Gran invasión de germanos año 169/170

Gran invasión de germanos año 169/170

Gran invasión de germanos año 169/170. En la primavera del 169, tras meses de ataques para tantear las posiciones más débiles de la frontera, una enorme fuerza de marcomanos, victumalos, hermunduros, naristos y cuados penetró en el territorio romano entre Vindobona y Brigetio, arrasó las guarniciones en la frontera aprovechando que el grueso de las tropas romanas estaba en una nueva campaña contra los yázigos, concretamente ejecutando un ataque en pinza desde Panonia Inferior y Dacia.

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Germanos asaltando un fortín de la limes romana. Autor Angus McBride

Los germanos dirigidos por Bellomario, avanzaron por Pannonia hacía el sur, mientras una parte de sus fuerzas asaltó Brigetio campamento de la legión I Adiutrix, que estaba mandada por Helvio Pertinax, siendo rechazados. Otro grupo marchó al oeste hacia la provincia Noricum, amenazando Vindobona y atacando Ovilava (Wels, Austria). El grueso de las fuerzas germanas derrotó a unos 20.000 romanos cerca de Carnuntum, en un lugar llamado la Vía Ambra.

Tras la victoria los germanos siguieron al sur, atravesando Panonia y Retia arrasando Savaria, Poetovio y Emona; cruzaron los Alpes por el conocido paso de Nauportus, entrando en la Galia Cisalpina (llanura Padana), arrasaron Opitergium (Oderzo) y después asediaron Aquilea, lo que fue un gran error de los germanos, porque dieron tiempo a las fuerzas imperiales para reagruparse y levar nuevas tropas. Era la primera vez que tropas extranjeras pisaban suelo italiano desde la invasión de Combrios y Teutones en el 101 AC.

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Ataque guerreros germánicos siglo II

Respuesta romana

Marco Aurelio, más que consciente del peligro representado por la agresión, se volcó en la tarea inmediata de formar un ejercito de defensa con el que hacer frente a las hordas de invasores. Se tuvo que recurrir, a gran parte de la guardia pretoriana, diez cohortes (de 1.000 hombres), a las que se unieron las cohortes urbanas (4 cohortes de 480 hombres) y las unidades de vigiles (7 cohortes de 480 hombres), todas de servicio en Roma. A estas se les sumaron la marinería de las flotas del Miseno y Rávena, hasta totalizar unos 20.000 hombres, mandados por el prefecto del pretorio, Tito Furio Victorino. Entre tanto el emperador continuaba reuniendo tropas y organizando un contraataque general.

El ejército de Victorino se dirigió al norte para liberar la ciudad de Aquilea, pero poco antes de llegar a la ciudad, los germanos le hicieron frente, siendo derrotado y destruido, y su comandante muerto en la batalla. Los invasores se entretuvieron asediando la ciudad de Aquileia.

Ataques germanos en el año 169/170.

Marco Aurelio intentó cercar a los germanos utilizando la legión XIV Gemina mandada por el legado C. Vetio Sabiniano que había llegado por mar a Roma desde Panonia Inferior para unirse a los nuevos reclutas, y las fuerzas de la Panonia Superior e Inferior bajo las órdenes de Lalio Baso y Claudio Pompeyano con las legiones I Adiutrix, II Adiutrix, X Gemina y XIV Gemina que avanzaban hacia Aquilea desde sus provincias para cerrar la retaguardia germánica.

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Marco Aurelio, que dejó en la capital parte de estas tropas, marchó ahora al norte junto con Vero.

Cuando los bárbaros que asediaban Aquilea, recibieron noticias de las fuerzas que se estaban acercando,  en primer lugar los marcomanos y los victualesse retiraron hacia el norte escapando de la amenaza de cerco que se cernía sobre ellos. Ocuparon seguidamente parte de los territorios de Retia y Norico, en donde se establecieron y aguardaron acontecimientos con su botín. Los cuados, haciendo un gesto de apaciguamiento, hicieron saber al César que los culpables del levantamiento y ataque a los territorios romanos habían sido castigados, que se retiraban e incluso le pidieron que les eligiera un nuevo rey porque el suyo acababa de morir. El emperador no les creyó, pues ya antes habían roto sus promesas de paz y preparó una expedición de castigo contra ellos.

Guerreros marcomanos y cuados siglos I y II: 1 guerrero ordinario suevo con lanza y sax o cuchillo largo y escudo cuadrado. 2 jefe con yelmo de bronce, cota de malla y espada. 3 guerrero con escudo alargado, espada y hacha. Autores G&A Embleton

Nombró al jefe de su caballería, Helvio Pertinax, legado de la Legión I Adiutrix, dándole el mando del cuerpo de ejercito que debía expulsar a marcomanos y victumales de las provincias de Raetia y Noricum. Marco entretanto, y ya en Carnuntum (Pannonia), se dedicaba a reorganizar las defensas romanas.

Fruto seguramente de esta momentánea derrota romana fue el ataque que los sármatas y costobocos lanzaron sobre la Mesia Inferior, consiguiendo atravesar el debilitado limes (recordemos que había sido retirada de allí una Legión) y llegar en sus correrías hasta la propia Grecia.

Sexto Calpurnio Agricola (ex-gobernador de Moesia Inferior), nuevo gobernador de la Dacia, que recibió el apoyo y coordino el movimiento de las legiones de Dacia y Mesia Superior, pudo finalmente rechazar con éxito a los invasores y devolver la calma a las fronteras.

Pertinax, por su parte, y volviendo a la guerra contra marcomanos y victuales en Retia y Norico, consiguió un gran triunfo expulsando a los germanos de las dos provincias.

Tras estos felices sucesos, Vero decidió regresar a Roma, siendo entonces cortésmente acompañado por Marco. Durante el camino Vero muere a consecuencia de un ataque de apoplejía. La ausencia de Marco, que debe quedarse por ahora en Roma para preparar las exequias, impulsaron a los bárbaros a realizar nuevas incursiones por territorio romano.

Mientras Marco se encontraba en Roma una nueva gran invasión llevada a cabo por los obios y longobardos, quienes tras cruzar el Danubio se enfrentaron contra los hombres de Vindex y Candidus siendo aniquilados.

Mientras en Dacia una tribu de vándalos, (originalmente llamados lugiones) eran un grupo de tribus germánicas orientales procedentes de Escandinavia que habían emigrado a la zona de Silesia, el Oder y el alto Vistula; se acercaron a la frontera imperial del Danubio en el siglo II. Se dividían en dos ramas principales: asdingos o victovales (instalados en parte de la actual Eslovaquia) y silingos (ubicados más al oeste sobre el Main), los asdingos al mando de los jefes Raus y Raptus llegaron a sus fronteras pidiendo tierras donde establecerse o dinero, el emperador rechazó su petición y viendo que los romanos se preparaban para una gran campaña prefirieron atacar a otra tribu y quitarles su tierra; el nuevo gobernador de la provincia, Sexto Cornelio Clemens, les convenció para atacar a los costobocos, pero como los recién llegados cosecharon un gran éxito, Clemens los atacó y derrotó, aunque permitió que se asentaran en su nuevo hogar (170-171). Para ello pidió la ayuda de Battarius, el jefe de los lacringi, de doce años, grupo de vándalos que acompañaban a los asdingos pero al que Clemens convenció de atacar a sus hermanos.

Con la mayoría de las tropas romanas en guerra con los yázigos y la provincia Dacia estaba debilitada, y los sármatas roxolanos y los germanos costobocos lanzaron una ofensiva por la Mesia Inferior, donde se había retirado la Legio V Macedónica para la campaña contra los yácigos. Los bárbaros saquearon el territorio de Tracia llegando a arrasar Libida, Ulmetum y Tropaeum en el 170, llegando a Grecia donde el templo de Eleusis cerca de Atenas fue profanado y despojado de sus riquezas.

La campaña contra los yázigos terminó por ser dirigida por Claudio Pompeyano, quien logró buenos resultados, y así consiguió casarse con Lucila, hija de Marco Aurelio y viuda de Lucio Vero.

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Contraataque romano

Marco Aurelio reclutó un gran ejército de 10 legiones completas (I y II Auditrix; I, II y III Itálica; X Gémina; XI Claudia; XIV Gémina; I Minerva; y XII Fulminata) numerosas vexillationes de otras legiones (II Trajana, XV Apolinaris, III Augusta, X Fretensis, XXX Ulpia, y III Gálica), las tropas auxiliares se estiman en unas 15 alas de caballería y 60 cohortes de infantería, ademas del concurso de otro tipo de unidades como las provenientes de las flotas del Danubio, los numerii y diferentes contingente bárbaros aliados. En total unos 120.000 hombres, probablemente el mayor y mejor ejercito romano reunido en Europa hasta entonces, al menos desde los tiempos de Augusto. Para financiar la campaña el César tuvo que vender muchas de sus posesiones personales y familiares pues el tesoro imperial estaba agotado tras la guerra contra los partos y el desastre de la peste.

En otoño de 171 Marco Aurelio llegó a Carnuntum, donde el poderoso ejército se estaba reuniendo.

Invadió el territorio de los cuados, obteniendo una gran victoria, pero también cosechó una derrota cuando sus generales Siseuma y Vindex fueron vencidos en batalla, y este último resultó muerto.

Ofensiva romana contra los bárbaros germanos  171-179

En la campaña de 172 el emperador marchó con 6 legiones hacia el norte subiendo por el río Morava, hasta llegar a donde este confluye con el río Thaya; una parte pequeña de sus tropas continuo por el Morava atacando a los cotinos, pero el resto siguió por el segundo curso y construyó la fortaleza de Musov, que se convirtió en su principal base de operaciones, en pleno territorio marcomano, la expedición tenía como propósito el castigo y sometimiento de estos y de los naristios.

Los germanos, conscientes de su inferioridad en campo abierto, prefirieron lanzar ataques por sorpresa contra las guarniciones romanas, con feroces represalias de las legiones atacando pueblos enemigos, masacrando y esclavizando a su población. Los bárbaros planearon una emboscada esperando que las legiones se separaran en las distintas guarniciones que ocupaban el territorio germano.

Durante esta campaña marcomana la legión XII Fulminata permaneció en su fortaleza junto al César, mientras el resto de las tropas siguió su marcha hasta que una enorme fuerza de cuados y marcomanos rodeó su campamento y lanzó un gran ataque, actuando como una formación romana rodeando el campamento con un movimiento en pinza. Los legionarios resistieron, a pesar del agotamiento por la sed y el calor. Cuando la fortaleza estaba a punto de caer, los romanos vieron como un rayo impactó sobre la torre de asedio enemiga y la incendió, desatándose una lluvia torrencial, que hizo huir a los germanos. El hecho fue conocido como el Milagro de la Lluvia; algunos lo atribuyeron a las oraciones de los soldados cristianos y otros a que Marco Aurelio, al ver el desastre casi inevitable para el y su legión, ordenó hacer un sacrificio a sus dioses, lo que fue recompensado con el milagro mencionado.

Para los legionarios fue una señal de la providencia divina, que los acompañaba, incrementando su moral, lo que les permitió continuar con el plan original y avanzar hacia las montañas por el río, sin oposición por parte de los germanos; siguieron marchando hasta que los fuertes vientos, granizos y lluvias les hicieron retroceder. Los germanos veían estas tormentas como terribles y, como interpretaban su anterior derrota como castigo divino, desistieron de resistir. Los marcomanos ante el fracaso de su ataque y las terribles consecuencias de la ocupación imperial optaron por el sometimiento y acordaron la paz, cuyas condiciones, impuestas por Marco Aurelio, fueron durísimas, teniendo que entregar gran parte de su ganado, caballos y unos 15.000 germanos fueron tomados como prisioneros y llevados a la región de Rávena para repoblarla. Marco Aurelio aceptó que algunos grupos de campesinos germanos se establecieran en la Galia Cisalpina, a fin de disminuir la presión demográfica, lo que provocó fuertes roces entre los recién llegados y los itálicos del lugar. Las expediciones del Emperador llevaron sus legiones a las tierras de los lacringi y los cotinos, cruzando el sometido territorio naristo y atacando los hermunduros de la selva de Bohemia; el resto del año, fueron atacados grupos aislados de chari, victumalos y asdingios.

En el 173 se inició la ofensiva contra los cuados; las legiones avanzaron desde Brigetio por los cursos de los ríos Waag y Nitra. Los cuados resistieron ferozmente, pero tras la victoria romana en una gran batalla en el territorio de aquella tribu, se logró su pacificación, sometiendo al Imperio los territorios de las actuales Moravia, Bohemia y Eslovaquia. Se les prohibió acercarse al Danubio a un distancia de 70 estadios tanto a los cuados como a los marcomanos.

Cuando los yácigos se enteraron que los cuados habían sido derrotados por una sola legión, uno de los dos reyes llamado Banadaspus, pidió la paz, pero fue rechazada por Marco Aurelio. Cuando se enteraron, le rechazaron y acudieron a su otro rey Zántico, y se prepararon para la guerra.

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