nueva especie, ésta será compatible con la inicial durante un determinado período de tiempo pero la evolución acabará por hacerlas incompatibles a efectos reproductivos y provocará su separación total, en otras palabras, ésta será la forma del origen de las especies en la mayoría de los casos.
Las enfermedades muy raras, por presentarse en un caso de cada 10.000 o de cada 100.000, podrían responder perfectamente a esta argumentación, pues normalmente se deben a la falta de una proteína en el fenotipo u organismo por haberse juntado dos genes muy arcaicos; estos genes son reminiscencias del pasado porque todos los individuos que tengan la nueva estructura y en los que se han juntado estos genes de los dos progenitores no han sido viables.
Cuando dos caracteres son perfectamente complementarios es aconsejable su equilibrio dado que el potencial resultante será mayor. La figura anterior muestra el efecto del factor de complementariedad sobre el potencial de una característica particular en la evolución de las especies. En principio, el potencial resultante debe ser mayor que la simple adición de los potenciales de los caracteres considerados aisladamente. En la gráfica se muestra un ejemplo donde se supone que el potencial resultante es el producto de los potenciales individuales.
Si pensamos en la complementariedad de inteligencia y memoria en la evolución de las especies se podría suponer que cada unidad adicional -típico ejemplo puede ser genoma humano-, de inteligencia aumentará el potencial total no en una unidad, sino en la cuantía de la memoria total.
Una analogía familiar a casi todos nosotros es el maletero de un coche; cuando se hace un viaje largo y con muchos trastos se debe extremar la atención en cómo se colocan para que quepan todos. Evidentemente, cuanta mayor habilidad tengamos y cuanto mayor sea el maletero, más cosas se podrán meter dentro.
Cuantificando el efecto, para mayor claridad, si la habilidad pasa de 3 a 4 objetos por unidad de volumen, y el volumen de 4 a 6 unidades, tendríamos que la habilidad ha aumentado en una unidad, el volumen en 2 unidades y el número de objetos en 12 por el efecto de complementariedad.
Este efecto es de suma importancia en la evolución y origen de las especies, pues en la figura se muestra claramente como la diferencia máxima de potencial de cada carácter aislado se encuentra en la relación 9 / 3 = 3 y, cuando nos fijamos en el potencial global, la relación se transforma a 81 /9 = 9, se ha triplicado.
Nos podemos imaginar las enormes diferencias que se pueden producir en los potenciales asociados a conceptos multifuncionales como son precisamente la inteligencia y la memoria, solamente con la introducción de otro carácter o función se podría pasar de la relación individual de 3 a la relación para el potencial global de 729 / 27 = 27.
Ahora, podemos imaginar que en un hábitat relativamente próximo viven tres especies distintas de simios, una de éstas vive principalmente en los árboles, otra en tierra y otra en una zona con gran abundancia de comida durante un período largo lo cual hace que dediquen más tiempo del normal a la vida contemplativa, si en un determinado momento se mezclan genéticamente las tres especies y la mezcla se produce a través de sus individuos más superdotados, es fácil imaginar que la descendencia podría adquirir caracteres muy superiores a sus antepasados, y los mecanismos posteriores que se desencadenarán terminarán por provocar el origen de una nueva especie.
El único problema para el nuevo bebé será encontrar su eslabón perdido, porque con estas formas del origen de las especies no habrá existido nunca.
Uno de los motivos esenciales de discrepancia entre laTeoria de Darwin y la Evolución Condicionada es la fuente u origen de variabilidad genética, modificaciones del código genético o deriva genética.
Para la primera, el origen de la variabilidad genética es de carácter aleatorio mientras la segunda considera imposible, desde el punto de vista lógico, que así sea. Por lo tanto, para la Evolución Condicionada, dichas modificaciones han de tener un carácter dirigido y, en consecuencia, una finalidad.
Por otra parte, señalar que la genética actual está interactuando en el código genético del ADN sin saber las consecuencias que una modificación del mismo puede tener..
La regulación genética actual es algo parecido a la modificación de un programa de ordenador sin conocer su estructura, ni sus funciones, ni el lenguaje de programación en su globalidad. No es mi intención exagerar en absoluto los riesgos que la ingeniería genética pueda conllevar, indudablemente existen, pero pienso que son realmente pequeños.
Cuando se modifica un programa, puede dejar de funcionar, pero es difícil crear un virus informático por accidente. Con la variabilidad genética aleatoria o por accidente debería ocurrir lo mismo, el nuevo ser sería inviable pero nada más. Un tema distinto sería el diseño intencionado de problemas genéticos tipo guerra bacteriológica.
simismo, es de suponer que, cuanto más se conozca sobre el funcionamiento del ADN, más fácil será llegar al convencimiento de la imposibilidad de que sistemas tan complejos y perfectos hayan surgido como consecuencia de una variabilidad genética aleatoria. También tengo la impresión que las variaciones en la información genética se siguen considerando aleatorias porque no se conocen las causas de las mismas ni su distribución estadística concreta y no porque esté demostrado su carácter aleatorio.
Al contrario que en genética clásica, hoy es difícil dar una definición de gen. El funcionamiento del genoma es más complicado de lo que pensaban los biólogos hace muy pocos años.
Utilizaré un concepto de variabilidad genética o modificaciones del código genético restringido, en el sentido de referirme a aquellas modificaciones del código genético que se producen en los genes que se van a trasmitir a la descendencia o recibir de los progenitores.
Esta restricción es importante puesto que, como sabemos, todas las células contienen el código genético entero del individuo. Es posible que una modificación genética se origine en una célula que no tenga funciones reproductoras, el concepto aquí utilizado incluirá estas modificaciones en la medida en que acaben trasladándose al sistema reproductor por cualquier método que pueda existir.
Lógicamente, hasta la fecha, no se admite la posibilidad de que ningún método pueda existir.
Otra precisión que conviene realizar, es la utilización de la expresión «cambios en un gen» o similares, para hacer referencia a expresiones del tipo «modificaciones del código genético o información genética a trasmitir a los descendientes o recibida de los progenitores» Evitándose su repetición demasiadas veces.
Esta utilización práctica se evitará en la medida de lo posible pero, en ocasiones, simplifica los razonamientos; incluso la utilizaré para referirme a información genética que podría estar ubicada en distintos genes, cuando esta circunstancia no sea relevante.
Normalmente, tenemos la idea de información genética y variabilidad genética como algo muy complicado: la estructura molecular tridimensional del ADN, etc. Conviene, pues, señalar que el concepto que aquí utilizado es perfectamente asimilable a otros conceptos mucho más comunes de la vida diaria y seguramente más útiles a la hora seguir una argumentación más o menos compleja.
Esta equivalencia se debe a que el análisis realizado respecto de la información genética y la variabilidad genética es de carácter funcional y no de los mecanismos moleculares que utiliza la naturaleza.
A este efecto podemos citar algunos ejemplos:
La variabilidad genética se puede clasificar desde varios puntos de vista; no intentaré, ni mucho menos, ser exhaustivo en su clasificación; lo que se pretende es dar una idea de las muchas posibilidades existentes a la hora de su clasificación y mostrar las más relevantes que me han surgido en el análisis de la evolución.
Una vez aceptado el evolucionismo, conviene precisar algunos términos muy similares pero que, en ocasiones, tienen connotaciones específicas. Me refiero a los términos de procedimientos, métodos, procesos y mecanismos de la evolución utilizados, al menos, normalmente por la ciencia actual dentro del evolucionismo o posición generalmente aceptada respecto a la teoría de la evolución.
Podríamos crear un esquema básico diciendo: «Un procedimiento, incluyendo uno o varios métodos, se materializa en un conjunto de actividades o procesos formados por un número indeterminado de mecanismos relacionados, normalmente de forma secuencial».
Asimismo, nada impide que en la dinámica del evolucionismo actúen varios procedimientos o métodos independientes o conceptualmente diferentes. De hecho en evolucionismo, es conocido que existe un mecanismo de la evolución (o método) que actúa «a posteriori» en muchos casos, que se denomina Selección Natural, colaborando con el resto de procedimientos y métodos de la evolución.
Los mecanismos de la evolución permitir explicar el evolucionismo de acuerdo con el método científico. La selección natural no es el único mecanismo de la evolución.
Entre los mecanismos de la evolución más importantes se pueden citar los siguientes:
En la evolución de la especie humana no parece que tenga gran importancia, salvo a un plazo no ya largo, sino superlargo. Y tampoco tenemos garantizado que fuese a actuar en el futuro, excepto si lo tomamos en su sentido tautológico.
En cualquier caso, la selección natural se puede caracterizar como un método de verificación exógeno al sistema evolutivo propiamente dicho o sistema de creación de las modificaciones genéticas, por actuar a posteriori.
También podría tratarse del caso de mantener una copia intacta y otra con modificaciones genéticas.
En los siguientes apartados, se resumen brevemente las ideas presentadas a lo largo de este libro sobre la teoría de la vida, su naturaleza, inicio y evolución.
La novedad fundamental en la definición de la Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida es la consideración de la evolución como un mecanismo interno de mejora de los seres vivos, que se transmite a la descendencia y que, dada la complejidad de los aspectos involucrados, utiliza múltiples métodos, procedimientos y mecanismos, configurándose para cada caso en función de sus condiciones particulares.
La Evolución Condicionada se puede resumir en las siguientes ideas básicas:
El concepto de libertad se utiliza en su sentido más amplio, significando la posibilidad de vencer o alejarse del determinismo, con o sin caos, de las leyes de la naturaleza, incrementando el abanico de opciones individuales de los seres que poseen el don de la vida. Independientemente de aspectos cuantitativos, la libertad será una característica de la vida desde su inicio.
La inclusión del concepto de libertad en la formulación y definición de la teoría de la vida aporta un aspecto fundamental de la misma. Sin embargo, el concepto de libertad no es necesario para la validación empírica de los aspectos científicos de la Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida.
Determinadas parcelas de libertad pueden ser tan pequeñas como para ser imperceptibles para los seres humanos, pero ello no significa que no existan o que no podamos detectar su naturaleza a través de la intuición y estudiarlas con ayuda de modelos teóricos o experimentales. Por otra parte, los avances en los instrumentos científicos aumentan constantemente los límites de nuestra percepción inteligente.
La «evolución condicionada» ha de entenderse, no en el sentido de que la evolución surge porque la vida tienda a adaptarse a las condiciones; sino que, desde el inicio de la vida, por medio de la evolución, tiende a realizar mejoras con la finalidad de independizarse o liberarse de las restricciones medio ambientales.
Asimismo, el término de «evolución condicionada» se refiere no solo a las condiciones medio ambientales, sino también a las condiciones lógicas derivadas de sus propios objetivos y naturaleza.
Se podría criticar el supuesto tercero de esta teoría de la vida por ser demasiado genérico. Explicar toda la variedad de mecanismo de la evolución utilizados por la Naturaleza, significaría la imposibilidad de presentar la teoría de forma breve y concisa y, por otra parte, sería una lista demasiado grande e incompleta.
Las dos ideas importantes de la nueva teoría sobre la evolución de la vida, sin embargo, sí quedan reflejadas: la variedad de métodos o mecanismos y de condiciones.
Al mismo tiempo, se puede citar con carácter especial al mecanismo evolutivo de la diferenciación sexual y al método de Verificación de la Información Genética transmitida (VIG) como las nuevas claves en materia de evolución, origen de la vida, la evolución humana y de la inteligencia.
Una perspectiva global de la nueva teoría de la evolución se encuentra en el siguiente resumen. Por un lado se señalan algunas características principales de la naturaleza de la vida y, por otro, las múltiples condiciones que afectan a la evolución de la vida con referencia a las teorías o aspectos más relacionados.
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