Eon proterozoico
El Eón Proterozoico, una división de la escala temporal geológica, es un eón geológico perteneciente al supereón Precámbrico, que abarca desde hace 2.500 millones de años hasta hace 542 millones de años, durando 1.958 millones de años, ± 1,0 millones de años. Algunos autores lo clasifican como era Proterozoica, integrando el eón Precámbrico. Se caracteriza por la presencia de grandes cratones que darán lugar a las plataformas continentales. Las cordilleras generadas en esta era sufrieron los mismos procesos que los registrados en el eón Fanerozoico. La intensidad del metamorfismo disminuyó en este momento geológico. La Tierra sufre sus primeras glaciaciones y se registra una gran cantidad de estromatolitos. Sin duda, supusieron un importante cambio en la biota terrestre. El período Ediacárico de finales del eón Proterozoico se caracteriza por la evolución de abundantes organismos pluricelulares de cuerpo blando.
Geología
El registro geológico del eón Proterozoico es mucho mejor que el del eón anterior, el Arcaico. Al contrario que los depósitos de agua profunda del eón Arcaico, el eón Proterozoico posee muchos estratos que fueron depositados en extensos mares epicontinentales superficiales. Además, muchas de estas rocas están menos metamorfoseadas que las del Arcaico, y un alto número permanecen inalteradas. Los estudios de estas rocas muestran que durante esta era se produjo acreción continental rápida y masiva (única del Proterozoico), ciclos de supercontinentes y la moderna actividad orogénica. Las primeras glaciaciones conocidas se produjeron durante el Proterozoico. La primera, la Glaciación Huroniana, se produjo poco después del comienzo del eón, en el período Riásico, y culminaron en el período Criogénico, con la hipótesis de la “Tierra bola de nieve”.
Gran Oxidación
Uno de los eventos más importantes del eón Proterozoico fue el aumento de la concentración de oxígeno en la atmósfera de la Tierra. Aunque el oxígeno producido como sustancias de desecho por la fotosíntesis comenzó a producirse ya hace 2.800 millones de años, en el Eón Arcaico, el porcentaje de oxígeno en la atmósfera se mantuvo probablemente a sólo de un 1 % al 2 % de su nivel actual, hasta que los sumideros químicos (oxidación de azufre y hierro) se saturaron, hace aproximadamente 2.450 millones de años, cuando comienza la Gran Oxidación. Las formaciones de hierro bandeado, que proporcionan la mayor parte de mineral de hierro del mundo, son el resultado de estos sumideros químicos de oxígeno. La formación de estas estructuras cesó hace 1.900 millones de años. La capas rojas, coloreadas por hematitas, indican un incremento del oxígeno en la atmósfera a partir de 2.000 millones de años atrás, ya que éstas no se encuentran en las rocas más antiguas. La acumulación de oxígeno fue debida probablemente a dos factores:
- – La saturación de los sumideros; y
- – El aumento en el enterramiento de carbono, secuestrado por los compuestos orgánicos, que de otra forma habría sido oxidado por la atmósfera.
Vida
Durante el eón Proterozoico se produjo la expansión de cianobacterias. De hecho, los estromatolitos alcanzaron su mayor abundancia y diversidad durante este eón, con un pico de hace aproximadamente 1.200 millones de años. Las primeras células eucariotas y los primeros pluricelulares (mediante el análisis químico de rocas que datan de hace 635 millones de años, se ha descubierto una forma modificada de colesterol, que es producida sólo por las esponjas), se originaron una vez que se produjo la acumulación de oxígeno libre. Esto puede haberse debido a un aumento de los nitratos oxidados que los eucariotas necesitan, en contraste con las cianobacterias. Durante el eón Proterozoico también se produjo la simbiosis entre los protoeucariotas y los antecesores de mitocondrias (para casi todos los eucariotas) y de cloroplastos (para las plantas y algunos protistas). Los eucariontes podrían haber surgido hace unos 2.000 millones de años, pero los fósiles más tempranos, como los acritarcos, al no conservar una morfología distintiva, son difíciles de interpretar. Los primeros fósiles que pueden identificarse claramente como eucariotas son de Melanocyrillium, probablemente amebas con caparazón, de hace 760 millones de años. Clásicamente, el límite entre el eón Proterozoico y el eón Fanerozoico se fijó al inicio del Cámbrico, período en el que aparecieron los primeros fósiles de animales, como trilobites y arqueociatos. En la segunda mitad del siglo XX, se encontró una serie de formas fósiles en rocas del eón Proterozoico, la denominada fauna de Ediacara, pero el inicio del Cámbrico se ha mantenido fijo en 542 millones de años.