Cultura churajon
Cultura Churajon. La Arquitectura en general es de un carácter simple y sencillo, identificándose un buen numero de elementos, detalles arquitectónicos y algunas Técnicas, siendo la característica más sobresaliente en la arquitectura la Mampostería Ordinaria. Los materiales empleados son: Piedras del lugar (Granitos, dioritas e ignimbritas). Presentándose algunas piedras con trabajo (canteadas y cortadas) y sin ningún trabajo (Cantos rodados y lajas); la greda es la base del mortero, conjuntamente con fragmentos de cerámica, huesos, etc. El material leñoso utilizado son arbóreos autóctonos de troncos largos y recto y herbáceos locales que fueron utilizados como cubiertas (El Ichu, y el Tire). El Patrón Urbano en las dos áreas se presenta con las mismas características ubicando dichos asentamientos en las partes altas de los cerros, con viviendas aglutinadas y aparentemente de una «planificación desordenada», utilizando como nexo callejuelas estrechas y laberínticas; dicho tipo de planeamiento urbano es muy característico en las dos áreas de investigación, mas no repiten el mismo modelo de distribución espacial entre una y otra urbe.
El Complejo Arqueológico de Churajón está ubicado políticamente en el departamento de Arequipa, provincia de Arequipa y distrito de Polobaya; geográficamente se ubica en la sierra de Arequipa, en la región quechua. Esta área arqueológica se halla compartiendo terreno con los caserío actuales de Tasata y Paranay. La ruta de acceso en general es a través de una trocha carrozable que esta a 300 m desde el cruce que va al pueblo de Polobaya, en dirección del santuario de Chapi.
Este Complejo Arqueológico comprende los sitios de: Centro Religioso Administrativo de Churajón (Cerro Sahuaca), cerro Parasca, cerro Torre Ccasa, cerro Santuario de la Luna (Cerro Choquellampa o Mollebaya) y cerro Gentilar; estos conforman toda una sola urbe o metrópoli (para la época), cuyo núcleo principal, era el Centro Administrativo Religioso. Los otros sitios eran sub-centros o áreas sub-urbanas delimitadas cada una por un perímetro con una relativa autonomía, con estructuras homogéneas en arquitectura, determinadas básicamente por una potencialidad económica independiente, y todos estos intercomunicados entre sí por caminos. Las áreas sub-urbanas, a su vez, debieron tener una determinada área de jurisdicción con autonomía e independencia propia del núcleo principal, con cierta identidad y afinidad entre sus pobladores. Toda esta área arqueológica seria el centro nuclear o la capital propiamente dicha de lo que fue toda una nación y que fue sometida por la conquista Incaica en la época de su expación aproximadamente por el año de 1450 d. C; teniendo una buena vista en cualquier dirección, pudiéndose apreciar la cumbre más alta del nevado del Pichu Pichu, con una cota de 5,510 m.s.n.m. ubicada en el extremo Sur Oeste de dicho nevado. El valle del Chili y los valles menores aledaños a este, políticamente se ubican en el departamento y provincia de Arequipa. En el valle del Chili y en sus riveras se ubica la ciudad de Arequipa, así como poblados arqueológicas pertenecientes al estilo Churajón dispersas a lo largo del citado valle como Pampa la Estrella y Kasapatac; a la vez dicho valle consta de otros valles menores aledaños a este como el Sabandia, Huasacache y Tiabaya, que depositan sus aguas en el Chili, en dichos valles menores también se ubican ciudadelas Churajón de suma importancia de los cuales mencionaremos los más notables a nuestro parecer como Pillo, Sonk´onata, Yumina y Tambo de León (Chiguata). Todos estos núcleos urbanos mencionados tenían una autonomía propia entre una y otra urbe, pero a la vez estaban ligados política y socialmente a la capital o centro nuclear que seria el Complejo Arqueológico de Churajón (Centro Religioso Administrativo de Churajón). Materiales de Construcción Los materiales de construcción en definitiva fueron empleados siguiendo un mismo modelo o patrón según sus concepciones. Los materiales empleados están muy ligados a la petrología y botánica de cada área y que difieren según la región geográfica donde se asientan y desarrollan. El estudio de la geología nos permite entender el tipo de materiales rocosos y arcillosos empleados, que varían según el área investigada.
- El Complejo Arqueológico de Churajón
Ee encuentra asentado en un área que proviene desde el Secundario (Mesozoico), es durante el Mesozoico que se presenta un manto de Intrusión Batolítica de fines del Cretáceo, que actualmente es muy característico en el área por presentar cerros en forma de cenos y es conocida como el Batolito del la Calera (Macedo: 1963). Esta formación geológica esta compuesta por rocas muy duras y de composición ácida como: el granito, la diorita y la granodiorita, que han tomado un color rojizo producto de la oxidación por acción de las limonitas y ematitas, siendo este tipo de rocas la base principal de las construcciones. En el área existe una variedad de arcilla denominada greda que es muy común siendo de consistencia elástica, y que tiene sus orígenes en el Terciario – Cuaternario que mezclada con mordientes como: ceniza vegetal, plantas trituradas (herbáceas y cactaceas), fragmentos de cerámica y pequeñas gravas, conforman una buena masa de mortero consistente y plástica. El mortero, con el tipo de piedras le han dado una buena estabilidad y resistencia a la arquitectura a través del tiempo, ante los fenómenos sísmicos y climáticos.
En el valle del Chili y valles menores aledaños a este
Se ubican en una formación geológica denominada «Volcánico Chachani» (Jenks: 1948) que tiene su formación geológica durante el Plio – Holoceno (Terciario – Cuaternario). El tipo de rocas de esta formación es mayormente de andesitas, rocas gneis, ignimbritas, tufos volcánicos y otros tipos de rocas en menor escala, siendo producto de la erupción del volcán Chachani. El sillar (ignimbrita) existe en mayor proporción, siendo este muy típico en el área, cuyo color blanco le ha dado el nombre de «Ciudad Blanca», a la arquitectura colonial de la ciudad de Arequipa. Las arcillas utilizadas tienen una mayor proporción de lutitas y limonitas (consistencia muy elástica), teniendo también sus orígenes desde el Terciario – Cuaternario. Estas tierras arcillosas están mezcladas con los mismos mordientes mencionados anteriormente, formando una buena masa consistente y plástica en el mortero. En general en estas dos áreas de investigación las piedras utilizadas se presentan con trabajo y sin trabajo; las con trabajo son piedras cortadas y canteadas. Las piedras sin trabajo son lajas, cantos rodados y piedras de forma irregular. No se han ubicado piedras pulidas, salvo en los batanes y morteros pero que eran para otro tipo de uso (molienda de alimentos, yerbas, entre otros elementos). El estudio de la botánica en las dos áreas investigadas nos permite deducir los tipos de materiales leñosos utilizados, que corresponden a la variedad de los arbóreos y herbáceas autóctonos. Entre los arbóreos autóctonos utilizados tenemos los de troncos largos y rectos como: Sauce, Molle, LLoque, Labra, Tara, Callocaz, Chachacomo y Sauco etc. que tienden a crecer cerca de quebradas y valles, estos existente desde la región Yunga hasta la Quechua (Alvarez: 2000, 43). Este tipo de arboles son muy resistentes al soportar peso y tensión, por lo que debieron de ser básicamente utilizados en la construcción de techos formando vigas y travesaños. Entre las herbáceas identificadas que utilizaron tenemos, el Ichu (Stipa ichu) y el Tire o Teja, (Viguiera peruviana) siendo muy comunes en la provincia de Arequipa y que crecen a partir de los 2000 y 3000 mts, estas servían como cubiertas y cubrían totalmente el armazón del techo proporcionado por los troncos largos y rectos. Este tipo de herbáceas son impermeables durante las precipitaciones de lluvia en los meses de temporada, siendo resistentes a los fuertes aguaceros, vientos y al intenso sol típico de los Andes Americanos. El uso de los materiales, en los elementos y detalles arquitectónicos varían según las concepciones de la cultura y la geografía donde se desarrollan, por ejemplo: El mayor uso del mortero como en adobes, caso de las culturas existentes en la costa norte, o el uso de la piedra como en la ciudadela de Tiwanaku en Bolivia y los Incas en la ciudad del Cuzco. Pero todos en general utilizaron los mismos tipos de elementos y detalles de construcción típicos en los andes Peruanos.
Patrón Arquitectónico y Urbano
El patrón arquitectónico en las dos áreas investigadas se presenta con las mismas características, en cuanto a elementos, detalles y técnicas constructivas que se refiere, siendo la técnica de la mampostería ordinaria la característica más sobresaliente de este tipo de arquitectura. A continuación se explicara los elementos internos identificados en este tipo de arquitectura: Los muros tienen hiladas de piedra de forma irregular que correspondería a todas las características de una mampostería ordinaria, las piedras utilizadas se presentan con trabajo (canteadas y cortadas) y piedras sin ningún trabajo. Las piedras canteadas y cortadas se las puede ubicar en la unión de dos muros (esquinas), ventanas, hornacinas y vanos de acceso formando jambas dinteles y umbrales, las piedras sin trabajo forman generalmente las paredes del muro. En algunas estructuras se puede ubicar batanes rotos como parte de los muros. Los muros presentan cimientos que alcanzan una profundidad de 30 cm a 40 cm, hasta llegar generalmente a la tierra dura o caliche, estos cimientos se ubican por debajo del piso anterior. La altura de los muros que pudieron tener los cuartos de vivienda es de un promedio de máximo 3,80m y mínimo de 2,40m, en algunos casos se puede apreciar algunos muros con sus respectivos hastíales intactos. La altura actual de estos muros oscila entre 2,30m y 3,20m (Complejo Arqueológico de Churajón). En ambas áreas de investigación, existen muros que se clasifican en: una y dos filas, solo se ubico un solo caso identificado de doble muro con relleno en el medio denominado muro de cajón (Complejo Arqueológico de Churajón). El grosor de los muros varía desde 1.20m a 45cm dependiendo de las dimensiones de las estructuras. Para la otra área de investigación (Valle del Chili y valles aledaños) la altura de los muros debió de tener la misma altura que se presentaba en los muros del Complejo Arqueológico de Churajón. Los techos de las viviendas eran de dos aguas (simétricos) y de cobertizo estos se han podido identificar por la forma de algunos hastíales que se conservan intactos, el armazón del techo estaban conformados por vigas y travesaños y posiblemente viguetas; las cubiertas debieron tener entre 15 a 20cm de espesor estando compuestas por Tire o Teja (Villera peruviana) e Ichu (Estipa ichu) que es muy abundantes en estas dos áreas de investigación.
Muro con pilastra Los pisos de las viviendas prehispánicas generalmente son de tierra apisonada y nivelada tanto dentro como fuera de los cuartos de viviendas. El piso actual (año 2000) se ubica por encima de las cenizas de la explosión del volcán Huaynaputina (año 1600); en lo referente al piso anterior este se ubica entre 20cm y 60cm de profundidad del piso actual (Complejo Arqueológico de Churajón). En el valle del Chili y valles aledaños a este, se presenta en un promedio muy relativo desde 50cm a 5cm y casi nada según la zona. Las ventanas son de forma rectangular, teniendo dimensiones pequeñas (17cm de alto por 10cm ancho), estas se ubican en las partes medias del muro y en un único hastíal, llegado a identificarse solamente en el Complejo Arqueológico de Churajón un total de cuatro. Existe una gran cantidad de hornacinasen un buen estado de conservación en su mayoría, estas son pequeñas al igual que las dimensiones de las ventanas, presentando más bien formas cuadradas y rectangulares. Los vanos de acceso se presentan de forma recta y trapezoidal como el único vano existente (trapezoidal) en el Centro Administrativo Religioso de Churajón, que se presenta completo (dintel, jambas y umbral) el resto solo conservan el umbral y las jambas teniendo diferentes grados de destrucción (mínimo, medio, máximo); otro tipo de vanos de acceso presentan solo jambas y umbrales, este tipo se ubican en los accesos de los patios externos, a algunas terrazas e ingresos principales a las viviendas, por su forma eran rectos y alcanzaban la altura del muro. Las escaleras se ubican tanto dentro como fuera de las viviendas y son pequeñas tanto en longitud como en altitud, estando en algunos casos bien conservadas (Complejo Arqueológico de Churajón). En el Centro Administrativo Religioso de Churajón se ha podido identificar en la estructura denominada «Templo del Sol» que tenia estuque por la parte interna del muro, pero este sé a caído quedando solo algunos pedazos pequeños pegados a la pared del muro.
detalle arquitecónico: escalinata En las dos áreas de investigación las técnicas de construcción identificadas y que fueron empleadas son: Excavación, que correspondería en la realización de zanjas para los cimientos; Nivelado, del terreno dentro y fuera de las habitaciones y las viviendas; Mampostería, seria la forma de construcción del muro que correspondería a una mampostería ordinaria; Apisonado, aplanar la tierra dentro y fuera de las estructuras para mayor consistencia del piso y Amarres, presentándose tanto en la forma de unión de los muros, como en las estructuras de madera de los techos. En cuanto a los especialistas fueron ellos las personas versadas en las técnicas de construcción, calculo y resistencia de materiales, solo ellos podrían decirnos a ciencia cierta que otros tipos de técnicas emplearon al igual que los instrumentos utilizados para cavar la tierra, cortar maderos y aquellos usados en la construcción. Los elementos arquitectónicos, internos y externos y los detalles arquitectónicos, han sido plenamente identificados en el Complejo Arqueológico de Churajón, llegando a tener un buen grado de conservación la mayoría de los mencionados. En el valle del Chili y valles aledaños por el grado de destrucción existente no se ha podido identificar muchos elementos arquitectónicos, salvo partes de muros con una o dos hileras de piedras sobre los cimientos y los vanos de acceso. En ciertas situaciones como en el poblado prehispánico de Yumina ya no existe, debido a que a sido ocupados todo el espacio donde se ubicaba el antiguo poblado con arquitectura actual (año 2001), siendo las piedras de los muros reutilizadas en la construcción de cimientos modernos. Pero se deduce que en estas dos área de investigación existió los mismos elementos y detalles arquitectónicos, correspondiendo a una arquitectura típica dentro del estilo Churajón. Pudiéndose corroborar esta afirmación por el planeamiento urbano de Churajón, que comparten las mismas características todos los asentamientos de Churajón estudiados.
Plano de poblado prehispánico de Parasca. El Patrón Urbano (Planeamiento Urbano) de los asentamientos Churajón, en las dos áreas investigadas, presenta las mismas características (formas urbanas) como viviendas aglutinadas, que no presenta un orden geométrico en las estructuras, con calles estrechas y laberínticas, siendo interesante al no repetir un mismo modelo de distribución espacial entre uno y otro poblado, ubicándose generalmente estos núcleos urbanos en la cima de los cerros, formando así un modelo característico de planeamiento urbano (patrón urbano) de las construcciones de este grupo cultural; tanto para el valle del Chili, los valles aledaños y el Complejo Arqueológico de Churajón. Los núcleos urbanos estudiados se encuentran dispersos dentro de la Provincia de Arequipa: Del Complejo Arqueológico de Churajón se tienen los planos de Parasca y del Centro Religioso Administrativo (Proyecto Churajón); para el valle del Chili y los valles aledaños a este se tiene los planos de los sitios de Pillo, Sonkonata y Pampa la Estrella (Proyecto Ciarq), Kasapatac y Yumina (M. López – A. Cardona), estos sitios mencionados se tomaron como muestra con el fin de verificar el Patrón Urbano que tuvo la cultura Churajón. Los planos mencionados del valle del Chili y valles aledaños, no están muy claros, pero se pueden apreciar, las estructuras en un aparente aglutinamiento con sus callejuelas de forma laberíntica. El breve análisis comparativo realizado con los patrones urbanos de Wari e Inca, nos permite notar mejor las diferencias entre estos modelos urbanos y las de Churajón. En el urbanismo Inca las callejuelas eran estrechas y rectas, el conjunto de vivienda o kanchas, por lo general eran de planta rectangular, éstos eran recintos cercados que tenían en su interior los cuartos de vivienda. El patrón urbano Inca tenia su similitud con los patrones urbanos europeos al presentar trazos rectos tanto en la demarcación de sus calles o callejuelas y cuadras (kanchas). En Europa las calles eran más anchas a diferencia de las Incas que eran angostas esto obedece al uso que tuvieron, al permitir él transito de carruajes, el paso de caballería montada y de animales de gran tamaño como bovinos, equinos, entre otros animales. Generalmente las cuadras o manzanas europeas tienen forma cuadrangular a diferencia de las Incas de forma Rectangular; las cuadras Europeas eran mucho más grandes, entre dos y tres veces que las cuadras Incas. En ambos casos tienen un orden dado en su planificación y distribución en el área. Durante el Horizonte Medio, Wari estaba en todo su apogeo, y son ellos los que distribuyen un estilo típico de patrones urbanos y arquitectónicos. Las urbes de Wari, exhiben trazos ortogonales perfectos y una distribución de recintos que parecen construidos de una sola vez, conforme a un plan preconcebido. El derrumbe de Wari hace que los pueblos influenciados retomen simultáneamente sus lineales de diseño pre – Wari, edificando con los nuevos aportes foráneos y enriqueciendo sus propios patrones, creando así nuevos estilos propios. Varios investigadores en Arqueología consideran, que urbanismo son trazos geométricos (delineados y ordenados) de las viviendas, para ellos los patrones urbanos de construcción no geométricos aparentemente «desordenados» fueron simplemente de un carácter aldeano (caso el de Churajón). Se piensa que los poblados de Churajón, debieron de haber crecido de una manera desordenadas sin ningún tipo de planificación urbana, considerándose como un patrón aldeano; pero no se tiene en cuenta un «plan pre establecido» de planificación al momento de escoger el lugar de fundación como en la cima de los cerros, con un mismo modelo aglutinado de viviendas de formas irregulares y con callejuelas estrechas y laberínticas. Los patrones urbanos de Wari y de los Incas estarían dentro del urbanismo propiamente dicho, las otras manifestaciones «urbanas desordenadas» estarían en una escala inferior al «urbanismo», que según ellos proponen. Cabe recalcar que urbanismo suele referirse a la disciplina que se ocupa del desarrollo integro de las formas urbanas y de su distribución en el área, por lo tanto varía según las condiciones económicas, sociales y políticas de las diferentes épocas y localidades donde se asienta. En este sentido puede decirse que el urbanismo es una de las formas más complejas del reflejo y de la relación de una determinada sociedad en un orden establecido, en vista de las necesidades y concepciones de su vida cotidiana. Según Patterson y Scheele (1970), estos autores han informan de una modificación drástica de los patrones urbanos desde el Formativo Superior o Tardío. Para estos autores una especie de pax Chaviñense ocasionó tiempos oscuros y difíciles donde los poblados en el llano fueron abandonados para localizarse en aldeas en las cimas de colinas de fácil defensa (Williams, 1981:466). SSegún G. Golandy nos dice que: a través de la historia las ciudades se han construido en formas compactadas, por razones tales como el ofrecer defensa efectivao para reservar tierras destinadas a la agricultura, o a fomentar la unidad social (Golandy, 1984: 39). Estos tiempos deben de haber estado marcados por las constantes guerras. Posiblemente éste pudo ser el temor de los asentamientos Churajón que adoptaron este tipo patrón, construyendo viviendas aglutinadas con calles estrechas y laberínticas, protegidas por murallas en sitios elevados y de difícil acceso. Las áreas urbanas compactadas estaban diseñadas apropiadamente con sus callejuelas estrechas y tortuosas recibiendo el mínimo de sol, reduciendo el efecto de los vientos tempestuosos, creando zonas de sombras durante el día que proporcionan microclimas frescos y confortables y se mantienen calientes durante las frías noches de las zonas áridas (Golandy, 1984: 42) Basándose en los estudios de G. Golandy se puede apreciar que en los núcleos urbanos de Churajón, sé producían microclimas frescos y confortables, los edificios que tenían techo, ofrecían sombra y clima fresco, durante el intenso sol del día, típico de la serranía andina y reteniendo el calor durante las frías noches. Las zonas situadas en espacios abiertos evaporaban el agua reduciendo las temperaturas elevadas, permitiendo también la circulación del viento. Las callejuelas, estrechas y laberínticas, bloqueaban la luz solar, creando sombras relativamente frescas, regulando los vientos fuertes del día y la noche, dentro del área urbana. Existen algunos elementos que caracterizan el urbanismo de Churajón y que se los puede apreciar en Las viviendas que generalmente son de forma irregular salvo en algunos casos se presenta someramente rectangulares y cuadradas. La mayoría de las viviendas presentan un patio interno que se hallan en algunos casos rodeados por los cuartos de habitación, estos patios son el punto central dentro de la vivienda, siendo de una mediana extensión, permitiendo a los recintos dentro de las viviendas aglutinadas gozar de un espacio libre, cuya función debió ser como: Áreas de esparcimiento, que haceres de sus moradores, área de ventilación y luz solar dentro de las viviendas. Las viviendas colindan con unos espacios abiertos denominados: patios externos y son de una relativa extensión, estos patios debieron de servir como lugares de reunión entre los habitantes de la urbe, entre otras funciones. Los cuartos de las viviendas se presentan de forma cuadrada y rectangular siendo cuartos pequeños y de mediana dimensión, cuyas medidas oscilan entre 3m de largo y 2.50m de ancho, siendo los más grandes, de un promedio de 9m largo y 3.80m ancho, los cuartos eran de una sola planta (un piso), posiblemente se debió emplear un altillo o segundo piso. (Reconstrucción isométrica A1 y A2) Las calles eran callejuelas estrechas de un promedio de 2m a 1.20m de ancho, proyectándose en cualquier dirección en forma de un laberinto y que aveces se cortaban abruptamente en pequeñas calles sin salida; estas callejuelas sirvieron como nexo y separación entre las viviendas. Por la forma de las callejuelas estrechas y Laberínticas, se puede decir que ofrecían una defensa estratégica en caso de una posible invasión enemiga, por la estreches que impedía el desplazamiento de grandes grupos humanos por estas vías de comunicación.
Reconstrucción isométrica de dos viviendas tipo de la cultura Churajón. Los caminos prehispánico existentes servían para unir los diferentes poblados dentro y fuera del Complejo Arqueológico de Churajón. Estos caminos son simples trochas angostas y anchas dependiendo de la geografía del terreno por donde se encaminan. Generalmente en la cumbre del cerro se ubican espacios abiertos denominados plazas, que difiere de otros espacios abiertos por su extensión ubicándose en la cima del cerro como en el Centro Administrativo Religioso de Churajón y que tiene un monolito en medio de dicha plaza (único descubierto hasta el momento) Dicho monolito esta en el centro de pequeños rectángulos formados por hileras de piedras, que debió de servir como un culto de ceremonias religiosas. Las áreas agrícolas estaban compuestas tanto por terrazas y por campos llanos. Los campos llanos se ubicaban en las partes planas donde se rompe la pendiente del cerro (al pie del cerro) y las terrazas en las pendientes del cerro, existen dos tipos de terrazas: las agrícolas y las de contención; las de contención se ubican en la ladera del cerro como base de las viviendas permitiendo tener el suelo nivelado horizontalmente y evitando los deslizamientos de tierra, las terrazas agrícolas se ubican fuera del núcleo urbano. En el valle del Chili y valles aledaños las áreas agrícolas siguen siendo utilizadas, en el Complejo Arqueológico de Churajón solo una pequeña parte es reutiliza (35 he) de un total de 3000 hectáreas. Los canales de agua eran de dos tipos: Los de regadío y drenaje, los de regadío transportaban el agua tanto a las áreas agrícolas como urbanas y los de drenaje se encargaban de eliminar las aguas servidas de la población cuyo destino eran las terrazas agrícolas. Los únicos reservorios que se conocen, se encuentran en el Centro Administrativo Religioso de Churajón y que son un total de tres, dichos reservorios se encuentran cubiertos por ceniza de la explosión del volcán Huaynaputina, pero se puede ver todavía los muros que formaban dichas estructuras. Los cementerios están compuestos por concentraciones de tumbas y chullpas, estas se ubican en las partes llanas de la cumbre del cerro o al pie del mismo, algunas tumbas y chullpas se encuentran diseminadas dentro del casco urbano: dentro o fuera de las viviendas apegadas a los muros y en algunos espacios abiertos. Las tumbas presentan unas hileras de piedras que se ubican en la parte superior al cisto dándole una forma cuadrada o circular, el generalmente cisto es de forma cilíndrica. Las chullpas por la forma de la base son de planta circular y cuadrada y el interior de las cámaras son de falsa bóveda de tipo cónico y cúpular.
Izquierda; chullpa circular de adobe. Derecha; cámara de chullpa en cerro Parasca. El descubrimiento del Complejo Arqueológico de Churajón se suscita en el año de 1931, por Monseñor Leonidas Bernedo Málaga y es él quien describe por primera vez algunas de las características del núcleo urbano ubicada al pie del cerro Mollebaya o Choquellampa (Santuario de la Luna), estas descripciones se refieren al núcleo urbano de cerro Torre Ccasa, y que dice: » Las ruinas de la citada ciudad consisten en un laberinto de paredes que encuadran y encierran numerosas habitaciones, con patios pequeños y plazas de relativa extensión.». «… Todas las construcciones están hechas de piedra sin labrar y de barro. Todavía se conservan vestigios de numerosas calles – estrechas, tortuosas y desniveladas- que se cruzan en todas direcciones». (Bernedo, 1958: 140) Estas descripciones coinciden con las descripciones echas posteriormente en todo el Complejo Arqueológico de Churajón y en el área del valle del Chili y alrededores como con calles – estrechas y laberínticas que van en todas direcciones, viviendas aglutinadas con patios pequeños internos y externos y plazas de relativa extensión.
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