Cleopatra VII. Fue la última gobernante de la dinastía ptolemaica del Antiguo Egipto, aunque nominalmente le sobrevivió como faraón su hijo Cesarión.​ También fue diplomática, comandante naval, lingüista​ y escritora de tratados médicos.

Nacimiento e Infancia de la Reina del Nilo

Cleopatra nació en el año 69 a.C. tuvo dos hermanas mayores, Berenice IV y Cleopatra VI,  una hermana menor Arsinoe IV y dos hermanos menores, Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV.

Cleopatra VII

Cleopatra y sus hermanos fueron educados durante su niñez bajo la cultura Helénica, sus principales fuentes de estudio eran los poemas homéricos, la retórica de Demóstenes, etc. A pesar de haber recibido una educación puramente griega, Cleopatra fue la primera faraona de la era Ptolemaica en hablar el idioma egipcio.

Al presentarse por primera vez en público, tenia 14 años, ya entonces era famosa por su sabiduría. Se dice que podía hablar 7 u 8 idiomas entre ellos griego, hebreo, sirio, egipcio y arameo, conocía de música, historia y ciencias políticas. Además era muy buena en matemáticas, literatura, astronomía y medicina. Se dice que conocía y entendía a la perfección el latín, pero esto no se ha podido probar.

Era impulsiva, caprichosa, ingenua, espontánea, apasionada, diplomática y constante.

Plutarco dijo de ella: «Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje».

Cleopatra VII fue reina de Egipto, accedió al trono en el año 51 a.C., cuando Roma extendía su águila imperial sobre todo el mundo helenístico y se apoderaba de Macedonia, los restos del Imperio seléucida y Egipto. Pero éste aún se hallaba en poder de los Tolomeos y era la única que sobrevivía de las grandes conquistas que, tres siglos antes, iniciara Alejandro Magno. Fue en ese momento histórico cuando surgió el último gran monarca de la dinastía lágida: Cleopatra. La hija de Ptolomeo XII Auletes llevó a su reino al máximo esplendor y también a su desaparición, cuando su encanto personal y su habilidad política no fueron suficientes para detener el irresistible poder de Roma.

Cleopatra VII accede al trono

Cleopatra VII Filópator (69-30 a.C.) subió al trono en el año 51 a.C. cuando contaba con 18 años de edad, heredó el trono de su padre Ptolomeo XII Aulettes y se vio obligada por el testamento de éste y por la ley que regía en Egipto a casarse y compartir el trono con su hermano Ptolomeo XIII Dionisio II (51-47 a.C.) de apenas 10 años de edad. Ptolomeo XII dejó como tutor de ambos al regente de Roma que en ese momento era Pompeyo, y éste debería hacer cumplir el testamento y casar a los hermanos. Claro que esta unión era puramente legal ya que según se dice Cleopatra dejaba fuera de todas las decisiones a su hermano.

 Políticamente, ella era muy ambiciosa, gobernó con la ayuda de su primer ministro  Dioiketes y vigiló de cerca a los gobernadores griegos que estaban en el control de otras partes del país. Tuvo que hacer frente a una situación delicada porque Egipto se había convertido en una pista burocrática sacudida por los alborotos (50 a.C.).

Instauró nuevas leyes, devaluó el dinero un tercio para las exportaciones. Y hasta modificó las leyes religiosas en favor de su propia gente.

Cleopatra VII

Al subir al trono ella intentó rápidamente solucionar un conflicto existente con el imperio romano. Un año atrás habían asesinado a dos hijos del cónsul romano en Alejandría. Para demostrar buena voluntad, Cleopatra entregó a los presuntos asesinos a Pompeyo, que intentaba obtener el poder absoluto de Roma. Su opositor era Julio César. Cleopatra también ofreció  soldados egipcios a Pompeyo. Toda la condolencia que ella había mostrado hasta ahora para con el imperio romano se convirtió en el tema de discusiones en Alejandría.

Esta ayuda a los Romanos realmente no fue apreciada, y los enemigos de Cleopatra, entre ellos sus tres consejeros Photinus, Achillas y Theodotus y hasta su propia hermana, Arsinoe IV, que deseaban obtener el poder, aprovecharon esta situación para tramar un plan en su contra.

En el tercer año de su reinado Cleopatra fue obligada a exiliarse en Siria, derrocada por un grupo comando enviado por Ptolomeo XIII comandado por sus consejeros Pothinus y Achillas. Desde allí ella reúne un ejército e intenta invadir Egipto, pero no lo logra. Es entonces cuando se entera que Pompeyo ha sido derrocado en Pharsalus por el ejército de Julio Cesar y decide tratar de unirse a este.

Cleopatra VII de Egipto fue la última monarca helena que gobernó este reino sobre territorios que nunca soñaron sus antecesores. Durante su reinado, entre el 51 y el 30 a.C., la dinastía de los Lágidas alcanzó el máximo esplendor y también el final. Su cultura, refinamiento y fascinante belleza fueron armas que utilizó eficazmente para mantener la autonomía de Egipto en momentos en que el Imperio romano extendía sus dominios a expensas de Macedonia, los reinos del Asia Menor y del norte de África.
De hecho, aunque Egipto se mantenía en poder de los Tolomeos y gozaba de cierta autonomía, estaba sometido al poder romano. Cleoplatra, que había nacido en Alejandría en el 69 a.C., accedió al trono, compartiéndolo con su hermano Tolomeo XIII, cuando contaban diecisiete y diez años, respectivamente. La joven reina no participó en las guerras civiles romanas que continuaban desde los tiempos de Sila, pero sí se vio envuelta en las intrigas palaciegas egipcias fomentadas por el partido de su hermano y esposo. Éste, aconsejado por el eunuco Pothin, el estratega Aquilas y el preceptor Teodoto, acusó a Cleopatra de conspirar contra él, obligándola a huir de Alejandría.

Cleopatra VII Regreso de Alejandría

En Siria, la reina egipcia organizó un ejército y regresó a la capital, pero no llegó a entrar en ella. Poco antes, el 2 de octubre del 48 a.C., lo había hecho el general romano Cayo Julio César, vencedor de su rival Pompeyo en Farsalia y a quien había perseguido hasta allí. Sin embargo, cuando arribó, Pompeyo había sido asesinado por orden de Tolomeo XIII, que quería congraciarse con el nuevo hombre fuerte de Roma. Según cuenta Plutarco, Cleopatra, envuelta en una manta de viaje, logró sortear a los esbirros de su hermano y se presentó ante Julio César para pedirle ayuda. El general romano asumió el papel de árbitro y obligó a Ptolomeo XIII a compartir el trono con su hermana, pero el joven rey, que en un principio había aceptado la situación, se rebeló poco después, iniciando la llamada «guerra alejandrina». Tolomeo XIII fue vencido por el ejército de Mitrídates de Pérgamo y murió ahogado en el Nilo.
**Las relaciones íntimas entre Cleopatra y Julio César se hicieron públicas cuando, en el 47 a.C., el general romano regresó a Alejandría y juntos remontaron el río sagrado, en un paseo que hizo ostentación de gran pompa. La reina egipcia, al dar a conocer los íntimos lazos que la unían a César, pretendía afianzar su posición en una corte donde las intrigas y el asesinato eran cotidianos. Al mismo tiempo, aquél se aseguraba una importante aliada en un territorio célebre por su riqueza y la gran producción de cereales.

Cleopatra VII y el El César

Julio César había estado ausente de Roma por diez años, durante la guerra contra las Galias, en este tiempo Pompeyo, su rival, había tramado bajarlo del mando y había preparado todo un ejército para enfrentarlo, sin embargo César logra derrotarlo en la batalla de Pharsalus durante el año 48 a.C.

Luego de la derrota, Pompeyo huye a Egipto buscando el apoyo y ayuda de Ptolomeo XIII.

En lugar del refugio buscado, Pompeyo encuentra la muerte el 28 de agosto del año 48 a.C. en Alejandría, bajo las manos de Lucius Septimius, antiguo servidor suyo, enviado por Ptolomeo XIII quien bajo el consejo de Pothinus decidió decapitarlo y enviarle la cabeza a César para así obtener su simpatía.

Sin embargo César lloró la muerte de su rival y amigo, y no miró con buenos ojos el acto de Ptolomeo XIII tomándolo como una traición.

Es allí cuando entra en escena Cleopatra, que viendo la oportunidad de recuperar su trono decide llegar hasta César. Estando él en el palacio real le es entregada una alfombra que era enviada por la exiliada Reina, y al desarrollarla se encontró con ella misma dentro.

Se dice que César quedó prendado de la belleza exuberante y la gran audacia de Cleopatra, en aquel mismo instante, y vio una gran oportunidad de mantener a Egipto dominado si ella volvía a ser Reina. Cleopatra a su vez supo que si enamoraba a César iba a tener de su lado a Roma, y no tendría que temer una invasión por parte de los romanos.

Cleopatra VII

Julio César y Cleopatra pasaron la noche juntos. Al día siguiente Ptolomeo XIII fue citado ante el César para que éste intentara un arreglo entre hermanos en calidad de testamentario de Ptolomeo XII Aulettes. Al llegar Ptolomeo se percató de la situación entre César y su hermana y decidió huir del palacio haciendo correr el rumor entre los egipcios, que había sido traicionado, intentando despertar a la multitud de Alejandría contra Cleopatra, pero pronto fue capturado por los soldados de César.

Para calmar los ánimos, César da a Ptolomeo XIII la isla de Creta y a Ptolomeo XIV y Arsinoe IV Chipre. Arsinoe considera que ella debería reinar Egipto y se une a la causa de su hermano.

Pothinus y Achillas organizaron a 20.000 soldados y rodearon la ciudad, es entonces cuando la guerra entre Cleopatra y Ptolomeo se transformó en la guerra de Arsinoe IV y Ptolomeo XIII contra el César.

Julio César  mantiene el control del puerto gracias a que capturó el faro de la isla de Pharos a pesar de los 20.000 hombres que rodeaban la ciudad e incendió todas las naves. Pero el fuego se extiende hacia parte de la ciudad y es allí donde gran parte de la biblioteca de Alejandría se quemó.

Arsinoe IV escapó del palacio y se unió a Achillas, el ejército la proclamó reina de Egipto. Durante la batalla Achillas fue asesinado y César ejecutó a Pothinus él mismo, en venganza por la muerte de Pompeyo. Ptolomeo XIII aparentemente murió ahogado cuando intentaba escapar. Arsinoe IV fue tomada presa por César para exhibirla en Roma, como trofeo de guerra. Esto fue en el año 47 a.C.

Cleopatra VII

Debido a la muerte de Ptolomeo XIII Cleopatra fue proclamada reina absoluta de Egipto y César la obligó a casarse con su hermano menor, de tan solo 12 años, Ptolomeo XIV.

Puesto que Arsinoe IV estaba considerada como traidora, Cleopatra obtuvo el mando de Chipre, junto con su hermano Ptolomeo XIV.

Cleopatra VII Ptolomeo XV Cesarión

César deja tres legiones romanas para proteger Alejandría y emprende una travesía por el Nilo junto a Cleopatra, a quien pareció la mejor forma de mostrarle la belleza de su país. Hay muy pocos documentos de esta travesía, pero aparentemente duró unos dos meses. Pararon en Dandara donde adoraban a Cleopatra como Faraona. César nunca tendría este honor y no podía bajar del barco. El solo bajó para atender un importante negocio en Siria.

Pero la travesía terminó, César debió marcharse hacia Hispania en los últimos avatares de la contienda civil.

Semanas después de la partida de César, el 23 de junio del año 47 a.C., Cleopatra dio a luz al hijo de ambos, Ptolomeo XV César, llamado por el pueblo egipcio Cesarión (pequeño César). El niño es validado rápidamente por los egipcios como hijo de Amon-Ra.

Durante julio del año 46 a.C., luego de varias luchas en Asia Menor y otras áreas, César volvió a Roma. En una de estas victorias, más precisamente en Zela, fue que acuñó su frase “llegué, observé y conquisté”. En Roma le dieron muchos honores y una dictadura de diez años, fue proclamado Imperator. Durante la marcha de la gloria y las victorias sobre otros países apareció encadenada y marchando junto a otros prisioneros, Arsinoe IV la hermana traidora de Cleopatra. Esta no fue ejecutada como la mayoría de los prisioneros al salir de Roma, fue enviada a la isla de Efeso. Estas celebraciones se extendieron de septiembre a octubre y César trajo a Cleopatra y a su hijo desde Egipto y los estableció en uno de sus palacios. Esto hizo que los republicanos conservadores se ofendieron bastante. Las maneras sociales de la Reina no hicieron que la situación mejorará. Cleopatra había comenzado a llamarse la nueva Isis y vivía con un lujo exuberante, ella permaneció en Roma cerca de 2 años.

Cleopatra VII

César era popular en ese entonces, él había extendido increíblemente el imperio romano. Entre el año 46 y 44 a.C., el crecimiento de Roma, gracias a las batallas ganadas por César mantuvo a los romanos bajo su influencia.

César demandó abiertamente a Cesarión como su hijo. Esto enfureció a los Romanos, sobre todo porque César ya estaba casado con Calpurnia, muchos pensaron que él planeaba casarse con Cleopatra sin importar las leyes de bigamia y las uniones con los extranjeros que regían en Roma.

En  febrero del 44, él se proclama ‘ dictador eterno ‘. Entonces comienzan a correr rumores que César se proponía ser el rey del imperio romano con Cleopatra como reina. La aristocracia no desea a un rey como jefe del imperio romano, y planean asesinar a César. Si César muere, Cesarión se convertiría en el regente del imperio romano y del reino egipcio, pero esto será solamente posible si el senado romano valida el testamento de César.

El 15 de marzo del 44 a.C., César es asesinado a la salida del edificio del senado en Roma. La mayoría de los senadores pensaron que él planteó una amenaza al bienestar de la republica y tenía que ser eliminado.  Con la muerte de César, Roma entra en un período de crisis, Octavio (hijo adoptivo de César) y Marco Antonio son sus sucesores, porque éste fue asesinado antes de que impusiera a Cesarión como su hijo legítimo.

La batalla para el control de Roma comienza entre Antonio y  Octavio. Ante el asesinato de César, Cleopatra  sintió que su vida, así como la de su niño, estaban en gran peligro y decidió volver a Alejandría. Antes de irse, ella pidió a Marco Antonio su protección. El ya había protegido anteriormente a Cleopatra a pedido de César.

Cleopatra y Marco Antonio

Marco Antonio

Tras el asesinato de Julio César, el 15 de marzo del 44 a.C., Cleopatra, que se hallaba en Roma en compañía de Cesarión, el hijo de ambos, regresó a su patria y mantuvo su autoridad, al margen de las disputas civiles de los romanos. Pero la relativa calma habría de romperse, en el 413 año de su encuentro con Marco Antonio. Este, que había salido en persecución de los asesinos de César y los había derrotado en Filipos, proseguía su campaña triunfal por el Asia Menor. En Éfeso, Marco Antonio fue aclamado como la encarnación del dios Dioniso, motivo por el cual, en la ciudad siria de Tarso, señalada para su encuentro con Cleopatra, ésta se le apareció por mar como la viva representación de Afrodita. Marco Antonio, en ese momento el hombre más poderoso del Imperio romano, no dudó en brindarle su apoyo y sostenerla en el trono.
De la apasionada y tormentosa relación entre Cleopatra y Marco Antonio nacieron tres varones —Alejandro Helio, Cleopatra Selene y Tolomeo Filadelfo—, a los que el triunvirato romano dio el título de reyes, entre el 37 y el 36 a.C. Con el tiempo, la influencia de Cleopatra sobre Marco Antonio llegó a ser total, al punto de ensanchar su propio territorio a expensas de los triunfos romanos. Nunca hasta entonces la dinastía macedónica de los Lágidas había dispuesto de un reino tan vasto. Fenicia, Celesiria y parte de Judea, Arabia y Cilicia fueron anexionados a Egipto.

Cleopatra VII Muerte de Cleopatra

En el año 32 a.C. Octavio acusa a Cleopatra públicamente por uso de magia, incesto, adoración animal, droga, embriaguez y lujuria desenfrenada. Declarando la guerra, el nombre de Antonio no se mencionaba en ninguna parte de la declaración oficial. Los romanos creían que era mucho mejor declarar la guerra a la reina egipcia que influenciaba a Antonio, que a Antonio mismo.

Ambos bandos comienzan a recolectar a todas sus fuerzas. Cleopatra tiene un ejército mucho más grande que el de Octavio, con Antonio al frente.  Esta batalla es decisiva pues de ambos lados están utilizando todas sus tropas. La superioridad egipcia era muy obvia pero tenían algunas dificultades para proveer el alimento a tantos hombres debido a que las tropas romanas cercaron las naves de Antonio. Las naves de la fuente eran demasiado lentas y tuvieron que ser quemadas para ir más rápidamente.

Los  problemas persiguen a los amantes, Dellius (uno de los amigos de Antonio) huye con los planes de batalla. Antonio selecciona sus mejores naves y decide atacar con ellas aunque sean muchas menos de las que tiene Octavio. Después de cuatro días, la batalla final ocurre en Actium, Grecia.

La batalla ocurrió  en el año 31 a.C., día a día Marco Antonio perdía aliados romanos y sus fuerzas se debilitaban. Por el contrario Octavio estaba cada vez más seguro de su victoria, ya que lo superaba en ejército.

Y la victoria llegó, Cleopatra viendo que las fuerzas de Antonio estaban perdiendo, salió en retirada y lo abandonó huyendo hacia Alejandría, posiblemente ellos ya habían planeado esto, ya que tras Cleopatra partió Antonio hacia Alejandría, abandonando a todas sus fuerzas en batalla. Esto trae la desorganización en el ejército egipcio, Octavio tiene la victoria en sus manos. La marina de Octavio derrotó a Antonio en Actium, Grecia, el 2 de septiembre de 31 a.C.

 Antonio y Cleopatra están en Egipto. Antonio intenta recolectar nuevas tropas pero no tiene éxito, todavía lleva la responsabilidad de la derrota en Actium, y desea suicidarse, pero sus amigos lo disuaden. Cleopatra sabe que las tropas romanas pronto llegarán a Alejandría, y decide ocultar todos los tesoros lejos del mar mediterráneo, pero  las naves son interceptadas por los árabes (bajo el mando de Octavio).

Cleopatra planeó enviar a Cesarión lejos, quizás a la India, así podría escapar de Octavio y conservar el trono de Egipto. Arregló para que las naves fueran desde el Nilo al Mar Rojo, pero este plan fracasó.

Octavio se acercaba más y más, Egipto estaba prácticamente cercado. Cleopatra deseaba encontrar un acuerdo pacífico y tanto ella como Antonio enviaron sobornos a Octavio para lograr la paz, pero ninguno fue aceptado.

Cleopatra construyó un mausoleo donde ella amontonó su abundancia y planeó pasar la eternidad. Octavio le mandó mensajes diciendo que sería tratada bien por los romanos, por temor a que Cleopatra quemara todos sus tesoros. Cuando Octavio llegó a Alejandría, Cleopatra se encerró en su mausoleo con dos de sus criadas, Iras y Charmion.

Los generales de Marco Antonio le informan que Cleopatra había muerto en su mausoleo, y éste al saber a su amante muerta, se suicidó con su propia espada. Según se dice, en su agonía Marco Antonio fue llevado hasta el mausoleo donde se encontraba Cleopatra, y allí ella lo vio morir en sus brazos.

Entonces Cleopatra es apresada por los soldados de Octavio y trasladada al palacio, en donde se dice que intentó desde sobornarlo hasta seducirlo, sin obtener éxito alguno.

 Octavio quería llevar a Cleopatra viva a Roma, para mostrar su superioridad y su victoria. También mandó capturar a los niños de Cleopatra, excepto a Cesarión que huyó al Sur. Cleopatra se percató del plan de Octavio de llevarla a Roma, sabía que la visualizarían como esclava en las ciudades que ella misma había gobernado. Decidió que no viviría de esta manera, así que a tres días de la salida hacia Roma, pidió a sus criadas Iras y Charmion que le traigan una  cesta con frutas y en ella un áspid (cobra egipcia). Mientras tanto ella escribía una carta a Octavio en la cual le pidió que la pongan junto a Antonio después de su muerte.

Corría el 12 de agosto del año 30 a.C. cuando Octavio recibe la carta, pero ya era demasiado tarde, al entrar al cuarto donde se hallaba Cleopatra, de tan solo 39 años de edad, la encontró ya muerta sobre su cama de oro, con su traje real y sus joyas puestas, junto a sus dos criadas.

Cesarión fue traicionado cuando huía de Egipto por su profesor particular, Rhodon, y fue asesinado bajo las órdenes de Octavio. El resto de los hijos de Cleopatra fueron criados por la esposa de Octavio. Cleopatra Selene se casó con el rey Juba II de Mauritania. Tuvieron  un hijo al que nombraron Ptolomeo que ganó el trono en el 23 d.C. y gobernó hasta que Calígula lo mató 40 años más tarde. Alexander Helios y Ptolomeo Philadelphus pudieron haber ido a vivir con su hermana en Mauritania pero no se sabe exactamente qué les sucedió.

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