Invasión de Hispania 257
Invasión de Hispania 257. En el año 257 el pueblo franco, más concretamente los francos salios, junto a los alamanes, penetraron en el Imperio Romano con el ánimo de saquearlo y así entraron en la Galia y en Italia y atravesando el Pirineo por el puerto de le Perthus siguieron toda la Via Herculea y fueron paulatinamente saqueando y destruyendo las murallas de todas las ciudades de la Tarraconense, la Cartaginense y de la Bética, generando grandes riquezas para los asaltadores y una necesidad de huir al campo de los nativos. Una parte de estos francos se apoderó de la flota romana y pasaron a África, mientras que otros probablemente siguieron saqueando la Península.
Invasiones bárbaras 258-260
Los ataques internos fueron los que más debilitaron al Imperio en esta época, en el año 258 a la muerte de Galieno, el imperio se dividió en tres estados separados que competían entre sí. Las provincias romanas de Galia, Britania e Hispania, por inspiración de sus guarniciones militares, se separaron para formar el efímero Imperio Galo. Póstumo fue proclamado primer emperador del Imperio Galo por sus tropas, conquistó Colonia y la convirtió en capital del nuevo imperio. En conjunto, era un buen tiempo para Galia y Renania, y un nuevo período de prosperidad para Colonia. Pero el emperador Aureliano (270-275) en Roma quería acabar con el Imperio Galo y marchó sobre los Alpes con sus tropas. En el año 274, en Châlons-sur-Marne, Aureliano derrotó al emperador galo Tétrico y restauró la autoridad de Roma. Sin embargo, muchos soldados murieron, y casi no había nadie para defender la frontera del Rin contra los invasores germánicos.
Invasiones bárbaras 250 – 257, y fragmentación del imperio a la muerte de Galieno en el 268. Autor Roger M. Kean
Batalla de Mediolanum 259
En el año 259, los alamanes que serían unos 300.000 incluidos los civiles cruzaron los pasos alpinos y atacaron el fértil llanura del río Po. El saqueo de la zona infundió terror en Roma, ya que todavía las ciudades no estaban amuralladas. El Senado de Roma preparó a toda prisa ejercito improvisado de plebe para el combate en un intento de de proteger a la ciudad. Galieno acababa de derrotar al pretendiente Ingenuo cuando llegó la noticia de la invasión de los alamanes. Él marchó con las legiones I Adiutrix, II Italica y II Parthica para interceptar a los bárbaros en Italia. Para entonces, según el historiador bizantino Juan Zonaras, los alamanes se había retirado ante de la inesperada resistencia de los ciudadanos de Roma y su Senado.
Cuando Galieno llegó al valle del Po con unos 60.000 soldados, se encontró con los alamanes cerca de Mediolanum, la actual Milán. La victoria fue total: según Zonaras 300.000 alamanes murieron aquel día, y el emperador recibió el título de Germanicus.
Guerreros alamanes siglo IV-V, a la izquierda jinete, a la derecha infante. Autor Igor Dzis.
En el año 260, las provincias orientales de Siria, Palestina y Egipto se independizaron tomando el nombre de Imperio de Palmira, con respaldo sasánida, dejando en el centro al Imperio romano propiamente dicho que estaba basado en Italia, los Balcanes, Asia Menor y las provincias leales del norte de África.
Cuando los sasánidas persas atacaron las provincias romanas en Oriente, parte de las tropas de las limes del Rin y Danubio fueron retiradas y trasladadas a esa zona. La frontera renana quedó debilitada.
En el 268, los marcomanos iniciaron la invasión de Italia llegando hasta Rávena donde fueron detenidos. Galieno tuvo que interrumpir de repente la campaña. Su co-emperador y padre Valeriano, había sido derrotado y hecho prisionero por los sasánidas. Tan pronto como la noticia llegó a Roma, una guerra civil estalló. Galieno retiró tropas del Rin. Todos los campos militares romanos, torres de vigilancia y asentamientos civiles a lo largo del Limes desde el Rin hasta el Danubio fueron destruidas o abandonadas, y las provincias fueron asaltados peor que nunca.
La población civil de la región, se fue al interior del Imperio Romano. Muchas fortalezas a lo largo del Rin fueron destruidos, Colonia y Tréveris fueron conquistadas y saqueadas. También una gran parte de los Países Bajos, Bélgica y Francia fueron devastadas, París estalló en llamas. La guarnición de Bonn no fue destruida, pero las aldeas y asentamientos estaban sin protección y la población se refugió en las guarniciones.