La vida de Jesús
Jesús el redentor de la Humanidad nació en Judea, en la pequeña ciudad de Belén a unos 160 km. al sur de Nazaret.
Cuando cumplió 12 años, José y María se fueron a Jerusalén para pasar las fiesta de la Pascua. Cuando finalizaron las celebraciones, emprendieron el camino de regreso a casa, junto a varios amigos y familiares, sin darse cuenta de que Jesús no estaba con ellos.
Muy preocupados, regresaron a Jerusalén en su busca. Lo hallaron en el templo. Jesús estaba sentado en medio de un grupo de sabios y maestros, conversando con ellos. todos estaban impresionados por su sabiduría y sus conocimiento
Su Bautizo.
Cuando Jesús creyó conveniente cumplir el mandato de su padre, se preparo para iniciar su vida pública. por eso fue desde Galilea para escuchar a Juan Bautista el predicador y para ser bautizado por él en el río Jordán. Ni bien Juan lo bautizó el cielo se abrió y aperecio el espíritu Santo en forma de paloma. En ese mismo instante se oyó la voz de Dios que decía: ¡Este es mi hijo amado, en quien me complazco!
Los apóstoles.
Sus primeros seguidores o discípulos fueron doce, los mismos que luego se denominarían «los doce apóstoles».Estos eran sus mejores amigos; hombres que dejaron sus hogares y durante tres años, acompañaron a Jesús para predicar sobre dios por todo Galilea. procedían de sitios muy diversos; algunos eran recaudadores de impuestos y otros eran ricos y poderosos. A cada uno de ellos le otorgó poderes especiales de predicación y curación. Los doce apóstoles eran los siguientes:
- Simon
- Pedro
- Su hermano Andrés
- Santiago
- Juan
- Felipe
- Bartolomé
- Tomás
- Mateo
- Tadeo
- Simón el Cananeo
- Judas Iscariote
Hombres y mujeres con todo tipo de enfermedades acudirán a Jesús y sus discípulos para que los sanaran.
Los milagros
Día a día los milagros de Jesús ya eran de conocimiento público. Un día, él y su madre fueron invitados a una boda en Caná. a su llegada ya escaceaba el vino. Jesús mando llenar unos cantaros con agua y luego los convirtió en vino. Este fue el primer milagro que hizo Jesús; de este modo demostró su gloria celestial y fortaleció la fe que los discípulos tenia depositada en él.
Otro de los milagros de Jesús es la curación de los enfermos. Un día en Cafarnaún, se le acercó un leproso, se arrodilló ante él y le pidió que le curara. Inmediatamente, el hombre vio como sus piernas y sus brazos quedaban totalmente limpios, sin marca alguna. En otra oportunidad, Jesús se dirigió a un paralítico
con estas palabras: «levanta tu camilla y vete a casa». Sin mediar palabra, el hombre se levanto y se fue.
Un milagro mas fue la multiplicación de los panes y delos peces. Estaban Jesús y sus apóstoles predicando la palabra de Dios a cerca de cinco mil personas, solo tenían cinco panes y dos peces. Jesús ordeno a todo el mundo que se sentacen en el suelo; entonces tomo el pan y los peces y los bendijo. Cuando empeso la repartición, la comida no solo alcanzó, si no que hasta sobró para llenar doce canasto más.
Jesús también resucitó a Lázaro, hermano de María y Martha. Cuando le pidieron ayuda a Jesús, este les dijo que Lázaro sólo estaba durmiendo; que levantaran la piedra que sellaba la entrada a la cueva en donde se encontraba el cuerpo de su hermano, porque el iba a salir ni bien escuchara su llamado y así fue, para asombro de todos los presentes.
Y así podríamos ir enumerando muchos milagros más.
Domingo de ramos.
Jesús y sus seguidores llegaron a Jerusalén. Al verle llegar, la gente cubrió el camino con sus vestidos y con hojas de palma. La muchedumbre se arremolinaban a su alrededor, cantando y rezando hacia el cielo. Cuando llegaron al templo se dieron con la sorpresa de que los patios se habían convertido en un mercado en el que la gente compraba y vendió.
Jesús se molesto muchísimo y echó a todos del templo para poder predicar la palabra de su padre.
La traición de Judas.
Ya todos conocían a Jesús y sus milagros. Por eso, los sacerdotes, los escribas y los ancianos miembros de concejo judio -Senedrín- se habían reunido en la casa de Caifás, el sumo sacerdote, para inventar una ex para arrestar y ejecutar a Jesús. temían su influencia sobre la gente.
Llevado por su codicia, Judas fue a verles en secreto para preguntarles que le daban si entregaba a Jesús. recibió treinta piezas de plata. Desde aquel memento no se separo ni un instante de Jesús, esperando la oportunidad de entregarle al concejo judio.
La última cena
Jesús y sus discípulos celebraban la Pascua. Jesús bendijo el pan, lo tanto y dijo: «Tomad este pan y comerlo, porque es mi cuerpo». Bendijo el vino e hizo pasar la copa diciendo»bebed de este vino, puesto que es mi sangre». También les dijo que uno de ellos le iba a traicionar; más tarde acusaría directamente a Judas Iscariote, qué se levantó de la mesa de un salto y abandonó la habitación. luego Judas beso a Jesús en la mejilla como señal convenida con los soldados que van arrestarlo. Dos hombres lo arrestan y lo amarran fuertemente para llevarlo a la presencia de Caifás, el sumo sacerdote, y los jefes del concejo judio, el sanedrin. Alli lo acusan de insultar a Dios, al decir que es su hijo; se burlan de él, lo empujan y le escupen en la cara.
Los soldados se lo llevan a su cuartel, le quitaron la ropa que llevaba, le pusieron una túnica y le colocan una corona de espinas en la cabeza. lo volvieron a golpear y luego se lo llevaron para crucificarlo.
La pasión.
En el tercer año de su vida pública el sanedrín -Caifás, el sumo sacerdote y los jefes del concejo judio lo condenan a muerte, lo lleva ante Poncio Pilatos, procurador romano en judea y comienza lo que los evangelios describen como el momentos de la pasión. Judas Iscariote uno de sus dicipulos, movido por la codicia lo entrega a los romanos en el huerto de Getsemani, donde iba con frecuencia a orar. Horas antes de ser tomado preso, realiza en compañía de sus apóstoles la última cena, donde instituyo la eucaristía «esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos», que para el cristianismo es el sacramento de su cuerpo y de su sangre, en memoria de pasión que precede a su muerte. En la misma cena dicta el mandato de la fraternidad «que os améis unos a otros como yo os he amado.
Poncio Pilatos, quien no encuentra prueba para su condena, lo remite a Herodes Antipas, quien se desentiende de la sentencia y lo manda de nuevo a Pilatos. lo flagelan, lo coronan de espinas y lo exponen al escarnio del pueblo judio que pide su crucifixión.
La crucifixión
Cuando Jesús era conducido para ser crucificado se encontraron con uno de sus discípulos, Símon Cirineo.
Inmediatamente los soldados lo tomaron prisionera y le obligaron a ayudar a llevar la cruz que cargaba Jesús. Cuando llegaron al calvario uno de los soldados ofreció a Jesús una copa de vino que fue rechazada por el. luego fue clavado en la cruz y sobre su cabeza colocaron un cartel que decía «Jesús de Nazaret rey de los judios».
Le quitaron su ropa y se la repartieron entre ellos y se sentaron a montar guardia. Mucha gente pasaba ante él preguntándole porque no se salvaba si era el hijo de Dios. ante es pregunta burlona, Jesús decía Padre perdonarlos, porque no saben lo que hacen.
Con Jesús fueron crucificados dos ladrones, que se convirtieran en los testigos más cercanos de su sufrimiento. Fueron ellos los que escucharon sus últimas palabras: «Dios mio, Dios mio» ¿Por que me has abandonad», Padre encomiendo mi espiritud en vuestras manos.
Es precisamente despues de pronunciar esta palabras que Jesús muere en la cruz. Su cuerpo fue ungido con mirra y acibar, envuelto con tela de lino y colocado en sepulcro que estaba excabado en una roca.
La resurrección
El cuerpo de Jesús fue enterrado en un sepulcro excabado en una roca, cuya entrada fue sellada con uns piedra redonda muy pesada. Este tipo de sepultura era muy corriente en esa época. Cuando todavia no habia salido el sol, María Magdalena acudio al sepulcro y se dio con la sorpresa de que esa pesada piedra habia sido movida de su sitio, y que el cuerpo de Jesús habia desaparecido. Rapidamente fue en busca de Pedro y Juan, y juntos revisaron el lugar; solo encontraron la tela de lino que cubria el cuerpo de Jesús. No sabian si el cuerpo habia sido robado o si Jesús habia resucitado de entre los muertos.
Pedro y Juan regresaron a sus casas, pero María Magdalena se quedo junto al sepulcro y se puso a llorar. De pronto, levanto los ojos y vio dos angeles en el mismo lugaren donde yacia el cuerpo de Jesús.
Los angeles le preguntarón por el motivo de su llanto, y María Magdalena les dijo porque lloraba, al mismo tiempo que sentia una voz detras de ella que le decia: «¿Porque lloras? ¡María, soy yo! Ve y di a mis amigos que me has visto y que muy pronto ire a reunirme con mi padre en el cielo».
Algun tiempo después, Jesús se les apareció a Pedro, Tomás, Santiago y Juan, y después de pedirles que cuiden de su rebaño, empeso a elevarse, hasta que una nube le ocultó y se perdió de vista. Mientras todavia miraban hacia el cielo, dos hombres vestido de blanco se aparecieron a los discipulos diciendo: «Jesús ya ha entrado en el cielo, pero un dia volverá a vosotros del mismo modo.