Bandurria. Es un sitio arqueológico monumental situado al sur de la localidad peruana de Huacho. Con una antigüedad cercana a los 5.000 años, correspondiendo, cronológicamente, al período conocido como Arcaico Tardío o Precerámico Tardío que abarca aproximadamente desde los años 4.000 a 2.000 antes de Cristo.
Ubicación
El sitio arqueológico de Bandurria se encuentra ubicado en el distrito de Huacho, provincia de Huaura, Departamento de Lima en el Perú, en la zona denominada Playa Chica a la altura del kilómetro 141 de la carretera Panamericana Norte. La zona arqueológica ocupa un área de 54 hectáreas y viene siendo estudiada por un equipo liderado por el arqueólogo Alejandro Chu, egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima.
Debido a las filtraciones de la Irrigación Santa Rosa, (que también son las responsables de la destrucción de una parte del sitio arqueológico de Bandurria) la zona presenta un medio ambiente de humedal costero, muy rico en biodiversidad que es conocido como el Humedal del Paraíso o Playa Chica. La longitud máxima del humedal es de 8 km con un ancho variable entre los 100 m y los 2 km (superficie total: 440 ha) dividida en dos espejos de agua, lagunas o albuferas (Norte y Sur), con una profundidad máxima es de 1,5 m. Se han identificado 19 especies de plantas (11 terrestres y 8 acuáticas), aunque este inventario es incompleto. Las aves son lo más representativo de la fauna de este humedal, se han identificado hasta 125 especies de aves, entre las que destacan flamencos, garzas, patos, zambullidores y aves marinas. Hay dos especies de peces y una de reptil. El humedal es un importante área de descanso y alimentación de aves migratorias. Próximo al humedal se encuentra la zona conocida como Playa Chica que es una extensa bahía ubicada a 10 kilómetros al sur de la ciudad de Huacho. La zona de Playa Chica comprende dos sectores bien diferenciados, la primera corresponde a la playa El Paraíso que corresponde al lado sur de la bahía, y la zona de Playa Chica propiamente que ocupa el resto de la bahía. En la zona sur de esta área destaca el cerro Sanú de 282 m.s.n.m. que se levanta en medio del desierto costero hacia suroeste del sitio creando una serie de elevaciones y quebradas costeras que contienen abundantes restos de ocupaciones prehispánicas.
Origen del nombre Bandurria
Antes de la inundación del año 1973, la zona de Playa Chica en donde se encuentra el sitio arqueológico era una extensa pampa desértica que era conocida como Pampas de las Bandurrias. El nombre hace referencia al ave Bandurria (Theristicus caudatus) que es un ibis grande y pesado de varios colores. La bandurria ha sido descrita detalladamente por Hans Koepcke y María Koepcke, de la siguiente forma: “Un ibis grande y pesado de varios colores. Tiene cabeza y cuello blanco-ocrácreos, corona ocre castaño, y lomo, cola y flancos y subcaudales negros. El ala es negruzca con gran mancha blanco-grisácea, el pecho es ocre-castaño con franja grisácea. Las partes desnudas de la garganta y alrededor del ojo son negruzcos, el pico es verdoso con punta negra; los ojos y patas son rojos. Emite repetidos gritos estridentes y algo metálicos (1967: 54)”. Sobre su ecología, los Koepcke dicen: “La Bandurria se presenta en diversos tipos de campos vitales de aspecto semidesértico o con vegetación baja o rala, como orillas de lagunas y ríos, playas cenagosas, pantanos, praderas y pastizales húmedos, lomas arenosas con vegetación de fanerógamas, campos cultivados y barbechos. A menudo descansa en laderas de cerros o sobre barrancos desérticos. Durante los meses de septiembre anidan por colonias en laderas pedregosas escarpadas. Es una ave de caza. Por ser una presa grande y de carne comestible los cazadores la persiguen bastante en algunas regiones, siendo necesario el reglamento de su caza (1967: 54)”.
Antecedentes generales del sitio
El sitio arqueológico de Bandurria fue descubierto en 1973 por el Ing. Domingo Torero cuando el sitio fue destruido parcialmente por aguas de la irrigación Santa Rosa. El Ing Torero fue la persona que llamó la atención de las autoridades en ese momento sobre la irrupción de las aguas y rescató material arqueológico disturbado. Posteriormente, el sitio fue investigado por Rosa Fung, en los años 1973 y 1977. Estas investigaciones permitieron fechar a Bandurria como un sitio correspondiente al periodo Arcaico Tardío (del 4.º al 3.ermilenio antes de Cristo) se lograron obtener fechados entre 4,500 a 4,300 años antes del presente. A partir de los trabajos de esta investigadora se pudo definir a Bandurria como una aldea temprana de pescadores del litoral que presentaba las primeras evidencias de una arquitectura ceremonial de piedra haciendo referencia a una pequeña estructura de piedra ubicada en el extremo suroeste del sitio arqueológico. Hasta ese momento, los sitios arqueológicos del periodo Arcaico Tardío para la costa norcentral, como el de Bandurria, eran conocidos desde hace varias décadas. Sin embargo, muchos de ellos por su extensión, complejidad arquitectónica, y monumentalidad habían sido ubicados cronológicamente en una época posterior, es decir en el periodo Formativo (2.º milenio antes de Cristo). En 1994, se iniciaron las excavaciones en Caral a cargo de la Dra. Ruth Shady; esta investigación permitió fechar y definir que estos sitios monumentales correspondían al periodo Arcaico Tardío, representando los orígenes de la civilización en los Andes, así como la civilización más antigua del continente Americano. Estos trabajos han revolucionado el concepto que se tenía respecto al surgimiento de la civilización en el Perú y América, y han permitido identificar al Arcaico Tardío como un periodo clave para el estudio del pasado del Perú. En agosto de 2005 se reinician los trabajos de investigación en el sitio después de más de 30 años de su descubrimiento. Excavaciones en área en el sitio a cargo del Proyecto Arqueológico Bandurria han permitido descubrir un sector de arquitectura monumental construido con cantos rodados y argamasa. Esta investigación se financió inicialmente gracias al apoyo financiero de la National Science Foundation de los Estados Unidos, como parte de la tesis doctoral del Lic. Alejandro Chu en la Universidad de Pittsburgh. Posteriormente, la Municipalidad Provincial de Huaura – Huacho, en el 2006 destinó S/. 150,000 nuevos soles para la continuación de los trabajos de investigación. Estos recientes trabajos han cambiado el concepto previo que se tenía del sitio arqueológico, de una aldea, ya que la evidencia de arquitectura monumental lo convierte en un centro urbano que probablemente estuvo articulado al resto de sitios monumentales de la costa norcentral y reflejaría el surgimiento prístino del urbanismo y la civilización en la zona. El sitio se encuentra dividido en dos sectores claramente diferenciados:
Sector de ocupación doméstica
El área doméstica (Sector I) fue la primera área identificada del sitio arqueológico y su investigación fue lo que definió el carácter aldeano de Bandurria. Corresponde a una densa ocupación doméstica de hasta 5 metros de profundidad que contiene estructuras residenciales y restos de alimentos y actividades diarias que se han acumulado a través del tiempo. La irrigación Santa Rosa destruyó 2/3 partes de esta zona.
Sector de arquitectura monumental
A simple vista, el área monumental de Bandurria (Sector II) aparentaba una conformación natural compuesta de colinas pedregosas de poca altura. Sin embargo, una revisión minuciosa de la superficie y entorno de estas mismas elevaciones hicieron ver su carácter y conformación artificial, donde destacan al menos 4 montículos mayores, a los cuales se le asocian a su vez otros montículos de menor tamaño. Los montículos principales presentan un relieve bastante pronunciado, con alturas promedio de 10 a 15 metros. Los lados de varios de estos montículos son bastante regulares, denotando la presencia de estructuras subyacentes. La pendiente de varios de estos montículos presentan, en la mayoría de los casos, una gradiente regular y constante, alternándose en algunos casos con rupturas a manera de terrazas y plataformas proyectadas. Por ello, es probable que varios lados de estos montículos presenten los frontis escalonados, y que estas proyecciones constituyan plataformas adosadas a los montículos. Adicionalmente a los montículos señalados, existen diversos afloramientos de cenizales y conchales ubicados en los espacios planos y abiertos que se encuentran alrededor de ellos, asociados con pequeños alineamientos de piedras que deben corresponder a muros también aflorantes, lo cual indicaría la conexión de áreas de vivienda (quizás residencias de élite), con las pirámides y demás edificios del área monumental.
Estado de conservación y situación actual del sitio arqueológico Bandurria
Lamentablemente Bandurria ha sido objeto de una destrucción sistemática que se inició con la inundación de la irrigación en 1973. Desde que se visitó en 2002 por primera vez el sitio arqueológico se observó que se encontraba invadido y en un proceso de destrucción por pobladores agrupados en la autodenominada Cooperativa Artesanal “José Olaya” quienes han ocupado el lado sur del sitio con viviendas precarias y corrales. Estos pobladores se encuentran dedicados a la extracción del junco, la totora y el carrizo. A raíz de una denuncia presentada al Instituto Nacional de Cultura, el 29 de octubre del 2002, se emite la Resolución Directoral Nacional No.1030 que declara Patrimonio Cultural de la Nación a la Zona Arqueológica Monumental de Bandurria. Posteriormente, se coordinó con la Dirección General del Patrimonio Arqueológico del Instituto Nacional de Cultura, la delimitación del sitio arqueológico. De otro lado también el gobierno regional se ha pronunciado respecto a la zona arqueológica declarando de interés regional los trabajos arqueológicos que se vienen dando en la zona arqueológica monumental de Bandurria por el acuerdo de Consejo Regional No. 027-2005-CR/GRL. Gracias al apoyo de diversas empresas e instituciones de Huacho, se ha cercado la zona arqueológica y se han construidos dos letreros, uno al lado de la carretera Panamericana Norte y el otro (letrero oficial del INC) al inicio de la zona arqueológica. Que con la permanencia y colaboración de alumnos de la Facultad de Administración y Turismo de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión de Huacho permiten mejorar el cuidado del patrimonio arqueológico. Frente a una larga playa de arena junto al océano pacífico, sobre un terreno elevado (20 metros sobre el nivel del mar), están las pirámides de Bandurria. Construidas hace cerca de 5,000 años hoy las clasificamos dentro del área geográfico – cultural llamado “costa nor-central”, en el departamento de Lima, provincia de Huaura, distrito de Huacho. Sus coordenadas UTM (PSAD 56) son: 8’762,625 N / 217,829 E.
Descripción
El sitio arqueológico de Bandurria debe su nombre al estar ubicado en la Pampa de la Bandurria, que es una pequeña ave típica de la zona (Theristicus Branicknii) que antaño abundaba en los alrededores pero hoy por la presencia humana ha migrado. A grandes rasgos los arqueólogos, estudiosos de este sitio, lo han dividido en 2 grandes áreas: El Sector Doméstico o Sector 1 y el Sector Monumental o Sector 2. (Chu Barrera 2008). El Sector Doméstico se ubica en el extremo sur, tiene una extensión aproximada de 11 hectáreas y fue nombrado así porque la mayor parte de las evidencias encontradas corresponden a actividades cotidianas, domésticas, como la preparación de alimentos y construcciones usadas para habitación. Este sector fue destruido en sus 2/3 partes en 1973 por las aguas de rebose de la irrigación Santa Rosa, que buscando un cause de salida al mar arrasó con las evidencias arqueológicas. Actualmente este sector está ocupado parcialmente por varias casas de familias dedicadas a la explotación del carrizo, el junco y la totora.
El Montículo 1
Es el más importante y el más estudiado de Bandurria. Es una estructura sólida formada por la superposición de plataformas (pirámide escalonada) que alcanza los 10 metros de altura. Tiene 60 metros de ancho en el frontis por 30 metros de profundidad y al centro una amplia escalera que conduce hasta la cima. Delante, una plaza circular (de 15 metros de diámetro) ha sido construida inscrita en una plataforma adosada al frontis, dando la impresión de ser una plaza hundida. (Chu Barrera 2008). Este conjunto de elementos arquitectónicos: pirámide escalonada, escalera central y plaza circular hundida, son característicos de los edificios públicos del período Precerámico Tardío (3,000 a 1,800 años a.C.), en la costa nor-central del Perú (también llamada coloquialmente como «norte chico»), lo que nos habla que la sociedad de ese tiempo compartía muchas costumbres religiosas y formas de organización política con sus vecinos de la costa, como Caral, Lurinhuasi, Miraya, Vichama, Áspero y otros lejanos como La Galgada, en la sierra. Bandurria, Huacho Modelo arquitectónico del Precerámico Tardío de la costa nor-central peruana: Pirámide escalonada con escalera central y plaza circular .
Sociedad
Los grupos humanos, desde el principio, han formado sociedades y se han asentado y prosperado en diversos nichos ecológicos, adaptándose a nuevos medios ambientes y transformándolos (o intentando hacerlo) a sus necesidades. Parte de la historia de la humanidad es un «tira y afloja» con la naturaleza, la que de vez en cuando nos hace notar quién es quien manda realmente.
Antecedentes
En los tiempos modernos, el sitio de Bandurria ha sido intervenido de diferentes maneras, rescatándolo del olvido en el que estaba y trayéndolo a la memoria presente. En 1911 se construye el tren que unirá las ciudades de Ancón y Huacho. Según lo planificado, el trazo de la vía férrea seguirá la línea costera. Y efectivamente así fue, por lo que al pasar por Bandurria afectó parte del área monumental, pues se le uso como cantera para la obtención de material para rellenar el talud donde se apoyaba la vía. Esta línea del tren cae en desuso con la construcción de la Carretera Panamericana. Finalmente hacia 1964 son levantados los últimos rieles y durmientes de esta vía.
Bandurria, Huacho
Paisaje Actual, la costa desértica peruana, en primer plano, la albufera, formada en 1973 por las aguas de la irrigación Santa Rosa. A principios de la década de 1950 se construye la irrigación Santa Rosa que permitirá el cultivo en la Pampa de Huancayo y zonas aledañas. Sin embargo, dicha irrigación no contempló el diseño de un cause de desfogue de las aguas de la irrigación. Es así, que, en 1973, cuando son irrigados los cultivos, el agua sobrante buscó un cause natural hacia el mar, desfogando por el lugar donde está el sitio arqueológico de Bandurria. El agua llega como un «huayco» (aluvión) arrasando gran parte del sector doméstico, poniendo en superficie abundante material arqueológico. Esto fue descubierto por el ingeniero Domingo Torero, quien denuncia el hecho ante las autoridades del Instituto Nacional de Cultura del Perú, y organiza junto a muchas otras personas un nutrido grupo dedicado a la defensa y preservación del patrimonio arqueológico de este sitio. Así, en 1977, la arqueóloga Dra. Rosa Fung excava en el Sector Doméstico y define al sitio como una aldea compuesta de pequeñas estructuras de piedra. En ese momento aún no se habían percatado que 300 metros más al norte, completamente enterrado bajo la arena yacía el Sector Monumental. En 1977, la Dra. Mercedes Cárdenas visita el lugar como parte del Proyecto de Reconocimiento y Catastro del Valle de Huaura, dándole el número 220, publicando posteriormente dicho catastro (Cárdenas 1977-78). Toma contacto con los defensores de Bandurrias y los apoya decididamente hasta el año 2005.
Subsistencia (Economía)
Para su alimentación diaria, los habitantes de Bandurria usaron como principal fuente de proteínas a los peces y Mariscos. Predominan la anchoveta (Engraulis ringens) y la sardina (Sardinops sagax) que se desplazan en cardúmenes cerca de la playa y pueden ser pescados con redes. Otras especies de peces, reportadas para Bandurria son la lorna (Sciaena deliciosa), el jurel (Trachurus murphyi), la corvina (Cilus gilberti), la cojinova (Seriolella violacea), el coco (Paralochuru peruanus), el bagre (Galeichthys peruvianus), y el tollo (Mustelus sp.), mismas que fueron pescadas usando cordel y anzuelo tallado de la caparazón del «choro azul» (Choromytilus chorus). (Chu Barrera 2008). También recolectaron moluscos marinos, como la macha (Mesodesma donacium), almeja (Mulinia adulis) y choro azul (Choromytilus chorus), que se encuentran en grandes cantidades. (Chu Barrera 2008).
Bandurria, Huacho
Escalera central, en perfecta alineación con la escalera de acceso a la plaza circular. El recurso vegetal también está presente. Se reporta la existencia de especies cultivadas como el ají (Capsicum sp), el algodón (Gossypium barbadense), la calabaza (Cucúrbita sp.), frutas como la lúcuma (Lucuma bifera), el Mate (Lagenaria Siceraria) y el pacae (Inga Feulliei). Se indica a la fruta del Guayabo, la Guayaba, como el resto vegetal más abundante, sin embargo se desconoce si este fue recolectado o cultivado. (Chu Barrera 2008). La presencia de restos de conchas de mullu (Spondylus sp.), molusco de aguas calientes, principalmente Guayaquil en el Ecuador, y la obsidiana (proveniente de canteras en la sierra, en Ayacucho) evidencian la existencia de redes de intercambio de productos exóticos de tierras lejanas. El mullu fue durante toda la historia prehispánica del Perú, muy importante por su uso religioso, y la obsidiana para la fabricación de cuchillos.
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