Geografía regional, es una disciplina encargada del estudio sintético de los complejos geográficos (territorios, lugares, paisajes o regiones entre otras denominaciones). Sería por lo tanto una parte de la geografía en condición de igualdad con las múltiples disciplinas que conforman la geografía general o sistemática, las cuales estudian analíticamente diversos fenómenos en sus características y distribución (relieve, clima, vegetación, población, organización económica, organización política, comercio, transportes, etc).
Para otros geógrafos, sin embargo, la denominación geografía regional es redundante pues toda la geografía es regional. Es decir, la geografía tiene por objeto estudiar los complejos geográficos a cualquier escala (localidades, comarcas, regiones, países, grandes regiones, etc.) tanto de forma sintética como temática. Las diversas disciplinas que conforman la geografía general serían por lo tanto, el acercamiento temático y comparativo al estudio de los complejos geográficos. Así según Robert E. Dickinson, «La geografía es fundamentalmente la ciencia regional o corológica de la superficie terrestre» y para Manuel de Terán, «La primacía de la geografía regional no es discutible en la situación actual de la ciencia geográfica. La geografía moderna es fundamentalmente geografía regional, como en la Antigüedad fue Corología y Chorografía». Surge a fines del siglo XIX, por filosofías antipositivistas como el neoidealismo, neokantismo o criticismo, el historicismo y el espiritualismo.
Concepto de región
El concepto de región ha tenido una evolución compleja como noción clave dentro de la geografía. Pueden diferenciarse varias conceptualizaciones corrientemente utilizadas en geografía regional:
- Región natural. Con términos sinónimos como los de medio natural, o geosistema. La combinación de distintos elementos naturales como el relieve, el clima o la vegetación, originan un sistema natural con unas características interdependientes (por ejemplo, la configuración del relieve depende del clima y viceversa, así como la vegetación depende de ambos).
- Región fisonómica o región-paisaje: dominio acotado por la configuración superficial de la superficie terrestre; por su aspecto externo. Las regiones-paisaje se delimitan teniendo en cuenta las formas naturales, las transformaciones realizadas en éstas por la acción humana y los artefactos culturales depositados sobre el suelo (usos del suelo, carreteras, ciudades, obras de ingeniería etc).
- Región humana o geográfica: ámbito delimitado por un sistema de relaciones humanas (económicas, políticas, etc.), por su substrato territorial y por las actividades o vida regional. Para A.Cholley las regiones humanas son definidas por los grupos humanos, ya que no son otra cosa que esos grupos humanos y sus modos de vida considerados desde un punto de vista espacial. Según Robert E. Dickinson, la región geográfica o humana es un “área de vida en común”.
Evolución histórica de la geografía regional
Los precedentes
Como antecedente de la geografía regional puede citarse toda la tradición de la geografía corográfica que arranca en Grecia y se prolongó hasta el siglo XVIII con las geografías universales o de países. Autores como Heródoto, Estrabón, Pomponio Mela y Al-Idrisi serían los más representativos.
El surgimiento de la geografía regional moderna
Es a finales del siglo XIX cuando la geografía regional se configura con un perfil más parecido al actual. Frente a las corografías y geografías de países que estudiaban ámbitos delimitados administrativamente o sin ningún criterio definido, la geografía académica de finales del siglo XIX desarrolla el concepto de región natural. La clave de este concepto es la delimitación de un ámbito terrestre en función de la combinación de toda una serie de factores naturales (sobre todo geológicos). Además los grupos humanos que habitan la región natural se ven influenciados por las características de ésta. Es por lo tanto una noción que se desarrolla en la tradición ecológica introducida por Ratzel y con rasgos claramente deterministas. Geógrafos británicos como Mackinder y Herbertson o franceses como L.Gallois, son los que en un primer momento desarrollan este concepto. Paralelamente Élisée Reclus desarrolla entre 1875 y 1894 su gran Geografía Universal, obra maestra en su género.
Pero realmente no será hasta comienzos del siglo XX cuando la geografía regional, tras la crítica al determinismo ambiental, va a experimentar su impulso definitivo principalmente en Francia y Alemania. El punto clave de esta transformación es el paso desde una geografía centrada en la búsqueda de leyes que expliquen la evolución de las sociedades en relación con las influencias del medio físico, a una geografía centrada en los complejos geográficos particulares, atendiendo a sus características específicas, a su “personalidad” y a su evolución. Sin embargo el surgimiento de la geografía regional moderna no presenta un carácter uniforme y cohesionado. De hecho pueden diferenciarse al menos tres orientaciones generales:
- La orientación francesa comandada por Vidal de la Blache y sus discípulos. Es una orientación de marcado carácter práctico, más centrada en el estudio empírico de las regiones y las comarcas francesas y de sus posesiones coloniales, que en la justificación teórica. De hecho no será un geógrafo sino un historiador, Lucien Febvre, el que le de un perfil más definido en este último aspecto frente a las críticas de los sociólogos de la escuela durkheniana (especialmente F.Simiand y M.Mauss).
- La reflexión en el plano teórico-gnoseológico vendrá sobre todo de Alemania, de la escuela de Alfred Hettner. Hettner reduce la geografía a geografía regional y considera la geografía general como un apoyo necesario para el estudio de las regiones. Para Hettner “únicamente cuando concibamos los fenómenos como propiedades de los espacios terrestres, estaremos haciendo geografía”. Además este autor enmarca su visión de la geografía en un esquema clasificatorio de las ciencias de estirpe kantiana.
- Por otra parte, también en Alemania se consolidará la concepción de la geografía como geografía regional, pero entendiendo la región como un paisaje. Max. Sorre lo expresa claramente; la región es “el área de extensión de un paisaje”. El paisaje se entendía sobre todo, no como el resultado de una serie de procesos naturales, sino como la expresión de una cultura. Esta vía será desarrollada especialmente por O. Slütter y S.Passarge y posteriormente será recibida en Estados Unidos de la mano de Carl Sauer. También será conscientemente desarrollada en Francia por el citado Max. Sorre, por Jean Brunhes y otros.
La geografía regional en los Estados Unidos
La geografía regional se desarrolla de forma tardía en los Estados Unidos, donde la tradición ambientalista había calado fuertemente. De hecho no será hasta finales de los años treinta (Armando Santiago), principios de los cuarenta, cuando la geografía corológica se implanta de forma definitiva en las universidades estadounidenses. Los principales impulsores de este gran cambio serán Carl Sauer desde 1925 siguiendo la corriente paisajística alemana y R. Hartshorne siguiendo el modelo Hettneriano.
La escuela saueriana (o escuela de Berkeley) tendrá un marcado carácter cultural. La región se entiende como un área cultural y como el paisaje cultural que ha desarrollado la cultura habitante. Además para Sauer la atención a los procesos y a la evolución de las culturas y los paisajes culturales será esencial.
En cambio la línea de investigación abierta por Hartshorne tendrá un carácter menos culturalista e historicista. Además la región no se considera un espacio objetivo o real, sino un instrumento intelectual para el análisis geográfico.
La crisis de la geografía regional tras la Segunda guerra mundial
A partir de finales de los años cuarenta comienzan a aparecer ciertas críticas a la geografía regional. Estas críticas inciden en varios aspectos. Primero, en el nulo contenido sintético de muchas monografías regionales, a pesar de ser este el objetivo buscado. Estas monografías muy a menudo se resolvían como una serie de capítulos inconexos que no llegaban a dar una auténtica interpretación global del espacio estudiado. Es lo que los geógrafos franceses denominan obra à tiroirs (por archivadores). Además muchos autores criticaban el carácter exclusivamente sintético de la geografía regional y abogaban por un acercamiento temático. Lo señalaba incluso Carl Sauer: “no acepto la noción de que cada geógrafo debe ocuparse de la síntesis regional. La mal llamada doctrina holística me deja indiferente; ha producido compilaciones allí donde necesitábamos indagaciones”. Por otro lado el concepto de región predominante, la región-paisaje, se presentaba como problemático. Era un concepto demasiado formalista, las regiones-paisaje eran difíciles de identificar más allá de la escala comarcal y estaba adaptado sobre todo para los estudios de espacios rurales con lo que era poco efectivo para estudiar los espacios modernos altamente urbanizados e industrializados y no comprensibles únicamente a través de lo concreto en el paisaje.
El punto álgido de las críticas vendrá de la mano de autores como F. K. Schaefer y su famoso artículo Excepcionalismo en Geografía. Esta línea de críticas, que culminará en la aparición de una nueva geografía centrada en el estudio de las formas espaciales (distribuciones de fenómenos), se enfrentará a la geografía tradicional por su carácter ideográfico e historicista, es decir, por estudiar lo único e irrepetible y por no concentrarse en la elaboración de teorías y leyes generales.
La búsqueda de alternativas. La región funcional y la región sistémica
Todas estas críticas llevaran a muchos geógrafos comprometidos con la tradición corológica a buscar nuevas vías de estudio. Aparte de esto también causó especial impacto la aparición de la ciencia regional como subdisciplina de la economía en los años cincuenta de la mano de autores como W. Isard. La Ciencia Regional buscaba un acercamiento más analítico al estudio de las regiones, las cuales no eran concebidas como espacios-paisaje, sino como espacios económicos.
Desde la geografía se elabora un nuevo concepto de región conocida como región funcional, polarizada o urbana. La personalidad regional no proviene de una uniformidad fisonómica o paisajística (región-paisaje), sino de un sistema de relaciones funcionales que se establecen entre las diversas partes del conjunto. En 1962 Etienne Juillard publica en Annales de Géographie su famoso artículo «La région, essai de definition». Según Juillard: “Existen dos principios de unidad regional. Uno se basa en un criterio de uniformidad , es el paisaje; el otro en un criterio de cohesión, en la acción coordinada de un centro. Los territorios individualizados según este último criterio se caracterizan menos por su fisonomía que por su función. Hablaremos de espacio funcional”. B.Kayser lo expresaba también con claridad: «Una región es un espacio limitado, inscrito en un marco natural dado, que responde a tres características esenciales: los vínculos entre sus habitantes, su organización en torno a un centro con cierta autonomía, y su integración funcional en una economía global».
Finalmente la incorporación del enfoque sistémico en geografía regional culminará en la elaboración del concepto de región sistémica, derivado de la teoría de sistemas de Ludwig von Bertalanffy. La región se conceptúa como un sistema regulado por los flujos materiales e inmateriales de bienes, personas, información. Además, la concepción sistémica incorpora la visión dinámica del sistema. El sistema territorial evoluciona de acuerdo a los condicionamientos y contradicciones internas y externas.
Hay por lo tanto una evolución muy importante desde una geografía regional de corte fisonómico y paisajístico, a una geografía regional que incorpora las relaciones sociales y los flujos circulatorios en la conceptualización de la región. Las regiones no necesitan por lo tanto ser entes homogéneos, sino que su unidad, generalmente heterogénea, depende más bien de complementariedades y de relaciones funcionales.
Sin embargo todas estas innovaciones conceptuales desarrolladas sobre todo en la escuela francesa, no impedirán la continua crisis de la geografía regional. Las críticas de la geografía cuantitativa llevaran a la geografía regional a una posición secundaria respecto a otras tradiciones y corrientes más pujantes (geografía radical, comportamental etc). En España, donde la geografía regional se había desarrollado tardíamente tras la guerra civil con sucesivas monografías (la primera de ellas será la de Salvador Llobet sobre el Montseny de 1947), éstas dejan de realizarse a finales de los años 70. Se produce entonces un gran desarrollo de la geografía general, de las distintas disciplinas temáticas, provocando en muchas ocasiones una gran dispersión en los programas de investigación y una especialización de los investigadores pero sin un claro marco unificador.
La recuperación de la geografía regional/Nueva geografía regional
Si bien la geografía regional nunca ha dejado de ser cultivada en la Europa continental (Francia, España, Portugal, Alemania, etc.), a partir de los años ochenta comenzará a ser recuperada también por la geografía anglosajona, especialmente a través del concepto de lugar (place) definido por Doreen Massey como la combinación de identidad, instituciones locales y vínculos globales.
El interés por los espacios locales, regionales y nacionales siempre ha estado presente tanto a nivel popular como académico. Además la orientación regional parece la única capaz de unificar la gran multiplicidad de investigaciones temáticas enormemente divergentes que se realizan en la geografía general tanto física como humana. Por supuesto esta recuperación de la geografía regional no se hace de forma homogénea. Hay diversos acercamientos y diversas renovaciones. Podrían señalarse las siguientes:
- Una recuperación de corte tradicional, siguiendo los esquemas de la geografía clásica. En general los espacios estudiados son los territorios administrativos y el estudio regional se aborda como una yuxtaposición de capítulos temáticos sobre el medio ecológico, la población, la economía o las infraestructuras. También se produce una revalorización del concepto de región como paisaje.
- Desde la geografía humanista se concibe el marco local y regional como un ámbito de experiencia ligado al individuo. El lugar es el espacio vivido y el marco de identidad.
- Desde la geografía de corte marxista y estructural, los espacios locales, regionales y nacionales se conciben como estructuras sociales y ecológicas. Los individuos reproducen estas estructuras o las transforman, a la vez que su acción está condicionada por ellas. Esto quiere decir que los espacios geográficos no son inmutables o naturales, sino esencialmente una construcción social que se transforma continuamente en sus características (organización demográfica, económica, social, medio ecológico y construido etc).
- Por último, otros acercamientos reivindican la necesidad de una perspectiva o enfoque regional pero sin recuperar la geografía regional en sentido clásico. Es decir, se acepta que el acercamiento temático y especializado es tan importante como el sintético y holístico, pero teniendo en cuenta que el objeto central son los espacios geográficos en toda su complejidad.