La Serranía Esteparia. Se encuentra en la vertiente occidental de la Cordillera de los Andes, en territorios que se extienden desde el departamento de La Libertad, a 7º 40′ de Lat. Sur, hasta la frontera con Chile, a 18º Lat. Sur.
Serranía esteparia es una ecorregión del Perú. Se encuentra en la vertiente occidental de los Andes peruanos, desde La Libertad hasta Tacna en el extremo sur del país. Presenta un clima semiárido y está constituida principalmente por estepas de montaña, además de vegetación xerófila como el matorral, arbustos y bosque seco ralo. Limita al norte con el Bosque seco ecuatorial, al oeste con el Desierto costero de Perú y al este con la Puna. Al sur tiene continuidad con los Andes estepáricos chilenos. Tal como lo demuestra Antonio Brack Egg constituye una ecorregión bien definida del Perú, sin embargo para WWF forma parte del Desierto de Atacama-Sechura. Desde el Dpto. de La Libertad hasta el norte de Chile, en las vertientes occidentales andinas, el desierto costero va pasando de la aridez casi total a formaciones de suculentas, estepas andinas, bosques andinos y formaciones de chocho (Lupinus) hasta limitar con la puna.
En el centro del Perú el límite del desierto costero está hacia los 1 000 msnm, donde también termina la influencia de las neblinas invernales. El límite superior está hacia los 3 800 msnm. En el sur el desierto llega a más altura, como también el límite con la puna. Hacia el norte es más bajo a medida que se acerca a la línea ecuatorial.
Ala región mencionada, que limita al oeste con el desierto costero, al norte con el bosque seco ecuatorial y al este con la puna, se le denomina serranía esteparia, tomando el nombre de la formación vegetal más sobresaliente.
1. El clima está condicionado por la elevación de las vertientes andinas, desde los 1 000 hasta los 3 800 msnm. Se distinguen dos tipos de clima: el clima templado subhúmedo, entre los 1 000 y los 3 000 msnm, con temperaturas superiores a los 20º C y precipitaciones que están por debajo de los 500 mm/año; y el clima ftío, encima de los 3 000 msnm, con precipitaciones alrededor de los 700 mm/año, temperatura media anual alrededor de los 12º C, y veranos lluviosos e inviernos secos, con heladas por encima de los 3 200 msnm.
2. La orografía es muy compleja, con valles estrechos y laderas muy empinadas, y disección en quebradas con muy pocas planicies.
3. Los suelos son predominantemente pedregosos, con afloramientos de roca en las laderas, o sea, litosoles. En las partes altas aparecen suelos castaños. Los suelos de aptitud agrícola son muy escasos.
4. Los ríos son de aguas rápidas y tormentosas, disminuyendo su temperatura con la altitud, con una interesante zonación de especies acuáticas. Los lagos y lagunas son muy raros y de poca extensión.
5. La vegetación va aumentando con la altura y puede ser agrupada en cuatro pisos:
Es una región con serias limitaciones para la agricultura y la ganadería, pero con muy hermosos paisajes y especiales atractivos como sus poblados, ruinas arqueológicas y restos de bosques. La depredación de los recursos ha traído graves consecuencias para el abastecimiento de agua, erosión violenta y extinción de especies.
Las Comunidades Vegetales
Predomina la vegetación herbácea de estepa (gramíneas y pajonales), que va acompañada de vegetación xerófita de suculentas como las cactáceas espinosas y las bromeliáceas. La vegetación va aumentando con la altura, sumándose a lo anterior arbustos y bosque seco. En la Serranía esteparia encontramos al puma, venado gris; auquénidos, gato montés, vizcacha, zorrino o añás y zorro andino. En sus cielos abundan las aves: picaflores, águilas y halcones, loros y pericos, además de una gran variedad de pequeños pajarillos comedores de semillas y el zorro colorado.
Las especies más representativas de la Serranía Esteparia son:
La serranía esteparia presenta una interesante sucesión de pisos a medida que asciende en altura. Las formaciones vegetales sucesivas en altitud son el semidesierto, la estepa de mito y huanarpo, los bosques, y las formaciones de chocho o lupino.
1. El semidesierto: Se encuentra entre los 1 000 y los 1 400 – 1 600 msnm, con vegetación xerófita y con hierbas verdes en verano, en las laderas bajas e intermedias. Durante el verano, con las lluvias esporádicas, crecen hierbas y gramíneas de diferentes tipos, que cubren el suelo con mayor o menor densidad dependiendo de la cantidad de lluvias. Las formaciones de cactáceas siguen inmediatamente al desierto y se caracterizan por la predominancia de cactos, algunos de ellos lanudos (Espostoa lanata). En total existen unas 13 especies de ellos.
2. Estepa de mito y huanarpo: Esta formación se encuentra entre los 1 400 – 1 600 y los 2 400 – 2 600 msnm. En ella predominan dos especies caducifolias: el mito (Carica candicans) y el huanarpo (Jatropha spp.). El mito es una papaya silvestre de frutos comestibles y agradable aroma. El huanarpo es suculento, con savia blanca y muy cáustica, y flores blancas o rojas, que se conocen como huanarpo macho y huanarpo hembra y se usan como medicinales. En las laderas rocosas se encuentran varias especies de achupallas, especialmente una espinosa del género Pitcairnia. También se encuentra aquí la cabuya o pita (Fourcroea occidentalis).
3. Formaciones de bosques: Entre los 2 600 y los 3 200 msnm, y en lugares inaccesibles, se encuentran restos de bosques que en el pasado fueron más abundantes y han desaparecido casi por completo por la acción del hombre. El más conocido es el bosque de Zárate, en la cuenca del río Rimac, cerca del poblado de San Bartolomé. En él las especies arbóreas principales son los higuerones (Ficus sp.) y especies del género Oreopanax. Una especie característica es el aliso (Alnus acuminata), de la que se obtienen madera, tintes, forraje, y tiene uso medicinal.
La flora está relacionada con la selva alta, con muchos elementos propios. Estos bosques también son conocidos como «bosque de arroyada» por crecer en las quebradas.
4. Las formaciones de chocho: Entre los 2 900 – 3 200 y los 3 800 – 4 000 msnm, antes de la puna, comienza a predominar el lupino o chocho (Lupinus spp.), una leguminosa de flores azules, así como los pajonales. En algún lugar de esta zona, y a partir de un chocho silvestre, se domesticó hace miles de años el chocho o tarhui (Lupinus mutabilis), una especie doméstica ampliamente cultivada en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, y que contiene alta cantidad de proteínas. Aún hoy en día, en algunos lugares, se consumen las semillas del chocho silvestre.
La vegetación de la serranía esteparia está muy reducida en la actualidad y desaparece paulatinamente por la tala (leña y madera), por las quemas continuas (especialmente durante los meses de verano) y por el sobrepastoreo, principalmente de cabras.
Como consecuencia de la reducción de la cobertura vegetal, durante la época de lluvias se producen intensos deslizamientos de tierras, conocidos como huaycos. Para contrarrestar esto se necesita iniciar programas de manejo de las cuencas, con reforestación, control de quemas y control del sobrepastoreo, con la participación activa de los pobladores locales.
La Fauna de la Serranía Esteparia
La fauna de la serranía esteparia está relacionada con la del desierto costero, de la puna, de la selva alta, y tiene elementos propios.
1. Fauna del semidesierto: Es muy similar a la del desierto y las lomas costeras; pero con elementos de las vertientes andinas.
Entre los mamíferos destacan dos especies de muca o muca-muca o huarishauca (Didelphis spp.), una de orejas negras y otra de orejas blancas; los murciélagos, entre ellos el vampiro común; cuatro especies de ratones (Phyllotis spp.); la vizcacha (Lagidium peruanum); el zorro andino (Pseudalopex culpaeus); el zorrino o añás andino (Conepatus chinga); el puma (Felis concolor), y el gato andino u osjo (Felis colocolo).
Las aves son bastante abundantes, siendo comunes el canastero de los cactos (Asthenes cactorum) y el cernícalo o quillicho (Falco sparverius).
Entre los reptiles existe el jergón de costa o sancarranca (Bothrops pictus) y varias lagartijas (Tropidurus, Ctenoblepharis).
2. Fauna de la estepa de mito y huanarpo: En esta zona hay dos especies propias de mamíferos: el guanaco y el venado gris.
El guanaco es la forma silvestre de la llama y habita las estepas de gramíneas de las vertientes occidentales, desde La libertad hacia el sur. Durante el verano, cuando llueve en las vertientes y los pastos rebrotan, el guanaco pasta en ellas. En invierno, cuando las lomas reverdecen, migra hacia la costa. Es una de las especies más amenazadas de la fauna peruana, pues no existen más de 2 000 ejemplares en todo el país.
El venado gris o de cola blanca (Odocoleus virginianus) durante el día se esconde entre los matorrales y sale a pastar al atardecer y al amanecer.
En esta zona también son abundantes las perdices, siendo la más común la perdiz serrana o llutu (Nothoprocta pentlandi). Las palomas más frecuentes son la rabiblanca (Zenaida auriculata), la tortolito peruana (Eupelia cruziana) y la cascabelita (Metriopelia cecilae).
3. Fauna del bosque ralo: La fauna del bosque ralo es muy variada. En el pasado existía en los bosques el oso de anteojos, hoy relegado a unas pocas áreas en la cuenca del río Pativilca.
Las aves son abundantes, con especies endémicas como la cotinga de Zárate (Ampelion stresemanni) y varias otras. El carnívoro más importante es el puma (Felis concolor), que se alimenta de venados y guanacos; pero también son frecuentes el zorro andino y el zorrino. Una de las especies propias de estos bosques es la paloma torcaza (Columbina fasciata), de cuello blanco y la más grande del país.
4. Fauna de la serranía esteparia alta: La fauna de la serranía esteparia alta, en las formaciones de chocho, está altamente influenciada por la puna y encontramos en ella a la taruca (Hippocamelus antisensis), el cóndor (Vultur gryphus), la vizcacha (Lagidium peruanum), el zorrino (Conepatus chinga) y el zorro andino (Pseudalopex culpaeus). Hasta aquí llega el guanaco.
Por la desaparición de la cobertura vegetal (tala y quema) la fauna de la serranía esteparia también se reduce paulatinamente. El venado gris, el guanaco y la taruca son ya muy escasos y se encuentran en peligro de extinción. La misma suerte están corriendo muchas otras especies, que forman parte del patrimonio natural del país.
Las Comunidades de las Aguas Continentales
En la serranía esteparia, por su compleja orografía, no existen casi lagunas y los ríos y riachuelos son muy turbulentos, debido a las altas pendientes. En contados lugares existen pequeños pantanos, pero de escasa importancia.
Dos especies de aves son características de los ríos: el pato de los torrentes (Merganetta armata) y el mirlo acuático (Cinclus leucocephalus).
El pato de los torrentes es pequeño y un extraordinario nadador y zambullidor en las turbulentas aguas, donde nada contra la corriente y busca insectos y plantas acuáticos. Se le ve descansar sobre las piedras en las zonas más turbulentas. Anida en huecos en los taludes de los ríos y los pichones nadan en forma admirable apenas dejan el nido.
El mirlo acuático es de color negro, con la cabeza blanca, y se zambulle en el agua en busca de insectos, especialmente larvas de moscas. Es la única ave del orden de los passeriformes adaptada al agua en tal forma y que siempre vive cerca de ella. Anida en huecos de los taludes de las orillas.
Existen varias especies de anfibios. Las ranas del género Telmatobius son casi todas ellas endémicas de la región. En la cuenca alta del río Rímac existe una especie (Telmatobius rimac) endémica de la cuenca de este río. Una sola especie de sapo (Bufo spinulosus) está presente en estos ríos. Durante el invierno (junio a octubre) se pueden observar los renacuajos en las aguas tranquilas, poco profundas y donde llega el calor del sol.
Los peces están casi ausentes por el ambiente adverso de las aguas tormentosas, y sólo algunas especies han logrado adaptarse a estas condiciones. Encima de los 3 200 msnm se encuentran algunas especies nativas como el Orestias spp., un género endémico de los altos Andes y cuyo centro de evolución es la cuenca del lago Titicaca. Se trata de peces pequeños y de escasa importancia económica. La trucha (Salmo sp.) ha sido introducida, proveniente de América del Norte, y es propia de aguas frías y tormentosas. Este tipo de agua es muy rico en oxígeno y, precisamente, la trucha necesita mucho de dicho elemento. Es una especie carnívora y voraz, que se alimenta de otros peces y de insectos acuáticos. Su introducción ha mermado las poblaciones de peces y anfibios nativos.
La fauna de las aguas en esta región ha sido muy poco estudiada hasta el presente, y se tiene un conocimiento muy parcial de ella.
La fauna de estos ríos está amenazada por la extinción debido a las intensas actividades humanas en la región: la contaminación intensa por los relaves mineros, que son vertidos en las aguas y producen alteraciones físicas (sedimentos) y químicas (tóxicos), que las especies acuáticas no logran soportar. Las vertientes occidentales, por su escasa cobertura vegetal, se cuentan entre las áreas con procesos erosivos muy intensos. Durante la época de lluvias las aguas cargan alta cantidad de sedimentos. Sumado a esto, la contaminación por las aguas servidas de los centros poblados, que son vertidas, sin tratamiento alguno.
Es urgente establecer zonas protegidas para conservar los restos de bosques y la fauna de la región, y evitar su desaparición total. Se debe trabajar con los pobladores locales y lograr su participación en estas acciones.
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