El imprecionismo
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El Impresionismo es un movimiento pictórico francés de finales del siglo XIX que apareció como reacción contra el arte académico. El movimiento impresionista se considera el punto de partida del arte contemporáneo. Por extensión, el término también se aplicó a un determinado estilo musical de principios del siglo XX. El impresionismo en pintura partió del desacuerdo con los temas clásicos y con las encorsetadas fórmulas artísticas preconizadas por la Academia Francesa de Bellas Artes. La Academia fijaba los modelos a seguir y patrocinaba las exposiciones oficiales del Salón parisino. Los impresionistas, en cambio, escogieron la pintura al aire libre y los temas de la vida cotidiana. Su primer objetivo fue conseguir una representación del mundo espontánea y directa, y para ello se centraron en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos. Las figuras principales del movimiento fueron: Edgar Degas, Claude Monet, Berthe Morisot, Camille Pisarro, Auguste Renoir y Alfred Sisley. Los impresionistas se preocuparon más por captar la incidencia de la luz sobre el objeto que por la exacta representación de sus formas, debido a que la luz tiende a difuminar los contornos y refleja los colores de los objetos circundantes en las zonas de penumbra. Los pintores académicos definían las formas mediante una gradación tonal, utilizando el negro y el marrón para las sombras. Los impresionistas eliminaron los detalles minuciosos y tan sólo sugirieron las formas, empleando para ello los colores primarios —ciano, magenta y amarillo— y los complementarios —naranja, verde y violeta—. Consiguieron ofrecer una ilusión de realidad aplicando directamente sobre el lienzo pinceladas de color cortas y yuxtapuestas, que mezcladas por la retina del observador desde una distancia óptima aumentaban la luminosidad mediante el contraste de un color primario (como el magenta) con su complementario (verde). De este modo, los impresionistas lograron una mayor brillantez en sus pinturas que la que se produce normalmente al mezclar los pigmentos antes de aplicarlos.
Historia
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Aunque los hallazgos del impresionismo francés resultaron decisivos para la pintura del siglo XX, los intentos por plasmar los efectos de la luz natural no eran nuevos. En el siglo XVII Jan Vermeer había utilizado fuertes contrastes de luces y sombras para bañar sus lienzos de luz natural. Diego Velázquez en el mismo siglo y Francisco de Goya a finales del siglo XVIII captaron la impresión lumínica mediante la eliminación de sombras secundarias y la introducción de zonas de luz en detrimento de la nitidez de los contornos. Su pincelada también preludió la de los impresionistas franceses. Los precursores inmediatos del impresionismo fueron los ingleses John Constable y J.M.W. Turner. Cuando Monet y Pissarro vieron por primera vez sus obras en 1871 se sintieron conmovidos por la atmósfera y los efectos difusos de luz característicos de la pintura de Turner. Los pintores de la Escuela de Barbizon fueron también antecedentes del movimiento impresionista francés. Treinta años antes de la primera exposición impresionista, Camille Corot, miembro circunstancial de la escuela de Barbizon calificado en ocasiones como padre del impresionismo, interpretaba los fugaces cambios lumínicos en una serie de temas pintados a diferentes horas del día. Eugène Louis Boudin, un pintor preimpresionista, que fue maestro de Monet, enseñó a sus discípulos a expresar un sentimiento de espontaneidad en sus obras, mientras que el realista Gustave Courbet alentó a los impresionistas a buscar su inspiración en la vida cotidiana. Édouard Manet considerado el primer impresionista —aunque rechazaba este calificativo— mostró cómo se podían obtener sutiles representaciones de luz por la yuxtaposición de colores fuertes y contrastados. Su cuadro La merienda campestre (1863), expuesto en el Salón de los Rechazados (Salon des Refusés) organizado en oposición a las exposiciones oficiales en el Salón de la Academia, señaló el comienzo de una nueva era en el arte. Los pintores impresionistas organizaron su primera exposición independiente en 1874. Los treinta participantes compartían su rechazo al academicismo imperante y su admiración por las atrevidas composiciones de Manet. El término impresionista fue usado por primera vez por el crítico Leroy en la revista Charivari para denominar irónicamente un cuadro de Claude Monet titulado Impresión, amanecer (1872). El término fue adoptado oficialmente durante la tercera exposición impresionista en 1877. Los impresionistas evolucionaron hacia distintos estilos individuales y compartieron como grupo sus experimentos sobre el color. Sólo Monet fue ortodoxo en la aplicación de la teoría impresionista. El impresionismo ejerció una fuerte influencia durante décadas. Artistas que partieron del impresionismo idearon otras técnicas e iniciaron nuevos movimientos artísticos. Los pintores franceses Georges Seurat y Paul Signac ejecutaron lienzos a base de pequeños puntos de color, aplicando una derivación científica de la teoría impresionista conocida como puntillismo o divisionismo. Los postimpresionistas Paul Cézanne, Henri de Toulouse-Lautrec, Paul Gauguin y Vincent van Gogh estuvieron muy influidos por la vivacidad del colorido impresionista. La obra de Cézanne anticipó el cubismo, mientras que la de Gauguin y Van Gogh representaron el comienzo del expresionismo.
Una reacción frente al academicismoTodo gran movimiento de la historia ha tenido una motivación y que generalmente se trató de una reacción ante algo, mientras tanto, en el caso del Impresionismo debemos decir que ha sido una reacción al llamado arte académico o academicismo lo que impulsó el nacimiento del Impresionismo. En principio el rechazo a los temas clásicos y a las fórmulas rígidas que proponía la Academia de Bellas Artes de Francia han sido el puntapié inicial del movimiento. También la oposición siguió porque era la Academia la que indicaba los modelos que debían seguirse mientras que los impresionistas optaban por inspirarse en la naturaleza y en los temas cotidianos. Para que quede claro, los academicistas se inclinaban por representar clichés, figuras y situaciones míticas, legendarias, ignorándose por caso la realidad y la problemática social que existía en cualquier sociedad. Por su parte y en la vereda opuesta, el impresionismo, se preocupaba por mostrar estos últimos, lo real, lo que sucedía en la calle. También, el impresionismo rechazaba el hecho que el academicismo no mostraba la textura real de la obra. El impacto del impresionismo en la música. Por otro lado, se conoce como Impresionismo también, a aquel estilo literario o musical que refleja una cierta experiencia a través de una selección subjetiva de algunos de sus componentes. El impresionismo musical surgió hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX en Francia y los compositores que impusieron esta corriente se caracterizaron por desarrollar distintas combinaciones de instrumentos para ampliar la riqueza tímbrica, liberando la armonía y el ritmo. Es decir, el impresionismo musical se caracteriza por la libertad y por la necesidad de ampliar el horizonte musical que existía hasta ese momento. Por ejemplo, el intérprete es dueño de modificar la duración de las notas. Y en lo concerniente al timbre que ya mencionamos, sin dudas, es la gran novedad porque se da paso a la creación de nuevos sonidos y de efectos, algo inédito hasta ese momento y que por supuesto causarán asombro en el oyente. Estos cambios que se introdujeron con el impresionismo generaron que las composiciones ganasen en espontaneidad.
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