El Paraiso
El Paraiso. Construido hace más de 4,000 años, El Paraíso es el sitio arqueológico con arquitectura monumental más grande y más antiguo del Perú. Pese a haber sido excavado y restaurado hace más de 25 años, hoy se encuentra en un lamentable estado de abandono.
Introducción
Al surgimiento de la civilización lo han ligado siempre con la aparición de grandes monumentos arquitectónicos y obras de ingeniería, como canales, caminos o represas. Grandes obras como el Partenón, en Grecia, o las pirámides de Egipto son tomados como ejemplo. Son dos los principales aspectos que asombran de esas obras: su gran tamaño y su gran antigüedad. Su gran tamaño habla de la mucha organización que se necesitó y la mucha gente que se requirió para construirlas. Su gran antigüedad nos sorprende, pues pensamos que hoy, con toda la tecnología que conocemos, nos sería difícil igualar esas obras. El Perú no ha estado al margen en el gran concierto de las civilizaciones mundiales. Desde muy antiguo grandes obras fueron realizadas, como pirámides, canales y caminos. Por todo ello el Perú es reconocido como uno de los cinco focos originarios de civilización en el mundo. El Paraíso se construyó alrededor del 2,000 antes de Cristo (o sea, hace unos 4,000 años), ocupa un área de 50 hectáreas y se requirió de cerca de 100,000 toneladas de roca para terminarlo. Su construcción no es casual, es el resultado de milenios de experimentación, una economía exitosa y adecuada organización social. Para conocer bien a esta joya de nuestro pasado, primero hablaremos sobre cómo era el tiempo en que fue construido, y luego entraremos a ver el monumento propiamente dicho.
El Precerámico Peruano.
Así llama la arqueología al extenso período de tiempo que va desde la aparición del hombre en el Perú (hace mas de 15,000 años) hasta el uso de la tecnología alfarera: la cerámica. Pues se considera a este logro tecnológico como un hito histórico de gran trascendencia. El Paraíso fue construido al final de este período, unos cientos de años antes que el uso de la cerámica se hiciera popular (aproximadamente el año 1,800 antes de Cristo). Sin embargo ¿fue la aparición de la cerámica un drástico cambio en los hábitos sociales y la economía de esas tan antiguas culturas?, creemos que no. Algunos sitios arqueológicos (como Piruro y La Galgada) presentan evidencias de haber tenido una larga vida precerámica y luego adoptar la cerámica, aunque años después (unos pocos cientos) finalmente fueron abandonados.
La Economía del Precerámico Tardío
Como ya lo dijimos, se basa fundamentalmente en la recolección y la horticultura. Como ya lo dijimos también, el Precerámico es un período que abarca más de 12,000 años. Por ello ha sido divido en otros sub-períodos, marcados por acontecimientos significativos. Al último de estos sub-períodos se le llama Precerámico Tardío (por ende, existe un Precerámico Temprano). Un aspecto es el que mejor lo define: el cultivo de el algodón. ¿Y, porqué es tan importante este hecho?. Pues, por que el algodón es el primer cultivo no alimenticio. Se le cultiva con el único fin de alimentar la actividad productiva textil. Tejidos tan antiguos como el famoso de Huaca Prieta (2,500 años a.C. -en el departamento de La Libertad-) dan cuenta de ello. Otro aspecto es el cultivo de la Lagenaria sp., también conocida como calabaza o mate. Su cultivo también era «industrial», pues se le usaba -sacándole el contenido- como recipiente -a falta de ceramios- de líquidos y granos. La diferencia de este con el algodón es que la calabaza, además, también sirve como alimento. En la costa, la horticultura y recolección de plantas alimenticias como el frijol, pallar, lúcuma, guayaba, pacae, etc., era solo un complemento a la principal actividad: la recolección de mariscos o marisqueo y la pesca en menor escala. Fue la gran riqueza del mar peruano lo que posibilitó que grupos humanos se asentaran en poblados fijos (dejando a un lado la trashumancia), y pudieran crecer en número, al amparo de un recurso seguro de subsistencia.
El Paraíso
Este sitio arqueológico se ubica en la margen izquierda del río Chillón, cerca de su desembocadura, a 5 kilómetros de la playa, al norte de Lima. Fue construido entre cerros (los llamados cerros de Chuquitanta), de este modo está protegido de los vientos y otras inclemencias. La manea más fácil de llegar es por la carretera Lima-Ventanilla, entrando por un camino de tierra, justo antes del puente de dicha carretera sobre el río Chillón.
La Unidad I
Es una pirámide escalonada construida en piedra, con un área de 12 x 12 metros, y 6 de altura. Lo que más resalta de este edificio, es que puede ser la pirámide más antigua del Perú, así como el ejemplo más temprano (antiguo) del uso de la arquitectura pública. ¿Qué significa esto?, que el edificio de la Unidad I no fue construido para vivienda. Mientras todos vivían en casas más o menos homogéneas (iguales), pequeñas, todos los habitantes de El Paraíso, y quizá con la ayuda de otros pobladores que habitaban en otras partes del valle o valles aledaños, se reunieron para construir este edificio, de dimensiones desproporcionadas para sus necesidades.
La Ingeniería
El material fundamental de construcción fue la piedra, obtenida de los cerros próximos. La forma como la trabajaron fue así: La fracturaban de la «roca madre», la que por su estructura física de rompía con formas angulosas. Luego era transportada y apilada unas sobre otras unidas con una mezcla («mortero») de barro y ripio. De este modo levantaban los muros, los que tienen hasta un metro de ancho. Finalmente eran cubiertas las paredes por una gruesa capa de barro, para darles un acabado uniforme. Las paredes ya enlucidas con barro eran pintadas de rojo, blanco, ocre o negro. Nadie, hasta ahora, ha reportado la existencia de frisos, esto es dibujos en alto relieve sobre los muros, o pinturas murales. La Unidad I, es una pirámide (como ya se dijo), y para lograr el volumen y altura, se construyeron cuartos que eran rellenados, y luego se construía encima, de este modo se ganaba en tamaño y altura. Pero esto no ocurrió en un solo momento, El Paraíso soporto de 5 a 6 remodelaciones en sus estructuras, a lo largo de unos 200 años, antes de ser definitivamente abandonado.
Las Actividades.
Los habitantes de El Paraíso se dedicaron a múltiples actividades, y gracias a la investigación científica de los arqueólogos hoy podemos conocer cuales. La principal actividad fue la pesca, y sobre todo el marisqueo. La gran abundancia de este recurso permitió sustentar a la gran población que albergaba y darle gran estabilidad económica. El tejido y la cestería son dos actividades ampliamente difundidas en El Paraíso, y en general en todos los sitios precerámicos. Los tejidos son todos en algodón blanco o marrón, y a veces ambos mezclados, dando un aspecto decorativo. La técnica usada era la del tejido llano o 1 sobre 1 (una trama por una urdimbre). La cestería (fabricación de canastas de paja) fue una actividad importante, pues en canastas transportaban las piedras que luego eran depositadas en ellas mismas, para rellenar los cuartos, durante la construcción de la pirámide (Unidad I). Además del uso habitual que hoy en día aún les damos a los cestos o canastas. El cultivo era una actividad que completaba a la dieta marina. Se cultivo pallar, frijol, mate y calabaza, y principalmente: algodón. La recolección de frutas silvestres, raíces y tubérculos, así como la caza de animales salvajes cierra el círculo de la bien balanceada dieta con la que se alimentaban. No se sabe si es que domesticaron algún tipo de ganado, aunque en las alturas de Junín, mil años antes que ellos, ya se practicaba esa actividad. También se talló la madera. Esta actividad estuvo especialmente dirigida a la fabricación de «palos cavadores», esto es, bastones con un extremo en punta y el otro redondeado, usado en la agricultura (un remoto, pero directo antecesor de la «Chaquitaklla»).
Conclusión.
Como hemos podido ver, la vida en El Paraíso, fue muy compleja, recolectaron, sembraron, cosecharon, tejieron, construyeron…y otras actividades de las que no tenemos evidencia directa (como sus ceremonias, o su manera de pensar o cantar). Es este sitio arqueológico una de las cunas de la civilización peruana, y sin embargo está en el más deplorable abandono, rodeado de basurales y sin recibir la atención de nadie. Urge que el gobierno, los municipios y todos los ciudadanos nos movilicemos, para salvar del olvido esta joya de nuestro pasado, esa parte importante de nuestra memoria, que es el legado cultural prehispánico. No existe ningún pueblo en el mundo que se haya levantado de la postración sin honrar y rescatar su pasado.