Los bosques de la Selva Alta

Los bosques de la selva alta.-En las vertientes occidentales andinas del norte y en las vertientes orientales de todo el flanco este de los Andes existen bosques lluviosos y secos, cuya estructura y características ecológicas van cambiando con la altura. Reciben diversos nombres: selva alta, bosques lluviosos de altura y ceja de montaña.

En los flancos occidentales del norte se ubican en las cuencas altas de los ríos Chicama, Saña, La Leche, Pinta y Chira. En el valle del Marañón ocupan las partes medias.

En la parte superior esta región limita con la puna y el páramo, y en la parte inferior con el bosque seco en las vertientes occidentales y el valle del Marañón, y con la selva baja o bosque tropical amazónico al este de los Andes.
1. El clima está caracterizado por temperaturas cálidas en las partes bajas y más frías en las partes altas. La temperatura disminuye de 22º C a los 500 msnm hasta los 4º C a 3 500 msnm. Las precipitaciones en las vertientes orientales están generalmente por encima de los 2 000 mm/año, pudiendo superar los 6 000 mm en algunas zonas. En las partes medias (1 500 a 2 500 msnm) son frecuentes las neblinas durante la noche y la mañana.

Predominan dos tipos de clima:

  • Clima semicálido muy húmedo: entre los 800 y los 2 500 msnm. Es muy húmedo, con precipitaciones encima de los 2000 mm anuales y temperaturas promedio alrededor de los 22º C.
  • Clima frío: entre los 2 500 y 3 800 msnm, con precipitaciones de unos 700 mm anuales y temperaturas promedio de 12º C.
  1. La orografía es muy compleja, con pendientes extremas y valles estrechos entre los 2 000 y los 3 500 msnm. Debajo de los 2 000 msnm los valles se tornan más amplios y el relieve es más moderado.
  2. Los suelos son pedregosos (litosoles) en las partes altas, cambisoles en las partes intermedias y acrisoles en las partes bajas. La conjunción de las pendientes pronunciadas, las altas precipitaciones y la tala de los bosques hacen que esta región esté expuesta a una erosión acelerada, con deslizamientos de tierra muy fuertes.
    4. La hidrografía está caracterizada por la complicada orografía. De las montañas descienden numerosos riachuelos y ríos muy tormentosos y con el lecho de piedras. Los ríos tienen frecuentes caídas de agua y cañones muy hermosos. Los ríos mayores no son navegables.
  3. La vegetación es muy variada en especies arbóreas y epífitas, especialmente orquídeas, aráceas, bromelias o achupallas, helechos, musgos y líquenes. El bosque se va haciendo menos alto conforme aumenta la elevación del terreno y las epifitas ocupan una proporción cada vez mayor, culminando en los bosques enanos o la ceja de montaña. El bosque es muy intrincado y difícil de penetrar. La vegetación muestra una zonificación muy característica en pisos desde las partes bajas hacia las más altas, con cambios pronunciados en la configuración de las especies.
  4. La fauna es de origen amazónico con muchos endemismos por el factor aislamiento, favorecido por la compleja orografía de cadenas de montañas y valles aislados.

Los bosques de la selva alta son importantes centros de origen de especies domesticadas durante la época prehispánica, como papa, olluco, papaya, chirimoya, coca y varias otras. Esta región está siendo destruida aceleradamente por la ocupación humana a lo largo de las carreteras.

Los Bosques de Lluvias de las Vertientes Occidentales.

Desde la cuenca del río Chicama hacia el norte se encuentran bosques lluviosos, que constituyen toda una rareza en las vertientes occidentales del norte, y de los cuales apenas quedan unas pocas áreas porque están desapareciendo por la tala y la quema. En algunas partes ya han desaparecido totalmente. Los más importantes que aún quedan son los de Taulis y Udima, en la cuenca del río Zaña; los de la cuenca del río La Leche, y algunos otros dispersos en las cuencas altas de los ríos Piura (Chalaco y Canchaque) y Chira.

En estos bosques se distinguen tres pisos vegetacionales (río Saña):

  • Bosque de lluvias mesotermo siempre verde. A continuación del bosque seco, entre los 1 200 y los 2 000 msnm. Comprende árboles de unos 20 metros de altura, donde sobresalen un higuerón (Ficus sp.); muchos helechos, pequeños y arbóreos; variedad de orquídeas; bromelias o achupallas (Tillandsia rauhi); piperáceas, musgos y líquenes.
  • Bosque de neblina. Entre los 1 900 – 2 000 y los 2 400 msnm. Se caracteriza por una extrema humedad ambiental ocasionada por las neblinas casi continuas. Los árboles tienen unos 15 metros de altura, profusamente cubiertos de epifitas (bromelias, orquídeas, musgos, helechos, líquenes, etc.). También son muy abundantes los helechos arborescentes.
  • Bosque de lluvias oligotermo siempre verde. Entre 2 400 y 3 000 msnm. Equivale al bosque enano antes de la jalca. Los árboles tienen características hojas duras o coriáceas, por el frío, con arrayanes (Eugenia), romerillos (Podocarpus), y otras especies (Weinmannia y Ocotea). Son abundantes las plantas epifitas, especialmente orquídeas, bromelias, musgos y líquenes, entre otros.

La fauna de estos bosques es muy variada y rica en endemismos, especialmente entre los invertebrados. Cada una de estas islas de bosques contiene especies propias por el prolongado aislamiento.

Entre los caracoles (gasterópodos) destacan Thaumastus taulisensis, Nenia koepckei, Epiphragmophora haasi. Entre los ciempiés (quilópodos) está Lamyctes taulisensis. Entre los miriápodos (diplópodos) están Leptodesmus taulisensis, Taulidesmus nodosus, Peruciicus rostratus, Eurhinocricus angustiramus, Epinannokm cylindricaulis. Entre los opiliónidos están Timoleon armatanalis, Taulisa koepckei y Vononissus silvestris. Todas especies endémicas.

Las aves están muy bien representadas por muchas especies, siendo las más características el mirlo (Catharus fuscater), la gralaria (Grallaria ruficapilla), el tapaculo (Scytalopus unicolor), un fringílido (Atlapetes torquatus), el picaflor coronado (Boissonneaua matthewsii), el pilco (Pharomacrus pavoninus) y la tangara plateada (Tangara viridicollis), además del guacamayo rojo (Ara militaris).

Los mamíferos más importantes son el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el umayro o huamingo (Eira barbara), el puerco espín (Coendou sp.), y el zorrino o añas (Conepatus sp.).

La conservación de estos bosques es de suma importancia porque son fuentes de agua para los ríos costeros (Chira, Piura, La Leche, Olmos, Zaña, Lambayeque o Chancay), y contienen numerosas especies endémicas de la flora y fauna nacionales. Su destrucción produciría la extinción masiva de parte de la diversidad biológica del país.

Los Bosques de Lluvias en el Valle del Marañón

El valle del Marañón, entre los 6º30′ y los 9º L.S., presenta bosques parecidos a la selva alta en el piso superior próximo a la jalca.

El piso inferior, debajo de los 2 300 msnm en el sur y los 1 500 msnm en el norte, es una formación xerofítica parecida a la sabana con bosques de galería.

El piso medio, debajo de los 2 900 msnm en el sur y los 2 500 en el norte, es un monte bajo alternado con estepas de gramíneas.

El piso superior es más húmedo y con formaciones de bosque enano o bosque de lluvias oligotermo, muy parecido a la ceja de montaña, con características muy propias.

Restos de estos bosques se encuentran aún en las provincias de Jaén, San Ignacio, Cutervo, Chota, Celendín y San Marcos del Dpto. de Cajamarca; en las provincias de Sánchez Carrión y Pataz del Dpto. de La Libertad, y las provincias de Utcubamba, Luya y Chachapoyas del Dpto. de Amazonas.

Uno de los más importantes es el de la Cordillera de Tarros, en la provincia de Cutervo, y que está declarado como Parque Nacional.

Estos bosques son muy húmedos y densos, con árboles que superan los 20 m de altura, y cubiertos con profusión de epífitas (orquídeas, helechos, aráceas, bromelias, musgos y líquenes). Los árboles más destacados son el romerillo (Podocarpus oleifolius), varios tipos de higuerones (Ficus sp.), palmeras y helechos arborescentes, y formaciones de suro (Chusquea sp.).

El sotobosque es intrincado por la presencia de muchos arbustos, helechos y lianas, además de bromearas, que crecen sobre una capa gruesa de materia orgánica.

Los cursos de agua son numerosos y tormentosos, de aguas templadas y muy límpidas, que se desplazan por valles a veces estrechos y otras veces bastante amplios.

La fauna de estos bosques es variada y con alta tasa de endemismos, especialmente entre los invertebrados.

Entre los mamíferos destaca el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), que se alimenta de palmeras, bromelias y los frutos de un higuerón (Ficus sp.) que tienen el tamaño de una naranja pequeña, muy apetecidos por el ucu o ucumari, como se le llama también. Otros mamíferos importantes son el margay (Leopardus tigrinus), un gato pequeño; el puma (Felis concolor); el venado colorado (Mazama americana) y el venado gris o barrosillo (Odoicoleus virginianus), En la cordillera de Tarros (Cutervo) y en los bosques cerca del paso de Porculla sobrevive aún una pequeña población del tapir de altura o pinchaque (Tapirus pinchqque).

En varios lugares, como Nina bamba y Tarros (Cutervo), existen amplias cuevas habitadas por el guácharo (Steatornis caripensis), ave de hábitos nocturnos y que se alimenta de frutos silvestres, especialmente de ciertas palmeras. Esta ave rara vive en cuevas, en las que se orienta con ondas sonoras en medio de la oscuridad, y construye sus nidos en las paredes utilizando barro y excrementos. Sus polluelos son gordos y los lugareños los recolectan para extraer un aceite y comerlos fritos. La tala de los bosques y la caza persistente han mermado tremendamente las poblaciones de esta especie.

En los bosques viven también varias especies de pavas de monte (Penélope argyrotis) y el pilco (Pharomacrus auriceps), entre muchas otras.

En los ríos se encuentra el lobito de río (Lutra longicaudis), que sube hasta los 2000 msnm y se alimenta de peces y cangrejos. En el río que pasa por el interior de las cuevas de San Andrés (Cutervo) se ha encontrado un pez bagre adaptado a los ambientes sin luz.

La Selva Alta en las Vertientes Orientales

En las vertientes orientales andinas se distinguen los tres tipos de bosques de las vertientes occidentales del norte, pero con características más vigorosas por la mayor humedad.

En esta zona se pueden distinguir tres pisos vegetacionales sucesivos, desde la selva baja hacia las partes altas: los bosques de lluvias de montaña, los bosques de neblina y los bosques enanos o la «ceja de montaña».

  1. Bosque de lluvias de montaña: Se sitúa entre los 600 – 650 y los 1 300 – 1 400 msnm, y sigue inmediatamente a los bosques de la selva baja o tropicales amazónicos.

Los árboles alcanzan más de 35 metros de altura y el sotobosque es más denso; abundan las palmeras y faltan los aguajales, y las epífitas son más numerosas que en el bosque de la selva baja. Contiene importantes especies maderables como el tornillo y el cedro, y también formas silvestres de especies de plantas nativas útiles como el cacao Theobroma spp.)

Los valles son amplios, con dos aún tormentosos, que hacen difícil la navegabilidad por los rápidos existentes.

  1. Bosque de neblina: Este piso se ubica entre los 1 300 – 1 400 hasta los 2 500 – 2 550 msnm.

Los árboles son más bajos y retorcidos, con muchas epífitas (musgos, líquenes, helechos, orquídeas, bromelias, ilicáceas, aráceas, etc.), helechos arborescentes de hasta 15 metros de altura y gramíneas, especialmente el suro o chagra (Chusquea sp.). Este bosque contiene especies maderables importantes como el cedro de altura (Cediela sp.), el nogal (Juglans neotropica), varios Podocarpus (ulcumano, diablo fuerte, ulcumano de puna, etc.), robles, turpay, etc.

La humedad es muy alta por las neblinas persistentes. El suelo está cubierto de una gruesa capa de materia orgánica y musgos.

Los valles son estrechos y las pendientes muy pronunciadas. Los ríos son torrentosos y se precipitan por pendientes muy altas, produciéndose numerosas cataratas, generalmente en cañones profundos.

  1. Bosque enano o monte chico: Situado entre los 2 500 – 2 550 y hasta los 3 000 – 3 800 msnm.

Los árboles alcanzan hasta 15 metros y con epífitas en los árboles y en el suelo, que está cubierto por una gruesa capa de materia orgánica, misma que en algunos lugares puede tener varios metros de espesor. Aquí las bromelias, las orquídeas y los helechos, que en el piso anterior eran epífitos, crecen sobre el suelo. El interior del bosque es muy enmarañado y su acceso muy difícil.

Las pendientes son muy pronunciadas y los ríos están encajonados en estrechos valles, con caídas de agua muy hermosas.

Esta zona, que en el lenguaje popular se llama «ceja de montaña», ha sido ocupada desde muy antiguo por los grupos humanos de la sierra y transformada en muchas partes en tierra agrícola mediante la instalación de andenes (Machupicchu, Pajatén, Kuélap, etc.). En muchas partes es hoy casi imposible reconocer que existían densos bosques de altura y que llegaban hasta los 3800 msnm. Por la milenaria intervención humana amplias zonas están hoy reducidas a pajonales y tierras agropecuarias, y forman parte de los valles interandinos (Cajamarca, Conchucos, Mantaro, Tarma, Cusco, Urubamba, etc.). En lugares de muy difícil acceso se conservan algunos bosques relictos, como al pie del nevado Alangoma, en Ollantaytambo, Cusco

Los Valles Secos de la Selva Alta

En las vertientes orientales andinas existen varios valles secos, que de acuerdo a la altura en que se encuentran deberían tener vegetación de alguno de los pisos de la selva alta. Por razones orográficas tienen una vegetación de zonas secas y con características propias. Estos valles secos están orientados generalmente de sur a norte y tienen hacia el este una barrera o cadena de montañas altas, que impiden el paso de los vientos provenientes del este y cargados de humedad. En consecuencia las lluvias son más escasas y se forman bolsones de aridez, que a su vez determinan una vegetación xerofítica.

Los principales valles secos son:

  1. Valle del Marañón: En su curso medio, entre los 9º y 6º L.S., el piso inferior del valle es árido, hasta los 1 500 msnm en el norte y los 2 300 en el sur, con vegetación de cactáceas columnares, bombacáceas, jacarandás, cabuyas, achupallas y tillandsias grises. A lo largo del río existe un bosque de galería, siempre verde gracias al agua subterránea. La aridez del valle se debe a que los vientos alisios, provenientes de la Amazonía, no logran sobrepasar la cadena de montañas entre el Marañón y el Huallaga.
  2. El valle de Huánuco: Este valle, situado entre los 3 000 y los 1 650 msnm, es también de carácter árido, con bosques de galería en las orillas del río Huallaga, y con especies xerofíticas. A lo largo del río abunda el sauce (Salix humboldtiana) y en la parte árida la tara (Caesalpinia spinosa), el molle (Schinus molle), la cabuya (Fourcroya spp.) y varias cactáceas. La aridez se debe a que el valle queda detrás de las montañas de Carpish, que no permiten el paso de las nubes cargadas de humedad.
  3. El valle de Tarma: Ubicado entre los 2 700 y los 3 300 msnm, tiene características áridas, con sauces en las orillas del río y taras y cactáceas en las laderas. Su aridez se debe a que está encajonado entre altas montañas.
  4. Las zonas áridas del Mantaro, Apurímac y Pampas: Se trata del área más extensa de tipo árido en las vertientes orientales. Su límite inferior está en los 1 800 msnm en el norte y los 2 400 en el sur, y hasta más de 3 000 msnm hacia arriba.

La causa está en que toda esta región está situada detrás de la cordillera Oriental y que impide la circulación adecuada de los vientos húmedos provenientes del este.

Aquí son muy abundantes las cactáceas, la tara, la cabuya y algunos árboles endémicos, como el ccasi (Haplorhus peruviana). Son abundantes las tunas, cubiertas por el parásito cochinilla (Dactilopius costae) que constituye uno de los recursos más importantes de la zona, por obtenerse de dicho insecto el carmín, un colorante muy codiciado.

  1. El valle del Urubamba: Entre los 3 100 y los 2 500 msnm se extiende la parte árida del valle con especies muy características como el sauce, la tara, el molle, el huarango, muchas cactáceas y bromeliáceas en las laderas. Esta porción del valle empieza después de Pisac y llega más abajo de Ollantaytambo, en el camino hacia Machupicchu.

En estas zonas áridas las comunidades humanas han desarrollado extraordinarios conocimientos sobre el aprovechamiento de especies propias (tuna, molle, cochinilla) y sobre sistemas de irrigación.

La Tuna y la Cochinilla

En los valles secos interandinos y las vertientes occidentales áridas crece la tuna (Opuntia ficus–indica) una planta de la familia de las cactáceas, especialmente adaptada a la escasez de agua.

La tuna es parasitada por un insecto conocido como cochinilla, que vive sobre las pencas y se alimenta de la savia de la planta, que chupa con una trompa. Además está recubierto por una sustancia blanca y forma manchas del mismo color en las plantas. Este insecto es especialmente frecuente en los tunales entre los 500 y los 3 000 msnm.

Las hembras de la cochinilla, muy gordas, contienen una sustancia de color rojo oscuro, conocida como carmín.

La tuna y la cochinilla, que forman una asociación natural, son de gran importancia económica en las zonas áridas de la sierra y dan ingresos importantes a los pobladores rurales, generalmente de condición muy pobre.

La tuna tiene una gran variedad de usos:

Es una planta nativa adaptada a zonas marginales áridas y cuya explotación no compite con las tierras agrícolas.

Protege los suelos en las laderas por dar cobertura. Las tierras de las laderas son muy susceptibles a la erosión durante la época de lluvias.

Entre los tunales se regeneran los pastos, lo que los hace muy aptos para sistemas silbo-pastoriles, permitiendo el uso agropecuario.

Produce frutos comestibles de amplia aceptación en el mercado, en forma fresca y para la agroindustria (jugos, licores, fruta abrillantada, mermeladas, etc.). Se calcula que una plantación bien llevada puede producir entre 5 y 20 t de frutos por año.

Las pencas se pueden utilizar como forraje para los animales domésticos (vacunos, ovinos, porcinos y caprinos), especialmente de las variedades sin espinas. En la sierra se chamuscan las espinas para hacer posible su consumo por el ganado. Se calcula que una hectárea puede producir entre 20 y 100 t de forraje por año.
Las pencas tiernas se pueden utilizar como hortaliza en forma de ensaladas y también consumirse soasadas.

La savia pegajosa o gel, extraída de la penca, se puede utilizar como floculante para clarificar el agua; como adherente para la fumigación de pesticidas; y para la extracción de goma, utilizada para el tarrajeo de viviendas mezclada con tierra.

Es hospedero de la cochinilla, que cosechada y seca sirve para obtener el carmín, usado para tintes, y color-antes no cancerígenos para alimentos (mermeladas, jugos, gaseosas, refrescos, embutidos, etc.). Una plantación bien conducida puede producir al año entre 100 y 200 kg de cochinilla seca.

Tiene una serie de usos medicinales entre las comunidades rurales andinas contra la tos convulsiva o ferina (los frutos soasados); tos pectoral (el mucílago); para el dolor de costado (pencas abiertas y aplicadas al cuerpo); para la erisipela (el mucílago), etc.

El mucílago es utilizado como sustituto del jabón para lavarse el cabello.

Se calcula que una hectárea de tunales, bien manejada, puede producir hasta 1400 dólares anuales. Conviene, entonces, promocionar la reforestación con esta especies para proteger las laderas y producir ingresos por los frutos y la cochinilla.

La Fauna de la Selva Alta

La fauna de la selva alta es muy variada y muy rica en endemismos, por el efecto de aislamiento a raíz de la complejidad orográfica.

  1. Los mamíferos: Entre los marsupiales destacan la muca de orejas negras (Didelphis marsupialis) y la de orejas blancas (D. albiventris), que siempre prefieren la cercanía del agua. Los cuatro ojos (Philander spp.), llamados así por tener manchas blancas encima de los ojos, son omnívoros y muy abundantes, de costumbres generalmente nocturnas.

En la selva alta del norte (Amazonas, San Martín y Cajamarca) vive el mono choro de cola amarilla (Lagothrix flavicauda), endémico del Perú y una de las especies más raras de la fauna peruana. Esta especie se encuentra protegida en el Parque Nacional Río Abiseo y en el Bosque de Protección Alto Mayo.

En las zonas del bosque de neblina vive el armadillo peludo. En los pajonales se encuentra el cuy silvestre (Cavia tschudii).

Uno de los roedores más característicos es el machetero o rucupi (Dinomys branickii) de enorme cabeza y dientes muy fuertes, y de color negro con blanco, con una cola de unos 10 cm de largo. Vive en huecos de troncos y en grupos familiares. Esta especie se domestica con suma facilidad. Es de costumbres nocturnas.

El representante más conspicuo es, ciertamente, el oso de anteojos o ucumari (Tremarctos ornatus), que será descrito más adelante. La comadreja o manguja (Mustelafrenata) es el principal depredador de aves y de cuyes silvestres. También es abundante aquí el pudú o sachacabra (Pudú mephistophiles).

  1. Las aves: Los falconiformes están representados por numerosas especies, especialmente el gavilán tijerero o puellas (Alantoides forficatus), el cóndor real o rey de las gallinazas y muchas otras especies de gavilanes. El águila más grande y hermosa es el águila Monera (Oroaetus isidori), que caza monos, pavas y ardillas en las coronas de los árboles.

De las pavas de monte, parientes de nuestras gallinas, existen la pucacunga (Penélope jacquacu), el garaco o manacaraco (Ortalis guttata), la pinsha (Chamaepetes goudotii) y la pava negra (Aburria abuni).

De las 112 especies de picaflores del Perú, 19 son endémicas de la selva alta. El más hermoso es el picaflor admirable (Loddigesia mirabilis), de los bosques de altura del norte peruano, del cual hablaremos más adelante.
Entre las aves-más hermosas están los pilcos o tragones (Pharomacrus y Trogon), con colores de brillo metálico verde, azul y púrpura. El relojero (Momotus momota) tiene en la cola dos plumas muy largas. El tunqui o gallito de las rocas (Rupícola peruviana), el ave nacional del Perú, vive en las zonas rocosas y será descrito más adelante.

Aves muy características son las oropéndolas o paucares, que construyen nidos de fibras tejidos primorosamente. Son especies gregarias, omnívoras y muy ruidosas. Pertenecen a la familia de los ictétiros (icterós = amarillo, en griego), caracterizados por tener plumas amarillas en la cola, que sirven de orientación a la bandada.

Entre los tucanes destacan las tucanetas andinas (Andigena spp.), un género endémico de la selva alta. Él quien-quien (Cyanocorax yncas) es un cuervo de hermosos colores verdes, azules, amarillos y negros.

3. Los reptiles: Dos especies de serpientes (Bothrops spp.) son endémicas de la selva alta: la lamón del centro del Perú, y la jergón terciopelo de la selva alta de Cuzco, especialmente Machupicchu. Además son frecuentes varias especies de lagartijas.

El Oso de Anteojos o Ucumari

El oso de anteojos (Tremarctos ornatus), llamado ucu o ucumari en quechua, es la única especie de oso de América del Sur. Pertenece al orden de los carnívoros y la familia de los úrsidos.

Su área de distribución son los Andes y las vertientes andinas desde Venezuela hasta el norte de Argentina. Es una especie típica de la selva alta, entre los 800 y los 3 800 msnm, aunque también se le encuentra en las vertientes occidentales hasta el río Pativilca. Sube hasta alturas considerables donde hay bosques de keuña.

En el pasado migraba desde las vertientes occidentales andinas hacia los bosques secos y sabanas de Lambayeque y Piura para buscar los frutos de los cactos y del sapote (Capparis spp.). Hoy esto ya no sucede porque las poblaciones de osos han sido casi totalmente eliminadas por la caza; por la destrucción casi total de su hábitat, que eran los bosques de lluvias del norte; y porque sus rutas de migración han sido ocupadas por carreteras, poblados y actividades agropecuarias.

Los lugares más importantes donde aún existe esta especie en el Perú están en el páramo; en el cerro Chaparrí (Chiclayo); en el parque nacional Cutervo; en los bosques de altura de San Ignacio, Jaén y Amazonas; en el parque nacional Río Abiseo; en el parque nacional Yanachaga – Chamillén (Oxapampa); en el parque nacional Manú, y en las vertientes orientales andinas donde el ser humano no ha destruido los bosques.

El oso de anteojos es de color negro o marrón oscuro con una mancha blanca que rodea sus ojos y se extiende hasta la garganta, de allí su nombre; aunque en algunos ejemplares puede faltar la mancha blanca. Llega a tener una longitud de 1,5 a 1,8 m y puede pesar hasta 140 kg. La hembra pare una o dos crías, que cuida con mucho esmero y defiende encarnizadamente.

Es un plantígrado, o sea que camina sobre la planta de los pies, a diferencia de otros carnívoros que son digitígrados, es decir, caminan sobre los dedos. Puede ponerse en posición vertical sobre dos patas, actitud que adopta para poder ver más lejos y para impresionar.

Tiene caminos o trochas muy bien establecidas en el bosque, por donde se desplaza regularmente en busca de su alimento. Puede trepar árboles y palmeras hasta considerables alturas. Se refugia en cuevas o sobre árboles, donde duerme y construye una especie de plataforma de ramas.

Es un animal omnívoro y de preferencia vegetariano. Su alimentación consiste principalmente en:

  • Vegetales como frutas silvestres (59,3 % de su dieta), cogollos de achupallas o piñas silvestres (11,1 %), pulpa de árboles (cortezas, hojas, etc.) y cogollos de palmeras o palmitos (10,6 %); plantas cultivadas (maíz, cítricos y otras, 10,4 %), frutos y pulpa de cactáceas (3,2 %), y bulbos de orquídeas (1 %).
  • Animales (ratones, insectos, hormigas, cabras y vacunos:3,3%) y miel (O,5%).

Como, se ve es en un 95,6 % herbívoro. Los daños que causa a la agricultura y ganadería son muy escasos y sólo se producen cerca de los bosques donde habita.

En la actualidad es una especie amenazada por la caza y destrucción de su hábitat, y se calcula que en el Perú la población no sobrepasa los 3000 ejemplares. El ucumari está protegido por ley y su caza está totalmente prohibida, a no ser por fines sanitarios (eliminación de los animales dañinos). En este caso debe ser hecha con autorización del Ministerio de Agricultura.

El Guácharo o Tayo y el Ecosistema de las Cuevas

En las zonas montañosas de América del Sur, y específicamente en las cuevas, vive un ave muy rara conocida como guácharo, guaicharo o tayo (Steatornis caripensis), descubierta por el explorador alemán Alexander von Humboldt en las cuevas de Caripé, en Venezuela.

Es un ave de color marrón con manchas blancas y negras, una cola larga, y con cerdas alrededor del pico. Llega a unos 48 cm de largo, incluyendo la cola.

Es de costumbres nocturnas y gregarias, tanto en las cuevas como cuando sale en busca de alimento. Se aleja de las cuevas hasta 25 km en busca de sus alimentos, que son frutos de palmeras y otras especies de los bosques.
En las profundas y oscuras cuevas se orienta con un sistema parecido al radar (ecolocación), emitiendo sonidos (clic-clic) que al reflejarse contra los objetos son captados por el ave y le permiten volar en la oscuridad. También emite sonidos fuertes en forma de graznidos, que producen un ruido ensordecedor.

En el Perú las principales cuevas donde habita el guácharo son las Cuevas de San Andrés (Cutervo, Cajamarca), la Cueva de las Lechuzas (Tingo María, Huánuco), la Cueva de Los Tayos (Amazonas) y las de Ninabamba (Cajamarca).

Construye sus nidos con barro y excrementos en las paredes de las cuevas. La hembra pone de 2 a 4 huevos blancos, que se tornan de color marrón por la suciedad del nido. Los pichones son alimentados con pulpas regurgitadas de frutos.

Los pichones son muy gordos y las gentes del lugar los cazan y los fríen para obtener la grasa, que es utilizada para la alimentación y como medicina.

La tala de los bosques y la cosecha indiscriminada de los pichones ha reducido las poblaciones de esta especie.

Las cuevas donde vive el guácharo forman un ecosistema muy especial, que ha sido estudiado en la Cueva de las Lechuzas de Tingo María. En estas cuevas el guácharo se alimenta de los frutos de 24 especies de árboles y palmeras, constituyendo éstas cerca del 70% de sus alimentos (pijuayo o chonta el 42%).

En el piso de las cuevas se acumula una gran cantidad de semillas y restos de los frutos, que constituyen la base de la red trófica en las mismas. Todo el delicado equilibrio de la fauna se basa en el aporte de restos orgánicos que las aves transportan a la cueva (excrementos y animales muertos).

Cerca de 50 especies de artrópodos (32 de insectos, 13 de arañas) viven directa o indirectamente a expensas de las semillas y restos orgánicos, que son descompuestos en fases sucesivas, en cada una de las cuales intervienen artrópodos diferentes:

En la transformación de las semillas a detritos gruesos intervienen especialmente coleópteros. En el proceso de detritos gruesos a detritos finos intervienen cucarachas (Blattidae) y coleópteros. Para la transformación de detritos finos a humus intervienen cucarachas, milpiés, moscas, coleópteros y otros. Finalmente, para transformar el humus en suelo húmico intervienen colémbolos, ácaros e isópodos.

En cada etapa, la fauna detritívora sirve de alimento a otras especies carnívoras como arañas (tarántulas y varias otras), insectos (cucarachas, coleópteros carnívoros), ciempiés o escolopendras, pseudo escorpiones, alacranes, etc.

En las cuevas viven otras especies, como murciélagos, que las usan para descanso.

La Selva Alta: Paraíso de los Picaflores

Los picadores, conocidos en quechua como kenti y también llamados «joyas vivientes», son aves únicas y admirables, que sólo existen en el continente americano. Entre ellos están las aves más pequeñas de¡ mundo y aquellas con las plumas más pequeñas, las de metabolimo más rápido; y aquellas que baten las alas más rápido (hasta 80 veces por segundo).

Estas aves extraordinarias están relacionadas con las flores, de las cuales obtienen néctar y pequeños insectos para su alimentación.

La diversidad de especies está en íntima relación con la abundancia de plantas y flores, y con las condiciones cismáticas, alcanzando su máxima abundancia cerca de la línea ecuatorial, entre los 5º de L. N. y L. S.; por lo tanto su distribución continental presenta características muy peculiares.

De las más de 300 especies existentes más de la mitad se presenta en la región amazónica, disminuyendo hacia las zonas templadas del norte y del sur. En Alaska se presenta sólo una especie. Igualmente sucede en los pisos altitudinales de los Andes. En las alturas andinas, encima de los 4500 msnm, se presenta también una sola especie (Oreotrochilus estella).

En el Perú existen unas 115 especies, de distribución muy característica, en relación directa con la abundancia de la cobertura vegetal y los bosques, y en relación inversa con la altura.

El menor número de especies se presenta en la puna, aumentando gradualmente desde el desierto costero, el bosque seco, el bosque tropical de¡ Pacífico y la serranía esteparia hasta llegar a una verdadera explosión de especies en la selva alta y baja.

La selva alta puede considerarse como un verdadero «paraíso de los picaflores» por la abundancia de especies y los endemismos de este grupo de aves.

Su relación y adaptación a las flores y a las distintas formas de éstas es tal que han desarrollado diversas formas de picos para poder acceder al interior de las mismas y obtener el preciado néctar. Unos tienen picos curvados hacia arriba (Avocettula recurvirostris); otros curvados hacia abajo (Eutoxeres aquila); otros recto y muy largo (Ensifera ensifera); y, finalmente, otros recto y corto. Esto indica una alta especialización.

Sus nidos son otra característica muy peculiar. La mayoría de ellos construyen nidos de fibras muy finas, como telarañas, y los recubren con musgos y líquenes, para ocultarlos y evitar ser detectados. Algunas especies tejen el nido debajo o en la punta de hojas grandes en medio del bosque

El Perú posee el picaflor más pequeño («picaflor abejorro» – Acestrura bombus) y el de cola más larga («picaflor admirable» – Loddigesia mirabilis).

El picaflor abejorro llega apenas a los 6 cm de largo, incluyendo la cola y el pico; pesa no más de 1 0 g y sus huevos son del tamaño de un grano de arroz. Su distribución es en la costa norte, vertientes occidentales hasta La Libertad, y la selva alta hasta el Perú central.

El picaflor admirable es un género y una especie endémica del Dpto. de Amazonas y que habita los bosques de altura. Llega a medir 26 cms de largo (pico + cuerpo + cola). Las dos plumas largas de la cola, que terminan en una especie de banderola, llegan a medir más de 13 cm. El pico es corto. Verlo volar es todo un espectáculo con sus plumas largas y sólo con barbas en la parte termina, ¡siendo el resto un hilo córneo muy duro, que al volar produce un zumbido característico.

El Tunqui o Gallito de las Rocas: Ave Nacional del Perú

En los densos bosques de la selva alta vive una de las aves más bellas de¡ Perú y que es considerada como el ave nacional. Su nombre en quechua es «tunqui» y en español es «gallito de las rocas». Los científicos le han puesto el nombre latino de Rupicola peruviana, que significa «ave de las rocas peruana o del Perú».

Su distribución geográfica va desde Venezuela hasta Bolivia, a través de Colombia, Ecuador y Perú, entre los 1 400 y los 2 400 msnm, en los bosques húmedos y densos de las vertientes orientales andinas.

Es un ave mediana de unos 32 cm de largo y con un marcado dimorfismo sexual en color. El macho es de un hermoso color rojo-anaranjado intenso, con ojos anaranjados, pico y patas amarillo-anaranjadas, una cresta erecta de plumas sobre el pico y la frente, alas y cola negros, y algunas plumas de color gris perla en las alas. La hembra es de color marrón rojizo oscuro en su totalidad y con la cresta más pequeña.

No se le encuentra en todas partes en la selva alta. Prefiere ciertas zonas de los bosques húmedos y cerrados, generalmente cerca de arroyos y con paredes rocosas o acantilados; allí puede ser muy común. Es un ave por lo general silenciosa, que sólo emite sonidos cuando está en celo (una especie de gruñidos) o cuando se espanta o está alejado de su territorio (un sonido como «uankk»).

Es una especie polígama y gregaria, que durante la época de reproducción pasa la mayor parte del día entre los árboles, donde los machos realizan danzas con una serie de piruetas para atraer a las hembras. Cuando una hembra ha sido atraída por uno de los machos se acerca para la cópula. Estas danzas nupciales son todo un espectáculo, porque se puede ver a un grupo de varios machos realizando la danza y a las hembras posadas en las ramas contemplándolos.

Son casi exclusivamente frugívoros, excepto los pichones, que son alimentados con insectos durante las primeras semanas.

Anidan en paredes rocosas, cerca del agua, donde construyen un nido con musgos, líquenes y otros materiales vegetales. Durante la incubación las hembras son muy difíciles de detectar por su color, que se mimetiza con las rocas y los materiales del nido. Ponen dos huevos y la época de nidificación es muy amplia: entre enero y setiembre.

El tunqui es considerado como el ave nacional del Perú y goza de protección legal, estando prohibida su caza y comercialización; sin embargo esta disposición no es acatada y se lo comercializa vivo o disecado en muchas partes. Por la falta de conocimiento sobre su alimentación, los animales cautivos, generalmente, no sobreviven por mucho tiempo. De muchas partes ha desaparecido por completo a causa de la tala de los bosques y la caza ilegal de que es objeto.

En el Perú se lo encuentra en varias áreas protegidas como parques nacionales (Río Abiseo, San Martín; Yanachaga – Chemillén, Pasco; Tingo María, Huánuco; y Manu, Cusco – Madre de Dios). También se le encuentra en vanos bosques de protección (Alto Mayo, San Martín; San Matías – San Carlos, Pasco; y Pui-Pui, Junín).

La conservación de esta especie puede atraer importantes flujos de turistas a las zonas donde se encuentra para observarlo, y producir ingresos económicos a los pobladores locales mediante los servicios turísticos.

Las Comunidades Acuáticas

Las comunidades acuáticas de la selva alta están conformadas por numerosos ríos. Las lagunas son muy escasas por tratarse de una región de altas pendientes y muy compleja orografía. Los cursos de agua (ríos y riachuelos) son muy tormentosos, por el alto desnivel existente en las vertientes andinas, con caídas de agua y cataratas frecuentes, y por transportar alta cantidad de sedimentos provenientes del desgaste natural de los Andes y de la erosión de los suelos por las actividades humanas.

La fauna de estos ríos es escasa por las condiciones adversas de rápida corriente y a to contenido de sedimentos, especialmente durante la época de lluvias (diciembre a abril).

En las partes bajas existe la muca o cuica de agua (Chironectes minimus), un marsupial adaptado al agua, excelente nadador y zambullidor y que se alimenta de peces y crustáceos. Es de costumbres nocturnas.

La nutria o lobito de río (Lutra longicaudis) llega hasta los 2 000 msnm y vive en las aguas más tranquilas, alimentándose de peces y crustáceos.

Las aves más frecuentes son el pato de los torrentes (Merganetta armata), que vive en los lugares más tormentosos y se alimenta de plantas e insectos acuáticos; el mirlo acuático (Cinclus leucocephalus), que se alimenta de insectos acuáticos zambulléndose continuamente en las tormentosas aguas; la garza blanca pequeña (Leucophoyx thula) y la garza bueyera (Bubulcus ibis), que anidan en la vegetación de las orillas; el cazamoscas (Serpophaga cinérea), un ave pequeña de color gris con negro, que tiene su hábitat en el río y se lo ve sobre las piedras cazando insectos; y la tanrilla (Eurypyga helias), de hermosos colores grises y marrones. Es un ave zancuda y a la que se le atribuyen poderes especiales.

Los anfibios están representados por dos especies de sapos y 8 de ranas endémicas de la región. Encima de los 2000 msnm son propias especies de los géneros atelopus y Phrynopus. Del género Phrynopus existen 9 especies endémicas en los bosques de altura.

Por la gran abundancia de achupallas o bromelias en la región, que tienen la capacidad de almacenar varios litros de agua entre sus hojas, muchos anfibios se reproducen en estas plantas y no necesitan de los cursos de agua para hacerlo.

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