El tracto digestivo es un tubo donde se llevan a cabo los procesos de digestión y absorción de los alimentos. Es un tubo largo, con orificio de entrada y orificio de salida. Recubierto por células epiteliales, así como también encontramos células ciliadas y fibras musculares cuya función es la de favorecer el tránsito del alimento por el tubo digestivo. También encontramos células mucosas las cuales desempeñan una función de lubricar y proteger las paredes del tubo digestivo. El sistema nervioso junto al sistema endocrino se encargarán de regular la digestión.
Evolución del tracto digestivo
Muchos animales carecen como tal de tubo digestivo. Así por ejemplo los protozoos fagocitan el alimento digeriendolo en los lisosomas. Las esponjas poseen una gastrodermis recubierta por un tapiz unicelular de coanocitos. Tampoco este se puede considerar como tal un tubo digestivo, ya que los coanocitos se encargan de captar el alimento por fagocitosis y posterior digestión. Los celentereos y platelmintos tienen cavidades y tractos digestivos con una única abertura. El alimento se transporta mediante cilios y la digestión es intracelular. A medida que aumenta la complejidad de los animales va desplazandose la digestion intracelular por la digestion extracelular. En algunos metazoos, no presentan un tubo digestivo específico. En el resto de animales encontramos como norma general un tubo digestivo con dos aberturas, uno de entrada y otro de salida, con un epitelio de revestimiento en el que se distinguen células secretoras y absorbentes. En artrópodos y vertebrados el sistema nervioso controla el proceso digestivo y el alimento progresa gracias a la fibras musculares asociadas al tubo digestivo. En otros casos el alimento se mueve por la acción de cilios. En el tubo digestivo de la mayoría de los invertebrados se diferencia una porción anterior en la que se localizan los órganos masticadores. La digestión tiene lugar en el intestino medio o anterior, realizandose la absorción de los nutrientes en el intestino posterior. En los vertebrados también se puede diferenciar un tubo digestivo anterior y otro posterior.
Tubo digestivo de los vertebrados
Estructura general del tracto digestivo En el tubo digestivo anterior de los vertebrados diferenciamos: boca, faringe, esófago y estómago. El tubo digestivo posterior está formado por el intestino delgado, intestino grueso y ano. La digestión se realiza en el tubo digestivo anterior mientras que la absorción de nutrientes se realiza en el epitelio que tapiza el interior del tubo digestivo posterior. El tubo digestivo no es recto al igual que liso, presenta gran cantidad de pliegues aumentando de esta forma la superficie de absorción. Los pliegues del tubo digestivo se encuentran también en la region anterior siendo estos menos acusados. A lo largo de todo el tracto digestivo se observan varias glándulas formadas por la invaginación del propio tubo digestivo.
El epitelio del tracto digestivo
El epitelio de la boca y el ano va a ser una continuación del tegumento, por tanto su origen es ectodérmico. Sin embargo, en el resto de tubo digestivo el origen del epitelio es endodérmico. Existen además otros componentes del tubo digestivo de origen mesodérmico.
Estructura del epitelio digestivo
En un corte transversal del tubo digestivo se diferencian cuatro capas llamadas desde el interior: mucosa, submucosa, musculatura externa y serosa o adventicia.
Mucosa: puede variar considerablemente a lo largo del tubo digestivo. Dentro de la mucosa se distinguen tres capas: Tejido epitelial, capa en contacto con la luz del tubo digestivo. Las características varían según la zona del tubo que estudiemos. Por debajo del epitelio se situa la lamina basal. En la boca y ano el epitelio es pluriestratificado, plano y en algunos animales queratinizado. En otras zonas el epitelio pasa a ser monoestratificado lo que favorece la absorción de sustancias. Lámina propia; capa de tejido conjuntivo reticular, con vasos sanguineos y linfáticos. Presenta células libres: linfocitos, macrófagos. Capa muscular interna, fina capa de musculatura lisa.
Submucosa: capa de tejido conjuntivo más denso que la lámina propia. Presenta vasos de gran calibre y gran cantidad de células errantes de igual manera que fibras de colágeno y elásticas. En la parte más externa existe un plexo nervioso formado por una red de nervios y pequeños ganglios denominado plexo de Meissner.
Capa muscular externa: formada por dos capas de musculatura lisa con diferente disposición. En la zona más próxima a la luz del tubo se encuentra una capa de musculatura en disposición circular. La musculatura de la segunda capa está en disposición longitudinal. Entre estas dos capas musculares se encuentra el plexo de Auerbach o mesentérico que presenta ganglios de mayor calibre que el plexo de la submucosa.
Capa serosa o adventicia: última capa que forma el epitelio digestivo. La capa adventicia se observa hasta el nivel del esófago o en el recto, es una capa de tejido conjuntivo lazo. La serosa se encuentra a nivel del estómago e intestino. A este nivel el tubo digestivo se dispone flotando en el centro de la cavidad celomática. La capa serosa tiene un origen mesodérmico y monoestratificado. Pueden encontrarse igualmente células adiposas en esta capa.
La cavidad bucal
En la cavidad bucal se observa un epitelio plano pluriestratificado y en algunos casos queratinizado. En la boca encontramos la lengua y los dientes. La lengua está constituida por tejido muscular estriado recubierto por tejido epitelial. El músculo estriado se dispone en haces que pueden presentar diferente orientación con el fin de aumentar la resistencia. Entre el epitelio y el tejido muscular hay una fina capa de tejido conjuntivo. En la lengua hay una gran cantidad de receptores sensoriales y terminaciones nerviosas que permiten captar el sabor, temperatura o presión. También se encuentran las papilas gustativas.
Faringe
La faringe es un tubo que se encuentra ubicado en el cuello, inmediatamente después de la boca, y se une al aparato respiratorio y digestivo a través de la laringe. Tiene una doble función, una de ellas es respiratoria y la otra es digestivas. Este tubo es una comunicación entre la parte digestiva y respiratoria con el medio externo, en el caso del sistema respiratorio.
La cavidad faríngea se encuentra después de la boca y antes de la laringe, y rige su funcionamiento de acuerdo al sistema que se utiliza: digestivo o respiratorio, y se comunica con la laringe a través de la orofaringe o a través de la nasofaringe. Por la comunicación que existe entre ambos sistemas, el respiratorio y el digestivo, a través de la faringe, la misma es utilizada tanto por los alimentos como por el aire, quedando ambas cavidades separadas por una estructura denominada epiglotis.
Funciones
La faringe tiene funciones en el aparato fonador, y en la deglución, forma parte de las vías altas, tanto respiratorias como digestivas; de igual modo interviene en la deglución y tiene funciones auditivas. La faringe tiene músculos que facilitan las diversas funciones al tragar los alimentos.
Ubicación
La cavidad o tubo se encuentra ubicado en el cuello, entre la boca y la laringe, e interviene en dos sistemas, el respiratorio y el digestivo. Por la parte superior conecta con la orofaringe, y la rinofaringe un poco más arriba, y por la parte inferior se comunica por la estructura llamada laringofaringe. Ambas cavidades quedan separadas por un pequeño órgano muscular llamado epiglotis.
Partes
La parte superior de la faringe se le llama cavum y es el lugar en donde pueden encontrarse estructuras como las amígdalas y los adenoides, por la parte inferior se encuentra limitada por el paladar y por la parte superior está limitada por estructuras llamadas coanas.
Funcionamiento
La faringe tiene tanto funciones digestivas como funciones respiratorias, y en algunos casos hasta auditivas. Las funciones que se pueden distinguir son:
Existen otras funciones menores, pero no menos importantes que pueden mencionarse y que intervienen en los mecanismos olfativos, la salivación o digestión bucal, la masticación de los alimentos, protección el sentido del gusto y resonancia de la voz, todos estos mecanismos están relacionados con la fonación, la respiración y funciones del sistema digestivo, y algunos órganos sensoriales.
La faringe es una cavidad o tubo hueco, de coloración rosa a rojo, ubicada en la parte media del cuello, entre la boca y la parte superior de la laringe.
En la faringe se pueden presentar ciertas enfermedades o afectaciones, entre las que podemos mencionar:
Una pequeña estructura ubicada también en el cuello, y que forma parte de la faringe, llamada epiglotis, impide que el aire o los alimentos tomen el camino equivocado. No es común que el aire circule por la faringe, pero por la comunicación nasofaríngea es muy posible que ocurra, sin embargo, la deglución, que forma parte de las funciones digestivas, es más adaptada.
El órgano hueco es una cavidad que también conduce alimentos, a través de ella, luego de la masticación y proceso de deglución. La intervención en otros procesos fonoauditivos son también funciones muy importantes.
La faringe comunica la boca con el esófago así como con el aparato respiratorio. Por esta razón, en esta zona del tubo digestivo se observa una variación progresiva en la conformación del epitelio. En la región donde se comunica con el sistema respiratorio el epitelio es pseudoestratificado y las células de la capa apical son ciliadas. en el resto de la faringe el epitelio es pluriestratificado, plano y no queratinizado. Por debajo del epitelio hay una lámina propia de tejido conjuntivo muy denso y vascularizado. Se observan nódulos linfáticos en los que tiene lugar una proliferacion de células de defensa. Estos nódulos pueden estar aislados o agrupados como en el caso de las amigdalas.
Esofago
La parte superior del esófago tiene una puerta, o expresado más anatómicamente, un esfínter, que consiste en un conjunto de músculos conocido como el esfínter faríngeo inferior. Trabajando en sincronización con la lengua y los músculos en la parte posterior de la faringe, este esfínter se abre para permitir que el alimento, el aire y el líquido entren en el esófago, y luego se cierra para evitar la aspiración no deseada. Por supuesto, esto es sólo parte de lo que llamamos ‘tragar’.
Una vez pasado este puerta, los alimentos y los líquidos comienzan a bajar por el esófago, por el área que identificamos como la garganta. Los alimentos por lo general descienden con la ayuda de la gravedad, pero las contracciones rítmicas de los músculos que recubren la pared del esófago hacen la mayor parte del trabajo. Este movimiento, conocido como peristalsis, empuja el material hacia abajo así como los intestinos mueven el material desde el estómago hasta el ano.
También cerca de la parte superior del esófago existe un enlace con la tráquea, custodiado por la epiglotis, un colgajo de músculo y tejido que se abre y se cierra para permitir que el aire pase a la laringe y a la tráquea. Es fácil comprender que el tiempo del movimiento muscular – esfínter faríngeo, la epiglotis, los músculos del esófago – es importante. Todo el mundo ha tenido la experiencia de una ingestión incorrecta, o «mal tragado» (envío de alimentos por la tráquea), dolor de garganta, dificultad para tragar y quizás atragantarse con un trozo de comida.
Una vez pasada la epiglotis, el esófago es sobre todo una caída recta hacia el estómago. En esta zona torácica, desde el punto de vista quirúrgico, hay sólo dos puntos de interés. Una es el área donde el esófago atraviesa la zona cerca del corazón, específicamente el arco aórtico. El otro está en el agujero donde el esófago atraviesa el diafragma, la membrana que separa la región torácica de la abdominal. Estos puntos de cruce pueden complicar la cirugía.
Existe otro esfínter, donde el esófago penetra en el estómago, llamado unión gastroesofágica. Aquí el esfínter se abre para permitir que el alimento entre en el estómago y se cierra para evitar que los fluidos estomacales (biliares, ácidos gástricos) entren en el esófago. Desafortunadamente, este es uno de los puntos débiles del sistema digestivo. La vejez, comer en exceso, la obesidad y un número de enfermedades pueden causar que la unión gastroesofágica funcione mal, permitiendo que los fluidos del estómago pasen al esófago. Cuando esto sucede de vez en cuando, lo llamamos acidez, sensación de ardor o reflujo ácido y tal vez tomamos un antiácido. Cuando esto ocurre a menudo (constituyendo una afección crónica), se convierte en la enfermedad por reflujo gastroesofágico, o GERD.
Una enfermedad común del esófago, al menos en el mundo desarrollado, se inicia con el GERD. Si no se trata, el lavado constante por parte del ácido estomacal daña el tejido del revestimiento del esófago. A medida que el daño progresa, se produce una enfermedad conocida como esófago de Barrett y las células del esófago comienzan a mutar en las células del estómago. Aunque la bioquímica exacta se desconoce, este proceso hace que el área inferior (abdominal) del esófago sea propensa al adenocarcinoma, un tipo de cáncer que se extiende rápidamente de forma cada vez más frecuente.
El esófago no se encuentra en todos los animales vertebrados. Donde se encuentra, supone una continuación entre la faringe y el estómago. En el esofago no se realiza actividad alguna relacionada con la digestión y absorción. El esófago puede dilatarse para permitir el paso del alimento. Esta capacidad de dilatación está relacionada con la existencia de pliegues longitudinales. El epitelio del esófago es pluriestratificado, plano y en ocasiones queratinizado. La capa muscular interna puede ser estriado. En el esófago de las aves se puede observar una dilatación llamada buche.
Estomago
El estómago es un órgano hueco y musculoso del aparato digestivo que tritura los alimentos ingeridos con ayuda de los jugos gástricos. El quimo resultante llega al intestino delgado para continuar con la digestión.
El tiempo que tarda el alimento ingerido en llegar desde el estómago al intestino delgado depende de varios factores: de la naturaleza (líquida o sólida) o composición (grasas, carbohidratos, proteínas) de la alimentación, y también de las señales corporales emitidas por las hormonas o de lo lleno que esté. Si el estómago está vacío, el agua puede tardar en pasar el estómago de 10 a 20 minutos. Sin embargo, las partículas de alimentos sólidas no pasan al intestino delgado hasta que ya han sido suficientemente trituradas. Para que esto ocurra, las partículas deben ser inferiores a 2 milímetros, aunque por norma general son incluso menores a 0,25 milímetros. Por lo general, los alimentos sólidos permanecen entre una y seis horas en el estómago. El estómago es, por lo tanto, un intermediario en la alimentación.
El estómago ejerce otra función más: gracias a los jugos gástricos edifica una primera barrera contra las bacterias y lo protege de enfermedades. La mayor parte de las bacterias absorbidas no sobreviven su paso por el estómago.
Cuando está vacío, el estómago humano mide unos 20 centímetros de largo y tiene una capacidad media de 1,2 a 1,6 litros. Sin embargo, la forma, el tamaño y la ubicación del estómago dependen de factores como la edad, de si está lleno o no y de la posición corporal.
El término “estómago” proviene del griego stomachus, derivado de boca. La denominación médica del estómago es ventrículo o gastro. Las patologías más comunes en el estómago son la úlcera gástrica(ulcus ventriculi) y la gastritis.
El estómago es una bolsa musculosa y curva que se encuentra entre el esófago y el duodeno, situado en la parte superior izquierda del abdomen debajo del diafragma.
La parte del estómago curvada hacia fuera recibe el nombre de curvatura mayor y está dirigida hacia abajo y a la izquierda. La parte del estómago curvada hacia dentro, en la parte opuesta del estómago, está dirigida hacia arriba y a la derecha y se denomina curvatura menor.
La entrada del estómago se forma a partir del ensanchamiento de aproximadamente uno a dos centímetros de la boca del estómago (cardias) superior. Sobre la entrada del estómago se encuentra el fondo gástrico en forma de saco ciego. El fondo gástrico, cuando el cuerpo está erguido, contiene una gran burbuja que en una radiografía se presenta como una “bolsa estomacal”. Se forma por una acumulación de aire.
Cuando el alimento ya ha pasado la boca del estómago, entra en el cuerpo del estómago, que es la parte principal del mismo y se prolonga hasta el píloro, que forma el acceso al duodeno. El píloro se divide en las siguientes partes:
En el cuerpo del estómago tienen lugar contracciones musculares ondulatorias (movimientos peristálticos) que remueven el alimento y lo transportan finalmente hacia el píloro. Los fuertes movimientos de la pared muscular del estómago ayudan a desmenuzar el alimento. Además, el contenido del estómago se está mezclando continuamente con los jugos gástricos, que son muy ácidos. Mediante las enzimas digestivas y la acidez de los jugos gástricos los alimentos medio digeridos se convierten en un líquido cremoso llamado quimo. Este líquido va pasando de forma intermitente al duodeno a través del píloro, por lo que los alimentos que se consumen en una comida permanecen mucho tiempo en el estómago.
La mucosa gástrica protege al estómago ante una digestión producida por los jugos gástricos ácidos en la que las células superficiales de la mucosa producirían una capa mucosa (hasta de 0,5 milímetros de grosor) que dejaría el estómago completamente desprotegido.
Además, estas células segregan bicarbonato (hidrogenocarbonato) que sirve asimismo de protector estomacal. Así, el bicarbonato se acumula en la capa mucosa y debilita ostensiblemente la acidez de los jugos gástricos.
Los jugos gástricos son un líquido acuoso que contiene principalmente:
La formación de los jugos gástricos está controlada por señales del sistema nervioso mediante mensajeros químicos corporales (hormonas como la gastrina) y factores locales como determinados alimentos (por ejemplo, el café). La producción de los jugos gástricos está controlada también por el estado del estómago, si está lleno o no. Cuando los alimentos llegan al estómago se producen grandes cantidades de jugos gástricos. Cada día, la mucosa gástrica fabrica de 2 a 3 litros de jugos gástricos.
Los componentes de los jugos gástricos los producen las glándulas gástricas que se encuentran en pequeñas cavidades de la mucosa gástrica. Las glándulas gástricas son alargadas y se componen de varios tipos de células: células superficiales, células principales y células parietales.
Además de las células mucosas, las células superficiales también segregan una mucosa protectora.
En las células principales se encuentran los pepsinógenos. Son precursores inactivos de la enzima proteolítica pepsina que se emplea para la digestión de las proteínas.
Los pepsinógenos se activan en cuanto entran en contacto con los ácidos gástricos y se transforman en su forma activa, la pepsina. De este modo se evita la destrucción de las glándulas gástricas.
Las glándulas parietales (u oxínticas) producen los jugos gástricos (ácido clorhídrico) y una proteína especial, el llamado factor intrínseco. El factor intrínseco se une en el estómago con la vitamina B12 y de este modo lo protege de una digestión en la parte superior del intestino delgado. Así llega indemne a la parte inferior del intestino delgado, pasa por la pared intestinal y se transporta fuera para su posterior aprovechamiento con la sangre.
.Glándulas gástricas
Sección transversal de dúas glándulas gástricas ou fúndicas que desembocan nunha foveola ou fosiña gástrica.
Nas distintas zonas da glándula atopamos diferentes tipos celulares que producen moco, ácido clorhídrico, encimas dixestivos e hormonas. As células produtoras de hormonas (serotonina, gastrina; tamén histamina) están espalladas por calquera parte da glándula. O final da foveola gástrica (ou fosiña gástrica) está formado por células foveolares do tipo das células mucosas superficiais similares ás que revisten a superficie da mucosa luminal estomacal. Despois empeza a glándula gástrica, que se divide nas seguintes partes:
Por toda la superficie del epitelio se observan las glándulas gástricas en forma de invaginaciones tubulares. Las glándulas gástricas están tan juntas que el corion queda reducido a un espesor mínimo. Esta disposición hace que el epitelio parezca pluriestratificado, cuando en realidad se trata de un epitelio monoestratificado prismático. En el fundus es donde se encuentra el mayor número de glándulas gástricas, siendo además de gran tamaño. En los vertebrados inferiores las glándulas gástricas son sencillas, se encuentra un solo tipo celular encargado de elaborar el HCl así como los enzimas digestivos. Diferenciamos las células productoras de pepsinógeno, las células parietales productoras de HCl. También se encuentran mucocitos de dos tipos, unos tapizando la superfice entre las glándulas gástricas y otras situadas en la porción apical del tubo de las glándulas. Los mucocitos producen moco que lubrican y protegen al epitelio del estómago. Si hacemos un corte longitudinal a una glándula distinguimos:
Otros tipos celulares del epitelio del estómago
Dispersas entre las células del epitelio de la mucosa encontramos las glándulas unicelulares. Son glándulas de tipo endocrino, vertiendo sussecreciones a los vasos sanguineos. Las glándulas unicelulares del estómago pertenecen al sistema gastroenteropancreatico que a su vez forma parte del sistema neuroendocrinodifuso. Estas glándulas producen gastrina, somatostatina, serotonina
Intestino
En la mayor parte de animales, excepto los peces, el intestino se divide en dos regiones bien diferenciadas el intestino delgado y el intestino grueso.
Si distinguen tres regiones: el duodeno, el yeyuno y el ileon. Su función es la de absorción de nutrientes al final de la digestión. La digestión finaliza en el duodeno, que es el lugar donde vierten su contenido las diferentes glándulas digestivas. El intestino delgado posee numerosos pliegues llamados válvulas conniventes o válvulas de Kerckring. Se observan también salientes en forma de dedo en la mucosa denominados microvellosidades digitiformes. Pueden observarse también microvellosidades en la propia membrana plasmática de las células del epitelio. La combinación de todos estos pliegues da lugar a un aumento considerable de la superficie de absorción. Aparecen también unas invaginaciones tubulares conocidas como las criptas de Lieberkuhn al lado de las vellosidades. En los vertebrados inferiores no aparecen las criptas. El epitelio del intestino delgado es monoestratificado prismático. La regeneración del epitelio tiene lugar en el fondo de las criptas. Las células viejas se liberan en las puntas de las vellosidades. La mayor parte de epitelio está constituido por enterocitos. Entre estas células se encuentran células calciformes. En el fondo de las criptas se situan las células de Paneth, que tienden a concentrar zinc. Algunos autores afirman que estas células son productoras de lisozimas. El epitelio intestinal presenta una mucosa constituida por tejido epitelial, corion y capa muscular interna. La submucosa es muy rica en capilares sanguineos y linfáticos que recogen sustancias absorbidas por el epitelio. Además de vasos hay numerosas células de defensa libres, al igual que nódulos linfáticos y folículos muy evidentes denominados placas de Peyer. A nivel del duodeno se observan unas invaginaciones muy profundas que atraviesan la submucosa y la capa muscular externa, invadiendo los tejidos próximos para formar alli unas glándulas grandes, el pancreas y el higado. Son glándulas mixtas que vierten la secreción exocrina a la luz del duodeno. En el duodeno de los mamiferos aparecen también las glándulas de Brunner, son glándulas pluricelulares, ramificadas y compuestas que segregan moco, agua y diversos cationes. A nivel de la capa muscular externa existen dos plexos nerviosos vegetativos: el plexo submucoso o de Meissner situado entre la submucosa y la capa muscular externa; el plexo mesentérico o de Auerbach situadas entre las dos bandas musculares y tienen mayor tamaño. Los dos plexos están formados por varios ganglios y una red de neuronas. El plexo submucoso inerva las vellosidades, estimulando su movimiento y permitiendo el tránsito del alimento. El plexo mesentérico inerva las visceras.
Cumple las funciones de digestión, absorción, barrera y además inmunidad.
Es uno de los órganos con mayor número de recambio de células de todo el organismo, ya que toda su superficie interna se renueva cada cinco días.3
El intestino delgado absorbe los nutrientes necesarios para el cuerpo. Posee una longitud que oscila entre 3 y 5 metros, dependiendo de numerosas variables como la talla del individuo. En el cadáver, como consecuencia de la hipotonía del músculo liso, su longitud aumenta y su promedio es de 6.5 m.
Se localiza entre dos esfínteres: el pilórico, y el ileocecal, que lo comunica con el intestino grueso.
El quimo que se crea en el estómago, formado por el bolo alimenticio mezclado con el ácido clorhídrico, pepsinógeno y otras sustancias a partir de movimientos peristálticos, se mezcla a su vez con las secreciones biliar y pancreática (además de la propia duodenal) para no romper las capas del intestino delgado (ya que este tiene un pH altamente ácido) y es llevado al duodeno. El tránsito alimenticio continúa por este tubo a lo largo del cual se completa el proceso de la digestión, el quimo se transforma en quilo y se efectúa la absorción de las sustancias útiles.
El fenómeno de la digestión y de la absorción depende en gran medida del contacto del alimento con las paredes intestinales, por lo que cuanto mayor sea éste y en una superficie más amplia, tanto mejor será la digestión y absorción de los alimentos. Esto nos da una de las características morfológicas más importantes del intestino delgado que son la presencia de numerosos pliegues que amplifican la superficie de absorción como:
El duodeno se caracteriza por su relación con el estómago, es la porción principal donde llega el jugo pancreático y hepático pero el yeyuno y el íleon son más difíciles de distinguir y no hay una separación entre ambos.
En general, se pueden distinguir porque:
Topográficamente tanto el yeyuno como el íleon ocupan el espacio infracólico, aunque:
El final del intestino delgado es el íleon terminal que desemboca en el ciego por medio de la válvula ileocecal.
En la constitución de la pared intestinal, además de las capas usuales de mucosa, submucosa, muscular y serosa, destaca la presencia de acúmulos de tejido linfoide que alcanzan hasta la submucosa. Se localizan en el borde antimesentérico y su número es de 30 ó 40, y miden hasta 2, 5 cm de diámetro. Como se ha mencionado anteriormente, son más numerosos en el íleon.
Toda la longitud del intestino delgado queda unida a la pared posterior a través de la raíz del mesenterio. Esta unión del mesenterio a la pared posterior comienza a nivel de la vértebra L2, cruza el gancho del páncreas (por donde penetra la arteria mesentérica superior), cruza delante de la cava inferior, sigue externamente a los vasos ilíacos comunes y externos para terminar en la fosa ilíaca derecha, a nivel del promontorio, lateral a la articulación sacroilíaca derecha, a unos 6 cm, de la línea media del intestino.
La irrigación proviene de la arteria mesentérica superior, rama de la aorta, que camina dentro del mesenterio y de la que nacen las arterias:
El drenaje venoso es bastante similar, corriendo a cargo de la vena mesentérica superior, la principal constituyente de la vena porta, junto con la vena mesentérica inferior y la vena esplénica.
Es el encargado a través de nervios tanto aferentes como eferentes, respectivamente de la motilidad y la sensibilidad del intestino.
La mucosa intestinal está especializada en la digestión y la absorción de nutrientes y para ello tiene que aumentar su superficie que da a la luz, de tres maneras:
El epitelio intestinal de la mucosa está formado por diferentes tipos celulares que son:
La lámina propia presenta un tejido conectivo laxo, con vasos y nervios. Está invadido por una población linfocítica y por fibras musculares lisas provenientes de la capa muscular de la mucosa. Se le denomina músculo de Brucke y es el músculo motor de las vellosidades.
El conducto lacteal o quilífero central es un vaso linfático central de la vellosidad. Se encuentra en todo corte transversal de la vellosidad. El revestimiento del quilífero es discontinuo.
El glicocálix es fundamental en la finalización del proceso digestivo, en cuanto a que es el último eslabón de la degradación. De los elementos absorbidos, las grasas van al quilífero central, y las demás a la sangre.
Si hay glándulas mucosas en la submucosa., nos encontramos en un duodeno, y si no en un yeyuno íleon. El duodeno presenta estas glándulas que secretan una mucina que neutraliza el pH ácido del quimo.
En el tubo digestivo es característica la presencia de MALT, tejido linfoide asociado a mucosa. Este tejido linfoide se encuentra en el corion o lámina propia de la mucosa. Es por lo general un tejido linfoide difuso o nodular. Junto a este tejido linfoide se encuentran generalmente plasmocitos. En el íleon el tejido linfoide es especialmente notorio por su disposición en placas, denominadas placas de Peyer. El nódulo linfático produce una modificación en el epitelio de revestimiento.
Las glándulas de Brunner son las glándulas de la submucosa duodenal, que son características de él.
La cantidad de células caliciformes aumenta desde el duodeno al recto, las células absortivas disminuyen de duodeno a recto. En el estómago no hay células caliciformes, ya que el propio epitelio es mucígeno.
Las enfermedades vasculares del intestino delgado corresponden a diferentes etiologías. Por este motivo no existe un sistema de clasificación universalmente aceptado. No obstante todas estas etiologías pueden manifestarse en forma de hemorragia. La anomalía vascular observada con más frecuencia es la angiodisplasia, que se define como un complejo vascular dilatado que se localiza en la superficie del tracto gatrointestinal, estando presente en un 40% de las hemorragias de origen indeterminado
En el intestino delgado la carcinogénesis se da a una velocidad significativamente más baja que en otras zonas del tracto gastrointestinal, así, a pesar de ser la superficie más grande de este, los tumores primarios del intestino delgado representan solamente el 2% del total de los tumores gastrointestinales. Este hecho se debe a varios factores, como el transcurrir rápido de un contenido principalmente líquido y con pocas bacterias. No obstante, se han identificado hasta 40 tipos diferentes de tumores del intestino delgado, el 75% de los cuales son benignos. El diagnóstico de estos sin embargo se revela complicada pues los síntomas iniciales pueden ser confundidos con otras enfermedades.
La celiaquía o enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune producida por una intolerancia permanente al gluten, conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC) y derivados, en personas con predisposición genética. Considerada tradicionalmente como un trastorno únicamente digestivo, actualmente se sabe que es una enfermedad sistémica ya que la respuesta inmunitaria anormal causada por el gluten puede dar lugar a la producción de diferentes autoanticuerpos que pueden atacar a diversos órganos y sistemas.
Las lesiones que la enfermedad celíaca provoca en el intestino delgado no se limitan a la presencia de atrofia de las vellosidades intestinales, sino que con frecuencia consisten en cambios mínimos sin atrofia vellositaria, con inflamación leve o moderada, especialmente en los niños mayores de dos años y los adultos. Los casos que incluyen malabsorción grave y signos de malnutrición, son prácticamente excepcionales, especialmente en niños mayores de dos años y adultos. Los síntomas que pueden aparecer son muy variados, no existe un patrón común, con síntomas digestivos leves, intermitentes o incluso completamente ausentes, y todo tipo de síntomas no digestivos.
El diagnóstico es complicado, especialmente en niños mayores de dos años y adultos, por lo que actualmente aproximadamente el 83% de los casos permanece sin diagnosticar. La dieta sin gluten estricta y de por vida produce la mejoría de los síntomas y evita la aparición de las numerosas complicaciones asociadas, entre las que se incluye todo tipo de cánceres.
Es una enfermedad inflamatoria intestinal que puede afectar a todo el grosor de la pared intestinal, que es lo que se llama afectación transmural, y que puede aparecer de manera simultánea en varios segmentos del tubo o tracto digestivo.
El íleon terminal (la última porción del intestino delgado) es el lugar más frecuente de afectación (hasta un 40% – 50% del total de personas con enfermedad de Crohn), seguido por el colon.
En el intestino grueso diferenciamos: ciego, colon, recto y el ano. A su vez, el colon se divide en cuatro zonas denominadas colon ascendente, colon transverso, colon descendente y colon sigmoideo. En el intestino grueso se produce la absorción de agua. La mucosa del intestino grueso tiene mayor espesor que la del intestino delgado, carece de válvulas de Kerckring y de vellosidades. Tampoco tiene células de Paneth, pero si tiene células calciformes en gran cantidad. Las criptas son más anchas y profundas y más numerosas. Como en el intestino delgado, la regeneración del epitelio tiene lugar en el fondo de las criptas. Se localizan aquí las células del sistema endocrino que segregan serotonina, sustancia P y el peptido intestinal vasoactivo. El colon es irregular y grueso. Debido a la particular disposición de la capa muscular externa. La banda de la musculatura longitudinal está reunida en tres haces longitudinales gruesos y pegados al corion. Estos tres ejes se denominan tenias del colon. La submucosa está poco desarrollada. En el ciego pueden existir uno o mas apéndices. A este nivel la mucosa está llena de nódulos linfáticos que le confieren un aspecto característico.
Tras unas dos horas desde la ingesta, el quilo llega al intestino grueso donde ya no es procesado en esta última etapa de la digestión, el intestino grueso se limita a absorber los minerales, el agua y las vitaminas (K y B12) que son liberadas por las bacterias que habitan en el colon. Aquí se libera Metano en forma Gaseosa cuando convierte el almidón y sus derivados en glucosa para ser absorbida. Gran parte del metano gaseoso es absorbido en forma de cadenas de ácidos grasos o expulsados en flatulencias por el recto y ano. También compacta las heces, y almacena la materia fecal en el recto hasta que es expulsada a través del ano.
Topográficamente, el intestino grueso comienza en el ciego, en la papila ileal, que es el apéndice primitivo. El ciego es intraperitoneal, así como el apéndice vermiforme. El colon ascendente se adosa a la pared posterior y se hace secundariamente retroperitoneal. En la base del hígado, el colon cambia de dirección en el ángulo hepático y pasa a ser colon transverso, de longitud variable, unido a la pared abdominal posterior por el mesocolon transverso. Vuelve a cambiar de dirección en el ángulo esplénico y pasa a ser colon descendente. En el colon predominan las bacterias comensales que sintetizan vitamina K y ácido fólico como:
La flora del intestino grueso colabora en la conversión del almidón y sus derivados a d-glucosa, para que ésta sea absorbida. En el proceso se libera metano CH4 (en forma gaseosa), el cual se absorbe en función de las necesidades fisiológicas como cadenas de ácidos grasos.
La parte derecha del intestino grueso recibe ramas de la arteria mesentérica superior. A partir de la mitad del colon transverso, la parte izquierda recibe ramas de la arteria mesentérica inferior, 1) arteria cólica izquierda; 2) arterias sigmoideas; 3) la rama terminal es la arteria rectal superior. Las ramas de la mesentérica superior e inferior se anastomosan en el colon transverso. Las venas llevan un curso análogo al de las arterias y van a confluir en la vena mesentérica inferior, que se une a la esplénica y mesentérica superior para formar la vena porta hepática.
Presenta glándulas de Lieberkhun e invaginaciones, no tiene vellosidades ni pliegues circulares. Presenta, en la túnica serosa, evaginaciones. Una evaginación llena de tejido adiposo constituye un apéndice omental.
En el intestino grueso hay una gran cantidad de exocrinocitos caliciformes. Las poblaciones celulares epiteliales son las mismas del intestino tenue.
Neuronas estrelladas eferentes multipolares heterópodas forman parte de los ganglios intraparietales parasimpáticos.
Es doble, con un sistema intrínseco y uno extrínseco El sistema nervioso intrínseco: contiene las porciones correspondientes del Plexo Entérico, que forman parte del sistema nervioso entérico, el cual está constituido por:
El intestino grueso se puede explorar mediante:
Las malformaciones de esta porción del intestino, pueden ser:
Se detallan a continuación algunos ejemplos las citadas malformaciones:
Otro defecto de la pared abdominal es la gastrosquisis. Consiste en una hernia directa de las asas intestinales en la cavidad amniótica, en la cual las vísceras no están cubiertas por peritoneo ni por amnios, lo que puede causarles daño al estar en contacto directo con el líquido amniótico.
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