Urano (mitología)

Urano (mitología)

Urano (mitología). En la mitología griega, Urano (en griego antiguo, Οὐρανός, Ouranos, que significa ‘cielo’, ‘firmamento’; latinizado, Uranus) es un titan primordial personificador del cielo. Su equivalente en la mitología romana era Caelus. En la griega, Urano era hijo y esposo de Gea, la Madre Tierra, que, según cuenta Hesíodo en la Teogonía, había concebido a Urano por sí misma. Urano y Gea fueron los padres de la primera generación de Titanes, así como los ancestros de la mayoría de los dioses griegos; sin embargo, ningún culto específico de Urano sobrevivió en la época clásica.​ El dios no aparece entre los motivos usuales de las ilustraciones de la cerámica griega antigua. Con todo, Gea, Urano y Estigia podían ser reunidos en solemnes invocaciones en la épica homérica.

En la mitología griega era personificado como hijo y esposo de Gea, la Madre Tierra. Según la teogonía de Hesiodo, fue concebido en solitario por Gea, pero otras fuentes citan a Éter. Fueron los padres de la primera generación de titanes, y ancestros de la mayoría de los dioses griegos, pero ningún culto dirigido directamente a Urano sobrevivió hasta la época clásica, y el dios no aparece entre los temas comunes de la cerámica griega antigua. Sin embargo, la Tierra, el Cielo y Estigia podían unirse en una solemne invocación en la épica homérica.

Padre a través de su esposa de los titanes y las titánides, los tres Cíclopes, los Hecatonquiros, los gigantes y la ninfa Etna (en otras fuentes nieta de la pareja e hija de Briareo). Además, de la sangre que cayó sobre Gaia cuando fue mutilado nacieron las Erinias y los gigantes. Su nombre significa “Cielo” y dio nombre al séptimo planeta del Sistema Solar. Todas sus lunas, veintisiete en total, tienen nombres de personajes de las obras de William Shakespeare (Miranda, Umbriel, Ariel, Titania, Oberón, Caliban, Sicorax Cordelia, Ofelia, Desdemona, Belinda, Julieta, Bianca, Porcia, Cresida, Rosalinda, Puck, Cupido, Perdita, Mab, Francisco, Stefano, Trínculo, Margarita, Próspero, Setebelos y Ferdinando). Posee dos símbolos astronómicos. Uno que combina los símbolos del Sol y de Marte y otro, más habitual, que utiliza la “h” del nombre de su descubridor, Herschel.

Etimología

El étimo más probable es la forma básica del protogriego (F)orsanόj, derivada a su vez del sustantivo (F)orsό (en sánscrito: varsa, «lluvia»). La raíz correspondiente en protoindoeuropeo es *ers («humedecer», «gotear»; en sánscrito: varsati, llover). Así, Urano es el «hacedor de lluvia» o «el que fertiliza». Otra etimología posible es «el que está en la posición más alta» (en sánscrito: vars-man: altura, elevación). También es posible que el nombre derive de la raíz protoindoeuropea *wel («cubrir», «rodear») o *wer («cubrir», «encerrar»). La identificación con el Váruṇa védico, dios del cielo y de las aguas, es incierta.

Genealogía

En la teogonía de Hesiodo, Urano es la descendencia de Gea, la diosa Tierra. Alcmán y Calímaco aseguraban que el padre de Urano era Éter, el dios de la luz celestial y el aire superior. Bajo la influencia de los filósofos, Cicerón, en De Natura Deorum («Sobre la Naturaleza de los Dioses»), afirma que era la descendencia de Éter y Hemera, aire y día. Según los himnos órficos, Urano era el hijo de Nix, la personificación de la noche.

Usos de ουρανός

Como elemento físico, ὁ ουρανός era el límite superior del cosmos, una suerte de sólido techo del mundo, concebido, ya como broncíneo (χάλκεος),​ ya como férreo (σιδήρεος). La mayoría de los especialistas piensa que el cielo era concebido como una bóveda,​ aunque West, comentador de la Teogonía, señala que los domos son poco frecuentes después del periodo micénico y cree que el cielo era pensado como plano y paralelo a la tierra, puesto que la forma de bóveda no permite explicar la necesidad de que Atlas tuviera que mantener una estructura semejante separada de la tierra. En la épica griega es frecuente la calificación de Urano como ἀστερόεντος (‘estrellado’).​

En los poemas homéricos, ὁ οὐρανός es, a veces, la divinidad a la que los héroes invocan, y otras veces es simplemente un nombre alternativo del Olimpo en tanto que hogar colectivo de los dioses, como ocurre al final del libro I de la Ilíada, cuando Tetis surge del mar para suplicar a Zeus:

[…] saliendo de entre las olas del mar, subió muy de mañana al gran cielo y al Olimpo, y halló al largovidente Cronión sentado aparte […]

Ilíada, I, 495 y ss

Dice esto William Sale:

Ολύμπους se usa casi siempre para ese hogar, pero οὐρανός alude a menudo al cielo natural que hay por encima de nosotros, sin alusión alguna a que los dioses vivieran allí.

Homeric Olympus and its formulae (El Olimpo homérico y las expresiones relacionadas con él).

En la Teogonía de Hesíodo, ὁ Ουρανός es una divinidad engendrada por Gea, que lo alumbra ‘con sus mismas proporciones’ (ἐγείνατο ἶσον ἑωυτῇ) y a la que luego él desposará. Este acto de alumbramiento asexuado ha sido concebido como una versión cosmogónica del principio cosmológico de la separación del cielo y la tierra a partir de una masa indiferenciada, cuyo duplicado poético es el mito de la castración de Urano.​ Urano es a la vez consorte de Gea, La unión entre ambos es motivo de frecuente aparición en mitos y rituales. A partir de esa unión, nace un conjunto heterogéneo de divinidades: la primera generación de Titanes, los Cíclopes y los Hecatónquiros.

En el siglo VI, cuando existía una distinción entre Afrodita Urania (‘celestial’) y Afrodita Pandemos (‘de toda la gente’), οὐρανός significaba simplemente la esfera celeste.

Mitos

Mitología griega

Estos antiguos mitos de orígenes distantes no se expresaban en el culto de los helenos. La función de Urano era la del dios vencido de un tiempo antiguo, antes de que empezara el tiempo real. Pocas veces fue considerado antropomórfico, aparte de sus genitales en el mito de castración. Él era simplemente el cielo. concevido por los antiguos como una cúpula global o techo de bronce, mantenido en su sitio por el titán Atlas. En la expresión formularia de los poemas Homéricos, urano es a veces es el hogar alternativo al Olimpo para los dioses; un momento obvio sería en la Iliada 1.495, cuando Tetis surge del mar para suplicar a Zeus: «y temprano en la mañana ascendió para saludar a urano-y-olimpo y encontró al hijo de Crono…»

William Sale señala «…’Olimpo’ se usa casi siempre [como hogar de los dioses olímpicos], pero urano se refiere al cielo natural por encima de nosotros sin sugerir que los dioses, en su conjunto, viven allí». Sale concluyó que el hogar primitivo de los dioses era el actual Monte Olimpo, al que la tradición épica en la época de Homero transportó al cielo, urano. Para el siglo VI, cuando una «Afrodita celestial» (Urania) se distinguía de la «Afrodita común de la gente», urano significaba meramente la esfera celeste en sí misma.

Castración de Urano

En la Teogonía, Hesíodo narra que Urano retenía a sus hijos en el seno de su madre cuando estaban a punto de nacer. Gea urdió un plan para vengar el ultraje: talló una hoz de pedernal y pidió ayuda a sus hijos. Solo Crono, el menor de ellos, estuvo dispuesto a cumplir con su obligación, emboscó a su padre cuando yacía con su madre, lo castró con la hoz y arrojó los genitales tras él. Al salpicar la sangre, Gea la recogió, y de ella surgieron los Gigantes, las Erinias y las Melias. Los genitales de Urano produjeron una espuma de la que nació Afrodita Urania. Urano vaticinó que los titanes tendrían un castigo justo por su crimen, anticipando la victoria de Zeus sobre Crono.

La Biblioteca mitológica recoge una versión diferente, en la cual Urano arroja a sus primeros hijos (los Hecatónquiros y los Cíclopes) al Tártaro, y Gea, irritada, persuade al resto de sus hijos (los Titanes) para que ataquen a su padre con la hoz. Derrotado Urano, los Titanes rescatan a los arrojados en el Tártaro para que aseguren el dominio de Crono.​

El nacimiento de Zeus

Según la Teogonía y la Biblioteca, Gea y Urano habían vaticinado que Cronos sería derrocado por uno de sus propios hijos, y así el titán intentó evitar su destino devorando a su descendencia. Ambos ayudaron a Rea a salvar mediante un engaño a Zeus, y éste posteriormente liberó a sus hermanos y logró derrocar a su padre.

Consortes y descendencia

Con Gea tuvo Urano a todos sus hijos excepto las que nacieron al arrojar al mar (Talasa) Crono los genitales que le había extirpado: en algunas tradiciones, Afrodita Urania; en otras, las Erinias.

  • Cíclopes
    • Arges
    • Brontes
    • Estéropes
  • Hecatónquiros
    • Briareo
    • Coto
    • Giges
  • Titanes
    • Ceo
    • Crío
    • Crono
    • Hiperión
    • Jápeto
    • Océano
  • Titánides
    • Febe
    • Mnemósine
    • Rea
    • Tea
    • Temis
    • Tetis
  • Erinias
    • Alecto
    • Megera
    • Tisífone
  • Gigantes
  • Melias

Mitología hurrita

El mito de la creación hurrita es similar al griego. En la religión hurrita, Anu es el dios del cielo. Su hijo Kumarbi le cortó los genitales y vomitó tres divinidades, a una de las cuales, Teshub, desposaría después.

En la mitología sumeria, y luego en la asiria y en la babilónica, Anu es el dios del cielo y representa la ley y el orden.

Es posible que Urano fuese, en un principio, una divinidad indoeuropea, identificable con el Váruṇa védico, el supremo guardador del orden que luego se convirtió en el dios de los océanos y de los ríos, tal como sugirió Georges Dumézil siguiendo la obra de Émile Durkheim Las formas elementales de la vida religiosa (Les formes elementaires du vie religieuse, 1912).

Otra posibilidad es que el dios supremo iraní Ahura Mazda sea un desarrollo del indoiraní *Vouruna*Mitra. Esta divinidad tiene las mismas cualidades de Mitra, la divinidad de la lluvia.

Interpretaciones

Estos mitos antiguos de orígenes remotos no tenían reflejo en los cultos de los helenos.​ La función de Urano es la de dios derrotado de una época pasada, antes de que el tiempo real empezase. Tras su castración, el Cielo no volvió a acudir a cubrir la Tierra por la noche, sino que ocupó su lugar, y «los padres originales llegaron a su fin».

Urano y Váruṇa

Georges Dumézil hizo una cauta defensa de la identificación de Urano con el Váruṇa védico del nivel cultural indoeuropeo más primitivo. La identificación de Dumézil de elementos míticos compartidos por las dos deidades se basaba en gran medida en interpretaciones lingüísticas, pero no proponía un origen común, como entendieron Robert Graves y otros. La identificación del nombre Ouranos con el hindú Varuna, basada en parte en una raíz protoindoeuropea propuesta: *-ŭer, con el significado de ‘atar’ (Varuna ata a los malvados, Urano ata a los Cíclopes) es ampliamente rechazada por quienes encuentran más probable la etimología del protogriego *worsanos, de la raíz protoindoeuropea *wers, ‘humedecer’, ‘gotear’ (referido a la lluvia).

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