Antonio de Mendoza y Pacheco

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Antonio de Mendoza y Pacheco

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Político y administrador colonial español, I virrey de Nueva España (1535-1550) y II virrey del Perú (1551-1552), nacido en Alcalá la Real (Granada) en 1495 y muerto en la Ciudad de los Reyes (Acapulco, México) el 21 de julio de 1552. Fue el segundo hijo de Íñigo López de Mendoza, marqués de Mondéjar y segundo Conde de Tendilla, y de Francisca Pacheco. A temprana edad se incorporó a la corte de los Reyes Católicos (véase Fernando e Isabel) y fue instruido, entre otros, por el humanista Pedro Mártir de Anglería. A la muerte de su padre en 1512 heredó las encomiendas manchegas de Socuéllamos y Torre de Veguezate. En 1517 acudió a Flandes a rendir pleitesía a Carlos I y formó parte del séquito que le acompañó a España. Entre 1519 y 1521 participó en la Guerra de las Comunidades al lado de las fuerzas leales al monarca; destacó entre sus actos la toma de Huéscar (Granada). Ejerció como embajador ante la corte de Hungría. A principios de 1528 retornó a España y ocupó la presidencia de la Cámara Real. Contrajo matrimonio en Valladolid con Catalina de Vargas y Carvajal, con la que tuvo tres hijos. A instancias de la emperatriz Isabel fue nombrado virrey de Nueva España el 17 de abril de 1535, cargo que también le confería la presidencia de la Real Audiencia. Mantuvo una contienda de competencia con el capitán general Hernán Cortés, quien al final tuvo que subordinarse a su mandato. Después de tomar posesión de su cargo el 14 de noviembre, su primer acto fue enviar preso a Castilla al anterior gobernante interino, Nuño Beltrán de Guzmán, bajo la acusación de corrupción y maltrato a los naturales. Poco después, hizo abortar la conspiración de los esclavos negros en septiembre de 1537. Tras lograr la pacificación del virreinato, introdujo la imprenta (en 1539 se publicó el primer libro americano, la Breve y compendiosa Doctrina Christiana en lengua mexicana y castellana de Juan de Zumárraga). Con el fin de fomentar la educación mandó edificar los colegios de Santa Cruz de Tlatelolco, para los hijos de la nobleza, de San Juan de Letrán, para los indios y mestizos, y de La Concepción, para mujeres. También alentó la explotación de nuevas minas y formalizó la acuñación de las primeras monedas del virreinato. El 20 de noviembre de 1540 fue firmada la capitulación entre el virrey Antonio de Mendoza y el gobernador de Guatemala Pedro de Alvarado, para explorar los territorios en la llamada “Tierra de la especería”. Por muerte al año siguiente de Alvarado en la campaña del Mixtón, la expedición fue efectuada por Juan Rodríguez Cabrillo-Ferrelo. Otra expedición importante fue la que se envió a las Molucas, en el archipiélago filipino, al mando de Ruy López de Villalobos, quien tuvo que regresar por el occidente al ser atacado por los portugueses. El ejército del virrey aplastó la sublevación de los indios caxcanes y chichimecas en la región de Nueva Galicia (Guadalajara) en septiembre de 1541; poco después se fundó en el valle de Guayangareo la población de Valladolid (hoy Morelia). Durante los quince años de su mandato en Nueva España, las leyes administrativas que impartió le convirtieron en el supremo organizador del virreinato novohispano. Acató la promulgación de las Leyes Nuevas el 24 de marzo de 1543, pero al poco tiempo las suspendió hasta que la Corona decidiera acerca de la protesta en contra de las mismas por parte del Cabildo de México. A diferencia de en Perú, el virrey atendió prudentemente los reclamos de los conquistadores y encomenderos en contra de las Leyes Nuevas, lo que evitó que estallaran revueltas. Las Leyes Nuevas finalmente fueron derogadas por este virrey el 20 de octubre de 1545. En 1546 el visitador Francisco Tello de Sandoval elevó a la corona 46 cargos en su contra y, simultáneamente, fray Bartolomé de las Casas lo excomulgaba por apoyar a los encomenderos. Sin embargo, en 1548 el Consejo de Indias lo declaró libre de todos los cargos. Su formación humanista le condujo a escribir De las cosas naturales y maravillosas de Nueva España. El 26 de septiembre de 1550 el rey lo nombró virrey del Perú. Antes de partir dejó una relación de gobierno a su sucesor, Luis de Velasco. Asumió su cargo en Lima en ceremonia solemne pero sin entrar bajo palio el 12 de septiembre de 1551. Debido a su avanzada edad delegó en su hijo Francisco de Mendoza la visita de los territorios de Charcas con indicación de que debía prestarse especial atención a las condiciones de trabajo de los indios en el cerro rico de Potosí. El informe de Francisco de Mendoza, acompañado de los primeros dibujos y planos del centro minero, fueron remitidos a España y depositados presumiblemente en el Consejo de Indias hasta su pérdida. Durante su breve mandato tuvo que enfrentar el alzamiento de los conquistadores Francisco de Miranda, Alonso de Barrionuevo y Alonso de Hernández Melgarejo en el Cuzco en noviembre de 1551. También en Lima y Charcas estallaron los levantamientos liderados, respectivamente, por Pedro Alonso de Hinojosa y Sebastián de Castilla. A este virrey le correspondió expedir el primer código de procedimientos judiciales. Alentó al conquistador Juan Díez de Betanzos a que culminara su crónica Suma y Narración de los Incas. Bajo su administración se creó el Obispado de la Plata, en Chuquisaca y se recibieron las dos cédulas de 12 de mayo y de 21 de septiembre de 1551 que autorizaban la fundación de la Universidad de San Marcos en el convento de Santo Domingo de Lima. Concedió licencia a Baltazar Zárate para introducir camellos en el Perú como medio de transporte, pero la empresa fracasó. Por último, dictó una serie de normativas con el fin de reglamentar el uso de los bienes comunales de los indios, conformar una compañía de alabarderos para servir como escolta virreinal y obligar a los encomenderos a casarse.

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