Invertebrados
Los invertebrados son los animales que no tienen columna vertebral; es decir, carecen de vertebración. Por lo tanto, los animales invertebrados son aquellos que no pertenecen al subfilo de los vertebrados del filo cordados.
Se denomina invertebrados (en latin invertebrata) a todos aquellos animales (reino Animalia) que no se encuadran dentro del subfilo vertebrados del filo cordados (Chordata). El nombre alude a que, a diferencia de estos últimos, carecen de columna vertebral o notocorda, y de esqueleto interno articulado. El término es aplicable al 95 % de todas las especies animales.
El desarrollo de la noción de invertebrados corresponde al naturalista francés Jean-Baptiste Lamarck (1744–1829), quien fue reconociendo las distintas clases de estos animales y propuso las clasificaciones de moluscos, gusanos, insectos y anélidos, entre otras.
Por lo general, se reconocen dos grandes grupos de invertebrados: los artrópodos y los no artrópodos. Los artrópodos suponen el filo más diverso del reino animal, con más de un millón de especies (insectos, crustáceos, arácnidos).
Los invertebrados pueden contar con una protección externa, como los escarabajos, aunque hay ciertos animales que no tienen ninguna protección, como en el caso de los pulpos (que carecen de concha, la cobertura rígida y exterior que poseen varias especies).
Existen a su vez invertebrados terrestres y acuáticos. Los primeros si bien no son tan numerosos, significan bastante importantes para el equilibrio ecológico. Entre ellos podemos mencionar dos grandes grupos:
* Los insectos: se caracterizan por presentar un par de antenas, tres pares de patas y dos pares de alas, aunque estas cantidades pueden variar de acuerdo a la especie.
* Los anélidos: no cuentan con ningún tipo de protección y su esperanza de vida es muy reducida. Dentro de este grupo se encuentran las lombrices de tierra y las sanguijuelas.
Invertebrados acuáticos
En el hábitat acuático existe una numerosa cantidad de especies catalogadas dentro del grupo de los invertebrados; de hecho, la gran mayoría de animales acuáticos pertenecen a esta clasificación.
De acuerdo al medio acuático en el que habiten (de agua dulce o salada) se conocen como invertebrados acuáticos continentales o marinos. A su vez se pueden clasificar en macro y microivertebrados, teniendo en cuenta su tamaño. Los primeros son aquéllos que pueden observarse a simple vista, mientras que para ver a los segundos es necesario utilizar un microscópio.
En la fauna marina de animales invertebrados existen a su vez una gran cantidad de subgrupos, dentro de los cuales se ubican diversas especies. Por mencionar algunos de ellos:
* Las esponjas o poríferos, por ejemplo, son animales invertebrados acuáticos con forma de saco o tubo con una única abertura.
* Los crustáceos, como los cangrejos, los langostinos, los camarones y las langostas, son invertebrados que viven en el medio acuático, tanto en agua dulce como en agua salada y en todas las profundidades. Se trata de los únicos artrópodos que presentan dos pares de antenas.
* La mayoría de los moluscos poseen una estructura esquelética endurecida que les permite proteger su cuerpo blando de los ataques de otros animales; tal es el caso de conchas y caracoles. Otros moluscos no poseen dicha protección pero sí cuentan con armas para evitar que los encuentre y escapar con facilidad, como la bolsa de tinta en los calamares. Los pulpos se consideran una de las especies más llamativas ya que su organismo se compone tan sólo de una cabeza de la que suspenden ocho tentáculos y suelen tener formas de vida completamente extraños.
Características
Lamarck es considerado el fundador de la «zoología de invertebrados». Lamarck se refirió a ellos como «animales sin vértebras» (en francés animaux sans vertèbres). En la clasificación de Carlos Linneo los animales no vertebrados se repartían en insectos y gusanos (refiriéndose respectivamente a los artrópodos y los anélidos).
En 1794, Lamarck subdividió a los que luego se denominó «invertebrados» en moluscos, insectos, gusanos, equinodermos y pólipos. En 1809, consideró ya diez clases: moluscos, cirrípedos, anélidos, cangrejos, arañas, insectos, gusanos, equinodermos, pólipos e infusorios. Entre 1815 y 1822 Lamarck publicó, en siete volúmenes, la «Historia natural de los animales invertebrados» (Histoire naturelle des animaux sans vertèbres), con descripciones de las especies entonces conocidas y que fue obra de referencia durante mucho tiempo. Aunque muchos de los nombres anteriores siguen utilizándose, sus límites han de hacer
- Suelen ser animales de pequeño tamaño.
- Carecen de esqueleto interno articulado (óseo o cartilaginoso). Algunos sí tienen, como los artrópodos, pero se trata de un esqueleto externo denominado exoesqueleto.
- Muchos tienen conchas, caparazones o cubiertas de alguna sustancia dura.
Probablemente es el grupo que, con los microorganismos, ha sido el peor inventariado, porque los invertebrados son a menudo pequeños y viven discretamente, en los mares, los sedimentos, los suelos, etc. Su número, la complejidad de su descripción y la subestimación de su potencial económico, científico y alimentario contribuyó mucho tiempo desviando la investigación científica, y hubo que esperar a finales del siglo XVIII para que los científicos europeos repitan el trabajo allí dónde Aristote y Pline lo(la) habían dejado.
En nuestros días, la investigación sobre los invertebrados permitió descubrir varias centenas de especies de gran potencia científico, industrial, económico o hasta alimentario, y la medicina moderna debe muchísimo a animales inesperados como el cangrejo de herradura, las medusas, el plancton. Los insectos, más fáciles capturar, identificar y conservar permanecen el mejor conocido grupo de invertebrados.
Tratándose del número de especies, la parte más importante de la biodiversidad conocida está constituida por organismos invertebrados. Sobre 1,7 a 1,8 millón de especies censadas en 2005 (según los criterios retenidos para su clasificación), encontramos cerca de 990 000 animales invertebrados.
Los invertebrados no forman un grupo monofilético : esta noción ha estado abandonada por las clasificaciones recientes (clasificaciones phylogénéticas). El término invertebrado queda sin embargo utilizado para designar un conjunto de seres vivos que comparten la característica por defecto de no poseer columna vertebral.
Uso
En la práctica profesional de la zoología, y en su enseñanza, la distinción entre vertebrados e invertebrados sigue ocupando un lugar, siendo comunes los departamentos universitarios, revistas científicas o manuales de zoología dedicados a los invertebrados, como el libro de Brusca y Brusca; y el de Hickmann, aunque esto debe interpretarse como efecto de una tradición, y no como el reconocimiento de validez o utilidad científica al concepto. En el tratamiento académico de la diversidad de los invertebrados se ha seguido utilizando extensamente la distinción de dos categorías: los artrópodos y los no artrópodos. Pero el problema que presentan estos últimos es análogo al indicado más arriba para el concepto de “invertebrados”.
Algunos filos y ejemplos
- Artrópodos: arácnidos, insectos, miriápodos, crustáceos.
- Moluscos: almejas, calamares, pulpos, caracoles.
- Poríferos: esponjas.
- Cnidarios: medusas, corales, pólipos.
- Equinodermos: estrellas de mar y erizos de mar.
- Platelmintos: gusanos planos (muchos son parásitos).
- Nematodos: gusanos cilíndricos.
- Anélidos: lombrices de tierra, sanguijuelas.
Macroinvertebrados
En el lenguaje de la ecología acuática, el término macroinvertebrado se utiliza tradicionalmente para referirse a los invertebrados de agua dulce, incluyendo los insectos (sobre todo larvas y ninfas), crustáceos, anélidos, moluscos (caracoles acuáticos y bivalvos) y planarias (platelmintos) que habitan en cauces de ríos, charcas, lagos, etc. Históricamente, su abundancia y diversidad se han utilizado como indicadores (bioindicadores) de la salud del ecosistema y de la biodiversidad local. Son un componente imprescindible en la cadena alimenticia y la trasformación de la materia orgánica.