Paisaje. El paisaje es el resultado de una serie de eventos y fenómenos que inciden sobre los elementos físicos, biológicos y, en ocasiones, humanos, de un lugar determinado. Todas estas interacciones entre fenómenos físicos y procesos biológicos que se dan de manera natural en el entorno producen un paisaje natural o físico característico. Mientras que cuando a esta ecuación añadimos al ser humano (factor antrópico), entonces estamos en presencia de un paisaje cultural.
Paisaje natural o físico
Se conoce como paisaje natural o físico a aquel que es producto de todos los elementos físicos que lo componen, así como el conjunto de fenómenos naturales que tienen lugar en él. En este sentido, el paisaje físico es obra de la naturaleza, pues no interviene el ser humano en sus procesos y transformaciones. Se caracteriza por presentar algunas de los siguientes elementos: clima, suelos, minerales, vegetales, fauna, relieve (montañas, llanura o depresiones), hidrografía (ríos o lagos), etc.
La palabra paisaje tiene su origen en el francés.
El concepto de paisaje es utilizado tanto por la geografía, por el arte, e incluso por la literatura. Si bien todas estas acepciones son diferentes, tienen como base común que encontramos uno o más observadores que se refieren a una extensión de terreno, destacándose generalmente por características que lo hacen diferenciarse (ya sean positivas o negativas).
La palabra paisajetiene su origen en el francés, en el cual pays refiere a una determinada región o país, mientras que aje es un sufijo utilizado en el idioma francés, usado para conferirle «acción» a una determinada palabra.
Distintas acepciones de paisaje
Un paisajista interviene en un espacio con el fin de volverlo estéticamente más bello.
- Paisaje en geografía. En la geografía el paisaje se define como un «documento geográfico básico», es decir, es el elemento básico mediante el cual se trabajará luego. Son superficies en las cuales distintos elementos entran en juego entre sí, en un determinado espacio geográfico. En ellos podemos encontrar elementos bióticos (todo ser vivo), abióticos (aquellos que no poseen vida) y antrópicos (aquellos que son el resultado de la interacción humana con la naturaleza).
- Paisaje cultural. Por otra parte, encontramos lo que se denomina como paisaje cultural. En este caso no se trata de un mero espacio geográfico natural, sino que es el agente humano el cual modifica su entorno. Generalmente, se habla de paisaje cultural cuando un determinado espacio contiene un gran antecedente histórico, o se han desarrollado allí actividades significativas para un país o región. La UNESCO o la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, otorga distinciones específicas denominadas «Patrimonio de la Humanidad». Ejemplo de ello es el Paisaje Cultural de Sintra, sin duda uno de las más bellas construcciones arquitectónicas, situado en Portugal.
- Paisaje en el arte. En cuanto al arte, podemos decir que el paisaje empieza a tener crucial importancia a partir del Renacimiento. Son los artistas renacentistas quienes sientan la base para que luego en Holanda en el siglo XVII sea considerado como un fin en sí mismo y no un mero fondo. Si bien encontramos ciertos antecedentes en la pintura de carácter religioso, éstas sólo eran meras acompañantes, ya que el fin era totalmente distinto. Distintos movimientos artísticos seguirán esta corriente, tal es el caso del Impresionismo en Francia, por ejemplo. En estos casos, el arte ya aparece como un fin estético y no la representación de deidades o fuerzas míticas, que no manifestaban más que el temor del hombre frente a un mundo desconocido.
- Paisajistas. Existe una profesión específica que se dedica al paisaje y a la modificación del mismo con fines estéticos, son los paisajistas o arquitectos paisajistas, dependiendo de donde nos encontremos. Su trabajo consiste en la intervención de determinado espacio con el fin de volverlo estéticamente más bello. Muchos dueños de casas, y sobre todo de las más lujosas, contratan paisajistas para que decoren sus parques de una manera armónica y bella. Recurren a recursos tales como flora, fuentes, entre otros muchos elementos.
Como dijimos al principio del texto, el paisaje presupone un observador y algo a observar, generalmente una extensión de territorio con sus características particulares. Sin embargo, el observador no es un mero sujeto pasivo que tan sólo «recibe» lo que lo rodea de manera sensitiva. El observador, por el simple hecho de ser observador, interviene sobre la realidad, haciendo de ésta su propia experiencia subjetiva. Por lo tanto, podemos afirmar que ante un mismo paisaje ningún observador tendrá la misma experiencia, aunque puedan observar técnicamente lo mismo.