La excreción es un proceso fisiológico, que le permite al organismo expulsar sustancias que no sirven ni se usan y pueden ser tóxicos para el cuerpo humano, manteniendo así el equilibrio de la homeostasis y la composición de los fluidos corporales.
La excreción se realiza fundamentalmente en el aparato excretor. El aparato excretor forma la orina, en la que se eliminan una gran cantidad de desechos que se expulsan fuera del cuerpo. Además, el aparato respiratorio a través de la respiración expulsa de tu cuerpo el dióxido de carbono.
El cuerpo tiene su propio sistema de recogida y eliminación de basuras. Todas aquellas sustancias que son perjudiciales o que simplemente no son necesarias se eliminan al exterior a través del aparato excretor. Los órganos del aparato excretor realizan una función muy importante, “limpian” el cuerpo. El aparato excretor está formado por los riñones y por las vías urinarias.
- Los riñones. Los riñones son dos órganos con forma de alubia, de color rojo oscuro. Están en la zona baja de la espalda, uno a cada lado de la columna vertebral. Si dividimos un riñón por la mitad observaremos, de arriba hacia abajo, una zona externa de color amarillento, la corteza, y una zona interna de color rojizo, la médula. Dentro de cada riñón hay muchos vasos sanguíneos y un sistema de tubos muy pequeños. La sangre llega a cada riñón por la arteria renal y sale por la vena renal.
- Las vías urinarias. Las vías urinarias están formadas por los uréteres, la vejiga y la uretra. De cada riñón sale un tubo fino, los uréteres. Los uréteres se dirigen hacia abajo y se conectan con la vejiga. La vejiga urinaria es el almacén de la orina. Su aspecto recuerda a una bolsa redondeada. La mayor parte de su pared está formada por músculo, lo que permite que la vejiga se distienda o se contraiga. ¡Su capacidad de distenderse es muy grande! En los adultos, la vejiga suele almacenar alrededor de 150 ml de orina, aun cuando su capacidad es mayor. Cuando la vejiga alcanza este volumen de orina aparece la sensación de ganas de orinar. De la vejiga sale un conducto mucho más corto, la uretra, por donde la orina sale al exterior.
La excreción . ¿Qué es la orina?
¿Sabes que a lo largo del día produces entre medio litro y un litro de orina? La orina es un líquido claro y algo amarillento que se forma en los riñones a partir de la sangre. Los riñones trabajan sin descanso para formar la orina. La orina se almacena en la vejiga y se expulsa al exterior por la uretra. La mayor parte de la orina es agua; el resto está formado por sustancias innecesarias o perjudiciales para nuestro cuerpo. Cuando la vejiga está llena, se contrae y la orina es expulsada al exterior.
La excreción . ¿Cómo se forma la orina?
La sangre recoge los productos de desecho de las células del organismo. Para que estos productos no se acumulen en tu cuerpo la sangre se limpia continuamente. Igual que el agua de una piscina pasa por una depuradora y sale de ella limpia, la sangre pasa por los riñones para “depurarse”. ¿Sabías que los riñones limpian toda tu sangre unas 300 veces cada día? En el riñón la sangre se filtra. El riñón filtra la sangre, es decir, se queda con parte del agua y con las sustancias innecesarias o perjudiciales. La sangre llega a cada riñón por la arteria renal. En el interior del riñón la arteria se divide en arterias cada vez más pequeñas hasta convertirse en unos vasos muy muy pequeños que se llaman capilares. Estos capilares se apelotonan formando ovillos. ¿Pero qué ocurre dentro del riñón? Dentro del riñón hemos dicho que hay muchos tubos muy pequeños. Los tubos y los capilares están muy cercanos unos a otros. El principio de cada tubo abraza los ovillos formados por los capilares. Entonces, parte del agua y de las sustancias de la sangre atraviesan la pared de los capilares y se introducen en estos tubos. El líquido que se ha filtrado empieza a recorrer los tubos. Durante este recorrido una parte vuelve a pasar a la sangre, es decir, se reabsorbe. El resto no regresa y forma la orina. Todos los tubos llegan dentro del riñón a una pequeña cavidad, la pelvis renal. La pelvis renal se comunica con el uréter que sale del riñón hacia la vejiga. La sangre ya limpia sale del riñón por la vena renal hacia el corazón. Mientras tanto, la orina desciende por los uréteres y se acumula en la vejiga. Cuando la cantidad de orina almacenada es suficiente, las paredes de la vejiga se contraen y empujan la orina hacia el exterior.
La excreción . Enfermedades del aparato excretor
Los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra pueden enfermar igual que el resto del cuerpo. Hay varias señales que alertan de la presencia de algún problema en el aparato excretor. Si al orinar existe escozor o dolor, si la orina tiene un color que no es normal o aparece sangre en la orina, si la cara, las manos o los pies se hinchan se debe consultar al médico. Las infecciones son relativamente frecuentes. En la vejiga urinaria, las infecciones producen una inflamación que se llama cistitis. Es muy importante que bebas suficiente cantidad de agua todos los días o que evites estar con un bañador mojado mucho tiempo.
La excreción .
¿Has oído alguna vez a alguna persona mayor la expresión “tiene piedras en el riñón”? Bueno, estas piedras se llaman cálculos renales. Los cálculos se forman por diferentes razones. A veces hay demasiada cantidad de ciertas sustancias y estas se acumulan y forman pequeñas piedrecitas. Cuando los cálculos pasan por los conductos de las vías urinarias pueden ser muy dolorosos. Es frecuente que los médicos quieran que se realice un análisis de orina. Te pedirán que recojas orina en un bote de plástico. Luego, esa orina se analiza en un laboratorio. Los datos que se obtienen sirven para valorar no solo cómo funciona tu aparato excretor, sino cómo funcionan también otros órganos. La presencia de cantidades anormales de las sustancias habituales en la orina o de sustancias que por lo general no aparecen en ella ayuda a conocer cuál es el origen del problema.