Confederación local quechua o cusqueña
Confederación local quechua o cusqueña. Tras el reinado de Sinchi Roca, el cual experimentó un notorio avance en el asentamiento de los quechuas en el territorio cusqueño y sus alrededores, comienza un periodo clave en el desarrollo de los Incas, porque se generan bases estables tanto económicas y sociales, que desencadenarán durante el régimen de Wiracocha, en un notable interés por expandirse a nuevos territorios, lo que se denomina como imperio.
A partir de Lloque Yupanqui comienza una época en que los curacas del Cusco con gran habilidad política lograron entrar en relaciones con pequeños reinos circunvecinos; por ejemplo, entabló contacto con los pequeños señorios de Huaroc, Saño, Ayarmaca y Quilliscachas, de los cuales los ayarmacas eran los más célebres e importantes, pues constituían el reino más extenso y fuerte aledaño al Cusco. Lloque Yupanqui fue el primero que intentó tener un ejercito permanente; se casó con la hija del curaca de Oma, que le permitió ganarse la amistad de los Omas, señores autónomos ubicados a diez kilómetros del Cusco. Le sucedió Maita Cápac, quien tuvo que soportar el ataque de los alcahuizas, un señorio antiguo que habitaba próximo al Cusco; logro derrotarlos, y este fue su único triunfo; por lo demás su vida fue una permanente preocupación para conservar lo poco que tenían bajo su mando. El siguiente rey, Cápac Yupanqui, contribuyó a menguar la tensión con los ayarmacas, habitantes del norte del Cusco, gracias al matrimonio con la hija de aquel señor o curaca. También se anexó los señorios de Cuyo y Angasmarca; tuvo una guerra con los condesuyos, sobre los cuales también se impuso, hecho que le dio fama de poderoso. Inca Roca tuvo que soportar muchas guerras con los otros poderosos señorios de Ayarmaca y Pinagua, ambos alrededor del Cusco, a los cuales derrotó y lo anexó a su reino. Por esta época los cusqueños, como poderosos y sólidos que ya se sentían, establecieron una escuela para educar a los nobles, llamada Yachayhuasi; también reorganizaron el culto solar, quedando definitivamente a cargo del ayllu de los Tarpuntaes. Le sucedió Yaguar Huaca, este además de aplacar la rebelión de los Pinagua, que habitaban en Muyna, se lanzó a la conquista de Condesuyos, logarando apoderarse de parte de su territorio; por entonces, para un control más eficiente estableció en su reino la política de los mitimaes, o sea el traslado de pueblos enteros de un lugar a otro, prácticamente una deportación masiva de gente. Preparó una expedición contra el Collao, pero no se llevó a cabo. Los Condesuyos se sublevaron y hasta asesinaron al Inca cun una pedrada, acontecimiento que ocurrió en el mismo templo del sol, en el Cusco. Después de la crisis anterior, los nobles cusqueños eligieron Inca a Huiracocha, cuyo nombre correspondía al del sumo creador. Huiracocha conquistó y anexó los valles de Yucay y Calca; claro que algunos curacas vencidos se sublevaron, como el de Pisaj ( a 15 kilómetros del Cusco), el de Muyna, el de Ayarmaca y los de Rondocán, pero todos fueron otra vez batidos; luego emprendió la conquista de Caytomarca.