El bosque Tropical Amazónico o Selva Baja.- La ecorregión más extensa del país es la de los bosques tropicales amazónicos o la selva baja. Su límite superior está alrededor de los 800 msnm.
la selva baja o bosque lluvioso tropical es el habitat más diverso del planeta. en el vive la mayoria de las especies de planta y animales del mundo. Sus límites se extienden a lo largo del flanco oriental de la Cordillera de los Andes y continua hacia el este por debajo de los 800 msnm, ocupando extensas áreas de Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Bolivia y granparte del oeste y norte de Brasil.
En el Perú esta ecorregión limita con la selva alta o yunga hacia el oeste y con la sabana de palmeras en el extremo sudeste. Psee un clima caluroso y muy húmedo, con temperaturas medias anuales del orden de los 24°C y una humedad relativa superior al 75 por ciento. Las lluvias por lo general superiores a los 2,000 mm, aumentan proporcionalmente conforme se avanza de sur a norte y de este a oeste. A pesar de su marcada estacionalidad, pues llueve entre los meses de diciembre a marzo, son frecuentes los chapurrones a lo largo de todo el año.
Su relieve es mayoritariamente ondulado, con colinas y planicies intercaladas y pequeñas cadenas de montañas que raramente sobrepasan los 500 metros de altura. Hacia el flanco oriental andino, el relieve se torna más complejo y abrupto, con valles que penetran profundamente hacia a los andes y que constituyen las principales vias de comunicación entre la sierra y la llanura amazónica.
Esta es la región de los grandes ríos (Amazonas, Ucayali, Huallaga, Madre de Dios) que se nutren de miles de afluentes que forman un sistema similar a los vasos capilares de un organismo bien irrigado. También hay cochas o lagos de herradura, formado por la acción meándrica de los ríos, vitales para la fauna silvestre. Por las características de las aguas es posible distinguir tres grandes grupos de ríos; los de aguas negras (en realidad de color de té cargado, a consecuencia de su alto contenido de taninos); las de aguas cristalinas (pobres en diversidad biológica) y las de aguas blancas (en realidad, turbias o de color chocolate con leche y poseedores de una extraordinaria riqueza ictiológica).
Los ríos han sido y son fuente de alimento y de comunicación indispensable entre los pueblos. Su conservación y cuidado son vitales no sólo en elmantenimiento de la vida silvestre y los siclos naturales, sino también para el hombre mismo.
La flora de esta región esta compuesta por más de 20,000 especies de plantas, entre las que se encuentran árboles de madera fina, frutos útiles al hombre, fibras empleadas en construcción y vestidos, tintes e insecticidas naturales y una enorme variedad de plantas medicinales. La fauna por suparte, es extraordinariamente rica y variad. Entre los habitantes más cnspicuos del bosque tropical abundan los monos (con más de 15 especies); los felinos como el tigrillo, el yaguarundi, el puma y el jaguar; la sachavaca, los venados y el roedor más grande del mundo el ronsoco, sus aguas estan pobladas de grandes peces como el paiche y el zungaro, dos tipos de bufeos de rios y varias especies de tortugas acuáticas.
Alegran la selva con sus colores cerca de mil variedades de aves: desde la imponente aguila harpia, capas de aniquilar monos y perezosos con la fuerza de sus garras, hasta los minusculos colibries de sólo algunos gramos de peso; grandes reptiles como el caimán negro y la anaconda, y varios centenares de ranas y culebras, además de números todavía insospechados de mariposas, hormigas, escarabajos y otros insectos.
El clima es cálido tropical y se caracteriza por:
Los suelos son muy heterogéneos, pero casi todos son de origen fluvial, es decir, provienen de los sedimentos arrastrados desde los Andes a través de millones de años y que han sufrido procesos de transformación, dando origen a diversos tipos de suelos. Los principales son:
Por la alta precipitación y las altas temperaturas, los suelos amazónicos son lavados y los nutrientes son eliminados
Los ecosistemas naturales más frecuentes en la selva baja son los siguientes:
Ecosistemas Boscosos en la Selva Baja
Como se ha indicado, los ecosistemas boscosos más comunes son los bosques inundables, los bosques no inundables o de altura, los aguajales y los pacales.
Durante la época de crecientes, los ríos suben de nivel (en el caso del Amazonas hasta 13 metros) e inundan extensas áreas de bosques a ambas orillas, quedando el bosque inundado durante varios meses.
Este bosque tiene especies adaptadas a las inundaciones y con una gran variedad por la presencia de nutrientes, aportados por los sedimentos que traen las aguas. Las especies más destacadas pertenecen a los géneros Piptadenia, Parkia, Septotheca, Coumarouma, Ceiba (lupuna), Ochroma (palo balsa), Cecropia (cético), Manikara y otras.
En la Amazonía peruana existen cerca de 4 millones de ha de bosques semi-naturales en formas de purma.
La Estratificación Vertical del Bosque
En los bosques amazónicos el tamaño de los árboles más altos alcanza por lo general de 30 a 45 m, llegando algunos a mayores alturas. La diversa altura de los árboles da origen a una zonificación vertical del bosque, que es de gran importancia ecológica.
Por lo general, se distinguen cinco estratos en el bosque amazónico:
Esta estratificación del bosque es muy importante para la fauna, porque ofrece muchos nichos ecológicos donde puede vivir una alta diversidad de especies sin hacerse una competencia muy marcada. La gran cantidad de plantas epífitas, como las bromelias, crean ambientes acuáticos y suelos entre los troncos y ramas. Además, la oferta de alimentos es muy variada, lo que ha permitido el desarrollo de especialistas herbívoros (foliófagos, xilófagos), omnívoros, carnívoros, depredadores y parásitos. En cada estrato se encuentran especies adaptadas a las condiciones existentes y muy especializadas para determinado nicho ecológico o forma de vida.
Alta Diversidad de Especies
Los bosques amazónicos se caracterizan por tener una alta diversidad de especies de flora y fauna, pero con una baja concentración de individuos por área. En estos bosques es más fácil encontrar decenas de ejemplares de distintas especies por área (por ejemplo, en una hectárea), que diez individuos de la misma especie en la misma área.
En lo referente a la diversidad de especies de flora se han encontrado los siguientes lugares de la más alta diversidad en el Perú.
En Nanay-Tahuayo, cerca de Iquitos se han clasificado 132 especies de plantas nativas que producen frutos comestibles y el 80% de ellos se comercializan en el mercado de Iquitos, el mejor abastecido de frutas de la Amazonía.
En Mishana, en el río Nanay, cerca de Iquitos en una ha se han encontrado 275 especies de árboles y lianas con un diámetro a la altura del pecho (DAP) de más de 10 cm.
En Cochacashu, en el parque nacional Manu, en Madre de Dios, en una ha se han clasificado 204 especies de árboles y lianas de más de 10 cm DAP y en 0,1 ha (1 000 m’) se han clasificado 162 especies de árboles y lianas.
En Yanamono, al este de Iquitos, en una ha se han encontrado 300 especies de árboles y lianas de más de 10 cm de DAP.
En el Parque Nacional Yanachaga-Chemilién, en la provincia de Oxapampa, se han clasificado 2 584 especies de plantas superiores y se calcula que existen al menos unas 10 000 especies en sus 122 000 ha. Esto es el doble que en toda Europa Central, donde existen apenas unas 5 000 especies.
Igualmente sucede con la diversidad de la fauna silvestre. En un km2 de los bosques amazónicos es posible encontrar tantas especies como en todo el continente europeo o en todo EE.UU. y Canadá. Valgan algunos ejemplos.
En el Parque Nacional del Manu (1 532 000 ha) se han identificado hasta el presente 870 especies de aves, equivalentes al 10% de las existentes en el mundo.
En Tambopata, Madre de Dios, en la corona de un sólo árbol se han encontrado casi 5 000 especímenes de insectos, de los cuales cerca del 80% de las especies eran nuevas para la ciencia, o sea, que no habían sido descritas ni identificadas. En esta misma zona, en 5,5 km2 se han encontrado 1 200 especies de mariposas, 40 de termitas, 29 de libélulas, 600 de escarabajos, 63 de tábanos, y 39 especies de abejas polinizadoras de orquídeas.
La cuenca del río Amazonas, con una extensión de un poco más de 7 millones de km2, posee más de 2000 especies de peces, o sea, diez veces más que en todo el continente europeo.
Los datos disponibles indicarían que las especies presentes en la región amazónica ascenderían a no menos de unas 65 000 de plantas y a al menos 5 millones de especies de fauna, de las cuales apenas conoceríamos un 5%.
La destrucción de unas 80 millones de ha de bosques amazónicos, de las cuales unas 8 millones pertenecen al Perú, habrían llevado a la extinción de miles de especies que no habrían sido conocidas por la ciencia. Los especialistas recomiendan una alta prudencia en intervenir más bosques amazónicos y sugieren buscar posibilidades su utilización sin talarlos, fomentando actividades nuevas como el turismo y el manejo de bosques para obtener madera, fauna, plantas medicinales y otros productos.
La Fauna de los Bosques
La fauna de los bosques amazónicos se puede dividir según los estratos del mismo bosque: del suelo, del sotobosque, de los troncos y de las coronas.
Las hormigas cortahojas o coquis o curuhuinse (Atta spp.) colectan hojas, las depositan en galerías subterráneas y crían hongos de los cuales se alimentan.
Las especies que participan de la descomposición de la materia orgánica (troncos, hojas y ramas) son muy numerosas entre los insectos y los invertebrados. Destacan lombrices de tierra (blátidos).
Los mamíferos más comunes son el sajino (Tayassu tajacu), la huangana (Tayassu pecari), la sachavaca (Tapirus terrestris), el venado colorado (Mazama americana), el venado plomo (Mazama gouazoubira), el majaz (Agouti paca), el añuje (Dasyprocta variegata) y la punchana (Myoproctapratti).
También son de este estrato el banderón u oso hormiguero grande (Myrmecophaga tridactyla), el puma (Felis concolor), el jaguar (Felis onca), los armadillos (Dasypus, Cabassous y Priodontes giganteus), el perro de monte (Atelocynus microtis) y el ocelote (Leopardus pardalis).
Entre las hormigas la más común es la sitaraco (Eciton), de hábitos carnívoros, y la curuhuinse o coquis (Atta).
3. La fauna de los troncos: Las especies más abundantes son los insectos, especialmente comejenes, hormigas y otras especies.
Los mamíferos más comunes son los tigrillos (Felis spp.), el shihui (Tamandua tetradactyla) y el mono leoncito (Cebuella pygmaea). Los murciélagos buscan los huecos de los troncos como refugio.
Las aves adaptadas son los trepadores (dendrocoláptidos), los carpinteros (coláptidos) y varias otras.
En este estrato abundan las aves, como los tucanes, los loros, los papagayos o guacamayos, los picadores y las pavas. Dos especies de águilas son importantes depredadores: la arpía (Harpia harpyja) y el monero (Spizaetus ornatus), habilísimos cazadores de monos, perezosos, ardillas y aves entre las coronas.
Varias especies de primates son propias de este estrato, especialmente el maquisapa, el choro común, el guapo colorado, el machín, el coto, entre otros. Los perezosos son mamíferos herbívoros propios de las coronas.
Tres Hormigas del Bosque Amazónico
Tres tipos de hormigas deben ser destacadas de las muchas especies que viven en el bosque amazónico: la cortahojas o coquis o curuhuinse, la trajinera o sitaraco y la isula.
En la superficie del suelo se acumula la tierra excavada por las hormigas, en forma de granos. De allí bajan, en dirección más o menos vertical, canales de drenaje que conducen a una mayor profundidad y sirven para evacuar el agua y evitar la inundación de la colonia.
Entre los 30 y 150 cm de la superficie se extiende la zona de las cámaras, que contienen los jardines de hongos. Estas tienen la forma de cúpulas y en la masa blanca y esponjosa de hongos, que las llenan, viven casi todas las hormigas. Numerosos túneles tortuosos unen las cámaras y el nido.
Bajo las cámaras con hongos hay amplios túneles de abastecimiento de hasta 20 cm de ancho, y que comunican con los caminos de abastecimiento de la superficie y algunos sirven para evacuar la basura (materia orgánica vieja y cadáveres).
Cada nido puede tener unas 300000 hormigas, divididas en tres clases sociales: las obreras, encargadas del cultivo de hongos, limpieza y cuidado de los huevos y las crías; los soldados, con poderosas mandíbulas, encargados de defender el nido y vigilar los caminos de abastecimiento; y la reina, encargada de poner huevos.
Durante unos 17 días la tropa se mueve a través del bosque, descansando cada noche en otro lugar. Luego se establecen de 19 a 20 días en un determinado lugar para reproducirse. Las pupas, que llevan consigo, eclosionan, y al mismo tiempo la reina, durante una semana, pone huevos, que pueden llegar hasta 30 000 unidades. Cuando nacen las larvas, la colonia se pone otra vez en movimiento.
La orientación de la colonia y el contacto entre los individuos es posible a través de sustancias denominadas feromonas. La colonia está dividida en una reina, las obreras y los soldados, dotados de una enorme cabeza y poderosas mandíbulas.
El mayor enemigo de estas hormigas es la culebra ciega (Leptotyphlos spp.), que capta las feromonas de la colonia y es atraída hacia ésta, mientras que su propio olor repele a las hormigas.
Un Acuario en las Coronas
En el estrato de las coronas y en los troncos, donde penetra la luz, las plantas epifitas (bromeliáceas, orquídeas, aráceas) llegan a su máximo desarrollo y concentran materia orgánica, formando verdadero suelo entre las ramas y en las propias plantas, donde vive una fauna muy especial.
Una achupalla o bromelias epífita (Bromeliáceas) puede almacenar entre sus hojas hasta 4 litros de agua de la lluvia, por la disposición especial de las hojas, que llegan a formar una especie de acuario. Entre las hojas y al agua cae materia orgánica, especialmente hojas de árboles, formando un ecosistema acuático rico en nutrientes.
Estos «acuarios» son muy importantes para ciertas especies de fauna que necesitan reproducirse en el agua o necesitan de un ambiente húmedo para vivir.
El agua, cargada de detritus, sirve para mantener a la misma planta, que se alimenta de los nutrientes y los absorbe mediante raicillas en la parte interna y basal de las hojas.
En este «acuario» viven y se reproducen numerosas especies de la fauna y forman una comunidad estable y una cadena trófica. Por lo tanto conforman un ecosistema acuático.
Las principales especies que viven en este ecosistema son:
Este ecosistema acuático, situado a veces a más de 30 metros de altura del suelo, es de suma importancia para la reproducción de especies amazónicas que, de otra manera, necesitarían desplazarse a considerables distancias para encontrar agua. Muchas especies acuáticas se han adaptado a estos «acuarios aéreos» y por eso se explica la variedad de especies de anfibios que habitan las copas de los árboles. Igualmente, una alta diversidad de mosquitos, como los zancudos, se reproducen aquí.
Los Monos: Acróbatas de las Coronas
Los primates, comúnmente llamados monos, son los mamíferos más conspicuos del estrato de las coronas, y pueden ser calificados como «los acróbatas de las coronas» por su habilidad en desplazarse entre ellas.
El Perú posee 32 especies de primates, la mayoría de ellos propios de los bosques tropicales amazónicos. Sólo tres especies se encuentran en otras regiones: el choro de cola amarilla (Lagothrix flavicauda) en los bosques de neblina de la selva alta; el coto del Pacífico (Alouatta palliata) y el machín blanco (Cebus albifrons) en el bosque tropical del Pacífico, en Tumbes. La mayoría de ellos son diurnos y sólo los musmuquis (Aotus spp.) son de costumbres nocturnas.
Las principales especies del bosque tropical amazónico del Perú son las siguientes:
Son especies protegidas y su caza y captura están prohibidas. Hasta 1973 se exportaban en grandes cantidades, lo que los puso en peligro de extinción. Son importantes para investigaciones biomédicas (estudio de enfermedades humanas). En Iquitos existe el Centro de Primatología del Perú, a cargo de IVITA, donde se realizan estudios y se desarrollan técnicas para la cría en cautiverio.
Las Relaciones Entre la Fauna y el Bosque
Las investigaciones más recientes están demostrando una estrecha interdependencia entre la fauna y el bosque, que, en resumen, significa que la fauna no puede existir sin el bosque ni el bosque sin la fauna. Esta interdependencia se expresa de varias formas: las plantas dependen de la fauna, y ésta, a su vez, de las plantas.
La polinización de las flores es un aspecto muy importante y que garantiza la producción de semillas. Existen muchas especies de plantas que forzosamente deben ser polinizadas por animales especializados, entre los que se cuentan:
Muchas plantas no pueden sobrevivir sin un polinizador específico, y si este falta o desaparece la planta no logra producir semillas y se extingue. El caso más conocido ha sido el de la vainilla de los bosques tropicales americanos. Por decenios esta orquídea no se reproducía en Asia y África porque le faltaba el polinizador especializado. Después se descubrió el problema y se pasó a la polinización artificial.
Otras especies, en cambio, son dispersadores de semillas y contribuyen a llevarlas más lejos del árbol. Se alimentan de ellas y mediante las heces las distribuyen.
Otras especies ayudan a la germinación de las semillas de varias formas. Existen semillas que para germinar deben pasar por el tracto digestivo de algún animal o deben ser enterradas. El añuje (Dasyprocta variegata), por ejemplo, entierra las semillas de varias palmeras y de la castaña, que necesitan de este procedimiento para germinar.
Existen ciertas abejas tan especializadas en polinizar las flores de una determinada especie de planta, que si desaparece la planta también desaparece la abeja y viceversa
El Bosque y el Suelo
La mayor parte de los suelos amazónicos son pobres en nutrientes y tienen un bajo potencial de retención, especialmente en lo referente al calcio, al potasio y al fósforo. Sin embargo, sobre los suelos pobres crece una tupida vegetación, lo que ha llegado a confundir a muchos, porque se supone «que debajo de un bosque ubérrimo existen suelos fértiles». Sin embargo la verdad es todo lo contrario.
A diferencia de otras regiones más templadas, los nutrientes no se encuentran en su mayor parte en el suelo sino en el bosque, o sea, en la biomasa. Lo que sucede es que el bosque tiene una alta capacidad de reabsorber los nutrientes de la materia orgánica caída y descompuesta, y controla de esta manera la pérdida de los nutrientes.
El bajo contenido de nutrientes se debe a dos causas: (i) a las altas temperaturas y precipitaciones, y (ii) a la historia geológica de la región.
La intensa meteorización y lavado (lixiviación) a través de millones de años ha removido los nutrientes de los minerales que forman los materiales parentales del suelo. La pérdida de los nutrientes por lavado o erosión no puede ser reemplazada por la meteorización del subsuelo, como sucede en las regiones más templadas.
Los suelos amazónicos también tienen una muy baja capacidad de retención de los nutrientes, que se originan de la descomposición de la materia orgánica. Esto se debe, en parte, a la alta concentración de aluminio e hidrógeno, que ocupan los espacios en que los nutrientes deberían ser retenidos. El aluminio comprende un alto porcentaje de los minerales del suelo. El hidrógeno proviene de los ácidos orgánicos formados en la materia orgánica de la capa superior del suelo.
A pesar de la poca capacidad del suelo de retener los nutrientes, la sobrevivencia del bosque no está amenazada, porque las especies de árboles de la Amazonía se han adaptado a suelos altamente meteorizados y lavados. Una de las adaptaciones más importantes es la concentración de raíces en la superficie del suelo, que permiten capturar los nutrientes provenientes de la descomposición de la materia orgánica y evitar que se pierdan por lavado.
En conclusión:
La única forma de conservar y recuperar los nutrientes en un suelo y mantener su fertilidad se logra a través de tres formas:
Las Cochas o Lagunas
En la selva baja son muy abundantes las lagunas, conocidas como cochas (del quechua cocha = laguna) o tipishcas. Las cochas son de formas y orígenes diversos:
Las cochas están comunicadas con el río y entre sí por un canal o caño. Las más antiguas reciben agua sólo en la época de creciente, y están cubiertas de vegetación y son de tipo pantanoso. Las más recientes tienen el espejo de agua libre de vegetación flotante, al menos en gran parte.
Las características de las aguas dependen del tipo de río que las abastece. Si es un río de aguas negras, la cocha será del tipo de aguas negras. En cambio, si es un río de aguas turbias, la cocha también será de este tipo. Sin embargo, las últimas, durante la época de vaciante, cuando no tienen afluencia de aguas, se toman de aguas claras por la decantación de los sedimentos.
La productividad vegetal de las cochas es superior a la de los ríos, por sus aguas tranquilas. En algunos casos se ha medido hasta 6 t de materia seca/ha/año.
La vegetación de las cochas consiste en abundantes plantas acuáticas, además del bosque o matorral que generalmente las circunda.
Las especies principales de plantas presentes son:
La vegetación acuática y semiacuática es de suma importancia para el mantenimiento de la cadena trófica y aporta no sólo materia orgánica, sino que también permiten la vida a muchos insectos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos (vaca marina).
Son especies características de las cochas el paiche (Arapaima digas), el pez más grande de la región, y la vaca marina o manatí (Trichechus inunguis), un mamífero acuático y herbívoro. Cuando el manatí es eliminado las plantas acuáticas proliferan y cubren las cochas, disminuyendo su productividad por la menor disponibilidad de luz. Por esta razón este animal es importante para mantener el equilibrio ecológico en las cochas.
La Estratificación Vertical del Bosque
En los bosques amazónicos el tamaño de los árboles más altos alcanza por lo general de 30 a 45 m, llegando algunos a mayores alturas. La diversa altura de los árboles da origen a una zonificación vertical del bosque, que es de gran importancia ecológica.
Por lo general, se distinguen cinco estratos en el bosque amazónico:
Esta estratificación del bosque es muy importante para la fauna, porque ofrece muchos nichos ecológicos donde puede vivir una alta diversidad de especies sin hacerse una competencia muy marcada. La gran cantidad de plantas epífitas, como las bromelias, crean ambientes acuáticos y suelos entre los troncos y ramas. Además, la oferta de alimentos es muy variada, lo que ha permitido el desarrollo de especialistas herbívoros (foliófagos, xilófagos), omnívoros, carnívoros, depredadores y parásitos. En cada estrato se encuentran especies adaptadas a las condiciones existentes y muy especializadas para determinado nicho ecológico o forma de vida.
La Fauna de los Bosques
La fauna de los bosques amazónicos se puede dividir según los estratos del mismo bosque: del suelo, del sotobosque, de los troncos y de las coronas.
Las hormigas cortahojas o coquis o curuhuinse (Atta.
spp.) Colectan hojas, las depositan en galerías subterráneas y crían hongos de los cuales se alimentan.
Las especies que participan de la descomposición de la materia orgánica (troncos, hojas y ramas) son muy numerosas entre los insectos y los invertebrados. Destacan lombrices de tierra (blátidos).
Los mamíferos más comunes son el sajino (Tayassu tajacu), la huangana (Tayassu pecari), la sachavaca (Tapirus terrestris), el venado colorado (Mazama americana), el venado plomo (Mazama gouazoubira), el majaz (Agouti paca), el añuje (Dasyprocta variegata) y la punchana (Myoproctapratti).
También son de este estrato el banderón u oso hormiguero grande (Myrmecophaga tridactyla), el puma (Felis concolor), el jaguar (Felis onca), los armadillos (Dasypus, Cabassous y Priodontes giganteus), el perro de monte (Atelocynus microtis) y el ocelote (Leopardus pardalis).
Entre las hormigas la más común es la sitaraco (Eciton), de hábitos carnívoros, y la curuhuinse o coquis (Atta).
Los mamíferos más comunes son los tigrillos (Felis spp.), el shihui (Tamandua tetradactyla) y el mono leoncito (Cebuella pygmaea). Los murciélagos buscan los huecos de los troncos como refugio.
Las aves adaptadas son los trepadores (dendrocoláptidos), los carpinteros (coláptidos) y varias otras.
En este estrato abundan las aves, como los tucanes, los loros, los papagayos o guacamayos, los picadores y las pavas. Dos especies de águilas son importantes depredadores: la arpía (Harpia harpyja) y el monero (Spizaetus ornatus), habilísimos cazadores de monos, perezosos, ardillas y aves entre las coronas.
Varias especies de primates son propias de este estrato, especialmente el maquisapa, el choro común, el guapo colorado, el machín, el coto, entre otros. Los perezosos son mamíferos herbívoros propios de las coronas
El Paiche
El paiche (Arapaima Gigas, familia osteoglósidos), llamado pirarucú en Brasil, es uno de los peces de agua dulce más grandes de nuestro planeta. El registro del espécimen más grande que se tiene es de un macho de 2,32 m y 133 kg de peso.
Su hábitat son las cochas y ríos tranquilos de la cuenca amazónica, y en aguas con alta densidad de plantas acuáticas y vegetación de orilla. Puede vivir en aguas de poco contenido de oxígeno. Para esto tiene la capacidad de captar aire de la superficie mediante su vejiga natatoria, que le sirve de una suerte de pulmón para captar mayor cantidad de oxígeno.
Se alimenta preferentemente de peces (boquichico, carachama, mojarra, liza, sardinas y yuhlia), de crustáceos, de insectos y de plantas (algas, huama, gramalote y frutos).
Sus depredadores, especialmente cuando es joven, son las aves (sharara, martín pescador, cushuri, garzas), algunos peces (piraña, shuyo), en algunos casos el jaguar u otorongo, y los parásitos, especialmente el canero (Vandellia sp.), un pez que se aloja en sus branquias y chupa la sangre.
Se conoce aún poco sobre su reproducción. La hembra pone los huevos en octubre y noviembre, en un lugar del fondo especialmente preparado. El macho cuida la nidada y toma los huevos en la boca para cambiarlos de lugar. Los alevinos son cuidados por el padre en cardúmenes cerrados y siempre están alrededor de su cabeza. Al menor peligro se refugian alrededor de la cabeza y hasta en la boca, cuando son muy pequeños.
En la cabeza, el paiche posee glándulas especiales que producen una sustancia soluble en el agua. Se cree que ésta sirve para demarcar el territorio y para mantener a la prole cerca de los padres.
El hombre lo pesca con arpones por su apreciada carne. Para ubicarlo se debe observar el agua y detectar cuando saca la cabeza para tomar aire o cuando da saltos. Con frecuencia se cierran con postes las cochas donde vive y se lo caza metódicamente.
Provee diversos productos:
Se han hecho muchos intentos de criar el paiche en acuicultura, con resultados satisfactorios. Se ha demostrado, por ejemplo, que tiene un incremento de peso de hasta de 1 0 kg/año y que se reproduce en cautiverio. Necesita espejos de agua amplios y debe ser criado asociado con peces más pequeños, y de alta tasa de reproducción, que le sirven de alimento, porque se trata de un pez eminentemente carnívoro. Es un pez promisorio para piscicultura por su fina carne y el potencial de exportación.
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