Pronombres personales tónicos.Son aquellos que pueden funcionar como sujeto (Túsabrás), como atributo (Los culpables son ellos) o como término de preposición (Mi hermano vendrá con nosotros).
formas de los pronombres personales tónicos | |||||||
persona gramatical | singular | plural | |||||
1.ª pers. | sujeto o atributo | yo | nosotros/as | ||||
término de preposición | mí (conmigo) | ||||||
2.ª pers. | sujeto o atributo | tú, vos* | vosotros/as* | ||||
término de preposición | ti (contigo), vos* | ||||||
3.ª pers. | sujeto o atributo | masc. | él | usted** | ellos | ustedes** | |
fem. | ella | ellas | |||||
sujeto | neutro | ello | — | ||||
término de preposición | masc. | él | usted** | ellos | ustedes** | ||
fem. | ella | ellas | |||||
neutro | ello | — | |||||
término de preposición exclusivamente reflexivo | sí (consigo) | ||||||
* Vos y vosotros son formas pronominales no comunes a todos los hispanohablantes. Acerca de sus funciones y su ámbito geográfico de uso, → vos, vosotros.
** Aunque el pronombre usted se refiere siempre al interlocutor (2.ª persona), a efectos gramaticales funciona como un pronombre de 3.ª persona.
Salvo la primera y la segunda persona del singular (yo, tú/vos, mí, ti) y la forma usted (pl. ustedes), todos los pronombres personales tónicos tienen variación de género. La tercera persona del singular cuenta con la forma neutra ello, de uso muy restringido en español (→ ello). Solo la tercera persona posee una forma específica con sentido exclusivamente reflexivo, sí (→ 3 y sí, 3), invariable en género y número. Cuando la preposición que precede a mí, ti, sí es con, deben emplearse las amalgamas conmigo, contigo y consigo, de manera que no son correctas las secuencias con mí, con ti, con sí. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que la preposición entre (→ entre, 1) y la preposición según (con el sentido de ‘en [mi, tu, su, etc.] opinión’) seleccionan las formas pronominales de sujeto, y no las de término de preposición: «Lo que hablemos será entre tú y yo» (Bain Dolor [Col. 1993]); «En fin, que según tú, caso concluido» (José Keaton [Esp. 1991]). Para las cuestiones relacionadas con cada pronombre, → yo, tú, vos, usted, etc.
Por otra parte, en ciertas variedades del español, con especial incidencia en el habla caribeña, la -s final se aspira, se debilita o se pierde, de manera que la segunda persona del singular puede llegar a converger oralmente con las formas de primera y de tercera, según los tiempos, lo que justifica la frecuencia con la que se hace explícito, en esas zonas, el sujeto tú: «¿Qué tú quieres más que eso?» (González Provisiones [Cuba 1975]).
Para la primera y la segunda persona no existen formas pronominales tónicas específicamente reflexivas, sino que, como ilustran los ejemplos anteriores, estas son las mismas que se emplean en cualquier complemento preposicional: mí, ti, vos, nosotros/as, vosotros/as. Solo la tercera persona posee una forma tónica específicamente reflexiva, el pronombre sí (→sí, 3), invariable en género y número:
«Vladimir creyó tener ante sí al psiquiatra del lugar» (Ponte Contrabando [Cuba 2002]); «Tiene usted un bajo concepto de sí mismo» (Collyer Pájaros [Chile 1995]);
«Aquellas flores le devolvieron […] la confianza en sí misma» (Ferré Batalla [P. Rico 1993]);
«Su dogma les permite […] decidir, por sí mismos, la suerte de quienes les rodean» (Volpi Klingsor [Méx. 1999]).
Como se ve en varios de los ejemplos citados, junto a las formas pronominales con sentido reflexivo aparece frecuentemente el adjetivo mismo, como refuerzo, a veces opcional, a veces obligatorio (→ mismo, 2).
No es infrecuente que aparezcan usadas con valor reflexivo las otras formas tónicas de tercera persona (él, ella, ellos, ellas, usted, ustedes), especialmente si hacen inequívoco este valor mediante el refuerzo mismo:
No obstante, en el habla esmerada se recomienda emplear, en estos casos, la forma propiamente reflexiva: La candidata lució guapa y segura de sí misma;
Póngase a pensar en sí mismo; Sánchez empezó a maldecir, como hablando consigo mismo.
No es obligatoria la presencia de un pronombre tónico en función de complemento directo o indirecto, pero, si aparece, es forzoso que aparezca también el pronombre átono correspondiente; sobre la coaparición de pronombres tónicos y clíticos y, en general, sobre la duplicación de complementos
pronombres personales átonos, 5.
Los pronombres personales son los que sirven de sujeto en una oración. Ellos son:
persona | singular | plural |
1ª | yo | nosotros, nosotras |
2ª | tú | vosotros, vosotras |
3ª | él, ella, Ud., ello | ellos, ellas, Uds. |
Ejemplos:
Si un pronombre tiene forma masculina y femenina (ellos/ellas; nosotros/nosotras; vosotros/vosotras), se usa la forma femenina sólo cuando el grupo entero se compone de seres femeninos, de lo contrario se usará la forma masculina.
Ejemplos:
Esas chicas son españolas; ellas son de Madrid. Esos chicos y chicas son mexicanos; ellos son de Querétaro.
El pronombre de la segunda persona familiar, tú, se usa con amigos, animales, Dios, niños, compañeros de clase y en situaciones sociales a que asiste gente de aproximadamente la misma edad y clase social. Ud. es más formal e implica algún respeto por la persona o por su oficio. Se usa con personas mayores, en situaciones sociales formales, con médicos, policías, profesores, etc. La forma informal plural vosotros/vosotras y la forma formal plural Uds. se emplean igual como tú.
Ejemplos:
Aunque entendido por todo el mundo hispánico, el pronombre vosotros sólo se usa con frecuencia en España. En otros países de habla española, normalmente se emplea Uds.
Ejemplos:
En España en otros países | Vosotros no tenéis la menor posibilidad de ganar este partido. Uds. no tienen la menor posibilidad de ganar este partido. |
El uso del pronombre personal
Normalmente, hay una forma diferente del verbo según el número y la persona, pues se sabe quién es el sujeto del verbo en la mayoría de los casos. Por eso, el pronombre personal generalmente se suprime, ya que su uso resulta superfluo. Se puede usar en los casos siguientes:
Dado que la forma del verbo de la tercera persona, singular y plural, puede referirse a varios sujetos (él, ella, Ud.; ellos, ellas, Uds.), a veces es necesario emplear el pronombre personal para evitar la ambigüedad.
Ejemplo:
— ¿Conoces a Juan López?
— Sí, tiene una hermana casada.
— ¿Cuántos años tiene?
— ¿Quién? ¿Ella o él?
Para enfatizar la singularidad del sujeto o para hacer una comparación implícita, se usa el pronombre personal.
Ejemplos:
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