Don Antonio de Arévalo y Esteban
Don Antonio de Arévalo y Esteban, (1715, Martín Muñoz de la Dehesa, España – 9 de abril de 1800, Cartagena de Indias, Nuevo Reino de Granada), fue un matemático e ingeniero militar, que desde 1742 a 1798 diseñó, dirigió y completó las obras de fortificación de la ciudad de Cartagena de Indias, tras el ataque inglés de 1741, convirtiéndola en la ciudad más fortificada y el puerto más seguro de la Corona Española en América. Sus obras de fortificación, murallas, castillos y bóvedas en conjunto están consideradas como Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO. Estas mismas murallas que se hicieron como protección contra los ataques del imperio británico al imperio español, sirvieron luego como protección para las luchas de la Independencia de Cartagena.
Entre sus obras más importantes están el Castillo San Felipe de Barajas, el Castillo San Fernando de Bocachica y las Bóvedas de Santa Clara entre otras obras de la provincia del Virreinato de la Nueva Granada. Parte de su trabajo consistió en completar las obras de fortificación de Cartagena de Indias del ingeniero Bautista Antonelli que iniciaron alrededor del año 1600.
Antonio de Arévalo nació en el seno de una familia noble de Martín Muñoz de la Dehesa, un municipio del noroeste de la provincia de Segovia en el año 1715. A los veintiún años, ingresó como cadete en el Regimiento de Orán donde estudió matemáticas y física, en la Academia de Matemáticas y Fortificaciones, filial de la de Barcelona.
Al acabar los estudios fue a Madrid donde fue nombrado Ingeniero Extraordinario y en 1741 le destinaron a Cádiz a las órdenes de Ignacio Sala, ingeniero director de las fortificaciones de Andalucía, donde adquirió conocimientos de la construcción de fortificaciones.
En 1742 el ministro don José Campillo le destinó a las obras de fortificación de Cartagena de Indias junto con otros ingenieros y militares. Al llegar a América comenzó a trabajar en las obras de fortificación y en innumerables obras diferentes como puentes, calzadas, etc.
En 1761 la Corte y el Virrey Manuel Guirior le encomendaron el mando del ejército que combatía contra los indios del Río de la Hacha y Darién resolviendo conflictos que eran muy costosos para la corona, por estas labores el Rey Carlos III de España, le ascendió a Ingeniero Director de los Reales Ejércitos, Plazas y Fronteras en 1775.
En 1782 fue nombrado sucesor del Gobernador de Cartagena, cargo que nunca ejerció ya que el sucesor fue Roque de Quiroga.
Continuó al frente de la Comandancia de Ingenieros de Cartagena y terminó por completo las fortificaciones, muy dañadas durante el sitio de 1741, dejando concluidas las reparaciones de Cartagena, cuyas obras en total habían durado cerca de dos siglos. En 1791 fue nombrado Teniente General de todos los Ejércitos.
Finalmente, por su edad solicitó el retiro al Rey y fue relevado del cargo de Ingeniero Director, pero hasta el día de su muerte, el 9 de abril de 1800 con ochenta y cinco años, conservó el título de Teniente General.
Obra arquitectónica
Antonio de Arévalo se inicia en la arquitectura en las obras de fortificación de Andalucía.En 1742 Antonio de Arévalo a su llegada a América comenzó con las obras de fortificación de Cartagena de Indias: reforzó el Castillo San Felipe de Barajas de 1762 a 1798 con baterías laterales, convirtiéndolo en el castillo más poderoso de toda América del Sur. Construyó la Escollera de la Marina que servía para proteger las murallas de las olas del mar. Concluyó la Batería del Angel San Rafael, la Batería de San Francisco Regis y la Batería de Santiago.
También construyó el Espigón de Santa Catalina, La Tenaza, como también la Baterías de Más, la Batería de Crespo y el Hornabeque de Palo Alto, que hoy no existen. Realizó la Escollera de Bocagrande, impresionante dique submarino destinado a impedir el paso de navíos a la bahía de Cartagena.
La última obra de Arévalo fue la construcción de las Bóvedas de santa Clara, formadas por 47 arcos y 23 bóvedas a prueba de bombas ubicadas entre el Baluarte de Santa Catalina y el de Santa Clara, obra que culminaría el cierre sistemático de la ciudad amurallada, esta también fue la última edificación militar levantada por España en Cartagena de Indias, ya que en 1811 Cartagena de Indias declararía su independencia de la corona española.
Genealogía y Familia
Aunque es poca la información que se cuenta del otrora sabio y célebre ingeniero de la Ciudad amurallada de Cartagena, su vida desde 1742 en la ciudad y su posterior muerte en 1800, dejaron huella en la ciudad. Su acta de matrimonio y deceso quedarón en los libros eclesiásticos de la ciudad, así como sus restos que reposan en la catedral de la muralla. Seguramente hoy en día aparte de las murallas, descendientes del Ingeniero Arevalo, aún viven en Colombia. Sin embargo tras la independencia de Cartagena la Familia Arévalo, fiel a la Corona de España perdió relevancia en la sociedad Cartagenera y sus días de gloria y prestigio se opacaron, teniendo que refugiarse en el exilio.
Don Antonio de Arévalo, se casó con María Teresa de Vera y Gaviria en Cartagena, Colombia, la cual es hija de DIEGO DOMINGO DE VERA Y GONZÁLEZ (nacido en Cuenca de la Mancha, España) y de Manuela Josefa Gaviria (Nacida en Cartagena, Colombia)
De este matrimonio nacieron:
Juana Paula de Arévalo y Vera, Nacida en Cartagena, Colombia, Casada con Don Pedro Tomás de Villanueva y Berrueco Samaniego (Cartagena, Colombia) Hija de JOSÉ DE VILLANUEVA Y BUSTILLO (de Gordojuela, Vizcaya, España) y Toribia Berrueco Samaniego (de Mompox, Bolívar, Colombia), los cuáles tuvieron 11 hijos. El menor de ellos, nacido en Cartagena de Indias, es Don José Villanueva y Arévalo, quien ocupó varios cargos de importancia en la Corona Española y fuera entre otros: Oidor, ministro de la Corona y Alcalde de una provincia en las Filipinas.
Manuela de Arévalo y de Vera, Nacida en Cartagena, Colombia, Casada con DOMINGO DE CEARRA (de Vizcaya, España). Uno de los hijos de esta unión, aparentemente es Don Juan Antonio De Cearra y Arévalo, quien fuera el gobernador de la Ciudad de Chinchilla de Monte-Aragón, quien fuera célebre por la defensa del castillo ante el ataque francés liderado por el Baron de Daricau en el siglo XIX.