EL FENÓMENO MEGALÍTICO

EL FENÓMENO MEGALÍTICO

El megalitismo no es una manifestación que se desarrolle en un espacio ni en un momento concreto, sino que debe ser entendido como un fenómeno constructivo (mega = “grande” y lithos = “piedra”) que emplea grandes bloques de piedra o mampostería de pequeño y mediano tamaño para la construcción de monumentos que tienen una finalidad funeraria pero que a su vez pudieron o debieron tener funciones relacionadas con la ritualidad y que no están estrictamente vinculadas con el mundo funerario. Tampoco hay que entender el megalitismo como una manifestación arquitectónica homogénea, sino todo lo contrario, ya que hay una gran variedad de construcciones arquitectónicas que van desde los 2-3 metros hasta varios centenares de metros. Por último tampoco hay que entender este fenómeno en un marco temporal concreto, sino que se inicia a principios del V milenio a.C. y perdurará por lo menos hasta la edad del bronce. Es por tanto un fenómeno transcultural, transgeográfico y transtemporal.

Resultado de imagen para dolmen de menga
Geográficamente se observará desde:
– El sur de Escandinavia.
– Península de Jutlandia.
– Costas británicas.
– Costas atlánticas de Francia.
– Costas de la Península Ibérica (A Excepción del tramo Ebro-Murcia).
– Determinadas regiones del SE de Francia.
– Grandes islas del Mediterráneo central.
– Determinadas regiones de Italia.

Su notable extensión geográfica hay que entenderla por la amplia diversidad de grupos sociales que utilizan una misma técnica arquitectónica para construir distintos tipos de edificaciones. De este modo, el ámbito del megalitísmo nórdico o Atlántico no tiene absolutamente nada que ver con el de ámbito Mediterráneo ya que desarrollarán manifestaciones completamente distintas que tienen en común el empleo de grandes bloques de piedra cuyo fin es la construcción de estructuras funerarias o de carácter ritual.

Origen y difusión del megalitismo
La aparición del megalitísmo se explica a través de dos grandes posturas:
1. Tesis orientalistas (Ex oriente lux): Planteada originalmente y hasta los años 60 del S.XX de la mano de Gordon Childe. Estos autores plantean que el origen del megalitismo estaría en el Egeo, siendo las primeras manifestaciones megalíticas los toloi de Micenas, o algunos megaron del período minoico. A partir de este foco se desplazarían hacia occidente de la mano de los prospectores de metal que buscaban y comerciaban con cobre y estaño en occidente, llevando esta tradición arquitectónica consigo. Conforme se avanzaba hacia occidente, las construcciones perdían monumentalidad, llegando a ser construcciones monumentales pero con menor desarrollo que en el Mediterraneo Occidental. Postulado difusionista y degeneracionista.

  1. Tesis occidentalistas: En la actualidad se tiende a hablar de varias tradiciones megalíticas y se disocia el megalitísmo Mediterráneo del Atlántico, planteando orígenes distintos. Para explicar esta ruptura entre ambas tradiciones arquitectónicas el carbono 14 tuvo importancia, ya que en los años 60 y 70 se observó que los monumentos megalíticos Atlánticos eran entre dos y tres milenios más antiguos que los primeros monumentos megalíticos mediterráneos. Por tanto un megalitismo y otro no tendrían nada que ver, esta lectura la hace Collin Renfrew. Los primeros monumentos megalíticos del Atlántico se vinculan a poblaciones mesolíticas neolitizadas que con la adopción de la agricultura y la ganadería como modo de vida, empiezan a construir una serie de monumentos ,funerarios en el Atlántico, como forma de delimitar el territorio. Frente al megalitísmo Atlántico de carácter principalmente funerario, en el ámbito Mediterráneo el megalitismo no tiene tanto sentido funerario, sino que estará especialmente relacionado con la construcción de templos, siendo la isla de Malta el mejor exponente en el Mediterráneo.

Cronología
Neolítico Antiguo: 5000-4000 a.C.
Los primeros monumentos megalíticos se pueden situar en torno al 5000 a.C. y las primeras evidencias en las costas Atlánticas europeas, especialmente las observaremos en las islas Británicas, Normandía, Bretaña Francesa, Escandinavia, apareciendo los primeros sepulcros de corredor en torno al 4500-4300 a.C.
Neolítico Medio: 4000-3000 a.C.
A partir del 4000 a.C. se generalizan los cairn o sepulcros de corredor. También aparecen las primeras construcciones en Stonehenge. Ahora también el megalitísmo se expande por toda la Península Ibérica y Francia.
Neolítico Final: 3000-2500 a.C.
Aparición de focos en la Península Ibérica como en los Millares. A partir del 2400 los monumentos megalíticos dejan de construirse coincidiendo con:
– La generalización de la metalurgia.
– La aparición de la jerarquización social individual y la aparición de las evidencias de clases sociales distintas, de las tumbas individuales con ajuares ricos.
Pese a ello, las estructuras megalíticas no se abandonan y serán reutilizadas durante las Edades del Bronce, Hierro, época romana e incluso islámica.

Tipología
Todos los monumentos megalíticos estuvieron cubiertos por un túmulo de tierra y/o piedra. Los túmulos pueden ser de morfología circular, ovalada, trapezoidal, etc. Su tamaño puede ser variable e ir de los 3-4 metros a construcciones de gran tamaño. Por norma general los túmulos aparecen delimitados por un anillo de piedra o peristalito, y que cubren a la cámara sepulcral.
Las cámaras sepulcrales pueden ser de muy diverso tipo, y en función de su tipología se hablan de distintas construcciones o sepulcros:

Construcciones funerarias. El ritual.

Dolmen: Sepulcro de tipo megalítico compuesto por una cámara sepulcral sin corredor ni galería. Suele ir cubierto de túmulo, generalmente un ortostato colocado horizontalmente en forma de mesa y rodeado de peristalito. Servía para un número reducido de personas. Este tipo de construcciones aparecen a mediados del V milenio a.C. y los vamos a encontrar desde la Península de Jutlandia y especialmente en la cornisa Cantábrica y la zona Pirenaica. En Galicia a estos dólmenes se les conoce como Mamoas.

Dolmen de corredor: Sepulcro de tipo megalítico compuesto de una cámara sepulcral (poligonal, circular, etc.) y un corredor (dromos) que conduce a ella, bien diferenciado de ésta. Su tipología es variada, los más simples son construidos con grandes bloques piedras. También estarían los Tholoi, que se diferenian de los dólmenes de corredor por el uso de mampostería para construir falsas cúpulas. Son típicos en la zona de Huelva, sur de Portugal, Almería y Granada.

Resultado de imagen para Dolmen en corredor:

Dolmen en corredor:

Resultado de imagen para Tholoi:

Tholoi:

Hipogeos: Tienen la misma morfología arquitectónica de corredor que da acceso a una cámara sepulcral, pero no es un elemento construido sino que está excavado en la propia roca. Este tipo de manifestación arquitectónica que está imitando a los tholoi, aparece en el centro de Portugal.

Sepulcro de galería: Sepulcro de tipo megalítico con una cámara funeraria poco diferenciada de la galería de acceso. Los enterramientos se distribuyen a lo largo del corredor. La técnica constructiva es la misma que para los dólmenes: grandes bloques de piedras cubiertos por un túmulo, aunque con una laja en la entrada principal. Esta tipología está extensamente distribuida por todo el ámbito nórdico, especialmente Escandinavia, aunque básicamente se puede encontrar en cualquier punto de la fachada Atlántica. Cueva de Menga en Antequera, una de las
mejores conservadas de la Península.

Cistas o ataúdes pétreos: Pequeñas cámaras funerarias cuyo acceso es por arriba. Formadas por losas verticales de poca altura y bien ajustadas por medio de ranuras. Están destinados a enterramientos individuales o como mucho, dobles. El enterramiento es cerrado por una laja de piedra. Este tipo de enterramientos no son estrictamente megalíticos.

Resultado de imagen para Cistas o ataúdes pétreos
El ritual funerario
Estas construcciones son hechas por una colectividad para enterrar a miembros de su colectividad, y son la mejor expresión de las formas de organización social del neolítico, donde el linaje es la forma de articular las relaciones sociales. El número de individuos en estas tumbas es muy variable. En cualquier caso deben ser entendidos como el enterramiento de una colectividad, haya más o menos individuos enterrados. Los enterramientos pueden ser de carácter primario, cuando el cadáver es depositado en la cámara de forma primaria, aunque lo más habitual es encontrase con depósitos secundarios: cuerpos desarticulados y arrinconados por la necesidad de espacio para los últimos individuos que fueron enterrados. En ocasiones, cuerpo podía haber sido descarnado y lo que se deposita en el interior de la cámara funeraria son los restos esqueléticos. También aparecerán elementos de ajuar asociados a estas tumbas,
aunque resulta imposible determinar a qué individuo pertenecía el ajuar.
Construcciones singulares

Menhires: Su traducción literal del galés significa “piedra larga”. Son grandes piedras clavadas en vertical. Se han relacionado con la señalización de centros culturales o astronómicos y no deben ser interpretados como monumentos funerarios. Estos menhires pudieron ser parte de monumentos mucho mayores, en su momento de construcción, pudiendo estar relacionados con otros menhires formando conjuntos. Su tamaño es variable y puede ir desde menos de un metro
hasta los cinco. Respecto a su cronología tampoco hay uniformidad, y aparecen desde el Neolítico Medio, llegando algunos incluso a ser reutilizados en época protohistórica e histórica.

Resultado de imagen para Henges
Cromlech: Los menhires aislados no debieron ser frecuentes, sino que formarían parte de conjuntos más amplios, de los que hay que destacar por un lado los crómlech: alineaciones de menhires dispuestos en filas, generalmente organizados en torno a una razón ceremonial, tal vez para mediciones de carácter astronómico relacionadas con el calendario agrícola. El conjunto más destacable es el de Carnac, donde encontramos diez líneas de menhires perfectamente dispuestas que congregan más de mil menhires separados siguiendo una pauta casi matemática entre las filas y los menhires que forman la fila.

Henges: Es la otra tipología de construcciones a partir de menhires. Los henges son un gran complejo ritual formado a partir de la organización de un círculo de menhires, que delimitaba un complejo ritual, a veces de gran extensión. El más conocido es el de Stonehenge en el condado de Wiltshire, Inglaterra. La disposición de estos henges se ha interpretado con lugares de observación astronómica relacionados con los ciclos lunares o solares; los solsticios o los equinoccios. Otros autores los han interpretado como lugares de reunión social al estilo de los recintos de foso.

Resultado de imagen para Henges

Resultado de imagen para Henges

El significado
Aunque los historiadores no han logrado ponerse del todo de acuerdo sobre el fin de estas emblemáticas construcciones. En cualquier caso estas construcciones son el reflejo del sentido de la comunidad, ya que exigen el trabajo comunitario, que tienen como finalidad en ocasiones el sepelio de miembros de la comunidad y que nos hablan de lugares donde no hay grandes distinciones sociales y la comunidad se sitúa por encima del individuo. El linaje y el grupo familiar se verán
representados en estos monumentos. Hay que tener en cuenta que estos lugares están construidos en lugares de fácil visualización y se emplazan en determinados accidentes geográficos que marcan la separación entre territorios: divisoria de aguas entre un valle y otro valle fluvial; entre montañas; entre los altos que jalonan rutas de tránsito natural.

No están relacionados tanto con el hábitat, sino que se encuentran dispersos por el territorio y supondrían una forma de marcar la territorialidad y el espacio que ocupa una comunidad de forma física y simbólica.
El arte megalítico
Otro elemento relacionado con el megalitismo son las manifestaciones artísticas que se manifiestan sobre los ortostatos. Estos otrostatos tienen generalmente motivos grabados y repiqueteados con los que se consiguen delinear motivos curvilíneos en forma circular, de espiral, concéntricos y que en ocasiones representan claramente soles u otros elementos astrales, aunque en otras ocasiones resulta imposible determinar si la representación tiene relación con algún elemento de la naturaleza.

Uno de los elementos que sistemáticamente va a aparecer relacionado con las cámaras funerarias y que en ocasiones aparecen representados en los ortostatos van a ser los ídolos oculados que se pueden fabricar sobre placas de pizarra, sobre bloques de caliza, huesos de animales. Son representaciones más o menos antropomorfas entre las cuales destaca principalmente la representación de los ojos o del rostro. La representación de estos ídolos nos están hablando de un cambio significativo en las prácticas religiosas. Hasta este momento las prácticas rituales estaban relacionadas con la advocación a la fertilidad femenina, o la masculinidad. Ahora este tipo de advocaciones pierde importancia frente a otras
representaciones masculinas y frente a la representación del rostro y los ojos, nos indican un nuevo tipo de religiosidad asociada a divinidades nuevas que ya no están relacionadas con el culto a la fertilidad y que parecen estar relacionadas con divinidades de tipo protector, propio de sociedades con nivel de desarrollo más complejo.

Resultado de imagen para Ídolo oculado

Ídolo oculado
Como conclusión, el megalitísmo debe ser entendido como la expresión de la territorialidad de las poblaciones campesinas cuyo origen hay que buscar en el proceso de aculturación de las distintas poblaciones mesolíticas y epipaleolíticas. Desde esta concepción inicial del megalitismo, el propio megalitismo sufrirá cambios, y en el calcolítico ya será cuando los ídolos oculados adopten valor religioso y pasen a ser parte de los ajuares funerarios, aunque en este momento la comunidad todavía prevalecerá como forma de organización social sobre el individuo.
Con la aparición de la metalurgia y las clases sociales el megalitismo irá desapareciendo paulatinamente y será sustituido por las tumbas individuales, comenzando por las cistas hasta la Edad del Bronce, cuando empezarán a aparecer los grandes túmulos asociados a tumbas individuales que nos indican una diferenciación social y la aparición de las primeras elites sociales.

Entradas Relacionadas