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Garcia Hurtado de mendoza

Garcia Hurtado de mendoza. Político y administrador español, VIII virrey del Perú (1589-1596), nacido en Cuenca en 1535 y muerto en Madrid en 1608. Fue hijo de Andrés Hurtado de Mendoza, tercer virrey del Perú, y de María Manrique de Lara. Gentilhombre de la cámara del rey, sirvió al emperador en los territorios de Italia, Flandes y Alemania. En 1555 acompañó al Perú a su padre y dos años más tarde fue nombrado por éste gobernador de Chile. En Coquimbo apresó al conquistador rebelde Francisco de Aguirre, al que envió a Lima. Mandó que ningún encomendero pudiese emplear a más de la sexta parte de sus indios en labores de minas. Derrotó en la batalla de Bío-bío de noviembre de 1557 a los indios araucanos. Fundó en 1558 la ciudad de Cañete de la Frontera y reedificó la ciudad de Concepción. Su mandato como gobernador de Chile concluyó en 1561, año en el que regresó a España. Obtuvo legaciones y altos encargos diplomáticos, y sirvió en las cortes de Monzón y en la guerra de Portugal.

Fue nombrado por Felipe II virrey del Perú a fines de 1588. Zarpó de Sanlúcar el 28 de febrero de 1589, arribó al Callao en noviembre e hizo su entrada en Lima bajo palio el 6 de enero de 1590. En el ramo de hacienda, le correspondió remitir en su primer año de gobierno a la Corona 1.500 ducados y 3.000 pesos ensayados para ayudar a España en la guerra con Inglaterra. Con el fin de incrementar el caudal público requerido con urgencia por la metrópoli, el virrey ordenó a los mineros aumentar la producción de las minas de Huancavelica, Potosí, Zaruma, Vilcabamba y las Salinas, lo que supuso elevar la mita minera sobre los indios. Con aquella misma finalidad, se reimplantó el impuesto de la alcabala sobre las mercancías, hecho que provocó en Quito el “motín de las alcabalas” de 1594, que rápidamente fue sofocado. Otros impuestos que se comenzaron a cobrar fueron el de almojarifazgo, la avería, composición de tierras y licencias a extranjeros. En lo que respecta al comercio, su intención de proteger el tráfico de mercancías que llegaba al Perú por la vía de Panamá le condujo a prohibir el ingreso de pasajeros o mercaderías provenientes del Río de la Plata, Guatemala, Tierra Firme y Filipinas; sólo se autorizó la entrada de dos navíos al año salidos de los puertos de México. Una Real Cédula de 22 de julio de 1592 mandó que el corregimiento de Arica se sometiera a la Audiencia de Charcas. En lo que respecta al gobierno militar, el virrey enfrentó en 1594 la incursión inglesa a Valparaíso comandada por Richard Hawkins e integrada por tres navíos de guerra. Para combatir la invasión inglesa, se despachó dos galeones y quinientos hombres al mando de Beltrán de Castro y de la Cueva, los mismos que derrotaron a Hawkins en Atacames el 30 de junio de 1594. En esta época se organizó la expedición de Álvaro de Mendaña a la Polinesia y la Melanesia que partió del puerto del Callao el 10 de abril de 1595. La expedición descubrió las islas de las Marquesas de Mendoza, Puka-Puka, Niulakita, Tinaluka, Santa Cruz y otras menores; concluyó este viaje en el puerto de Cavite en Filipinas. Durante su gestión fueron fundadas las ciudades de San Lorenzo de la Barranca (1590), Santiago del Puerto (1590) y Castrovirreina (1591). Asimismo, se creó en la Audiencia el cargo de protector de naturales, prohibió los juegos, inició la persecución de los negros cimarrones (fugados) y autorizó al ayuntamiento a reglamentar el arancel que debían pagar los establecimientos públicos. En 1592 se aplicó la Real Cédula que mandaba que el oficio de alférez real se vendiese en todas las ciudades al mejor postor y que su disfrute concediera al mismo un cargo en el cabildo. Entre los fenómenos naturales que el virrey tuvo que enfrentar estuvieron el terremoto del Cuzco de 1590, el desbordamiento del río Rimac en Lima en 1595 y la aparición de una epidemia de disentería. En cuanto a la educación, ordenó el virrey que en la Universidad de San Marcos se alternaran en cargo de rector un eclesiástico y un laico. En 1592 refundó el Colegio Real de San Felipe y San Marcos. Dentro del ramo del patronato regio fueron públicas las discrepancias con el arzobispo de Lima, Toribio Alfonso de Mogrovejo, sobre las prerrogativas de la Corona sobre la Iglesia. Destaca la realización del IV Concilio Limeño en 1591. Poco después en 1594 se fundó el Colegio Seminario de Lima para la formación del clero. Destaca también la realización por parte de la Inquisición de dos autos de fe, el 5 de abril de 1592 y el 17 de septiembre de 1595, en los que fueron ajusticiadas siete personas y se aplicaron castigos a cuarenta penitentes. El gobierno de este virrey concluyó el 24 de julio de 1596, día en que entregó el mando a su sucesor, el marqués de Salinas. El marqués de Cañete residió sus últimos años en Madrid, donde murió en 1608.

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