Complemento circunstancial

Cmplemento circunstancial. En gramática y sintaxis, el complemento circunstancial (o más bien complementos circunstanciales, pues pueden ser de muchos tipos), es una de las funciones sintácticas que cumplen los sintagmas nominales, adverbiales o preposicionales en la oración.

Como su nombre lo indica, permiten señalar alguna circunstancia específica de cómo ocurre la acción expresada por el verbo. Esto último puede referirse al lugar en que ocurre, o al tiempo, modo, cantidad, causa, finalidad, etcétera.

Así, por ejemplo, en la oración “Mi padre volverá más tarde de su trabajo”, hay un sujeto evidente (“mi padre”) y en el predicado tenemos:

  • Un verbo principal (volver), que hace de núcleo del predicado.
  • Un complemento circunstancial: “más tarde” que expresa tiempo.
  • Otro complemento circunstancial: “de su trabajo” que expresa proveniencia (lugar).

Como otros tipos de complementos (directo, indirecto), el complemento circunstancial forma parte del predicado de la oración, en el que hace las veces de modificador directo del verbo, o sea, que brinda información específica sobre la acción expresada por el verbo, la cual puede ser de muy distinto tipo. Por eso existen muchas formas de complemento circunstancial, dependiendo del aspecto de la acción verbal en que se centren.

Tipos de complementos circunstanciales

Los complementos circunstanciales pueden ser de múltiples tipos, como son:

  • Complemento circunstancial de lugar (CCL). Expresan una localización espacial, o sea, un sitio en el que ocurre la acción, o del que se proviene, o al que se va. Pueden intercambiarse por un adverbio de lugar. Por ejemplo: “Mi padre viajará a tierras romanas”.
  • Complemento circunstancial de tiempo (CCT). Expresan una relación temporal en la acción del verbo, ya sea pasada, presente o futura. Pueden intercambiarse por un adverbio de tiempo. Por ejemplo: “Mi padre viajará mañana temprano”.
  • Complemento circunstancial de modo (CCM). Expresan una manera específica en que la acción del verbo se realiza, ya se trate de una apreciación objetiva o subjetiva. Pueden intercambiarse por un adverbio de modo. Por ejemplo: “Mi padre viajará cómodamente” o “Mi padre viajará en contra de su voluntad”.
  • Complemento circunstancial de causa (CCC). Expresan una relación de causalidad, o sea, detallan el origen o la motivación de la acción descrita por el verbo. Pueden intercambiarse por un adverbio de causa. Por ejemplo: “Mi padre viajará por motivos laborales”.
  • Complemento circunstancial de finalidad (CCF). Expresan un sentido de meta, objetivo o, como su nombre lo indica, una finalidad determinada. Pueden intercambiarse por un adverbio de finalidad. Por ejemplo: “Mi padre viajará para cerrar un negocio importante”.
  • Complemento circunstancial de compañía (CCCo). Expresan quiénes son coautores de la acción del verbo, o quiénes acompañan al sujeto oracional. Por ejemplo: “Mi padre viajará con sus socios”.
  • Complemento circunstancial instrumental (CCI). Expresan con qué cosa se llevó a cabo la acción del verbo, es decir, qué instrumento se utilizó para ello. Por ejemplo: “Mi padre viajará en un jet privado de la empresa”.
  • Complemento circunstancial de cantidad (CCCant). Expresan la medida o la proporción en que la acción del verbo se realiza. Son intercambiables por adverbios de cantidad. Por ejemplo: “Mi padre viajará muchas veces”.
  • Complemento circunstancial de propiedad (CCP). Expresan una relación de propiedad o autoría intrínseca a la acción del verbo. Por ejemplo: “Mi padre es de Barcelona”.
  • Complemento circunstancial de tema (CCTema). Expresan un tema o un asunto al cual se refiere la acción descrita por el verbo. Por ejemplo: “Mi padre hablará sobre inversiones financieras”.

¿Cómo identificar el complemento circunstancial?

La forma más sencilla de identificar un complemento circunstancial es probar que es ni de un complemento directo, ni de un complemento indirecto, sino que se trata de un sintagma que depende del verbo principal de la oración, y que expresa información complementaria o adicional, según sea el caso. Como ya dijimos, esto permite que los sustituyamos por un adverbio de la categoría correspondiente.

Es posible, sin embargo, distinguir entre los complementos circunstanciales si le hacemos a la oración la pregunta adecuada, y observamos la respuesta lógica a la misma.

Si sospechamos que se trata de un complemento circunstancial de lugar, será lógico que la pregunta a hacer sea “¿Dónde?”, “¿Hacia dónde?” o “¿De dónde?”, mientras que para un complemento circunstancial de tiempo deberemos preguntar “¿Cuándo?” o “¿Desde cuándo?”, y para un complemento circunstancial de modo deberemos preguntar “¿Cómo?” o “¿De qué forma?”, y así sucesivamente para el resto de las categorías.

Ejemplos de complementos circunstanciales

A continuación, presentamos algunas oraciones adicionales de ejemplo en las que explicitamos el complemento circunstancial e indicamos de qué tipo es.

  • Oración: Las cucarachas aparecen en ese rincón.

Complemento circunstancial de lugar: “en ese rincón” (¿En dónde aparecen las cucarachas?).

  • Oración: Mis abuelos emigraron de Estocolmo.

Complemento circunstancial de lugar: “de Estocolmo” (¿De dónde emigraron mis abuelos?”).

  • Oración: Las elecciones se realizarán pasado mañana.

Complemento circunstancial de tiempo: “pasado mañana” (¿Cuándo se realizarán las elecciones?).

  • Oración: La pizza llegará justo a tiempo.

Complemento circunstancial de tiempo: “a tiempo” (¿Cuándo llegará la pizza?)

  • Oración: Los soldados regresaron a regañadientes.

Complemento circunstancial de modo: “a regañadientes” (¿Cómo regresaron los soldados?).

  • Oración: Mi gato se me acerca como quien no quiere la cosa.

Complemento circunstancial de modo: “como quien no quiere la cosa” (¿Cómo se me acerca mi gato?).

  • Oración: Iremos al cine con mi hermanito.

Complemento circunstancial de compañía: “con mi hermanito” (¿Con quién iremos al cine?).

  • Oración: Te vieron con tu novia en el teatro.

Complemento circunstancial de lugar: “en el teatro” (¿Dónde te vieron con tu novia?)
Complemento circunstancial de compañía: “con tu novia” (¿Con quién te vieron en el teatro?)

  • Oración: Anteayer llegó de Italia mi tía con su esposo.

Complemento circunstancial de tiempo: “Anteayer” (¿Cuándo llegó de Italia mi tía con su esposo?).
Complemento circunstancial de lugar: “de Italia” (¿De dónde llegó anteayer mi tía con su esposo?).
Complemento circunstancial de compañía: “con su esposo” (¿Con quién llegó de Italia anteayer mi tía?).

  • Oración: Esos hombres mienten mucho y sin ningún descaro.

Complemento circunstancial de cantidad: “mucho” (¿Cuánto mienten esos hombres?).

Complemento circunstancial de modo: “sin ningún descaro” (¿Cómo mienten esos hombres?).

  • Oración: Últimamente los lagartos se mueven muy poco.

Complemento circunstancial de cantidad: “muy poco” (¿Cuánto se mueven los lagartos últimamente?).

Complemento circunstancial de tiempo: “Últimamente” (¿Cuándo se mueven poco los lagartos?).

  • Oración: Tus amigos solamente hablan de política.

Complemento circunstancial de tema: “de política” (¿De qué hablan solamente tus amigos?).

  • Oración: Estos son los libros de alemán de mi sobrina.

Complemento circunstancial de tema: “de alemán” (¿De qué son los libros de mi sobrina?).

Complemento circunstancial de pertenencia: “de mi sobrina” (¿De quién son los libros de alemán?).

  • Oración: En Argentina comen pizza con cubiertos.

Complemento circunstancial de lugar: “En Argentina” (¿Dónde comen pizza con cubiertos?).

Complemento circunstancial instrumental: “con cubiertos” (¿Con qué cosa comen pizza en Argentina?).

Las oraciones exclamativas

En gramática, las oraciones exclamativas son aquellas cuyo propósito fundamental es el de expresar un estado del emisor, sea anímico, emocional o de otra índole. Este tipo de oraciones suelen ir escritos entre signos de admiración (obligatoriamente dos: uno que abre “¡” y otro que cierra “!”), y en la lengua hablada se les suele pronunciar con una entonación particular, enfática, intensa.

Su contenido puede consistir en un mensaje concreto, dirigido a alguien en particular o a nadie, simplemente como una forma de desahogo. En otros casos son expresiones fijas, cuyo sentido específico está determinado en los códigos sociales de la lengua, y que por lo tanto varía de comunidad en comunidad. Este último es el caso, por ejemplo, de los improperios, las maldiciones y las groserías.

Así como las oraciones interrogativas, muchas oraciones exclamativas van acompañadas o introducidas por pronombres y adverbios exclamativos, cuyo funcionamiento veremos más adelante.

Ejemplos de oraciones exclamativas

A continuación, algunos ejemplos de oraciones exclamativas:

  • ¡No me digas eso!
  • ¡Qué buena suerte!
  • ¡Ay, mi pierna!
  • ¡Cómo odio el invierno!
  • ¡Eureka!
  • ¡Maldita sea!
  • ¡No puede ser!
  • ¡Qué dolor siento!

Pronombres y adverbios exclamativos

Las oraciones exclamativas se apoyan a menudo en partículas gramaticales cuyo propósito es configurar la oración para que revele su contenido expresivo, mediante palabras fijas e invariables de pequeño tamaño. Pueden ser:

  • Adverbios: Modifican el verbo de la oración.
  • Pronombres: Sustituye un sustantivo.

Dichas palabras suelen ser qué, cómo, cuán, etc. Por ejemplo: “¡Qué caro!”, “¡Cómo no!”, “¡Cuán bajo has caído!”.

Oraciones interrogativas

Las oraciones interrogativas son, a diferencia de las exclamativas, aquellas que buscan activamente conseguir una respuesta de parte del interlocutor, en este caso, una información concreta. Se trata de preguntas, ya sea que se formulen como tales, escritas entre signos de interrogación (¿?) o dichas con la entonación apropiada, o incluso cuando se formulan de manera discreta, indirecta.

Las oraciones interrogativas suelen involucrar pronombres o adverbios interrogativos como quién, qué, dónde, cuándo, etc.

Oraciones interrogativas

En gramática, las oraciones interrogativas se emplean para solicitar información de parte del receptor, o para realizarle sugerencias de una manera más suave o disimulada.

Dicho en términos más simples, son aquellas que sirven para preguntar. Sin embargo, no necesariamente son preguntas, dado que pueden o no formularse en un tono claramente interrogativo, o pueden o no escribirse empleando los signos de interrogación (¿?).

Las oraciones interrogativas, en algunas lenguas como la española, se formulan a través de un reacomodo sintáctico de la oración, que inicia con un pronombre o adverbio interrogativo. Además, en la lengua hablada, se formulan con un tono característico, que las distingue de las afirmaciones y otras alocuciones de propósito distinto.

Tipos de oraciones interrogativas

Las oraciones interrogativas se clasifican de dos maneras posibles:

Directas e indirectas. Dependiendo del valor sintáctico de la oración interrogativa (o sea, si es la oración principal o si es una subordinada), podremos clasificarlas por separado, de la siguiente manera:

  • Interrogativas directas. Aquellas que son además oraciones principales, y que por lo tanto van siempre entre signos de interrogación (que obligatoriamente constan de dos: el que abre “¿” y el que cierra “?”). Puede decirse que este tipo de interrogativas hacen manifiesto el deseo de obtener una respuesta del interlocutor. Por ejemplo: “¿Qué haces hoy?”, “¿Quién es tu profesor de canto?”.
  • Interrogativas indirectas. En este caso, las oraciones interrogativas son subordinadas a una oración principal de otro tipo, y no suelen ir acompañadas de signos de interrogación, dado que su abordaje de la pregunta es menos frontal. Eso significa que sirven para referir lo preguntado por terceros, o para dar cuenta en un relato de lo que se preguntó. Por ejemplo: “Pedro me preguntó si tenía novia”, “Quiero saber cuándo volverás a visitarme”.

Totales y parciales. Una segunda distinción de las oraciones interrogativas se fija en la manera de solicitar información al interlocutor: si permite respuestas sí/no, o si exige una respuesta elaborada. Así, podemos hablar de:

  • Interrogativos totales. Aquellas que admiten una respuesta concreta, en el rango de las posibilidades de “sí” o “no”. Por ejemplo: “¿Has leído a Shakespeare alguna vez?”, “¿Todavía me amas?”.
  • Interrogativas parciales. Por el contrario, estas interrogaciones piden del interlocutor una respuesta más abierta y generalmente más extensa. Por ejemplo: “¿Quién dijo que lo hiciéramos de esta manera?”, “¿Por qué estás vestida de esa forma?”.

Ejemplos de oraciones interrogativas

A continuación, presentamos algunos ejemplos de oraciones interrogativas de distinto tipo:

  • ¿Quién era ésa?
  • ¿Por qué te comportas así?
  • ¿Será que llueve hoy también?
  • ¿Cómo té llamas?
  • ¿Adónde vamos con tanta prisa?
  • ¿Tienes un bolígrafo que me prestes?
  • ¿Has estado en Suiza alguna vez?
  • ¿Ése de allá es tu padre?
  • ¿Ya no hay moros en la costa?
  • El vigilante me preguntó quién eras.
  • Mi madre quiere saber qué te gustaría para la cena.
  • Ellos no saben todavía por qué estamos aquí.
  • Queremos saber cuándo llegaremos.

Pronombres y adverbios interrogativos

Las oraciones interrogativas suelen ir acompañadas o introducidas por pronombres interrogativos, que son partículas gramaticales capaces de reemplazar algún referenteconcreto, y referirse a él dentro de la pregunta.

Dichos pronombres son: qué, quién/quiénes, cuál/cuáles, cuánto/cuánta/cuántos/cuántas, y sustituyen a un nombre, sustantivo o pronombre en la oración interrogativa. Por ejemplo:

– Tengo dinero.

– ¿Cuánto tienes?

(Cuánto sustituye a dinero).

De manera similar, existen adverbios interrogativos, cuyo rol es complementar el verbo de la oración interrogativa, y son fáciles de reconocer porque siempre llevan la tilde, incluso en preguntas indirectas. Dichos adverbios son: qué, quién, dónde, cuándo, cómo, por qué, adónde, para qué. Por ejemplo:

“¿Cuánto cuesta la entrada al parque?”

Oraciones exclamativas Las oraciones exclamativas tienen como objetivo manifestar un contenido subjetivo de parte del interlocutor, esto es, expresar un sentimiento, una emoción o una opinión. Suelen ir escritas entre signos de admiración (¡!).

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