Tragedia

Tragedia

Tragedia. Del latín tragoedĭa, el término tragedia está asociado a un género literario y artístico del mismo nombre. Se trata del tipo de obra dramática con acciones fatales que generan espanto y compasión. La tragedia es una forma literaria teatral o género dramático de lenguaje solemne cuyos personajes protagónicos son ilustres y se ven enfrentados de manera misteriosa, invencible e inevitable, a causa de un error fatal o condición de carácter (la llamada hamartia) contra un destino fatal (fatum, hado o sino) o los dioses, generando un conflicto cuyo final es irremediablemente triste: la destrucción del héroe protagonista, quien muere o enloquece.

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Los personajes de una tragedia se enfrentan de forma inevitable contra los dioses o contra distintas situaciones de la vida, en hechos que los llevan hacia la fatalidad. El personaje principal de la tragedia suele terminar muertoo destruido moralmente. Sin embargo, existen las llamadas tragedias de sublimación, donde el personaje consigue convertirse en un héroe al desafiar todas las adversidades.

Hay que subrayar además que la tragedia literaria surgió en Grecia a partir de las obras realizadas por autores de la talla de Fornico o Tesis. No obstante, también contribuyeron al desarrollo y consolidación de la misma escritores de gran fama y relevancia en la historia como, por ejemplo, Esquilo.

No obstante, además de los autores expuestos tampoco podemos dejar pasar la oportunidad de citar a otros que, de un modo u otro, también se convierten en piezas fundamentales dentro del género de la tragedia a lo largo de los siglos. Este sería el caso de los españoles Calderón de la Barca y Lope de Vega, del francés Voltaire, del alemán Goethe o del inglés William Shakespeare.

De acuerdo a Aristóteles, como señala en su Poética una tragedia (en este caso sería el género conocido como tragedia griega) está compuesta por tres partes: prólogoepisodioéxodo. El prólogo antecede la entrada del coro (que, a su vez, se divide en párodo y estásimo) y aporta la ubicación temporaria de la historia.

  1. Prólogo: Según Aristóteles es lo que antecede a la entrada del coro. Las características generales son: se da la ubicación temporaria y se une el pasado del héroe con el presente; pueden participar tres actores pero sólo hablan dos y el otro está mudo o puede ser un monólogo. Se le informa al espectador el porqué del castigo que va a recibir el héroe y en esta parte no interviene el coro.
  2. Párodos: cantos a cargo del coro durante la entrada por el párodo izquierdo presidido por un flautista. En esta parte se realiza un canto lírico, se dan danzas de avance y retroceso; se utiliza el dialecto dórico (más adecuado a los cantos corales debido a su musicalidad).
  3. Episodios: pueden ser hasta cinco, hay diálogo entre el coro y los personajes o entre personajes; es la parte más importante por ser la dramática por excelencia y expresa el pensamiento e ideas del personaje.
  4. Estásimo: es la parte lírica-dramática donde el autor expresa sus ideas políticas, filosóficas, religiosas, etc.; hay de tres a cinco, es la segunda entrada del coro y en esta parte no hay danza.
  5. Éxodo: es la parte final de la tragedia, hay cantos líricos y dramáticos, el héroe reconoce su error y es castigado (a veces con la muerte) por los dioses. Es aquí donde aparece la enseñanza moral. El éxodo, como los estásimos, siempre lo pronuncia el coro o el Corifeo.

El filósofo griego Aristóteles describió los rasgos comunes que observó en las tragedias de su época:

  • La unidad de acción. Solamente se escenifica una acción, lo cual permite al público concentrar su atención.
  • La unidad de lugar. La acción transcurre en un solo lugar.
  • La unidad de tiempo. La acción se desarrolla en un solo día.

Los actores

Solamente tres actores que recitaban sus parlamentos aparecían en escena en forma simultánea. Se movía entre la escené (especie de decorado) y el proscenio (la parte más cercana al público). Llevaban máscaras para representar a los personajes.

Se valían de recursos escénicos de los cuales destacaban las mascaras con que los actores recubrían sus rostros, que además servían para dar mayor volumen a sus voces.

Las máscaras eran distintas en cada una de las manifestaciones dramáticas. En la comedia, a veces, un mismo actor disponía de dos máscaras distintas con las que exteriorizaba sus cambiantes estados de ánimo.

También usaban coturnos  (calzado alto de suela de corcho) que tenían la función de proporcionar altura al actor que representaba personajes nobles elevándolo por encima del coro y equiparándolo a las grandes dimensiones de la máscara, convirtiéndolo así en un personaje enorme. De este modo, se acrecentaba también la impresión sobre el público.

Los actores eran siempre varones, hombres o niños; las mujeres solo podían asistir como espectadores.

El Coro

El coro se componía de quince miembros o coreutas, y un director: el corifeo. Sus palabras eran cantadas y hacían reflexionar al público. Nunca se cubrían el rostro y sus movimientos se realizaban en una pista circular llamada orquesta.

La raíz del teatro griego es un coro, y por ello aparece siempre en la tragedia. Pero con el tiempo el Coro pierde importancia, se limita a comentar lo que ocurre en la escena, y a marcar, por medio de cantos corales la separación entre dos episodios de la obra; este canto del Coro se llama estásimo.

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Evolución de la tragedia

La tragedia griega proviene del antiguo ritual llamado “ditirambo”, que era un sacrificio en honor al dios Dionisos. Lo más importante en estos rituales era la danza y el canto, interpretados por un grupo de personas.

Con el paso del tiempo, uno de los hombres comenzó a cantar solo, y se estableció una relación de “pregunta y respuesta” entre el hombre y el futuro coro.

Llega el siglo V aC y se inician los concursos de tragedias, en honor a Dionisos. Eran fiestas que rememoraban estas antiguas ceremonias griegas. En el concurso se presentaban tres tragedias (una trilogía) y una comedia satírica. El primer poeta griego reconocido en llevarse el premio es Esquilo. La única trilogía completa conservada de los griegos es la Orestía, escrita por él.

Esquilo es el más arcaico de los tres trágicos griegos principales (Esquilo, Sófocles y Eurípides). Con Esquilo, sólo hay un único personaje por escena (más el coro).
Los años pasan y en los concursos, el viejo Esquilo comienza a competir contra un joven que parece tener talento: Sófocles.

Esquilo representa el clasicismo, el arcaísmo griego y Sófocles la frescura, la innovación. Sófocles introduce el segundo personaje. Así pues, interactúan dos personajes y el coro.

El último de los tres trágicos es Eurípides quien, en cierto modo, completa el círculo y vuelve a los orígenes de la tragedia (que recaen en la fiesta, la danza, el sacrificio, la embriaguez) con una de sus obras más emblemáticas, “Las bacantes”, con la cual recupera ese espíritu Dionisíaco del que la tragedia griega se ha empapado a lo largo de los años. Eurípides introduce el tercer personaje.

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