Los insectos. Son animales invertebrados y tienen una serie de características comunes:
Tienen un cuerpo dividido en:
Tienen dos antenas y en su mayoría, seis patas y respiran por tráqueas. Los insectos, desde que nacen sufren una serie de cambios en su cuerpo que se llama metamorfosis.
La mayoría de insectos son ovíparos y de los huevos nacen larvas. Así mismo, la mayoría de los insectos tienen alas y son los únicos invertebrados que pueden volar
Los insectos son una clase de animales invertebrados del filo de los artrópodos, caracterizados por presentar un par de antenas, tres pares de patas y dos pares de alas. La ciencia que estudia los insectos se denomina entomología. Su nombre proviene del latín insectum, calco del griego ἔντομα, ‘cortado en medio’.
Los insectos son animales invertebrados del filo de los artrópodos.Comprenden el grupo de animales más diverso de la Tierra de los que se conocen aproximadamente un millón de especies diferentes, cada una de ellas con una cantidad de miembros muy abundante. También se cree que aún quedan por describir unos 30 millones de especies más. Pueden encontrarse en casi todos los lugares del planeta, aunque solo un pequeño número de especies ha conseguido adaptarse a la vida en los océanos. Los insectos no solo presentan una gran diversidad, sino que también son increíblemente abundantes. Algunas estimaciones hablan que existen 200 millones de insectos por cada ser humano.
Clasificación de los insectos
La clasificación de los insectos nos permite conocer mejor los diferentes grupos y clases de insectos se pueden clasificar en los siguientes órdenes:
La anatomía de los insectos
El cuerpo de los insectos está formado por tres regiones principales (denominadas tagmas):
cabeza, tórax y abdomen, uniformemente recubiertas por un exoesqueleto.
Anatomía de un insecto. A.- Cabeza; B.- Tórax; C.- Abdomen;
1.- Antena;
2.- ocelo inferior;
3.- Ocelo superior;
4.- Ojo compuesto;
5.- Cerebro;
6.- Protórax;
7.- Arteria dorsal (aorta);
8.- Tráqueas;
9.- Mesotórax;
10.- Metatórax;
11.- Alas anteriores;
12.- Alas posteriores;
13.- Estómago;
14.- Corazón;
15.- Ovarios;
16.- Intestino;
17.- Ano;
18.- Vagina;
19.- Cadena ganglionar ventral;
20.- Tubos de Malpighi;
21.- Tarsómero;
22.- Uña;
23.- Tarso;
24.- Tibia;
25.- Fémur;
26.- Trocánter;
27.- Buche;
28.- Ganglio torácico;
29.- Coxas;
30.- Glándula salival;
31.- Collar periesofágico;
32.- Piezas bucales; de izquierda a derecha: labro, mandíbulas, maxilas y labio.
Las características generales de los insectos son:
En la cabeza poseen el par de antena con funciones sensoriales, el par de ojos compuestos y a veces tres ocelos simples. En la parte inferior de la cabeza, se sitúan las piezas bucales con su labio superior (labro), un labio inferior, dos maxilas y dos mandíbulas. El tórax posee las seis extremidades articuladas y, en ocasiones, uno o dos pares de antenas. Mientras que la mayoría de los aparatos del insecto se encuentran en el abdomen, el aparato digestivo, reproductor, excretor y respiratorio.
El sistema respiratorio está formado por una tráquea, que es un sistema de tubos y sacos, donde los gases difunden o son bombeados hacía los órganos, por lo que no necesitan un sistema circulatorio. Existe relación entre el aparato respiratorio y el tamaño del insecto, cuya eficacia se reduce con el tamaño del animal.
El sistema digestivo de un insecto consiste en un canal alimentario desde la boca hasta el ano. Este canal se divide en una región anterior (cavidad bucal, faringe, esófago, buche y proventrículo), media y posterior. En la región anterior se produce la digestión enzimática y mecánica de los alimentos, similar a lo que pasa en la boca y el estómago de humanos. La región media es para los procesos de absorción de los nutrientes a través de las microvellosidades, análogo a lo que pasa en el intestino delgado y primera parte del grueso de los humanos y en la parte posterior las sustancias no digeridas se combinan con el ácido úrico para formar las bolas fecales y excretarse.
Su sistema nervioso consiste en un cordón nervioso central y el cerebro, localizado en la cabeza. El cordón nervioso está segmentado, con un par de ganglios nerviosos por segmento, que están fusionados en algunos insectos. Además de esto, los insectos poseen órganos sensoriales desarrollados, que les permiten captar la luz, las vibraciones, detectar estímulos químicos, captar sonidos o incluso sentir dolor, aunque el tipo de órgano varía según la especie.
Alimentación de los insectos
La alimentación varía según las especies, los hay que se alimentan de plantas, de animales (enteros o partes) omnívoros o saprofitos.
Algunos insectos comen hierba y hojas. Otros insectos comen alimentos blandos como basura blanda y en descomposición. Otros tipos de insectos solo comen líquidos. Muchos insectos como los mosquitos, las abejas y las mariposas extraen su comida con un sifón.
¿Qué comen los insectos? Prácticamente lo que sea que quieran. Existen tantos tipos distintos de insectos, que, entre todos ellos, ningún tipo de comida potencial es seguro. Muchos insectos comen plantas, algunos comen otros insectos y algunos incluso beben sangre. Muchos insectos comen néctar de las plantas y algunos insectos comen cualquier resto de comida que dejes botados.
Unos cuantos insectos, como las efímeras y algunas polillas, no comen nunca. Eso se debe a que sus vidas se terminan después de unas cuantas horas o días. Una vez que estos insectos se convierten en adultos, dejan huevos y luego mueren. Por otra parte, existen insectos que son comedores muy saludables. El gusano de seda come suficientes hojas como para aumentar más de 4.000 veces su peso en tan sólo 56 días, pues aumenta alrededor de 10.000 veces su tamaño desde su nacimiento. Hay un tipo de saltamontes que come su propio peso en plantas a diario. Tan sólo imagina comer tu propio peso en comida a diario. Probablemente no podrías. Incluso si trataras, lo más probable es que te enfermaras.
¿Cómo comen los insectos?
Los insectos comen de muchas formas y en distintas cantidades. Alrededor de la mitad de insectos que existen comen plantas, alimentándose de hojas, raíces, semillas, néctar, o madera. Los pulgones y las chicharras chupan la savia de las plantas. Las mantis religiosas son depredadoras y cazan otras criaturas más pequeñas. Los insectos como los mosquitos y los pulgones poseen piezas bucales especiales que les ayudan a perforar y a chupar. Otros, como las chinches asesinas, como la de la Figura siguiente , y ciertas especies de mosquitos hembras, se comen a otros insectos. Las pulgas y los piojos son parasites y comen la carne o beben la sangre de animales más grandes sin matarlos.
Los insectos tienen distintos tipos de apéndices (brazos y patas) adaptados para capturar a la presa y alimentarse de ella. También poseen sentidos especiales que les ayudan a detectar a la presa. Además, los insectos poseen una amplia variedad de piezas bucales que usan para alimentarse.
[Figure 2] Una chinche asesina se alimenta de un escarabajo.
Algunos ejemplos de insectos masticadores son las libélulas, los saltamontes y los escarabajos. Estos insectos usan un par de mandíbulas para masticar pedazos de comida y tributarlos. Otro par de mandíbulas les ayudan a empujar la comida por la garganta. Algunas larvas también poseen piezas bucales para masticar, como en el caso de la fase de oruga de polillas y mariposas.
[Figure 3] Una oruga alimentándose de una planta huésped.
Algunos insectos usan la extracción, como si chuparan con bombilla, como las polillas y las mariposas. Esta boca-tubo larga que usan para succionar el néctar de la flor se llama probóscide. Algunas polillas, sin embargo, no poseen piezas bucales. Algunos insectos obtienen su comida mediante absorción, como la mosca doméstica. Esto quiere decir que las piezas bucales pueden absorber el alimento líquido y enviarlo al esófago. La mosca doméstica puede comer alimentos sólidos liberando saliva y esparciéndola sobre la comida. Mientras la saliva disuelve la comida, las piezas bucales absorben el alimento líquido.
Método | Descripción | Ejemplos |
Picador-chupador | Se usa para penetrar en el tejido sólido y luego chupar alimento líquido | Cigarras, pulgones, piojos, moscas de establos, zancudos |
Chupador | Se usa para absorber y chupar líquidos | Mosca doméstica, moscardones |
Masticador | Se usa para morder y triturar alimentos sólidos | Libélulas, termitas, escarabajos, hormigas, cucarachas, saltamontes, grillos, orugas |
Tubo de sifón | Se usa para chupar líquidos | Abejas |
Resumen
Hábitat
Los insectos han colonizado prácticamente todos los ambientes de la Tierra: viven en las selvas, los desiertos, las zonas frías, en ambientes de agua dulce y en convivencia íntima con los seres humanos y muchos otros seres vivos… y muertos.
Reproducción de los insectos
Con respecto a la reproducción, suele ser sexual, ya que los individuos tienen sexos separados y se distinguen por sus características morfológicas, otras especies son partenogénicas y otras tienen individuos hermafroditas. En la gran parte de las especies, las hembras poseen una etapa fértil muy corta, por lo que deben producir muchas crías en un período corto de tiempo. La mayoría de las veces, las hembras ponen huevos, pero su número y forma varía según las especies.
Tras su nacimiento, las crías tienen un desarrollo indirecto, debiendo sufrir una metamorfosis antes de transformarse en adultos. El proceso de metamorfosis es variables según las especies: en algunas las crías tan solo se diferencian en tamaño y madurez sexual respecto del adulto y en otros pasan por varias etapas larvarias.
La metamorfosis
La metamorfosis es un proceso que atraviesan algunos insectos para alcanzar la vida adulta. Cambian su fisonomía (forma del rostro y cabeza), fisiología (sistemas interiores), y comportamiento.
En biología, la metamorfosis es el proceso de cambios estructurales y fisiológicos a través de los cuales ciertos animales alcanzan la vida adulta, dejando atrás las características obtenidas desde su nacimiento. Se trata de un proceso natural, común a numerosas especies de insectos, moluscos, anfibios, crustáceos, cnidarios, equinodermos y tunicados.
Los cambios que implica este proceso biológico pueden ser más o menos radicales, dependiendo del tipo de metamorfosis:
Ambos tipos de metamorfosis están controlados por un conjunto diverso de hormonas que inducen diversas reacciones y cambios bioquímicos en el organismo. Este proceso, además, suele estar emparentado con los ciclos climáticos y biológicos de la naturaleza, de modo que ocurren siempre en una época determinada y bajo condiciones determinadas.
La metamorfosis ha cautivado la atención del ser humano desde las épocas antiguas, llevándole a explicarlo a través de las teorías más diversas, y también convirtiéndose en metáfora del cambio, del crecimiento y del propio ciclo de la vida, sobre todo el que involucra a animales como las abejas o las mariposas, muy presentes en la cultura humana desde sus inicios.
La metamorfosis de la mariposa
La mariposa suele ubicar su crisálida bajo una rama.
La metamorfosis de las mariposas es, probablemente, de las más conocidas y estudiadas por el ser humano, y en total comprende las siguientes etapas:
La metamorfosis de la rana
En su etapa de larva, las ranas se llaman renacuajos y tienen una vida 100% acuática.
Otro caso muy conocido es el de la mayoría de los batracios, ranas y sapos. Estos animales de vida anfibia son el peldaño evolutivo entre la vida acuática y la terrestre, y por esa razón deben reproducirse siempre en el agua. Su ciclo vital comprende las siguientes etapas:
La metamorfosis de la abeja
La abeja realiza la metamorfosis dentro de una celda de la colmena.
A pesar de vivir una vida organizada en sus respectivas colmenas, la metamorfosis de las abejas de miel es bien conocida por la biología. Y comprende el siguiente ciclo vital:
La metamorfosis de la libélula
La libélula adulta sale del agua y pierde su corteza exterior.
La libélula, popularmente conocida como “caballito del diablo” o “aguacil”, es otro insecto que realiza metamorfosis en insectos es el de la libélula. Un individuo de esta especie puede vivir más de un año, a lo largo del cual habrá completado el siguiente ciclo de vida y de cambios, destinando la menor cantidad de ese año a la adultez.
Tipos de insectos y sus nombres
La clasificación de los insectos despierta cierta polémica, pero en general se pueden distinguir los siguientes órdenes:
Odonata
Este orden incluye a las libélulas y caballitos del diablo. Este se considera el orden más primitivo de insectos, no pueden doblar las alas sobre el abdomen y presentan metamorfosis incompleta.
Blattodea
Este orden incluye a las cucarachas. Son especies con metamorfosis indirecta, cuerpo aplanado, omnívoras y con un par de alas.
Orthoptera
Incluye a grillos, langostas y saltamontes. Poseen un tercer par de patas que está adaptado para saltar.
Phthiraptera
Incluyen a los piojos. No poseen alas y son parásitos, alimentándose de restos de piel, sangre o plumas del hospedador.
Coleoptera
Representan el reino animal con mayor número de especies conocidas. Incluye a los escarabajos. Este orden posee una gran diversidad de formas y están adaptados a todos los hábitats.
Diptera
Incluye a moscas, mosquitos y tábanos. Poseen solo un par de alas, con el otro muy reducido y que sirve para mantener el equilibrio.
Lepidóptera
Incluye a mariposas y polillas. Poseen metamorfosis completa y están adaptados a la vida nocturna.
Hymenoptera
Incluye a las hormigas, abejas y avispas. Poseen metamorfosis completa y se reproducen por partenogénesis. Se caracterizan porque muchas de sus especies son sociales y se organizan en sociedades con un rango de jerarquías.
Los parasitoides
Un parasitoide es un organismo cuyas larvas se desarrollan y alimentan en el interior o en la superficie del cuerpo de otro insecto.
Se hace una distinción entre parasitoides solitarios, de los cuales una sola larva se desarrolla a expensas de su huésped, y parasitoides gregarios en los que varios de ellos normalmente coexisten sobre o dentro de ella.
Los ectoparasitoides consumen a su huésped desde el exterior. Este suele estar protegido, ya sea dentro de un capullo o un pupario, o dentro de varios tejidos vegetales: tallos, raíces, frutos o agallas. En cambio, en los ácaros Trombidiidae (figura 1), es la larva la que se desarrolla como ectoparásito a expensas de un hospedador que está libre, pero sin matarlo.
En los endoparasitoides (Figura 2), el desarrollo larvario tiene lugar completamente dentro del hospedador. Esto implica ciertas adaptaciones, en particular a nivel respiratorio e inmunológico. El corion embrionario y la exuvia larvaria permanecen unidos a la parte posterior del cuerpo, formando un vínculo entre la larva del parasitoide y la cutícula de su hospedador.
El parasitoide también debe poder evitar reacciones de enquistamiento de su anfitrión. En algunos Ichneumonidae y Braconidae, los polinavirus están integrados en su herencia genética en forma de provirus. Se replican en las glándulas accesorias de las hembras y se inyectan en el momento del desove. Luego actúan en sinergia con el veneno para neutralizar las reacciones de enquistamiento del huésped. Estos virus son específicos de cada grupo de parasitoides y pueden incluso estar ausentes o presentes dependiendo de las cepas consideradas dentro de la misma especie de parasitoide.
Algunas definiciones adicionales:
También reconocemos dos tipos de estrategias para el desarrollo larvario:
Finalmente, distinguimos los parasitoides según la extensión del espectro de sus hospedadores:
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