El sistema respiratorio. También llamado aparato respiratorio, está compuesto por múltiples órganos que trabajan juntos para oxigenar el cuerpo mediante el proceso de la respiración. Este proceso es posible gracias a la inhalación de aire y su conducción hacia los pulmones, en donde ocurre el intercambio gaseoso. Durante el intercambio gaseoso, el oxígeno ingresa a nuestra sangre y se intercambia por dióxido de carbono, el cual sale de nuestro cuerpo durante la exhalación.
e la medicina, la respiración o ventilación pulmonar se describe como el movimiento de aire entre la atmósfera y los alvéolos de los pulmones. El proceso de respiración implica dos fases: la inspiración, cuando el aire se mueve hacia dentro de los pulmones; y la espiración, en la que el aire sale de los pulmones. La respiración pulmonar es solo uno de los cuatro componentes de la respiración celular, siendo los otros tres la difusión, el transporte y la regulación de gases. El acceso a los pulmones está dado por las vías aéreas, que en conjunto forman el sistema respiratorio, cuya mayor parte está localizado dentro del pecho o cavidad torácica.
Las paredes de la caja torácica delimitan esta cavidad y sus estructuras, y tienen un papel esencial en la ventilación pulmonar. El diafragma y una gran variedad de músculos están implicados en el proceso de respiración. La acción de respirar está controlada de manera muy precisa por el centro respiratorio, ubicado dentro del tronco encefálico.
Caja torácica
Componentes:
Cavidad torácica
La caja torácica es un componente de la pared torácica que rodea a la mayoría de las estructuras del sistema respiratorio. Proporciona el marco óseo para la respiración. La caja torácica y su forma de domo otorgan la rigidez necesaria para la protección de órganos, el soporte del peso de las extremidades superiores y los puntos de inserción para muchos músculos. A pesar de su resistencia, la caja torácica es dinámica, permitiendo que se lleve a cabo la ventilación pulmonar. El potencial para realizar estos movimientos respiratorios se relaciona con la flexibilidad que brindan las costillas y sus articulaciones. La caja torácica está compuesta por el esqueleto torácico, que incluye al esternón, 12 pares de costillas y 12 vértebras torácicas asociadas con los cartílagos costales y los discos intervertebrales, respectivamente.
Costillas
Las costillas son ligeras y resilientes. Constan de tres tipos: verdaderas, falsas y flotantes. Estas forman la mayor parte de la caja torácica, extendiéndose desde la pared torácica posterior hasta la anterior. Las costillas poseen cartílagos costales unidos a sus extremos anteriores, los cuales las unen directa o indirectamente al esternón. Algunas costillas conocidas como costillas flotantes poseen cartílagos articulares pequeños que no permiten uniones anteriores. Estos flexibles cartílagos costales le brindan a la pared torácica su elasticidad necesaria.
El esternón forma la porción media de la caja torácica anterior y consta de tres partes: el manubrio, el cuerpo y el proceso xifoides. A lo largo de sus bordes laterales, el esternón cuenta con incisuras costales para articularse con los cartílagos costales. Las vértebras torácicas, numeradas de T1 a T12, forman parte de la caja torácica posterior y contienen fositas costales bilaterales en sus cuerpos vertebrales con las cuales articulan las cabezas de las costillas. Las cabezas también se articulan parcialmente en los discos intervertebrales. Con la excepción de las últimas dos o tres vértebras torácicas, estas también contienen fositas costales en sus procesos transversos para articularse con los tubérculos de las costillas.
Todos estos componentes esqueléticos completan la caja torácica de anterior a posterior, brindando tanto protección como flexibilidad para la ventilación. Sin embargo, la caja torácica se encuentra abierta superior e inferiormente en sus aberturas torácicas superior e inferior. La abertura torácica superior permite el paso de la tráquea, facilitando el movimiento del aire durante la respiración. La abertura torácica inferior, que es más grande, se encuentra completamente cubierta por el diafragma.
Músculos respiratorios
Músculos torácicos
Músculos intercostales externos
Aunque la caja torácica forma una estructura resistente pero flexible, nos sería imposible respirar sin la acción de los músculos torácicos. Daremos más detalles adelante, pero por ahora es importante mencionar que la ventilación se lleva a cabo mediante la expansión y contracción de los pulmones. Una manera de hacer esto es cambiando el diámetro anteroposterior de la cavidad torácica a través de la elevación y la depresión de las costillas. Los músculos más importantes encargados de elevar la caja torácica son los músculos intercostales externos. Estos forman parte del grupo de músculos intercostales que se localizan en los espacios intercostales entre las costillas. Los intercostales externos son la capa más superficial de este grupo, mientras que las otras dos capas más profundas son los músculos intercostales internos y los músculos intercostales íntimos. Hay 11 pares de músculos intercostales externos, que se extienden entre los tubérculos de las costillas y las articulaciones costo condrales. Sus fibras se disponen en dirección anterior e inferior entre los bordes de dos costillas adyacentes.
Los músculos intercostales internos también son importantes en la modificación del diámetro anteroposterior de la cavidad torácica. También consisten en 11 pares y recorren junto con los cuerpos y cartílagos costales de las costillas, entre el esternón y los ángulos de las costillas. Estos músculos se insertan entre las incisuras costales y los bordes superiores de dos diferentes costillas, dentro de los espacios intercostales.
Músculos del cuello
Los músculos intercostales externos e internos no trabajan de forma individual durante la respiración, sino que son ayudados por los músculos esternocleidomastoideos y escalenos en el cuello.
Los dos músculos esternocleidomastoideos se originan en el manubrio del esternón y en la extremidad esternal de cada clavícula para insertarse en el proceso mastoides del hueso temporal y en la línea nucal superior del hueso occipital. Estos músculos pueden elevar el esternón y la clavícula y, consecuentemente, también levantar las costillas. Por lo tanto, se utilizan como músculos accesorios en la ventilación pulmonar.
Los músculos escalenos también tienen un rol en la inspiración pulmonar. Estos consisten en el escaleno anterior, escaleno medio y escaleno posterior. Los tres están involucrados en la respiración pulmonar. El músculo escaleno anterior se extiende desde los tubérculos anteriores de los procesos transversos de las vértebras C3 a C6 hasta la primera costilla, contribuyendo a su elevación. El escaleno medio recorre desde el proceso transverso del axis hasta los procesos transversos de C3 a C7 hasta llegar a la primera costilla, también elevándola. El escaleno medio es el músculo más importante para la respiración de este grupo muscular. El escaleno posterior pasa desde los tubérculos posteriores de los procesos transversos de C4 a C6 hasta la segunda costilla, por lo que ayuda a elevarla.
Músculos de la cintura escapular
Músculo serrato anterior
El músculo de esta región que es importante para la respiración pulmonar es el serrato anterior. Este se encuentra por encima de la porción lateral del tórax, formando la pared lateral de la axila. Se origina en las costillas 1.ª-8.ª y se inserta en el borde medial de la escápula. Al mantener fija a la escápula en su posición, este músculo tiene un rol importante cuando hay dificultad para respirar y necesitamos apoyarnos en algo o permanecemos en la llamada posición de trípode.
Músculos abdominales
Como puedes ver, la acción de respirar, la cual todos damos por hecho y de la que ni siquiera nos damos cuenta la mayor parte del tiempo, es bastante compleja y requiere del trabajo de muchos músculos. Entonces, no es de sorprender que los músculos de la región abdominal también estén involucrados en el proceso. Específicamente, el músculo recto abdominal se encarga de llevar las costillas hacia abajo durante la espiración activa. Su punto de origen es la sínfisis del pubis y la cresta del pubis, y se inserta en el proceso xifoides y los cartílagos costales de las costillas 5-7. Este par de músculos está separado por la línea alba.
El diafragma es otra estructura crucial que hace posible la respiración. Mientras que los demás músculos se encargan principalmente de alterar el diámetro anteroposterior de la cavidad torácica, el diafragma alarga y acorta la cavidad al moverse hacia arriba y hacia abajo. Esta acción también expande y contrae a los pulmones. El diafragma tiene forma de domo y separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. Durante la respiración, es el principal músculo encargado de la inspiración pulmonar. Su origen, fijo y circular, se extiende alrededor del borde inferior de la caja torácica y las vértebras lumbares superiores. Por esto, solo la porción central del diafragma es capaz de moverse durante la respiración. El diafragma está dividido en una hemidiafragma derecha (cúpula derecha) y una hemidiafragma izquierda (cúpula izquierda) que se elevan hasta el nivel del 4° espacio intercostal.
El sistema respiratorio
Vías aéreas y pulmones
Sistema respiratorio (diagrama)
Hasta ahora, has visto cómo la caja torácica rodea al sistema respiratorio y permite que se lleve a cabo la respiración. Diversos músculos que abarcan varias regiones del cuerpo tales como la pared torácica, cuello, cintura escapular y abdomen, actúan sobre esta estructura. Al modificar la forma de la caja torácica, el aire se puede transportar entre el medio ambiente externo y los pulmones a través de las vías aéreas, cuyos detalles discutiremos a continuación.
Las vías aéreas se subdividen en la zona de conducción (vías aéreas) y la zona de respiración. Las vías aéreas de conducción transportan el aire hacia y desde los pulmones, mientras que la zona de respiración, formada por los alvéolos, es el sitio de intercambio de gases. Las vías de conducción son las siguientes:
Además de transportar el aire, estas vías también lo filtran, humidifican y calientan. Estas funciones son realizadas por los cilios y las células secretoras de moco que revisten las paredes de las vías aéreas. En la laringe, las vías aéreas están reforzadas por anillos de cartílago hialino en forma de C. Todo lo que se encuentra por debajo de la laringe se conoce anatómicamente como el árbol traqueobronquial. La tráquea, que se encuentra dentro del mediastino superior, sirve como el tronco de este árbol. A nivel del ángulo esternal, se divide en dos bronquios principales, cada uno de los cuales ingresa a su respectivo pulmón por el hilio pulmonar. Dentro de los pulmones, los bronquios principales se ramifican en bronquios cada vez más pequeños, formando las ramas del árbol traqueobronquial.
Los bronquios principales se dividen en bronquios lobares (secundarios), que suministran diferentes lóbulos de los pulmones. Estos bronquios lobares se subdividen en bronquios segmentarios (terciarios), cada uno para un segmento broncopulmonar específico. Estos se continúan dividiendo y ramificando, hasta llegar a los bronquiolos terminales y finalmente a los bronquiolos respiratorios, que llevan el aire hacia los alvéolos.
Lóbulo superior del pulmón derecho
El aire transportado por las vías aéreas durante la respiración eventualmente alcanza los pulmones. Estos órganos vitales de la respiración que están dentro del tórax son los responsables del intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Son estructuras suaves y esponjosas muy elásticas localizadas a cada lado del corazón, separadas una de otra por el mediastino. Cada pulmón tiene un extremo superior llamado vértice pulmonar, que se extiende hasta el nivel correspondiente al cuello de la primera costilla, aproximadamente 2.5 cm por encima del nivel de la clavícula. La base de los pulmones es la superficie cóncava inferior que descansa sobre el diafragma. El pulmón derecho cuenta con tres lóbulos, mientras que el pulmón izquierdo tiene dos. Los bronquios principales que transportan el aire entran a cada pulmón por medio de su hilio, que se sitúa en su cara mediastínica.
Otras estructuras críticas para el mecanismo de la respiración son los sacos pleurales que envuelven a los pulmones. Cada saco está compuesto por dos membranas continuas: la pleura visceral y la pleura parietal. La pleura visceral está directamente en contacto con los pulmones, mientras que la pleura parietal reviste la superficie interna de la pared torácica. Entre estas dos capas se encuentra la cavidad pleural, un espacio potencial que contiene una muy pequeña cantidad de fluido importante para la lubricación y cohesión de las capas pleurales. Este fluido también contribuye a la presión negativa creada dentro de la cavidad pleural, indispensable para la ventilación.
Mecanismo de la respiración
Ahora ya tienes toda la información necesaria para comprender el proceso y las características de la respiración. También conoces dónde se localizan los componentes del sistema respiratorio dentro de la flexible estructura ósea conocida como la caja torácica, sobre la cual actúan diversos músculos que modifican su diámetro, permitiendo que el aire entre y salga de los pulmones a través de las vías aéreas de conducción.
Durante el ciclo de la respiración, los pulmones pueden expandirse y contraerse de dos maneras. La primera es mediante el alargamiento y acortamiento de la cavidad torácica, y la segunda es con el aumento y disminución de su diámetro anteroposterior. El primer método se realiza principalmente gracias al diafragma, mientras que el segundo es llevado a cabo mediante la elevación y la depresión de las costillas. Las dos fases de la respiración pulmonar son la inspiración y la espiración.
Inspiración pulmonar
La inspiración implica la entrada de aire desde el ambiente externo hacia los pulmones. La inspiración normal y silenciosa es llevada a cabo por el diafragma, que se encarga de alargar y acortar la cavidad torácica. El diafragma contrae y lleva las caras inferiores de los pulmones hacia abajo. Simultáneamente, los músculos de la inspiración elevan la caja torácica. Estos músculos son principalmente los intercostales externos. Al levantar las costillas y empujar los órganos abdominales hacia abajo, se incrementa el volumen intratorácico. Debido a la inserción de la pleura parietal en la pared torácica y la tendencia de los pulmones a colapsar hacia el hilio, existe una constante presión negativa creada en la cavidad pleural, un fenómeno similar a cuando un vaso o taza húmedos se adhieren al plato o posavasos por la tensión superficial del agua. Por lo tanto, los pulmones están adheridos a la pleura visceral, que se mantiene en contacto con la pleura parietal a través del fluido, el cual a su vez está en contacto con la pared torácica. Como resultado, cuando los músculos de la inspiración expanden la pared torácica, los pulmones se expanden también. Esta acción, a su vez, disminuye la presión intrapulmonar comparada con la presión externa. Como el aire se mueve desde sitios de presión más alta hacia sitios de presión más baja, esto hace que el aire ingrese a los pulmones. Debido a que los músculos necesitan contraerse durante la inspiración, esta fase se considera un proceso activo.
Hay momentos en los que puedes necesitar respirar de manera más profunda o forzada, Como por ejemplo durante el ejercicio. En estos casos, los músculos accesorios intervienen aumentando todavía más el tamaño de la cavidad torácica al jalar al esternón y las primeras dos costillas. Estos músculos son el esternocleidomastoideo, el escaleno y el serrato anterior.
Espiración pulmonar
Mientras que la inspiración pulmonar es un proceso activo, la espiración se considera como un proceso pasivo ya que utiliza el retroceso elástico de los músculos y pulmones. Durante la espiración normal, los músculos intercostales externos se relajan junto con el diafragma. Todo sucede de forma contraria a la inspiración. El volumen intratorácico disminuye, la presión intrapulmonar aumenta y el aire es expulsado de los pulmones. La expulsión de aire continúa hasta que la presión dentro de los pulmones se hace igual a la presión externa, lo cual ocasiona que el proceso de inspiración pulmonar vuelva a comenzar.
De manera similar a la inspiración, la espiración puede volverse activa en ciertas situaciones, como cuando hacemos ejercicio o estamos tocando algún instrumento. Los músculos recto abdominal e intercostales internos están implicados. El músculo recto abdominal aumenta la presión intra-abdominal, empujando el diafragma aún más hacia arriba. Los músculos intercostales internos jalan las costillas hacia abajo y hacia adentro, reduciendo todavía más el tamaño de la cavidad torácica.
El sistema respiratorio
Regulación de la respiración
El ciclo de la respiración está controlado por el centro respiratorio que se localiza dentro del bulbo raquídeo y el puente en el tronco encefálico. Tres principales grupos de neuronas conforman este centro. El grupo respiratorio dorsal, dentro de la porción dorsal del bulbo, es el responsable de la mayor parte del ciclo de la respiración. El grupo respiratorio ventral, en la porción ventrolateral del bulbo, participa en la espiración forzada. El centro neumotáxico, localizado dorsalmente en la porción superior del puente, controla el ritmo y la profundidad de la respiración.
Para iniciar la respiración pulmonar, el grupo respiratorio dorsal envía impulsos neuronales a través del nervio frénico hacia el diafragma, y a través de los nervios intercostales hacia los músculos intercostales externos. Para que ocurra la espiración, el grupo respiratorio dorsal deja de mandar impulsos, permitiendo que los músculos se relajen. Cuando se necesita la espiración forzada, los impulsos del grupo respiratorio llegan al grupo ventral y lo activan. Este grupo respiratorio envía impulsos al músculo recto abdominal a través de los nervios toracoabdominales, y a los músculos intercostales internos mediante los nervios intercostales.
El aparato respiratorio se divide en dos secciones a nivel de las cuerdas vocales; una sección superior y otra inferior. Estas secciones se denominan “tractos”.
La nariz y la cavidad nasal, lo que comúnmente conocemos como fosas nasales, son estructuras esenciales tanto para la respiración como para el sentido del olfato. Pero, ¿sabías que el 80% del gusto en realidad proviene de lo que olemos? Es por esto que la comida casi no tiene sabor cuando tenemos la nariz tapada.
La nariz es la estructura más prominente del rostro humano. Las partes de la nariz se ubican tanto en su superficie externa como en su aspecto interno. Para algunas personas la forma en que luce su nariz es muy importante, pero más allá de estas consideraciones una de las funciones de la porción externa de la nariz es proteger su porción interna y permitir la entrada de aire. La porción interna de la nariz es conocida también como fosas nasales o cavidad nasal. Está involucrada en la respiración, el olfato, el habla y el gusto.
La anatomía externa de la nariz es bastante simple. Es una estructura piramidal, con su raíz ubicada en la parte superior y el vértice en la parte inferior. La raíz es continua con el aspecto anterior de la cabeza y la porción entre la raíz y el vértice es denominada dorso de la nariz. Inferior al vértice se encuentran las dos narinas (orificios nasales), que son las aberturas anteriores de la cavidad nasal. Las narinas están separadas entre sí por el tabique nasal y están rodeadas lateralmente por las alas de la nariz.
La porción externa de la nariz consta de dos componentes; óseo y cartilaginoso. La porción ósea, o los denominados huesos de la nariz, dan la forma a la raíz, conformada por los huesos nasal, maxilar y frontal. La porción cartilaginosa se ubica inferiormente y está conformada por cartílagos alares mayor y menores, dos cartílagos laterales y uno del tabique nasal:
Ten en cuenta que el cartílago del tabique nasal está unido tanto al tabique nasal óseo (que es en realidad la lámina perpendicular del hueso etmoides) y el vómer. Ambos son las partes óseas de la porción interna de la nariz.
Fosa nasal
Coana
La porción interna de la nariz es la fosa nasal, o cavidad nasal. Las dos cavidades nasales se ubican por dentro de la porción externa de la nariz y del cráneo adyacente. Las cavidades abren anteriormente a la cara a través de las narinas. Mientras que posteriormente se comunican con la nasofaringe por dos orificios llamados coanas.
Además de los orificios anterior y posterior, cada cavidad nasal tiene techo, piso y paredes lateral y medial. Existen 12 huesos craneales en total que contribuyen para la formación de la cavidad nasal, estos incluyen los huesos pares; nasales, maxilares, palatinos y lagrimales, así como los huesos impares; etmoides, esfenoides, frontal y vómer. Entre todos ellos, el etmoides es el elemento más importante, por dos motivos: primero, forma la porción más grande del marco esquelético de la nariz al formar el techo y las paredes de las cavidades nasales; segundo, contiene las celdillas etmoidales que, como grupo, son uno de los cuatro senos paranasales.
Tres láminas óseas curvas denominadas cornetes o conchas nasales inferior, medio y superior están unidos a las paredes laterales y se proyectan dentro de las cavidades. Estas dividen ambas cavidades nasales en cinco pasajes de aire:
La cavidad nasal está dividida en tres regiones, alineadas como si fueran un edificio de tres pisos. El vestíbulo está localizado justo dentro de la abertura externa anterior de la nariz (1er piso) y contiene folículos pilosos. La región más grande es la región respiratoria, que está cubierta por epitelio respiratorio (2do piso). Finalmente, está la región olfatoria, una pequeña área localizada dentro del cráneo en el vértice superior de la cavidad, que está cubierto por células olfatorias y receptores (3er piso).
Las dos cavidades nasales se comunican con cuatro recesos óseos llamados senos paranasales. Son nombrados de acuerdo a los huesos donde se localizan, como los: senos esfenoidal, maxilar y frontal, y las celdillas etmoidales. Todos los senos están cubiertos por mucosa respiratoria e inervados por el nervio trigémino (V par craneal).
Irrigación
Vasos sanguíneos de la cavidad nasal
La nariz está irrigada por ramas tanto de la carótida externa como interna. La arteria carótida externa emite las arterias esfeno palatina, palatina mayor, labial superior y nasal lateral que irrigan en su mayoría al vestíbulo y las porciones respiratorias de la cavidad nasal, así como las partes adyacentes de la porción externa de la nariz (vértice y dorso). De la arteria carótida interna emergen las arterias etmoidales anterior y posterior que irrigan el vértice de la cavidad nasal y las estructuras adyacentes de la porción externa de la nariz. Muchas de las ramas de la carótida externa e interna se anastomosan en la parte anteroinferior del tabique nasal. Este lugar en particular es donde ocurren la mayoría de las hemorragias nasales (Zona de la epistaxis, plexo de Kiesselbach).
El sistema respiratorio
Inervación
Nervios de la cavidad nasal
La nariz está inervada por tres nervios craneales:
Los senos paranasales son cavidades óseas llenas de aire ubicadas alrededor de la cavidad nasal. Su función principal es ayudar a circular el aire que entra y sale del sistema respiratorio, pero también reducir el peso del cráneo, humedecer y calentar el aire inspirado y aumentar el área de superficie olfatoria. Todos los senos son pareados y bilaterales; algunos incluso son simétricos. Los cuatro pares de senos son:
Senos maxilares
El sistema respiratorio
Seno maxilar
Los senos maxilares son los más grandes de los senos paranasales. Sus paredes delgadas suelen ser penetradas por las largas raíces de los dientes maxilares posteriores. El límite superior de este seno es la órbita ósea, y el límite inferior es el hueso alveolar maxilar y las raíces dentales correspondientes. El límite medial está formado por la cavidad nasal, y los límites lateral y anterior son los huesos cigomáticos o pómulos.
Hay dos espacios posteriores a los senos maxilares: la fosa pterigopalatino y la fosa infra temporal.
Irrigación, inervación y linfáticos
La irrigación de los senos paranasales incluye algunas contribuciones de las ramas de la arteria maxilar:
La inervación ocurre por medio de los ramos de los nervios alveolares superiores, con los mismos nombres de las arterias.
Los ganglios linfáticos submandibulares son el destino principal del drenaje linfático.
Senos frontales
El sistema respiratorio
Seno frontal
Los senos frontales son estructuras pareadas que se encuentran en la frente, arcos superciliares y raíz nasal. Superior y posteriormente limitan con la fosa craneal anterior. El límite inferior está formado por la órbita ósea, los senos etmoidales anteriores y la cavidad nasal. Medialmente, los senos frontales limitan entre sí separados por la línea media.
Los dos senos no son de forma idéntica y suelen estar subdesarrollados al nacer, alcanzan su tamaño completo (se neumatizan) cerca de los siete u ocho años de edad.
Irrigación, inervación y linfáticos
Los senos frontales son irrigados por:
Los senos frontales son inervados por el nervio oftálmico (V2 par craneal), incluyendo el ramo supraorbitario y el ramo supratroclear.
Los senos frontales drenan principalmente al infundíbulo etmoidal a través del conducto nasofrontal, y su drenaje linfático correspondiente ocurre a través de los ganglios submandibulares.
Senos esfenoidales
El sistema respiratorio
Seno esfenoidal
Los senos esfenoidales son los más posteriores de todos los senos paranasales, se encuentran en el cuerpo del hueso esfenoides y se extienden hacia sus alas. Son grandes e irregulares, al igual que su tabique. Lateralmente, hay un seno cavernoso que es parte de la fosa craneal media; la arteria carótida interna y los pares craneales III, IV, V1, V2 y VI también pueden encontrarse en esta región.
La pared anterior separa este par de senos de la cavidad nasal. Superiormente, se separan de la cavidad nasal por la fosa hipofisaria, la hipófisis y el quiasma óptico. Inferiormente, se separan de la cavidad nasal por la nasofaringe y por el conducto pterigoideo.
Irrigación, inervación y linfáticos
La arteria etmoidal posterior y las ramas nasales laterales posteriores irrigan los senos esfenoidales. El nervio etmoidal posterior y el ramo orbitario del ganglio pterigopalatino inervan estos senos.
El drenaje linfático de los senos esfenoidales ocurre de la misma manera que en el seno etmoidal.
Senos etmoidales
El sistema respiratorio
Celdillas etmoidales
Los senos etmoidales están en los huesos de la nariz, son invaginaciones de la mucosa de los meatos nasales medio y superior ubicados en el hueso etmoides (en los cornetes nasales). Superior a los senos etmoidales están la fosa craneal anterior y el hueso frontal. La órbita puede encontrarse lateralmente, mientras que la cavidad nasal se ubica medialmente. Estos senos son característicos porque son los únicos senos paranasales que son más complejos que una sola cavidad.
A cada lado de la línea media pueden encontrarse entre tres y dieciocho celdillas etmoidales. Estas celdillas de aire son pequeños senos individuales que se unen para formar uno más grande que abarcan los meatos nasales anterior, medio y posterior.
Irrigación, inervación y linfáticos
Las arterias etmoidales anterior y posterior y las ramas nasales laterales posteriores irrigan esta zona. Los senos etmoidales son inervados por los nervios etmoidales anterior y posterior y por los nervios nasales superior e inferior.
El drenaje linfático de los senos etmoidales anterior y medio fluye hacia los ganglios linfáticos submandibulares, mientras que el seno etmoidal posterior drena en los ganglios linfáticos retrofaríngeos.
El sistema respiratorio
Partes de la faringe
Nasofaringe
La faringe es una columna muscular que comienza en la base del cráneo por detrás de la cavidad nasal y viaja en sentido craneocaudal pasando por detrás de la cavidad oral antes de terminar uniéndose con la laringe y el esófago.
Basándose en sus relaciones anteriores, la faringe puede ser dividida en tres regiones:
El sistema respiratorio
Músculos de la faringe
Inserciones
Existen seis músculos en total en la faringe que pueden ser divididos en dos grupos:
Todos los músculos de la faringe colaboran en el proceso de movilización del bolo alimenticio hacia el esófago durante el acto de la deglución (tragar), ya sea contrayendo o acortando la faringe.
El sistema respiratorio
Arterias y venas
La faringe es un sitio rico en anastomosis arteriales, haciendo de la faringe una estructura altamente vascularizada. Son tres las arterias responsables de su irrigación, todas ellas ramas de la arteria carótida externa:
Estas arterias irrigan la faringe a través de ramas que dejan a su paso o directamente mediante ramas faríngeas ascendentes o descendentes provenientes de ellas. Además de estas arterias, existen otras que están íntimamente relacionadas con la faringe pero que no necesariamente la irrigan.
El drenaje venoso de esta región está dado por la vena palatina externa, la cual desemboca en el plexo faríngeo. Este último drena luego en la vena yugular interna.
Nervios
La principal estructura que irriga la faringe es el plexo nervioso faríngeo, el cual se origina de tres nervios craneales.
Los ramos faríngeos del nervio vago proporcionan inervación motora a todas las estructuras y músculos de la faringe, excepto al Estilofaríngeo. Este último recibe su inervación motora desde el nervio glosofaríngeo.
Por otro lado, los ramos faríngeos del nervio glosofaríngeo proporcionan la mayor parte de la inervación sensitiva de la faringe. La excepción es la nasofaringe, cuyas partes anterior y superior están inervadas sensitivamente por el nervio maxilar.
El sistema respiratorio
Función
Si has estado poniendo atención, probablemente ya te has familiarizado con las funciones de la faringe. Su estructura tubular hace que su principal función salte a la vista: dar paso al aire, sólidos y líquidos provenientes de las cavidades oral y nasal. Por tanto, la faringe trabaja para los sistemas digestivo y respiratorio. Los músculos colaboran con estas funciones generando importantes movimientos para producir peristalsis, deglución y fonación. Pon a prueba tu conocimiento con el siguiente cuestionario personalizable sobre la faringe. Este contiene todos los aspectos relevantes: Músculos (inserciones y funciones), arterias y venas, todo mezclado al azar para ofrecerte el desafío definitivo sobre la anatomía de la faringe.
La laringe es una estructura hueca compleja ubicada en la región de la línea media anterior del cuello. Es anterior al esófago y se encuentra a nivel de la tercera a sexta vértebra cervical en su posición normal. Está compuesta por un esqueleto cartilaginoso conectado por membranas, ligamentos y músculos que la suspenden de las estructuras circundantes a ella. Se encuentra justo encima de la tráquea y se continúa con la orofaringe (la porción de la garganta posterior a la cavidad oral) superiormente.
La laringe conduce aire al tracto respiratorio inferior y cierra las vías respiratorias, especialmente durante la deglución, para evitar la aspiración de alimentos. Se le conoce comúnmente como la «caja de voz» o el «órgano de fonación», ya que alberga la estructura responsable de la producción de sonido. Es bastante móvil en el cuello y puede verse y sentirse moviéndose hacia arriba y hacia adelante durante la deglución, cerrando la tráquea y abriendo el esófago.
Cartílagos y ligamentos
El sistema respiratorio
Laringe
La laringe está compuesta por tres grandes cartílagos no emparejados (cricoides, tiroides y epiglotis) y tres cartílagos emparejados más pequeños (aritenoides, corniculado y cuneiforme), lo que lleva a un total de nueve cartílagos individuales. El cartílago tiroides es el más grande de los cartílagos laríngeos y está compuesto por cartílago hialino. Forma las porciones anterior y lateral de la laringe y no tiene componente posterior. Las mitades (láminas) derecha e izquierda anchas y planas del cartílago se fusionan anteriormente en la línea media para formar una proyección anterior en forma de V llamada prominencia laríngea (comúnmente llamada la «manzana de Adán»).
La manzana de Adán suele ser más prominente en los hombres después de la pubertad. Esto se debe a la influencia de la hormona testosterona, que estimula el crecimiento general de la laringe dando como resultado una voz más profunda con el tiempo. Superior a esta prominencia está la escotadura tiroidea superior. Hay una escotadura tiroidea inferior menos prominente a lo largo de la base del cartílago tiroides. El margen posterior de cada lámina se extiende hacia arriba en una asta superior y hacia abajo en un asta inferior. La asta superior más largo, junto con todo el borde superior del cartílago tiroides, se adhiere al hueso hioides por la membrana tirohioidea. Esta placa de lámina fibroelástica tiene una región mediana gruesa llamada ligamento tirohioideo mediano, así como partes laterales llamadas ligamentos tirohioideos laterales, que se adhieren directamente a la asta superior. La asta inferior tiene una faceta en su superficie medial con la que se articula con la superficie posterolateral del cartílago cricoides para formar la articulación cricotiroidea.
El cartílago cricoides es un cartílago hialino en forma de anillo de sello mucho más pequeño que se encuentra directamente debajo del cartílago tiroides. Forma la cara inferior de la laringe y está conectado a la tráquea por debajo. Es el único anillo completo de cartílago que rodea las vías respiratorias. El cartílago cricoides tiene un arco anterior estrecho (porción de banda) y una lámina posterior más ancha (porción de sello) con una cresta en la línea media que sirve como superficie de unión para el esófago. Siendo una banda densa de tejido conectivo, el ligamento cricotiroideo, une el cartílago cricoides al borde inferior del cartílago tiroides. El ligamento cricotraqueal une el cartílago cricoides al primer anillo traqueal.
Localizados en las caras superolaterales de la ancha lámina posterior del cartílago cricoides, se encuentran los emparejados cartílagos aritenoides con su superficie piramidal. Cada cartílago tiene un ápice superior, un proceso vocal anterior y un gran proceso muscular lateral. Unido a los ápices del cartílago aritenoides se encuentran los cartílagos corniculados pequeños, pareados y de forma cónica.
Cartílago epiglótico
El último cartílago no emparejado, la epiglotis, es un cartílago elástico grande en forma de hoja que está cubierto por una membrana mucosa. Está unido por su tallo con la cara interna del ángulo formado por las láminas del cartílago tiroides a través del ligamento tiro epiglótico en la línea media. La epiglotis también está unida al hueso hioides por el ligamento hioepiglótico que se extiende desde la superficie anterosuperior de la epiglotis hasta el cuerpo del hueso hioides. Esta se proyecta hacia arriba en la faringe, con su margen superior justo detrás de la raíz de la lengua. Como sugiere su nombre (epi = arriba, glotis = boca de la tráquea), se encuentra sobre la abertura laríngea (entrada). Durante la deglución, a medida que la laringe se mueve hacia arriba y hacia adelante, la epiglotis se balancea hacia abajo para cerrar la entrada laríngea y, por lo tanto, evita que materiales o cuerpos extraños ingresen a las vías respiratorias.
La membrana cuadrangular es una fina capa de tejido conectivo que se extiende entre los bordes laterales de la epiglotis y los márgenes anterolaterales del cartílago aritenoides. Su borde inferior libre está engrosado y forma el ligamento vestibular. Este ligamento se encierra por un pliegue de membrana mucosa para formar el pliegue vestibular (cuerda vocal falsa) que se extiende desde el cartílago tiroides hasta el cartílago aritenoides.
Los componentes cartilaginosos finales de la laringe son los dos pequeños cartílagos cuneiformes en forma de maza (Herramienta de madera, cilíndrica con un mango, usada para golpear) que se encuentran por encima y por delante de los cartílagos corniculados. No se adhieren directamente a ningún otro cartílago laríngeo, sino que están suspendidos dentro y fortalecen una membrana fibroelástica llamada membrana aritenoepiglótica. Esta membrana forma el borde superior libre de la membrana cuadrangular que, como se describió anteriormente, conecta los cartílagos aritenoides con los bordes laterales de la epiglotis. Está cubierto por mucosa para formar el pliegue aritenoepiglótico. En la cara posterior de los pliegues aritenoepiglóticos, tanto el cartílago corniculado como el cuneiforme se ven como pequeños nódulos que rodean la entrada laríngea.
El sistema respiratorio
Cavidad de la laringe
El sistema respiratorio
Sáculo laríngeo
Ahora que hemos hablado del esqueleto cartilaginoso externo, echemos un vistazo al interior del lumen de la laringe. La cavidad de la laringe revestida de mucosa se extiende desde su apertura superior (entrada laríngea) hasta el borde inferior del cartílago cricoides, que se continúa con la luz de la tráquea. La cavidad laríngea se divide en tres regiones:
Las paredes laterales de la parte media de la cavidad laríngea sobresalen hacia afuera para formar recesos laterales (ventrículo laríngeo) entre el pliegue vestibular y el pliegue vocal. Cada ventrículo tiene una extensión tubular ciega alargada, el sáculo laríngeo, que se proyecta anterosuperiormente entre el pliegue vestibular y el cartílago tiroides. Cada sáculo está revestido con glándulas mucosas que producen moco para lubricar las cuerdas vocales.
El aparato vocal de la laringe se llama glotis y consta de dos cuerdas vocales (cuerdas vocales verdaderas) y la rima glótica. Cada pliegue vocal cubierto de membrana mucosa contiene un ligamento vocal que se extiende desde la superficie interna del cartílago tiroides hasta la apófisis vocal del cartílago aritenoides correspondiente. En paralelo a cada ligamento se encuentra el músculo vocal que se encarga de ajustar la tensión de las cuerdas vocales. Los pliegues vocales son las estructuras «verdaderas» que producen sonido cuando el aire pasa sobre ellos, mientras que los pliegues vestibulares (cuerdas vocales falsas) no tienen ningún papel en la producción de sonido, pero protegen las cuerdas vocales.
La abertura entre las cuerdas vocales se conoce como rima glótica. La forma de esta abertura depende de la posición de las cuerdas vocales. Los movimientos de rotación de los cartílagos aritenoides en las articulaciones cricoaritenoideas pueden separar (abducir) los pliegues vocales, ensanchar la rima glótica o juntar los pliegues vocales y estrechar la rima glótica. Por lo general, durante la respiración, las cuerdas vocales se abducen (separan), sin embargo, durante la deglución, se aducen para cerrar la rima glótica.
Las cualidades del sonido producido (por ejemplo, el tono) dependen de la longitud, tensión y posición de las cuerdas vocales. Normalmente, durante la fonación, estas se encuentran muy juntas dando como resultado una rima glótica en forma de hendidura. Cuando el aire espirado pasa por los cables, los hace vibrar y producir sonido. Luego, el sonido es modificado por los movimientos de la lengua, la mandíbula y los labios en el habla.
El sistema respiratorio
Músculos
Músculo tiro epiglótico
Hay dos grupos de músculos que están asociados con la laringe, los músculos extrínsecos e intrínsecos. Los músculos laríngeos extrínsecos mueven la laringe como un todo. Consisten en los músculos supra hioideos que elevan el hueso hioides y la laringe durante la deglución y la vocalización, y los músculos infrahioideos que deprimen el hueso hioides y la laringe.
Los músculos laríngeos intrínsecos son pequeños y se encargan de mover varios componentes de la laringe. Modifican la longitud y la tensión de las cuerdas vocales, así como la forma de la rima glótica durante la respiración, la deglución y la vocalización.
El sistema respiratorio
Irrigación sanguínea y drenaje linfático
La irrigación arterial de la laringe se realiza mediante las arterias laríngeas superior e inferior, que son ramas de las arterias tiroideas. La laringe es drenada por las venas correspondientes, es decir, las venas laríngeas superior e inferior. Los vasos linfáticos por encima de las cuerdas vocales drenan hacia los ganglios linfáticos cervicales profundos superiores, mientras que los que están debajo de las cuerdas vocales drenan primero a los ganglios alrededor de la tráquea (ganglios pretraqueales y paratraqueales) y luego a los ganglios linfáticos cervicales profundos inferiores.
Inervación
Los nervios laríngeos superior e inferior derecho e izquierdo, que son ramas del nervio vago, el décimo par craneal (X), proporcionan inervación motora y sensorial a la laringe. Cada nervio laríngeo superior se divide en nervios laríngeos internos y externos. El nervio laríngeo interno acompaña a la arteria laríngea superior a través de la membrana tirohioidea y proporciona la inervación sensorial y autónoma de la cavidad laríngea hasta el nivel de las cuerdas vocales. El nervio laríngeo externo más pequeño proporciona inervación motora al músculo cricotiroideo.
Los nervios laríngeos recurrentes que son ramas ascendentes de los nervios vagos continúan hacia la laringe como los nervios laríngeos inferiores derecho e izquierdo. Proporcionan inervación motora a todos los músculos intrínsecos de la laringe, excepto a los músculos cricotiroideos, e inervación sensorial a la cavidad laríngea debajo de las cuerdas vocales.
El sistema respiratorio
Los pulmones se consideran normalmente parte del tracto respiratorio inferior; no obstante, algunas veces se describen como entidades independientes.
1.- Estos contienen bronquiolos respiratorios
2.- Conductos alveolares
3.- Sacos alveolares
4.- Alvéolos.
a) Las vías respiratorias
b) Los pulmones
1.-Las fosas nasales y la boca
2.- La faringe
3.- La laringe
4.- La tráquea
5.- Los bronquios
El sistema respiratorio
Eparato respiratorio superior
El tracto respiratorio superior incluye las partes del aparato respiratorio que se encuentran fuera del tórax, específicamente aquellas que se encuentran sobre el cartílago cricoides y cuerdas vocales. Este incluye a la cavidad nasal, senos paranasales, faringe y porción superior de la laringe. La mayor parte del tracto respiratorio superior tiene epitelio cilíndrico ciliado pseudoestratificado, también conocido como epitelio respiratorio. Sin embargo, existen algunas excepciones: la faringe y la laringe.
Cavidad nasal
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