Técnica del dibujo artístico
Las técnicas del dibujo artístico, el dibujo artístico es la disciplina del trazado y delineado de cualquier tipo de figura, la cual puede ser abstracta o que represente algún objeto real, una forma de expresión gráfica. El dibujo artístico es lenguaje alternativo de ámbito universal que permite la transmisión de información de toda índole: ideas, descripciones y sentimientos.
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Conceptos
- Se le llama:
- » Dibujante, aquel que tiene un propósito puramente estético, es decir, que su propósito fundamental es el de transmitir una idea o sentimiento surgida del mundo subjetivo del autor al observador.
- » Dibujo, es la representación gráfica de lo que vemos, percibimos, recordamos e imaginamos.
- » Dibujo Lineal, es la representación de algo ya sea real o imaginario utilizando distintas técnicas para plasmarlo. La característica principal de este dibujo es que se realiza con trazos o un delineado, no tiene color ni valoración tonal, es decir no está «sombreado». El dibujo lineal podría ser muy sugerido o bien detallado pero no posee el efecto de volumen.
- » Psicología del dibujo artístico, el dibujante artístico dibuja aquello que no puede expresar con palabras, por decirlo así: «tele transporta su imaginación y pensamientos» a un lienzo que puede ser de papel u otro material. Todos los trazos hechos sobre el lienzo, en conjunto representan la idea del dibujante, la cual alcanza bastante aceptación si todo el delineado fue trazado con técnica, soltura y originalidad. Dicho delineado implica el saber manejar tanto el instrumento de trazo con que se está trabajando, como los trazos que se pretenden realizar, pues un buen dibujo se caracteriza por sus trazos seguros y sueltos. No existe un procedimiento establecido para aprender a dibujar, cada dibujante perfecciona su dibujo a su forma de pensar, pero cabe destacar que el arte del dibujo a mano alzada solo se consigue dominarlo con práctica y dedicación. Dentro del campo del dibujo artístico, algunos críticos dividen a los dibujantes en dos grupos: aquellos que solamente copian un dibujo o modelo ya existente, los cuales hacen uso de su capacidad de observación y motricidad para copiar la imagen tal cual es; y aquellos que dibujan a partir de su capacidad imaginativa y creadora, los cuales desarrollan una alta relación entre cerebro-mano para poder plasmar las imágenes que conciben en la mente. Este último grupo es considerado como el de los verdaderos dibujantes, ya que abarcan famosos personajes de la historia y a aquellos que crean famosos personajes animados, mundos irreales, paisajes y seres de fantasía e incluso artefactos que podrían ser útiles en la vida real, aunque también son los más criticados y señalados a diferencia del primer grupo que es bien aceptado, sobre todo a aquellos dedicados al dibujo del retrato y paisajista.
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Características del dibujo artístico
- Elementos considerados en el dibujo artístico
«Cualquiera puede ser dibujante, pero no cualquiera puede ser un buen dibujante», es un dicho muy conocido entre los artistas, esto es debido a que quien quiera dibujar, debe conocer muy bien no solo las técnicas y procedimientos de dibujo sino su entorno y cada elemento que hay en él, por esto mismo hay que ser muy observador, pero sobre todo paciente, pues no todo dibujo sale a la primera. Entre los elementos que se debe dominar para ser un dibujante artístico están los siguientes.
- Proceso en el dibujo artístico
li>Apunte: es el dibujo rápido que se usa para captar y recordar las características de lo que se va a dibujar después. Es especialmente útil cuando se dibujan exteriores o figuras en movimiento.
- Boceto: es la prueba del dibujo en un papel aparte. Sirve para ayudar a decidir el encuadre, la composición, qué elementos se incluyen…
- Encajado: son las líneas generales que se trazan en el papel definitivo (se tapan o borran después) que sirven como base del dibujo.
- Línea: es el dibujo de los contornos. Se dibuja primero lo más general y después el detalle.
- Valorización: para conseguir más realismo y volumen, se sombrean las zonas más oscuras. Las zonas de luz se pueden aclarar borrando o usando un lápiz de color blanco o similar.
- Color: un dibujo puede llevar color, especialmente si está destinado a ser una ilustración (dibujo que acompaña a un texto en libros, carteles, etc.). El color se puede aplicar con varias técnicas: acuarela, tinta, lápiz de color, ordenador… El color puede ser plano (homogéneo) o con textura (apariencia irregular que se puede conseguir con el material, el papel, la técnica, etc.).
- Correcciones: los errores se pueden corregir, borrando, cubriendo una zona del dibujo con pintura o un trozo de papel y dibujando sobre él, o escaneando el dibujo y modificándolo en un programa de retoque fotográfico (ej.: Photoshop). Con estos programas de retoque se pueden eliminar, añadir o resaltar cosas, mejorar contrastes y colores. Un modo de dibujo a mano alzada es el realizado sobre la marcha, sin correcciones posteriores, por viajeros, exploradores, científicos. A este tipo de dibujos se les conoce como cuadernos de campo. Como ejemplo se pueden citar al colombiano Juan José Gutiérrez, al alemán Wilhelm Filchner y al español Julio Caro Baroja.
- Proporción: la proporción en el dibujo es muy importante, ya que está dará al objeto representado la armonía necesaria al relacionar correctamente todos los elementos que lo conforman. Un consejo útil y práctico al momento de realizar el encuadre del dibujo, es colocar esté frente a un espejo, de esta manera descubriremos si nuestra obra se encuentra bien proporcionada y si guarda la simetría correspondiente; esto es muy útil en especial con los dibujos del rostro y en retratos. En ocasiones nuestro ojo suele «engañarnos» al momento de dibujar y resulta que al terminar un trabajo, desde nuestra mirada puede parecernos correcto y bien encajado, mas al colocarlo frente al espejo se descubren algunos errores de proporción y, es conveniente no olvidar que es así como lo verá el espectador. Esto se corrige con la práctica constante y recordando que es muy importante la observación para que podamos relacionar correctamente todos los elementos del objeto a dibujar y lograr así una representación correcta. Otras formas de evaluar si nuestro dibujo es correcto son, colocarlo al revés, mirarlo a contraluz por el reverso de la hoja y, colocar nuestra hoja un poco más abajo para cambiar nuestra perspectiva al mirarla.
Guía breve y sencilla con nociones básicas sobre dibujo artístico.
Instrumentos, técnica y materiales
- » Palotes
- » Figuras básicas geométricas
- » Texturas
- » Claroscuro
- » Distancia y Posición
- » Perspectiva
- » Escala
- » Proporción
- » Volumen
- » Encuadre
- » Contraste
- » Armonía y unidad
- » Objetos y detalles
- » Cuadros sencillos
- » Plantas
- » Animales
- » Objetos Arquitectónicos
- » Paisajes
- » Medios de transporte
- » Efectos Especiales
- » Animación e Historieta
- » Antropometría
- » Manos y pies
- » Rostro y gestos
- » Posición y movimiento
- » Escenas
- » Teoría del color
Recursos en el dibujo artístico.
Existen varios recursos que todo artista debe conocer, aunque pocos hablan de ellos, bien por ese secretismo absurdo o bien por qué no los conocen, ni utilizan. El más simple de todos es el útil con el que estamos dibujando: lápiz, carboncillo, sanguina o pincel… con él, tomaremos medidas y las direcciones o inclinaciones de los elementos que componen nuestro dibujo con el fin de encajar todos ellos sin que pierdan las proporciones. Este recurso es de todo conocido no así los que seguidamente os presento:
- » Los Visores. Existen algunos visores que se basan en la división en tercios, tres divisiones horizontales y tres verticales, otros, usados desde muy antiguo, dividen la superficie en doce rectángulos iguales, como por ejemplo la máquina de perspectiva del s. XVII, que podéis observar en el apartado correspondiente. Los visores que aquí se proponen son los que sitúan los puntos áureos, y se confeccionan con pliegos de acetatos como se explica en el apartado dedicado exclusivamente a los visores con sección áurea.
- » Una tarjeta blanca con abertura de 4 0 5 milímetros para apreciar el tono o bien un círculo dividido en doce porciones, en las que se ha hecho un degradado del color negro hasta llegar al blanco, Antiguamente, antes de hacer un cuadro se hacía un estudio en grafito, por lo tanto jugaban con el negro y el blanco y todos los tonos grises intermedios. Para valorar esto se usaba un círculo parecido al que os presento.
- » Aunque la más útil de todas las herramientas es la que os presento a continuación: se trata de dos reglas unidas en su punto medio empleando para ello, un pequeño tornillo, con su tuerca correspondiente, y un muelle, para mantener la presión, o bien dos partes de un metro extensible de los que se usan para la carpintería. Esta herramienta bien utilizada puede sustituir a cualquier máquina de la perspectiva. (Observad las siguientes figuras.)
- Cualquiera de las dos nos será muy útil a la hora de establecer la perspectiva de cualquier línea de fuga, calcular ángulos: de objetos personas, establecer inclinaciones …¿Cómo se usa? observad la siguiente figura ponemos los dos decímetros ajustando el ángulo a la vertical y a la línea de fuga del techo, en el plano del cuadro lo que se llama ventana o velo, como si tuviésemos un cristal transparente delante de nosotros, seguidamente trasladamos este ángulo al papel, trazaremos primero una vertical y sobre ella pondremos los dos decímetros de tal manera que uno de sus lados coincida con la vertical que hemos trazado, la otra nos daré la línea de fuga del techo. Para construir rectángulos proporcionales y ampliaciones de originales, procederemos a trazar la diagonal sobrepasando el vértice opuesto y alargando los lados opuestos, cualquier punto que elijamos de la diagonal fuera del propio rectángulo y trazando líneas paralelas a ambos lados conseguiremos rectángulos más grandes proporcionales a los originales, seguid el siguiente esquema.
En páginas anteriores hemos definido la perspectiva como la forma de representar objetos tridimensionales en una superficie plana, bidimensional, para recrear la profundidad y la posición. Cuando miras un objeto lo haces con visión binocular (dos ojos). La perspectiva se obtiene con visión monocular, es decir empleando un solo ojo, es lo que se denomina punto de vista (V). Por esto, tienes que cerrar un ojo y observar. Sitúate delante de una ventana, a la distancia de tu brazo, provisto de un rotulador. Sin moverte del sitio, cerrando un ojo podrás dibujar, sobre el cristal de la ventana, todas las líneas que componen los objetos o paisajes que a través de él se ven. Algo parecido imaginó Alberti Leon Battista Alberti (1404-1472), utilizó un marco de forma rectangular, probablemente su formato correspondería a las proporción áurea, el cual dividido, mediante hilos tensados, en cuadrados iguales. Sobre el lienzo reprodujo el plano de la ventana a través de la cual miraba el modelo y dibujaba sobre el lienzo lo que veía a través del visor (ventana) posiblemente fue el primero que utilizó este proceso para pintar, también utilizaron este método otros pintores como Albrecht Dürer (1471 – 1528).
El número Áureo, Mágico… el número Phi (?)
El Temple, desde su nacimiento, fue almacenando conocimientos aprendiendo de amigos y enemigos, asimilando gran parte de los conocimientos de las culturas con las que entraban en contacto, apartándose de la mentalidad inmovilista medieval, abarcando distintas materias, prácticas y espirituales, como por ejemplo la cábala o la mística de las relaciones numéricas descubierta por los sabios hebreos. Entre todo el saber que almacenaron se halla el conocimiento del número mágico Phi, (la divina proporción) que luego aplicarían en construcciones tanto de tipo civil como religioso. Phi, el número sagrado o de oro, no debe entenderse como un número sino como una relación de proporciones. Es la base de la proporción armónica que está presente en muchos de los órdenes de nuestra vida, la naturaleza, las relaciones entre las frecuencias de las notas musicales, ha representado para las personas que lo han conocido, la belleza, la magia, la perfección, lo divino. Por cierto el que puso nombre a este número, fue el matemático alemán Martín Ohm denominándole Phi en honor a Fidias (Phidias) el escultor griego, que tanto y tanto usó. Pero el que lo dio a conocer al gran público fue el fraile italiano Lucca Pacioli cuando en 1497, escribió y publicó un libro tituldo: «De divina Proportione», donde se revelaba, por fin, el secreto de la belleza, que en realidad se basaba en lo que los escolares actuales conocen como «regla de tres». Pacioli se inspiraba en las ideas de Piero della Francesca, un hombre que hoy conocemos a través de su obra pictórica, pero que en su tiempo era más conocido por ser el autor de «De Abaco», un manual de matemática para comerciantes. Remontémonos al VI a. C, Pitágoras huye de la Isla de Samos perseguido por Policromes y se establece en Crotona (Italia) y funda la sociedad Pitagórica, una escuela filosófica que trataba de explicar la vida mediante números, cuyo principio básico era: «todo en número», cuya contraseña secreta era una estrella de cinco puntas, que se obtiene trazando las diagonales de un pentágono regular y curiosamente, si dividimos cualquiera de sus diagonales por el valor de uno de sus lados obtendremos el número mágico 1,61803, como veremos a continuación.
El pentágono y las relaciones con el número Phi.
El rectángulo áureo de Euclides.
A partir del cuadrado ABCD, Euclides obtiene el rectángulo áureo AEFD.
Por otra parte, los rectángulos AEFD y BEFC son semejantes, de modo que éste último es asimismo un rectángulo áureo.
- Enunciado: El numero Phi es una proporción de tal manera que se dividimos un segmento cualquiera en dos partes, a y b, la razón entre la totalidad del segmento y la parte a sea igual a la razón entre la parte a y la parte b.
Expresado matemáticamente representaríamos esta proporción mediante la siguiente razón: A esta razón, que cumple la propiedad, se le denomina razón áurea o número dorado. Podemos obtener este número a partir de la expresión anterior, despejando a utilizando la fórmula general de las ecuaciones de segundo grado, teniendo en cuenta que a > 0 : Dividiendo todo por b obtenemos: a / b = 1,618 o lo que es lo mismo b = a/1,618, expresado de otra forma b = 1/1,618 . a; b = 0,618 . a;b/a = 0,618; (a + b) 0,618 = a resolviendo que a +b = a / 0,618 y por lo tanto (a + b) / a = 1 / 0,618; en definitiva (a + b) / a = 1,618, sustituyendo el número por sus valor volvemos al planteamiento inicial: - Con lo que queda demostrado dicho planteamiento.
Se puede hallar este número también con la sucesión de Fibonacci. Esta sucesión matemática es la siguiente:
- 1 – 1 – 2 – 3 – 5 – 8 – 13 – 21 – 34 – 55 – 89 – 144 – 233… Esta serie numérica, consiste en sumar el número anterior al número actual para obtener el siguiente, por ejemplo el siguiente a 5 es 5+3=8, ó el siguiente a 21 sería 21 + 13 = 34, pero cabría preguntarnos
- ¿qué tiene que ver esta sucesión con el número áureo?
- Observad la siguiente tabla:
Cociente entre un numero de la sucesión y su inmediatamente anterior | Diferencia entre el cociente expuesto a la izquierda y el número áureo |
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1 ÷ 1 = 1 | 1 – 1,61803 = – 0,618034 |
2 ÷ 1 = 2 | 2 -1,61803 = + 0,381966 |
3 ÷ 2 = 1,5 | 1,5 – 1,61803 = – 0,118034 |
5 ÷ 3 = 1.666667 | 1.666667 – 1,61803 = + 0,048633 |
8 ÷ 5 = 1,6 | 1,6 -1,61803 = – 0,018034 |
13 ÷ 8 = 1,625 | 1,625 – 1,61803 = + 0,006966 |
21 ÷ 13 = 1,615385 | 1,615385 – 1,61803 = – 0,002649 |
34 ÷ 21 = 1,619048 | 1,619048 – 1,61803 = + 0,001014 |
55 ÷ 34 = 1,617647 | 1,617647 – 1,61803 = – 0,000387 |
89 ÷ 55 = 1,618182 | 1,618182 – 1,61803 = + 0,000148 |
144 ÷ 89 = 1,617978 | 1,617978 – 1,61803 = – 0,000056 |
233 ÷ 144 = 1,618056 | 1,618056 -1,61803 = + 0,000022 |
… Comprobamos que a medida que avanzamos en la serie, las diferencias son cíclicas, cada vez más pequeñas acercándonos cada vez más al número Phi, siendo las aproximaciones una vez por exceso y la siguiente por defecto. De todo lo cual concluimos que, es una serie infinita cada vez más próxima al número Phi. resultando en definitiva un logaritmo.
- » Recursos.
- » Composiciones frecuentes.
- » Máquina de la perspectiva.
- » Visores áureos. Construcción
Construcción de un visor rectangular con sección Áurea:
Para láminas de 60 cm x 40 cm construiremos un visor proporcional de 12 cm x 8 cm. (60:40 = 1,5 por lo que 12:1,5 = 8), aunque también podemos hacerlo más pequeño o más grande pero siempre guardando la misma proporción, en este caso a:b = 1,5. De un pliego de acetato recortaremos dos rectángulos de las siguientes dimensiones: 14 centímetro de base por 10 de altura. Cuando tengamos perfectamente cortados, cogeremos uno de ellos y trazaremos las diagonales con un rotulador negro de tinta indeleble, es decir de los que se llaman permanentes. Seguidamente trazaremos un rectángulo interior a un centímetro de cada lado con lo que nos quedará el rectángulo interior de 12 centímetros de base por 8 de alto. Para hallar la sección áurea (Ved el apartado dedicado al número áureo) tendremos que multiplicar cada uno de sus lados, base y altura por 0,618, como quiera que la base hemos dicho que mediría 12 cm si la multiplicamos por 0,618 nos dará 7,416, que serán los centímetros a los que debemos situar las líneas verticales seguidamente multiplicamos lo que mide su altura, es decir 8 cm. por 0,618 y tendremos como resultado 4,944 que serán los centímetros que desde los vértices situaremos ambas líneas paralelas, que dibujaremos en el acetato con el rotulador permanente, con lo que tendremos la siguiente imagen:
Construcción de un visor cuadrado con sección Áurea:
También podemos construir un visor áureo de forma cuadrada. El proceso es exactamente el mismo que hemos explicado anteriormente, simplemente hemos de tener en cuenta la medida de las láminas y construir un visor que se adapte a la superficie y al motivo que queramos dibujar. Siempre hemos de tener en cuenta que para dividir cualquier segmento por su sección áurea bastará multiplicar su longitud, expresada en cualquier sistema de unidades por el factor 0,618.