Juan José Crespo y Castillo
Juan José Crespo y Castillo. El ilustre Juan José Crespo y Castillo, nació en el año 1747 en Huánuco, una ciudad ubicada en la parte nor central del Perú. Crespo y Castillo, desde muy joven se ocupó en el trabajo agrícola. De igual modo, se ocupó en las labores de minería y tesoros de gran antigüedad. Llegó a ser un hombre de grandes riquezas, siendo dueño de varias propiedades y de varias explotaciones de mineras. Juan José Crespo, fué nombrado como gobernante a comienzos del siglo XIX, Posteriormente pasó a ser procurador. Aunado a esto, Crespo era un personalidad prominente y muy respetada entre la sociedad para 1812. Sobresalió como una de los grandes líderes de la revolución de Huánuco, al inicio del año 1812, y la cual estuvo organizada por los criollos más destacados de Huánuco, y apoyados a su vez por un grupo de indígenas de pueblos vecinos que contaban con funciones de alcaldes.
Rebelión de Huánuco
Inició como una revolución indígena, que se oponía al régimen colonial y aunado a la confabulación con algunos criollos pertenecientes a la alta sociedad del Alto Perú, pudo llegar a concretarse en 1812. El 23 de febrero de 1812, inició la batalla de los indígenas en la ciudad de Huánuco, liderada por su jefe Juan José Contreras, al lograr derrotar un ejército realista en el puente de Huayaupampa. Después de iniciar los acontecimientos, los rebeldes, deciden formar una junta de gobierno, comandada por el criollo Domingo Berrospi. Este es desvinculado de su cargo, debido a que había ajusticiado a Contreras, citando al sanguinario saqueo que el pueblo había sufrido. Es entonces, cuando la rebelión queda al mando de Juan José Crespo. Crespo, logró aumentar el movimiento a lo largo y ancho de la provincia de Huamalíes. Por su parte, el virrey del Perú José Fernando de Abascal, estableció sus tropas en el Cerro de Pasco, marchando a Huánuco y derrotando a sus adversarios el 17 de marzo del mismo año. De un total de 1.500 rebeldes que combatieron, 250 murieron, y otros 20 resultaron ser capturados. Ante dicha situación, los rebeldes decidieron abandonar Huánuco, ciudad que cayó en manos de realistas el 19 de marzo. Finalmente, para poder terminar con la revolución, el 13 de abril de 1812, el virrey dictó una absolución penal a nivel general para todos los alzados que estaban involucrados y que continuaban operando, pero con la condición de que se desmovilizaran, acuerdo que fue aceptado por quienes sobrevivieron.
Muere Juan José Crespo y Castillo Crespo
Fue enjuiciado y ajusticiado en la Plaza Mayor de Huánuco, lugar en el cual es estrangulado el 14 de septiembre de 1812. Sus últimas palabras antes de morir fueron «Muero yo, pero miles se levantarán para ahorcar a los tiranos».