La epidemiología. Es la ciencia que estudia la frecuencia de aparición de la enfermedad y de sus determinantes en la población. Su interés se centra en la población, para conocer quién enferma, dónde enferma y cuándo enferma, como pasos necesarios para llegar a conocer el por que de la distribución del fenómeno salud-enfermedad y la aplicación de este conocimiento al control de los problemas sanitarios. Al epidemiólogo le interesa, primordialmente, saber cómo se distribuye la enfermedad en función del tiempo, del lugar y de las personas. Trata de determinar, a lo largo de los años, si la enfermedad ha aumentado o disminuido; si su frecuencia en un área geográfica es mayor que en otra, y si las personas que tienen una determinada enfermedad muestran características diferentes a los que no la tienen.
Palabra derivada del griego epi (sobre) demos (pueblo) y logos (ciencia), es una disciplina científica en el área de la biología y medicina que estudia la distribución, frecuencia, factores determinantes, predicciones y control de los factores relacionados con la salud y las enfermedades existentes en poblaciones humanas definidas. Más sencillamente Rich la describió acertadamente en 1979 como la ciencia que estudia la dinámica de salud en las poblaciones. El médico especializado en epidemiología se llama epidemiólogo. La epidemiología -que, en sentido estricto, podría denominarse epidemiología humana– constituye una parte muy importante dentro de la medicina preventiva, ocupa un lugar especial en la intersección entre las ciencias biomédicas y las ciencias sociales, e integra los métodos y principios de estas ciencias para estudiar la salud y controlar las enfermedades en grupos humanos bien definidos. Existe también una epidemiología veterinaria, que estudia los mismos aspectos en los padecimientos que afectan la salud de los animales; y también podría hablarse de una epidemiología zoológica y botánica, íntimamente relacionadas con la ecología.
En epidemiología se estudian y describen la salud y las enfermedades que se presentan en una determinada población, para lo cual se tienen en cuenta una serie de patrones de enfermedad, que se reducen a tres aspectos: tiempo, lugar y persona: el tiempo que tarda en surgir, la temporada del año en la que surge y los tiempos en los que es más frecuente; el lugar (la ciudad, la población, el país, el tipo de zona) en donde se han presentado los casos, y las personas más propensas a padecerla (niños, ancianos, etc., según el caso).
La epidemiología surgió del estudio de las epidemias de enfermedades infecciosas; de ahí su nombre. Ya en el siglo XX los estudios epidemiológicos se extendieron a las enfermedades y problemas de salud en general, analizados mediante diversos métodos, entre los cuales los de la demografía y la estadística son especialmente importantes.
Las características personales que interesan a la epidemiología y al epidemiólogo son:
Se trata de una ciencia observacional que se basa en el método científico.
No voy a extenderme aquí sobre la filosofía de la ciencia y el método científico, puede ser que más adelante haga alguna referencia, pero como difícilmente voy a estar a la altura de lo ya escrito en el blog de mi hermano, os remito a sus excelentes artículos que podéis consultar en Un universo invisible bajo nuestros pies. En los estudios epidemiológicos la imposibilidad de diseñar estudios experimentales para investigar el efecto de los posibles factores nocivos para la salud implica la necesidad de realizar dicha investigación en un contexto que intenta eliminar o al menos controlar la presencia de sesgos y factores de confusión.
Cada estudio trata de poner a prueba la asociación observada entre el factor estudiado y la enfermedad, no sólo frente al posible papel del azar, sino también frente a posibles explicaciones alternativas ajenas a la exposición a ese factor cuyo efecto se pretende medir.
El método epidemiológico, en el que ha de basarse cualquier estudio epidemiológico,debe partir de una hipótesis formulada a priori, contar con un diseño adecuado, comprobar que existe una asociación no explicable por el azar, eliminar o disminuir el efecto de otras variables relacionadas con la exposición y con la enfermedad que se estudia y, finalmente, realizar un juicio crítico sobre la posible existencia de una relación causal.
Para causar una enfermedad un patógeno debe crecer y reproducirse en el hospedador. Por esta razón los epidemiólogos siguen la historia natural de los patógenos. En muchos casos, un patógeno individual no puede crecer fuera del hospedador; si el hospedador muere, el patógeno muere también. Los patógenos que matan al hospedador antes de trasmitirse a otro hospedador terminarán por extinguirse. Por lo tanto la mayoría de los patógenos dependientes del hospedador deben adaptarse a coexistir con el hospedador. Un patógeno bien adaptado vive en equilibrio con el hospedador, tomando lo que necesita para su existencia y causando sólo un mínimo de daño. Estos patógenos pueden causar infecciones crónicas (infecciones de larga duración) en el hospedador. Cuando existe equilibrio entre el hospedador y el patógeno, ambos sobreviven. Por otra parte el hospedador puede resultar dañado cuando su resistencia es baja, por factores como una dieta insuficiente, edad avanzada y otros agentes estresantes. Además, algunas veces emergen nuevos patógenos naturales para los cuales el hospedador individual, y algunas veces la especie entera, no ha desarrollado resistencia. Estos patógenos emergentes a menudo causan infecciones agudas, caracterizadas por un comienzo rápido y llamativo. En estos casos los patógenos pueden actuar como fuerzas selectivas en la evolución del hospedador, igual que el hospedador, al desarrollar resistencia, puede ser una fuerza selectiva en la evolución de los patógenos. En los casos en los que el patógeno no depende del hospedador para sobrevivir, el patógeno puede causar una enfermedad aguda devastadora.
La epidemiología es parte importante de la salud pública y contribuye a:
La mortalidad es la incidencia de muerte en la población. Las enfermedades infecciosas fueron la principal causa de la muerte en 1900 en los países desarrollados, pero ahora son mucho menos significativas. Ahora las enfermedades no infecciosas, asociadas al estilo de vida, como las enfermedades cardíacas y el cáncer, son mucho más prevalentes y causan mayor mortalidad que las enfermedades infecciosas. Sin embargo, la situación actual podría cambiar rápidamente si se interrumpiesen las medidas de salud públicas. En países en desarrollo, las enfermedades infecciosas son todavía la principal causa de mortalidad. La morbilidad se refiere a la incidencia de enfermedades en la población e incluye tanto enfermedades mortales como no mortales. La estadísticas de la morbilidad definen la salud pública de una población con mayor precisión que las de mortalidad, porque muchas enfermedades tienen una mortalidad relativamente baja.
En términos de sintomatología clínica, el curso de una enfermedad infecciosa aguda puede dividirse en etapas:
La epidemiología se basa en el método científico para la obtención de conocimientos, a través de los estudios epidemiológicos. Ante un problema de salud, y los datos disponibles sobre el mismo, formularemos una hipótesis, la cual se traduce en una serie de consecuencias contrastables mediante experimentación. Se realiza entonces un proyecto de investigación que comienza con la recolección de datos y su posterior análisis estadístico, que permite obtener medidas de asociación (odds ratio, riesgo relativo, razón de tasas), medidas de efecto (riesgo atribuible) y medidas de impacto (fracción etiológica o riesgo atribuible proporcional), tanto a nivel de los expuestos como a nivel poblacional. De los resultados de esta investigación es posible obtener conocimientos que servirán para realizar recomendaciones de salud pública, pero también para generar nuevas hipótesis de investigación.
El triángulo epidemiológico causal de las enfermedades está formado por el medio ambiente, los agentes y el huésped. Un cambio en cualquiera de estos tres componentes alterará el equilibrio existente para aumentar o disminuir la frecuencia de la enfermedad, por lo tanto se pueden llamar factores causales o determinantes de la enfermedad. Las bases de la epidemiología moderna fueron sentadas por Girolamo Fracastoro (Verona, 1487-1573) en sus obras De sympathia et antipathia rerum («Sobre la simpatía y la antipatía de las cosas») y De contagione et contagiosis morbis, et eorum curatione («Sobre el contagio y las enfermedades contagiosas y su curación»), ambas publicadas en Venecia en 1546, donde Fracastoro expone sucintamente sus ideas sobre el contagio y las enfermedades transmisibles. Se considera al inglés John Graunt (1620-1674) quien publicó en 1662 el libro Natural and Political Observations Made upon the Bills of Mortality –sobre Londres– uno de los precursores de la epidemiología y de la demografía. Sin embargo, es John Snow (1813-1858), a quien se considera el precursor de la epidemiología contemporánea, ya que formuló la hipótesis de la transmisión del cólera por el agua y lo demostró confeccionando un mapa de Londres, en donde un reciente brote epidémico había matado más de 500 personas en un período de 10 días. Snow marcó en el mapa los hogares de los que habían muerto. La distribución mostraba que todas las muertes habían ocurrido en el área de Golden Square. La diferencia clave entre este distrito y el resto de Londres era el origen del agua potable. La compañía de agua privada que suministraba al vecindario de Golden Square extraía el agua de una sección del Támesis especialmente contaminado. Cuando se cambió el agua y comenzó a extraerse río arriba, de una zona menos contaminada, cedió la epidemia de cólera. Un progreso muy importante en el siglo XX, publicado en 1956 con los resultados del estudio de médicos británicos, fue la demostración de la relación causal entre fumar (tabaquismo) y el cáncer de pulmón.
Constituye un proceso de cambio dinámico a largo plazo en la frecuencia, magnitud y distribución de la morbilidad y mortalidad de la población.
La transición epidemiológica, que va acompañada por la transición demográfica, presenta cuatro aspectos a destacar:
La epidemiología es el estudio de la distribución y los determinantes de estados o eventos (en particular de enfermedades) relacionados con la salud y la aplicación de esos estudios al control de enfermedades y otros problemas de salud. Hay diversos métodos para llevar a cabo investigaciones epidemiológicas: la vigilancia y los estudios descriptivos se pueden utilizar para analizar la distribución, y los estudios analíticos permiten analizar los factores determinantes.
La epidemiología utiliza recursos de las ciencias de la salud (como la medicina) y de las ciencias sociales para estudiar el bienestar de las personas de una comunidad determinada. Forma parte de la medicina preventiva y ayuda al diseño y desarrollo de las políticas de salud pública.
Las epidemias constituyen el mayor punto de interés para la epidemiología. Se conoce como epidemia a la enfermedad que incide sobre una gran cantidad de personas a la vez y que se expande en un área geográfica determinada durante un cierto periodo temporal. Su efecto puede ser muchas veces nocivos.
La aparición de una epidemia supone una cifra de enfermos que supera la media prevista por los especialistas. Por ejemplo: si en un país X se detectan 40 casos de una enfermedad al mes, durante una pandemia ese número puede multiplicarse varias veces, lo que supone un mayor nivel de incidencia del proyectado.
La epidemiología intenta establecer el vínculo de causa y efecto entre la exposición y la enfermedad. Al analizar las causas sociales que llevan al desarrollo de una epidemia, la epidemiología permite desarrollar campañas de prevención y atender con mayor eficacia a los afectados. Por eso esta disciplina es clave para la salud comunitaria.
El epidemiólogo y el método utilizado
El epidemiólogo es el que se dedica a la epidemiología y su objeto de estudio es la forma en la que una enfermedad se distribuye en función del tiempo y del lugar en una sociedad, así puede determinar si se ha esparcido o ha mermado su presencia, comparar cómo es su frecuencia entre diversas áreas y si las personas de una y otra área afectadas presentan características diferentes en las que la enfermedad se manifiesta.
Los puntos estudiados por la epidemiología son:
Para el desarrollo de esta ciencia se utiliza el método científico y consiste en realizar un estudio exhaustivo sobre la vida de los individuos afectados, de forma individual y también colectiva, en la comunidad de la que forma parte o en donde se ha enfermado.
Además, la epidemiología propone planes de prevención para futuros contagios, a fin de impedir que la enfermedad se propague adquiriendo características altamente nocivas, pudiendo llegar a convertirse en una pandemia o epidemia y que pondrá en riesgo la supervivencia del grupo.
En método epidemiológico es el que ha sido diseñado por los epidemiólogos con el fin de ayudar a la obtención de una hipótesis que permita llevar a cabo la investigación. A través de este método se intenta eliminar todas las posibles causas ya conocidas, para poder establecer un estudio racional y que arribe a conclusiones efectivas.
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