Dinastía Antigónida
Dinastía Antigónida. Después de la muerte de Alejandro Magno (356−323 a. C.), sus generales se repartieron el imperio, siendo protagonistas durante veinte años de grandes luchas y peleas por obtener el poder. Fueron los llamados diádocos (‘sucesores’ o ‘herederos’). Después de estos antiguos generales, gobernaron los llamados epígonos (‘los nacidos después’ o sucesores). La lucha entre ellos para obtener el poder y la hegemonía duró casi cincuenta años, hasta el 281 a. C., en que murió el último de los diádocos, Seleuco I Nikátor.
Dinastía Antigónida
Los protagonistas de los primeros tiempos fueron los comandantes Pérdicas y Meleagro, con sus intrigas y maniobras. También el gran general Antígono Monoftalmos, Antípatros (o Antípater, el último general que quedaba de la época de Filipo II), y más tarde los hijos de ambos Demetrio Poliorcetes y Casandro de Macedonia.
El vasto imperio de Alejandro Magno quedó dividido a su muerte de la siguiente manera:
- Asia para Antígono I Monóftalmos. Era el que tenía más poder y más extensión de tierras. Sus sucesores darían lugar posteriormente a la dinastía Antigónida en Macedonia.
- Egipto para Ptolomeo, cuya dinastía fue la más estable de todas (dinastía Ptolemaica).
- Tracia y Asia Menor para Lisímaco.
- Babilonia y Siria para Seleuco (dinastía seléucida). Se entendía por Siria a una enorme extensión de tierras que llegaban hasta las fronteras con la India.
- Grecia, y Macedonia para Casandro, hijo del veterano general Antípatro.
La Dinastía helenística que reinó en Macedonia toma su nombre de Antígono, Diadoco de Alejandro, que en el reparto que sucedió a la muerte del rey se quedó con el gobierno de Macedonia. patria de origen de la familia de Alejandro y de gran parte de sus generales
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La actitud griega ante Alejandro Magno
La actitud griega ante Alejandro fue diferente en Atenas y Esparta. Grecia no celebró la victoria de Mileto, ni ningún poeta cantó las victorias de Alejandro. Indudablemente, si los atenienses hubiesen querido poner a disposición de éste su marina, hubiese vencido a los persas por mar. Pero no quisieron. Demóstenes y sus amigos velaban para que no ocurriese. Y sólo entregaron a Alejandro, para su expedición a Asia, 20 navios, acordados en el tratado con el vencedor, escudándose en la neutralidad de Atenas. Tras vencer Alejandro en Ipso a los persas, solamente le ofrecieron una corona de oro.
Los espartanos, que nunca fueron miembros de la Confederación que Filipo fundara en Corinto, cuando Alejandro se fue a Asia reanudaron sus contactos con el rey persa y tras la batalla de Ipso se mostraron tan amenazadores que estalló la guerra entre Esparta y Antípatro, gobernador de Alejandro en Macedonia que derrotó a los espartanos en el año 331. Desde entonces, ningún estado griego se atrevió a levantarse contra Macedonia mientras vivió Alejandro.
Al morir, éste, se alzaron en son de guerra junto con los atenienses, pero Antípatro los volvió a vencer y Demóstenes se suicidó.
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Años después, al morir Antípatro, estalló la guerra civil en Macedonia. La reina Olimpia tomó parte en la lucha y fueron asesinados Filipo Arrideo y su madre (hijo y 2da esposa de Filipo) y un centenar de sus partidarios. Olimpia fue vencida y capturada por Casandro, hijo de Antípatro, que la hizo asesinar, como dijimos, por los familiares de sus víctimas.
En el año 310, Casandro se deshizo de Alejandro IV y Roxana, la cual había hecho asesinar antes a la esposa oficial persa de Alejandro, Estatira, hija de Darío III. Después, los adversarios le opusieron a Casandro a Alejandro Heracles, de 16 años, hijo de Alejandro y una noble frigia, pero el joven fue asesinado en un banquete.
Sólo quedaba, de la dinastía de los Argeadas, la joven Cleopatra, hija de Filipo II y Olimpia, hermana de Alejandro, quien casada con su tío, el rey Alejandro el Moloso, de Epiro, había enviudado. Después de varias propuestas decidió casarse con Ptolomeo, pero Antígono lo Impidió haciéndola envenenar. Con ella se extinguió la dinastia de Filipo y Alejandro.
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Antígono Monoftalmos (321-301 a.C.)
El más poderoso de los Diadocos era Antígono llamado el Cíclope o Monoftalmos porque le faltaba un ojo. Él fue el origen de la dinastía helenística de Macedonia, que de él tomará el nombre de Antigónidas. Desde su Satrapía de Frigia había extendido el territorio de sus posesiones iniciales y desde Asia gobernaba todo su imperio: Licia, Frigia y Pamfilia, asociando al trono a su hijo Demetrio Poliorcetes, Conquistador de ciudades.
A lo largo del siglo III los problemas en los Estados helenísticos giraron en torno a los intentos expansionistas de Antígono, a los que se opusieron Seleuco en Oriente. Casandro en Macedonia y Grecia y en Egipto, Ptolomeo, centrándose la lucha entre los años 309-306 en torno al dominio del Egeo.
Tras una época de continuos enfrentamientos, a lo largo de la cual los Diadocos tomaron el título de reyes, todos se coaligaron contra el poder antigónida, originándose la llamada Guerra de los cuatro años (305-301), al final de la cual Antígono fue vencido y muerto por Seleuco y Lisímaco en 301 en la batalla de Ipso en Frigia, tras la cual se repartieron los Diadocos el Imperio de Alejandro.
Esta Batalla de Ipso constituye un hito decisivo en la historia de la sucesión de Alejandro, debido a una serie de hechos:
- Por la muerte de Antígono, que había sido el dueño de la situación durante veinte años.
- Porque desapareció toda pretensión al intento de unificar nuevamente el fragmentado imperio de Alejandro, consagrándose su desmembración definitiva.
- Comienza la época de los Epígonos o sucesores de los Diadocos.
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Demetrio I Potiorcetes (307-283 a.C.)
A Antígono el Cíclope le sucedió Demetrio I Poliorcetes (Conquistador de ciudades) (307-283 a.C.), rey que luchó sin cesar contra Pirro, rey de Épiro, apoyado por Ptolomeo y que a la muerte de su padre mantenía aún los dominios de Chipre y Grecia, con una gran flota en Corinto. Demetrio restauró en el año 302 la Liga de Corinto, cuya inscripción se ha encontrado en Epidauro, revelando su estructura. El fin de esta restauración fue abatir a Casandro y decayó tras los desastres militares de Demetrio.
A partir del año 298, la muerte de Casandro y la ayuda de Ptolomeo llevaron a Demetrio a establecerse en Macedonia, dejando a su hijo Antígono Gonatas al mando de Grecia.
En el año 288, Lisímaco y Pirro ocuparon Macedonia, alarmados ante los preparativos navales de Demetrio y se la repartieron. Atenas se rebeló con ayuda de Ptolomeo y Demetrio quedó nuevamente reducido a la posesión de algunas ciudades griegas y a su flota. No obstante, invadió Asia y se lanzó contra su mortal enemigo. Lisímaco, pero derrotado en Cilicia en el año 286, por Agatocles, hijo de Lisímaco, fue por último, cercado por Seleuco y tuvo que rendirse. Pasó sus dos últimos años de vida cautivo de éste hasta su muerte, en una residencial real, a orillas del Orantes.
La derrota de Demetrio benefició sobre todo a Lisímaco, que se apoderó de toda Macedonia, contra el hijo de Demetrio, Antígono Gonatas.
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Antígono Gonatas (283-240 a.C.).
Antígono Gonatas tomó el título de rey en el año 283, pero no entró en posesión del reino hasta 276, tras su triunfo sobre los Gálatas en Lisimaquia. Se mantuvo durante cierto tiempo en Tesalia, pero en ese momento, todos los contendientes se reunieron contra Lisímaco.
Así, en el verano del año 281, Seleuco inició las operaciones contra Lisímaco en Asia Menor y unas semanas más tarde tuvo lugar la Batalla de Curupedion, al oeste de Sardes, pereciendo Lisímaco en el campo de batalla.
Tras ésto, Seleuco se hizo proclamar rey de Macedonia y confió su reino asiático a su hijo Antíoco, tomando el camino de Macedonia, a la que no llegó, siendo asesinado por Ptolomeo Keraunos, el Rayo, hijo de Ptolomeo I y la reina Eurídice, a quien Seleuco había prometido ayudarle a conquistar el trono de Egipto, contra su hermanastro Ptolomeo II Filadelfo, cerca de la ciudad de Lisimaqueia, haciéndose proclamar, a su vez rey de Macedonia (invierno de 281 -280/79).
Dinastía Antigónida La guerra de Cremónides
Vencido sucesivamente al querer reconquistar Macedonia por Pirro, rey de Epiro y luego por su hijo Alejandro de Epiro, reconquistó su trono en el año 272. Durante su reinado tuvo lugar la llamada Guerra de Cremónides (266-261) que se conoce por el decreto que el ateniense Cremónides, discípulo de Zenón, que alentaba la guerra, hizo votar a la asamblea ateniense en el año 268/7. Tuvo lugar entre diversas ciudades griegas aliadas con Egipto en contra de Macedonia. Las causas de esta guerra están, de todas formas, poco claras, barajando varias hipótesis:
a) Pudo deberse a un deseo de Arsinoe II de poner en el trono a un hijo suyo y de Lisímaco.
b) Para Rostovtzeff, pudo tratarse de una causa económica.
c) También pudo deberse a un deseo de los Ptolomeos de oponerse a Antígono, un potencial aliado de Antíoco.
Esta guerra terminó con la victoria completa de Antígono y la humillación de Atenas, que perdió para siempre su papel rector en la vida política de Grecia. Perdió su derecho a acuñar moneda y también el de elegir libremente a sus magistrados. Su gobierno fue encomendado a un magistrado de Antígono. Este se convirtió en el indiscutible dueño de Grecia, con muchas plazas fuertes en sus manos, entre ellas Corinto, Atenas y las ciudades de Eubea: Eretria y Calcis.
Parte de esta guerra, o resultado de ella, fue la batalla de Cos, que dio participación a Antígono en el dominio del Egeo. Mientras tanto, en Siria, tenía lugar la Guerra de Eumenes.
Pero la hegemonía macedonia a la que se llegó tras la Guerra de Cremónides fue puesta en peligro por una crisis dinástica. Antígono había confiado los asuntos de Corinto a su hermano Crátera y a su muerte, el hijo de éste, Alejandro, se proclamó rey (hacia el año 253), tal vez apoyado por los Ptolomeos y los Seléucidas, comenzando en este momento la aparición de un nuevo personaje en escena: Arato de Sicion, que en el año 251 había liberado a su ciudad de la Tiranía y la hizo unirse a la Liga Aquea.
Dinastía Antigónida Demetrio II (239-229 a.C.)
A Antígono Gonatas le sucedió su hijo Demetrio II (239-229) cuyo advenimiento provocó en Grecia la inversión de las alianzas: Los Etolios se aliaron con los Aqueos, contra los que se habían aliado a Antígono Gonatas. sin que se sepa bien las razones, declarándose la guerra entre esta coalición y Demetrio II, la llamada Guerra demetríaca (años 239-235?) mientras que en Epiro, una serie de sucesos hacía desaparecer a la familia real, organizándose hacia el año 333 el país en una Confederación.
Demetrio II tuvo que enfrentarse a un peligro por el norte: Los Ilirios, empujados por los Dardanios y luchando contra ellos, pereció en el año 229, abriéndose una crisis en Macedonia, ya que el príncipe heredero era un niño, siendo nombrado regente (epitropos) Antígono III Doson (229-221) primo de Demetrio II, y después rey de Macedonia, hasta que tomó el mando Filipo V, hijo de Demetrio II.
Dinastía Antigónida Antígono III Dosón (229-221 a.C.)
Antígono III Dosón hubo de hacer frente a una sublevación de los Tesalios, que se adhirieron a la Liga Aquea y también Argos, que se había mantenido como el último bastión macedonio en el Peloponeso, haciendo de la Liga Aquea un gran Estado. Tras continuas luchas de griegos contra griegos en las que intervino Egipto sosteniendo financieramente a Cleomenes de Esparta. Dosón presentó e hizo aceptar un plan de unidad, créandose un koinón: La liga helénica, en el ano 224, sobre el modelo de la antigua Liga de Corinto, que reagrupaba a los Estados federales en lugar de las ciudades.
Los adversarios inmediatos de esta Liga fueron Cleomenes de Esparta, la Liga Etolia y Roma. Antígono Dosón, uno de los más importantes reyes de la Dinastía Antigónida, se enfrentó de nuevo a los Ilirios por el norte, muriendo poco después, aún joven, sucediéndole en el trono de Macedonia su sobrino Filipo V, un adolescente de diecisiete años y un Consejo de Regencia, que debían enfrentarse a un nuevo enemigo: Roma, cuya presencia a partir de ese momento llenaría los próximos siglos de la Historia de Oriente, hasta que todos los reinos helenísticos dejen de existir para pasar a ser provincias del extenso territorio romano.
FilipoV (221-179 a.C.)
Hijo de Demetrio II y Ptía, Filipo V, subió al trono muy joven, a la muerte de su tío Antígono III Dosón. Mientras tanto, en Egipto y Siria también los reyes, Ptolomeo IV y Antíoco III, acaban de rebasar los veinte años .
Conocida la muerte de Dosón, los Etolios enviaron una armada al Peloponeso, declarándoles la guerra a los Aqueos, que vencidos, llamaron a Filipo V, decidiéndose la llamada Guerra de los Aliados (año 224), con el propósito de liberar a los pueblos oprimidos por los Etolios, entre ello a Delfos.
Mientras, el peligro volvía a presentarse por el norte, donde Demetrio de Faros había aprovechado la muerte de la reina Teuta para apoderarse de su reino en el año 225 y se alió con los macedonios. Demetrio en el año 220 había intentado apoderarse del puerto mesenio de Pilos, con lo que vulneraba el tratado con Roma del 228, que intervino en lo que se llamó la Primera Guerrá Macedónica (215-202) que terminó con la Paz de Fénice, que mantenía el statu quo. Para oponerse a la alianza sirio-macedonia contra Egipto y a petición de Pérgamo. Roma desencadenó la Segunda Guerra Macedónica (200-197). La derrota en Cinoscéfalos (Cabezas de perros), en Tesalia, que le infligió el cónsul romano Flaminio, en la primavera del año 197 (junio del 197 a.C.), obligó a Filipo V a firmar la paz.
Por ella, el rey de Macedonia renunciaba a todas sus posesiones fuera de Macedonia, accedía a desmantelar su flota y a pagar mil talentos a Roma como indemnización de guerra, pero podía conservar su reino y su ejército, quedando como aliado de Roma.
Los Etolios recuperaron sólo Tebas en la Ftiótide y los Aqueos obtuvieron Corinto, mientras que Atenas pudo quedarse con Délos y algunas otras islas. Rodas recuperó Perea, restaurándose la libertad de los griegos según la declaración del cónsul Flamimo en Corinto.,en los juegos Ístmicos del año 196 a.C. quedando sóIo una potencia que debía ser peligrosa: Esparta, con su rey Nabis (207-192).
Más tarde, los etolios provocaron la guerra que lleva su nombre:
La Guerra Etolia (192-189) en la que intervino Antíoco de Siria, que llegó a Grecia con sus tropas, mientras Filipo de Macedonia permanecía reservado, por lo que Flaminio reconstruyó la Liga de Corinto, que presidió.
Nabis, antaño aliado de Flaminio, había intentado ahora conquistar Argos, pero, vencido, tuvo que renunciar a ella, siendo asesinado años más tarde por el general aqueo Filopemén, que consiguió la adhesión de Esparta a la Liga Aquea. Mientras tanto Filipo V de Macedonia se unió a los romanos, llegándose a un armisticio en el invierno del año 190-189, siendo derrotado Antíoco definitivamente en Magnesia, en el valle del río Hermos (año 189) Tras ella se firmó la Paz de Apamea, con condiciones muy duras para Siria.
Años más tarde, después de un período de reestructuración macedónica, Filipo V llevó a cabo una serie de reformas económicas, lo que explica la prosperidad de Macedonia en esta época y en la de su hijo y sucesor, Perseo, último rey de la dinastía Antigónida, que perdió el trono definitivamente ante el empuje de Roma en Oriente.
Perseo (179-168 a.C).
Hijo de Filipo V, Perseo pidió al Senado romano, según refiere Tito Livio, la renovación de los tratados hechos con su padre y la confirmación de su título de rey.
Entre los años 179 y 174, extendió su influencia a Delfos, ocupando un lugar en la Anfictonía restaurada, mientras los Aqueos prohibían a los macedonios, como desde el año 198, la entrada en sus territorios, prohibición que Perseo pidió que fuese derogada.
La nueva intervención romana en Grecia en época de este rey ha provocado multitud de opiniones. La causa inmediata parece ser la política matrimonial dinástica de Perseo, que casó a su hija con Prusias II de Bitinia, contrayendo él mismo matrimonio con Laódice, hija de Seleuco IV.
Su fuerza, derivada en parte de estas alianzas, movió a los políticos romanos a debilitar la Dinastía Antigónida, aunque Perseo, evitaba toda fricción con Roma y se presentaba ante los griegos como una garantía de su libertad frente a ella.
Batalla de Pidna (168 a.C.)
Tras el inevitable enfrentamiento entre romanos y macedonios, en una guerra que no fue fácil. Perseo fue vencido por el cónsul romano Emilio Paulo en el curso de la Tercera Guerra Macedónica (171-168) en la batalla de Pidna, en la costa de Pieria, lugar de la costa donde había muerto la reina Olimpia, batalla que sólo duró una hora, el 22 de junio del año 168.
Tras ella, Macedonia fue dividida en 4 distritos autónomos, posiblemente con una Asamblea común, aunque quedando la población sujeta a permanecer en cada uno de ellos, Iliria dividida, sujetas ambas a tributo, una parte de Epiro devastada, las clases dirigentes griegas depuradas. Rodas y Pérgamo humilladas y Antioco IV obligado a abandonar Egipto. Pero sobre todo, en el papel económico, la batalla de Pidna significó:
1. Para Macedonia:
- El cierre de las minas de oro y plata, aunque no de las de cobre y hierro, así como la prohibición de importar sal.
- El desmantelamiento de la potencia militar con la desmilitarización del país, salvo en los enclaves septentrionales que la defendían de las incursiones de los bárbaros del norte. También la prohibición de la tala de madera, imprescindible para la construcción de barcos.
2. Para Roma:
- La consecución de inmensas riquezas, que describen Livio y Plutarco.
- Tantas eran estas riquezas que fueron a parar al pueblo romano que, a partir de ahora, hasta la época de la primera guerra entre Antonio y Octavio, los romanos no tuvieron que pagar impuestos por una larga temporada.
3. Para Grecia:
- Las ciudades tomadas por Perseo en Grecia fueron declaradas libres. Atenas recobró Lemnos. Délos se convirtió en colonia ateniense. Épiro fue entregado al pillaje de los soldados romanos, que consiguieron unos 150.000 cautivos, además de llevarse a cabo una verdadera matanza de sus habitantes, años más tarde, Macedonia, que no fue ocupada por Roma tras la batalla de Pidna, sino solamente desmantelado su poder, pasó a ser provincia romana.
Batalla de Pidna
Dinastía Antigónida
La Macedonia helenística
A la muerte de Alejandro Magno y sus parientes se instauró en Macedonia una nueva dinastía, la de los Antigónidas y se convirtió en una Monarquía de tipo helenístico parecida a las orientales, pero conservando reunidas en una todas sus estructuras sociales.
De las tres grandes monarquías helenísticas, Macedonia es la menos conocida, ya que la mayor formación sobre este país se tiene para la época de Filipo II y Alejandro siendo, entre todos los Estados helenísticos, el único nacional, quedando como un Estado tradicional que apenas sufrió cambios, por lo que el adjetivo helenística tiene solamente un valor cronológico.
Este Estado nacional conservó su vigor hasta el fin- Dependía de su ejército nacional y los mercenarios sólo servían para evitar, en lo posible, la intervención en la guerra de los macedonios. En cuanto al territorio, hay que distinguir la Macedonia propiamente dicha, con sus anejos tesalios y la zona de influencia griega. El mayor cuidado de los soberanos helenísticos fue asegurar sus comunicaciones por medio de guarniciones situadas en puntos estratégicos como Demetrias, Calcis, el Pireo y Corinto, y garantizar la fidelidad a Macedonia del mayor número posible de hombres, favoreciendo la implantación de regímenes filomacedónicos.
Se distinguían en Macedonia dos clases de propietarios: La aristocracia y la misma familia real, propietarios de grandes dominios, acrecentados por regalos de los reyes de tierras en los territorios conquistados, que no quedaban en propiedad absoluta, sino como donaciones revocables, y los pequeños propietarios, que constituían la espina dorsal del país. Estas tierras eran cultivadas por arrendatarios libres.
Posiblemente, el rey no tenía tierra en Macedonia, pero en los distritos conquistados, como Calcidica o Peonia, la tierra pasaba al Estado, es decir, al rey. Los Antigónidas consideraban las tierras del rey de forma muy semejante a los Seducidas, con las diferencias, de que no otorgaban la propiedad. Los reyes, en cambio, eran dueños de las minas y de los bosques.
Los generales y soldados de Alejandro aportaron a su país grandes riquezas, aunque Macedonia fue muy devastada por los celtas, devastación que no afectó sino a los campos, aunque las guerras que tuvieron lugar durante los reinados de Antígono Gonatas y sus sucesores no afectaron en gran medida al país.
En el territorio de Macedonia había cantidad de ciudades y los Diadocos aumentaron su número. Pella y sin duda también otras ciudades macedonias se organizaron autónomamente, como Ciudades-Estado. Los Antigónidas construyeron unas cuantas ciudades de segunda importancia, pero las nuevas ciudades más importantes del país fueron fundadas por Casandro: Casandria en la Calcídica, que reemplazó a Potidea y Tesalónica en Macedonia (fundada por synecismo de 26 comunidades). Ambas eran ciudades griegas organizadas a la manera griega y los casandrios nunca volvieron a llamarse a si mismo macedonios.
Demetrio Poliorcetes fundó, como su capital meridional, la ciudad de Demetrias, en Tesalia, a la orilla del Golfo de Págasas, absorbiendo a la antigua ciudad de Págasas. Se trata del mayor caso de synecismo conocido: Todas las ciudades de Magnesia, desde el cabo Sepias hasta Tempe, en la frontera macedonia, se convirtieron en aldeas (demos) de Demetrias. Su período de mayor esplendor tuvo lugar en el siglo III a.C., y sus restos arqueológicos la revelan como una gran ciudad comercial e industrial, con una población mezcla de macedonios y griegos de la Hélade, cicládicos y sicilianos, así como asiáticos. Filipo V, aliado a Prusias I de Bitinia, destruyó Cios y vendió a sus habitantes como esclavos. Prusias la reconstruyó, dándole su nombre Prusias sobre el mar.
La vida de la corte antigónida era más sencilla que en los otros reinos helenísticos y las riquezas, aunque grandes, como ya vimos al referirnos a su repercusión en Roma, eran menores que las de otros Estados helenísticos. El impuesto sobre la tierra producía poco más de 200 talentos al año y el trono, hasta los últimos años de Filipo V, fue ocupado por hombres de gran carácter, cuya lealtad a la familia fue proverbial y no se conocen asesinatos familiares, hecho común en el mundo helenístico, aunque Demetrio Poliorcetes asesinó a Antípatro y a su hermano Alejandro para no repartir con ellos la herencia familiar.
Las acuñaciones de Antígono el Cíclope intentaban desempeñar un buen papel en la moneda de su época y mantuvo el patrón ático y los tipos de las acuñaciones fueron continuación de las monedas de Alejandro. Es interesante observar, sin embargo, que Antígono, así como sus inmediatos sucesores, no emitieron monedas con su retrato.
Un hecho importante para la política económica de la Macedonia helenística fue sus relaciones con Rodas y Delos, iniciadas por Antígono y mantenidas por sus sucesores. Su gran puerto de comercio era Tesalónica, por donde se exportaban madera de los bosques y el grano cultivado en Macedonia. Entre los hombres de negocios conocidos figuran Aristóbulo de Tesalónica, intendente del trigo de Demetrio II, Admeto de Macedonia, que vivía en Délos y Autocles de Calcis.
El ejercito
Del rey eran el ejército y la marina, y en el mar, había una pugna entre Ptolomeos y Antigónidas en construir grandes navíos de guerra. Comenzó en 324 con la invención, por o para Demetrio Poliorcetes, de la heptera, galera de 7 remeros por remo, cuya potencia, comparada con las del quinquerreme, se expresaría por la razón 7:5. Demostró esta nave su valía en Salamina (Chipre), en el año 306. Las actividades bélicas por tierra habían transformado el empleo hecho por Alejandro de la caballería pesada y desde Isso (año 333) hasta Selasia (222), la caballería fue la reina, aunque para 222 cambia el sistema guerrero y la falange, arma nacional macedonia. volvió a primer plano. Las batallas de Salasia, en 222 y Rafia, en 217, fueron decididas por el choque de las falanges nacionales, que lucharon como luchan los hombres cuando está en juego el sentimiento nacional. Pero, para Macedonia, fue una desgracia que al enfrentarse a Roma. hubiesen sido olvidados los métodos de Alejandro, cuya falange había sido un cuerpo activo y flexible, organizado en incontables batallones. Pero en Cinoscéfalos, Filipo V empleó un falange que se había hecho rígida, a causa del peso de las lanzas, ahora más largas. La capacidad de la legión romana para combatir bien en cualquier circunstancia fue decisiva. La falange, como los dinosaurios pereció ante la especialización.
La Sociedad
El interés de Antígono Gonatas por la filosofía y la historia y el círculo de hombres cultos de que se rodeó son característicos de su época. Pella era nuevamente la capital de Macedonia, aunque no hizo ningún intento de rivalizar con Alejandría o Antioquía.
La clase superior macedonia, si no la nación, se helenizó completamente en el siglo III. El dialecto común fue sustituido por el griego ático y los dioses autóctonos por los olímpicos, demostrando que el país había llegado a ser uno más del círculo griego, más poderosos que otros, aunque no volvió a levantar ejércitos como los del siglo IV. Macedonia parecía extraña a los ojos de los griegos porque el país no tenía un centro religioso, a excepción de Dión, en Pieria, y el pueblo era monárquico por convicción. La Casa Antigónida gracias a Gonatas se granjeó el amor de su pueblo, de tal manera que la Dinastía sólo cayó ante la mayoría aplastante del enemigo extranjero.
Pero, sin olvidar a los grandes reyes macedónicos, tal vez, lo más grande del diminuto país fue el simple campesino macedonio. libre, leal y eficiente, tanto en la guerra como en la paz. Macedonia cayó ante Roma sólo porque habían quedado muy pocos macedonios de la antigua cepa. Finalmente, otra institución helenística tuvo también su uso en relación a los reyes antigónidas. Nos referimos al culto a los soberanos, que recibieron, Antígono I en la ciudad de Skepis, en Troade, en el año 311 y este rey y su hijo Demetrio Poliorcetes. en Atenas, donde además, dos tribus recibieron los nombres de Antigónida y Demetríada.